Dragones en Tokio

La pelea ya empezó, Dynasmon se retiro para evitar el conflicto, pero el chico de los lentes y el escuálido ya están enfrentadose, el de los lentes incluso hace que su Digimon evolucione para atacar a ese chico sin Digimon acompañante, imperdonable, con el poder de esas criaturas de seguro el escuálido moriría, aunque creo que le haría un favor morir de esa manera y no de diabetes o de cualquier otra enfermedad que se produzca por comer tanto dulce. Pero la gota que derramo el baso es cuando aquel Digimon empieza a preparar su ataque, acción que hace que Pupumon se asuste y empiece a llorar, para luego acercarse a mi para resguardarse. -Caballero… por favor…- Digo antes de levantarme de mi asiento, para luego saltar sobre la mesa en la que Impmon esta parado al mismo tiempo que tomo mi espada para desenvolver la tela con la que esta cubierta, mientras hago eso, pateo al Digimon morado por la espalda para hacerlo caer o mínimo negar el ataque que esta preparando y ya terminada esa acción, bajo de la mesa y rápidamente desenfundo un poco mi espada para poner el filo sobre el cuello del chico con lentes. -Por favor… le pido que se abstenga de hacer ese tipo de cosas… asustas a mi Digimon bebe…- Miro serio al chico de los lentes sin bajar la guardia ni mi espada, esperando que el chico de los lentes no se de cuanta de que la espada esta roma, magullada y algo oxidada, era una espada vieja que ya no sirve para combate, sin embargo el factor miedo me debería favorecer.

El tipo compañero del digimon que regó mi café ya se había enfadado, ahora había evolucionado a su digimon a una forma un poco más fuerte y se decidía a atacarme mientras yo aun seguía sentado en la silla. Para cuando paso esto ya los de la otra mesa habían intervenido, uno pateando al digimon el cual me iba a atacar para luego amenazar al tipo con la espada y los otros digimon, uno saliendo de la tienda y el otro corriendo hacia donde estaba el que había salido, el temor de las demás personas se hacia inminente en el lugar tanto que algunos salieron despavoridos por donde pudieron, algunos hasta saltaron por las ventanas sin importar cortarse con los vidrios que había en estas.

-No te temo solo porque haz evolucionado a tu digimon, además vas a atacar a alguien que no tiene un compañero ni como defenderse, eso es ser cobarde...-dije mientras veía el lugar vaciarse para luego observar unas tartas solas e ir a por ellas para comerlas, despues de todo era comida gratis. Luego entro otro tipo alto de cabellos largos y blanco al cual nunca había visto, este llego gritando y tratando de evacuar a la gente, parecía de esos determinados y calmados aun gritando al llegar, lo observe mientras me comía las tartas.

Impmon recibe la patada, esto lo hace caer de frente con su ataque aun cargado, esto hace que el ataque se cancele, dejando a salvo a aquel sujeto de feo aspecto (Chihiro), pero el peligro no terminaba aqui, los papeles se habian intercambiado con un sujeto que se encontraba al lado de Daniel, este coloco su espada en el cuello del Tamer, haciendo que este pensara dos veces sus acciones.
- Lamento haber asustado a tu Digimon, y lamento el que Impmon Te atacara.-

-Disculpa aceptada- Digo al mismo tiempo que enfundo mi espada de golpe. -Le agradecería si se va a pelear a otro sitio…- Termino de decir antes de volver a guardar mi espada colgándola en mi espalda y regresar a mi asiento en la mesa donde Pupumon salta a mis brazos para asi poder tranquilizarlo para que deje de llorar. Noto que una nueva persona aparece en la escena, un hombre albino con cabello largo quien se ve notoriamente enojado, pero rápidamente lo ignoro y me dedico a limpiar el pastel y las lagrimas de Pupumon.

El que acababa de entrar dijo que tomara todo lo que quisiera, el lo pagaba, tome unas cuantas tartas de fresa y chocolate junto con un café con 20 cubos de azúcar y empece a comer y tomar de los dos mientras veía la escena y lo que sucedía con esos chicos que afirmativamente eran niños elegidos, cuando termine de comer eche varias cosas en mi bolsa, tartas, café granulado, azúcar, leche, varias golosinas y algunos litros de helado. -muchas gracias, ahora me iré- salí de la tienda caminando y seguí mi camino ya con la cena para esta noche.

Daniel gira lentam,ente su cabeza, mirando fijamente a su antiguo conocido, - Hola Jannan como estas- Decia mientras ponía su mano sobre su nuca, - Claro que se eso, lo que pasa es que aun no controlo mi ira, tengo que mejorar un poco eso- Daniel seguia hablando hasta que vio como aquel sujeto de aspecto raro salia de la tienda (Chihiro) - Hey espera, me gustaria saber cual es tu nombre y pedirte disculpas por lo sucedido, pero debes de tener en cuenta que fue grosero de tu parte romper los 5 yenes que te di-

Veo como el albino habla con los demás involucrados en la riña y además como el zombie recoge dulces para luego llevárselos, entonces el albino se acerca a mi y para mi sorpresa me llama por mi apellido y me hace una pregunta, le miro fijamente por unos instantes debido a la sorpresa de que me conociera antes de contestar. -Básicamente el no esta desarmado del todo, su compañero es un Digimon que por poco ataca a alguien que si estaba desarmado pero aun asi yo seguía teniendo la ventaja… el deber de un guerrero no es empezar guerras si no evitarlas ya sea por una buena diplomacia o- Dejo la frase a medias para lentamente levantar mi espada enfundada para abrirla unos centímetros, lo suficiente para dejar ver la oja del arma que esta roma, magullada y con restos de oxido entre las grietas y hendiduras, a pesar de eso el arma se ve bien mantenida pero no es apta para el combate. -Por el poder del miedo y la sugestión… lamento mucha haber hecho ese movimiento tan irresponsable pero al menos las cosas no se pusieron feas… además asustaron a mi Digimon- Vuelvo a enfundar mi espada y acaricio la cabeza de Pupumon quien esta nuevamente sonriente y feliz. -¿Puedo preguntar como es que sabe mi apellido? No recuerdo conocerlo de ninguna parte- Digo mirando fijamente al albino.

Justo cuando iba a salir el chico que no quiso responder por sus acciones el cual ahora me pedía disculpas y me reclamaba por haber roto el billete. -Disculpas aceptadas, pero ¿que crees que podre hacer con un billete de 5 yenes que no alcanza ni para el cubo de azúcar?-dije mientras los otros don chicos y los digimon hablaban entre si.

Cuando el digimon pregunto al que había llegado de ultimas sobre una estatuilla y este la saco de su mochila no me cupo la mínima duda de que en realidad esto era un digispirit, me acerque a este, -¿De donde la has sacado?, ¿sabes lo que es, verdad?- dije observando la estatuilla, era parecida a la que apareció cuando me convertí en Hakumon.

Daniel recordó que el valor del Yen era muy diferente a la moneda convencional de su país, por esto logro entender la razón por la cual el sujeto extraño rasgo el billete hasta romperlo. Los ánimos se habían calmado nuevamente, y el ambiente se había cargado con el olor de la curiosidad justo cuando Jannan enseño aquella figurilla, Daniel se acerco mientras que Impmon regresaba a ser Yaamon se se subía nuevamente al hombro de su compañero.

Miro serio a albino, yo siempre estoy serio es mi emoción por defecto y no significa que este enojado todo el tiempo aunque rara vez demuestre otra emoción, pero esta vez si estaba serio de molesto por lo que me decía aquel sujeto, no quería pelear con el ni menos iniciar una discusión, me aburre discutir con la gente sobre todo cuando no creo hacerlos cambiar de opinión. -Ok, como digas…- Digo mientras saco mi billetera de mi bolsillo dejo unos billetes sobre la mesa para pagar los pasteles que yo y Pupumon nos comimos, entonces me levanto de mi asiento con mi Digimon en brazos y salgo del café sin antes recoger del suelo el trozo de tela con que envuelvo mi espada. -Adiós... dale mis saludos a Myrddhin y a su hermano- Me alejo poco del café, ya que muy cerca hay un parque al que me dirijo para sentarme en una banca y asi volver a envolver mi espada para ponerla en mi espalda otra vez, mientras hago eso, Pupumon se mantiene a mi lado, jugando con la nieve acumulada arriba de la banca.

La luna azul... ¿Podría ser este mi digispirit bestia?, todo tenia sentido excepto el hecho de que mi digispirit es el de la luz lunar y no el de la luna azul, el tipo se disponía a guardarlo pero antes quería verlo de cerca -¿Podría verlo?- pregunte mientras aun seguía observando este, ignore el hecho de que según el tipo era el digispirit de la luna azul, tal vez tambien podría estar equivocado, Hakumon me había hablado que en la linea de la luz lunar el siguiente era el legendario Lightgarurumon, pero este había sido destruido en la batalla de la luna azul, tambien lo menciono aquella vez contra Karashimon, la evolución bestia de Kokuramon el cual pertenecía pertenecía a Karasu; de igual forma haría cualquier cosa para que mi digivice funcionara de nuevo y tener conexión nuevamente con Hakumon.

-Wow que interesante, pero tenemos cosas que hacer así que preferimos.irnos- Daniel e impmon quien habia regresado a su forma bebe emprendieron camini hacia el hotel ya que ese era su ibjetivo desde un principio. - Nos veremos despues Jannan- menciono Daniel como argumento final antes de desaparecer del lugar.


Off: salgo del tema.

Acabo de envolver mi espada y me la pongo otra vez en la espalda, ya hecho eso tomo a Pupumon para irme a comparar cosas para mi casa, pero entonces me doy cuenta de que me falta algo, la bufanda que acabo de comprar, suspiro pesadamente y regreso al café. -¿No vieron una?... olvídenlo- Digo apenas entro otra vez en el edificio pero entonces diviso mi bufanda arriba de la mesa en donde estaba sentado antes, por lo que me aproximo a la mesa para tomar la prenda y ponerla alrededor de mi cuello. Apenas hago eso, Pupumon empieza a saltar de mesa en mesa para acercarse más a Chihiro y a Janaan con sus Digimon. Pupumon se queda viendo fijamente a la estatuilla sin hacer mas movimientos.

-Bueno... como sea, no tengo razón por la cual pelear por algo que no me pertenece- dije mientras observaba a el digimon bebe del tipo que antes saco su espada, luego empece a acariciarlo rascando su vientre o bueno, la parte que aprecia ser su vientre, era una bola y no se sabia exactamente en donde quedaba y si siquiera tenia uno. En ese momento un nuevo brillo salio de mi digivice y una voz conocida en mi cabeza hablaba. ~Chihiro... ese dragón de nuevo ha nac...~, no pude escuchar más, era como cuando una llamada telefónica se corta, sabia que ese era la voz de Hakumon pero debía saber que era lo que quería, saque mi digivice y lo observe un momento pero no había señal de nada, si una vez más había funcionado de nuevo no servia para nada.