El juego de las Esconidas

¿Cuanto tiempo había pasado de que Terriermon y yo llegamos al Digimundo? la verdad no lo recuerdo, yo siento que han pasado ya varias semanas; y en todo este tiempo nuestra unica misión es encontrar a Lopmon, pero no, ninguna pista a aparecido, lo que ha hecho esta búsqueda en algo muy complicado, y estando en el Digimundo es como buscar una aguja en un pajar. Pero no todo es tiempo perdido, pues en este tiempo hemos conocido muchos Digimons de varios tipos, desde lo más amistosos, los más tiernos, los más graciosos, los más tenebrosos, hasta lo más violentos que solo buscan pelear con Terriermon y claro como Tamer no me puedo hacer para atrás, varios de esos Digimons eran vencidos y otros, pues sin arriesgar la vida de mi compañero huíamos, los volveriamos a enfrentar ¡por supuesto! pero hasta que Terriermon fuera más poderoso. En fin caminábamos por un pequeño bosque buscando alguna pista que nos acerque a Lopmon, todo iba casi normal y digo "casi" porque mi parlanchin amigo estaba misteriosamente callado, detuve mi caminata y dirigí mi vista a Terriermon -Terriermon...- hable llamando la atención de este, levanto su cabeza para mirarme a los ojos -¿Qué pasa Harumi?- respondió a mi comentario con una pregunta; lentamente me agache para mirarlo un poco más cerca -¿estas bien? estas algo raro..-

-no te preocupes Harumi estoy bien, solo pensaba un poco...- me dijo tranquilo, yo hice un gesto desaprobatorio -¿en qué piensas?- le pregunte curiosa, Terriermon solo agacho su cabeza -es que... Harumi ya no es la misma que antes... Harumi antes jugaba conmigo y con Lopmon, pero cuando Lopmon se fue solo pensaba en buscarlo y ya no jugamos como antes; y cuando llegamos al Digimundo solo hemos buscado a mi hermano y no hemos hecho nada divertido...- su voz se escuchaba algo triste, mis labios se curvaron por la tristeza, Terriermon tenía razón, ya no he jugado mucho con él; suavemente acaricie su cabeza haciendo que volteara a verme -¿qué te parece si dejamos un tiempo la busqueda y jugamos? ¡ah! ¡ya se! el juego de las escondidas, ese juego te gusta ¿no?- sonriendo le dije mi propuesta, la carita triste de mi amigo cambio a una de alegría haciendo que sus ojos emitieran un lindo brillo -¡si! ¡si! ¡si! ¡juguemos! ¡juguemos! ¡Harumi, tu me buscas!- dijo saltando entusiasmado y corrió para ocultarse, cubrí mis ojos y comencé a contar del 1 al 10 -¡listo o no! ¡haya voy!- grite y comencé a buscarlo.

Paso un tiempo largo y aún no lo encontraba, comencé a preocuparme ¿donde podría estar? ¿¡qué tal si un Digimon salvaje lo ataco y absorbió sus datos!?, mi corazón comenzó a punzar de la desesperación -¡TERRIERMON! ¡TERRIERMON!- mis gritos estaban llenos de desesperación y miedo -¡TERRIERMON! ¡TERRIERMON! ¿¡DONDE ESTAS!? ¡TERRIERMON!- seguía gritando, sin importarme que podía atraer a un digimon peligroso, no me importaba, solo quería encontrar a Terriermon, no quería perderle, tal como perdí a Lopmon; mis ojos se comenzaban a inundar en lagrimas, mis piernas perdieron su fuerza y caí de rodillas comenzando a llorar con fuerza, abrazandome a mi misma -terriermon...-

-pero que aburrimiento…- mascullo fastidiada mirando el cielo, me encontraba en un parque del mundo humano “perdiendo el tiempo” -quizás debamos ir al mundo digital- continuo hablando “sola” mirando al cielo, en ese momento me llega un mensaje al celular de muy vieja generación en el cual dice que cualquier cosa es mejor que seguir aquí sentada mirando al cielo

Tras suspirar me enderezo y camino tranquilamente hasta un callejón cercano y cuando confirmo que nadie me ve o sigue, valiéndome de la terminal abro un portal aleatorio al mundo digital, apenas lo cruzo lo cierro. No tengo mucho tiempo para evaluar el panorama pues un grito angustioso se apodera de mis oídos, taladrando el nombre de un digimon en mi cabeza -hay no puede ser… ¿cómo siempre que entro al digi mundo termino enrolada en las perdidas de digimon y tamer?- me quejo tapándome los oídos buscando con la mirada la fuente de los gritos de desesperación. Voy caminado tapándome los oídos buscando la fuente, cuando la hallo resulta ser una chica de ropa totalmente negra arrodillada en el suelo y llorando susurrando algo -sep, como siempre…- pienso en un suspiro acercándome lentamente y en silencio a la chica la cual está de espaldas a mí, al tenerla cerca me agacho un poco y “pokeo” su hombro -pregunta sobrante, pero… ¿te encuentras bien…?- cuestiono con una cándida y fraternal sonrisa pintada en mi rostro, dejando mi guardia totalmente abierta por si gustaba un abrazo, por alguna razón las personas me veían como una figura maternal a la cual abrazar y por mí la mayoría de las veces no resultaba un problema

Un suave golpeteo en mi hombro llamo mi atención, evidentemente me hizo voltear y al hacerlo detrás de mi había una chica rubia mirándome, yo me quede inmóvil por un par de segundos y cuando reaccione me puse de pie rápidamente secando las lágrimas que bañaban mi rostro, ¡que vergüenza! alguien me ha visto llorar -¡ah! ¡si! ¡descuida!...-dije con la voz aún entrecortada por la preocupación, termine de limpiar mi rostro y la mire a los ojos regalandole una sonrisa algo forzada tratando de que aquella desconocida no sintiera lastima por mi... Odio tanto la lastima... -solo me separe de mi digimon y no logró encontrarlo..he he he he- como era de esperarse mi risa (al igual que mi sonrisa) era demasiado fingida y demasiado notoria mi preocupación por mi amigo -es la primera vez que venimos al mundo Digital y la primera vez que nos separamos... Me preocupa un poco que le haya pasado algo malo- mi voz nuevamente se quebró, la garganta me comenzó a arder al igual que mis ojos, esto estaba mal, no quería llorar, y mucho menos frente a una desconocida; mordí mi labio inferior y agache la cabeza escondiendo mi rostro con mis cabellos, mis hombros temblaban y lagrimas silenciosas comenzaron a escapar de mis ojos, tenía que encontrar la forma de que ella no me viera así, como una chica débil y patética.

Rápidamente la chica se levanta, respondiendo a mi pregunta secándose las lágrimas de su rostro. También me levanto y me le quedo viendo con una ceja en alto mientras responde mi pregunta entre algunas lágrimas y risas por demás forzadas -¿acaso cree que puede engañar a alguien con eso…?- pienso al ver toda su actuación; me explica lo que ocurrió para terminar agachando la mirada y volviendo a romper en llanto -hmm…- me agache un poco buscando su mirada de forma infantil -¿por qué… no lloras y ya…?- pregunte curiosa -de estar en tu lugar me importaría poco lo que piensen los demás de mí y me enfocaría en encontrar a mi digimon…- le doy un golpecillo en la frente para que levante la cabeza -es la primera vez que se separan, ¿cierto? llorar, gritar y patalear es de lo más común a hacer… y no precisamente un signo de debilidad… simplemente demuestra que no sabes que hacer- tras encogerme de hombros le facilite un pañuelo -pero… ¿no sería mejor llorar por encontrarle?- sonrió de nuevo pero ahora con un dejo de picardía -te propongo un trato… te ayudare a encontrarle, a cambio de que dejes de pretender ser algo que no eres… ¿te parece bien…?- propongo aun con ese dejo de picardía en la voz y en mi expresión

Al sentir un pequeño golpecito en mi frente levanto mi cabeza dirigiendo mis mirada a los ojos de aquella chica, las silenciosas lagrimas que inundaban mis ojos aún seguían presentes, y al escuchar las palabras que salían de sus labios los mismos que me brindaron una cálida sonrisa sentí como lentamente mi interior se tranquilizaba haciéndome sonreír honestamente -Mu-muchas gracias...- hable con mi tono de voz un poco bajo pero aún así audible, acepte el pañuelo que ella me tendía y seque mis lagrimas -¿enserio harías eso por mi?- pregunte mirandola sorprendida, era muy extraño encontrar personas así, que dejaran a un lado lo que estaban haciendo por ayudar a otras, nuevamente sonreí y por puro impulso tome sus dos manps con las mías -¡muchas! ¡muchas gracias! ¡te lo recompensare como sea!- dije y le abrace, seguro y ahora piensa que soy rara.

Contuve la risa ante sus acciones, no sería una burlona sino que era de ternura -por supuesto, no hay ningún problema- y de repente me tomo de las manos, dando efusivamente las gracias para luego abrazarme -je…- correspondi el abrazo y le acaricie la cabeza -¿qué tal si mejor primero encontramos a tu compañero?- pregunto curiosa alejándola un poco de mi -y luego veremos cómo me lo “agradeces”- dije esto último sonriendo con picardía -empecemos por algo obvio… dime, ¿cuál es tu digivice?- sonrió tranquilamente hasta que caigo en cuenta de algo -sabes que es un digivice, ¿cierto…?- cuestiono con un dejo de preocupación, quizás tendría que dar una larga y tendida explicación, y eso honestamente me daba flojera

Doy un par de pasos atrás para romper con el tan imprevisto (y raro de mi parte) abrazo, aún con una gran sonrisa de alegría y agradecimiento dibujada en mi rostro la mire -¡enserio! ¡te deberé mucho!- le dije haciendo una pequeña reverencia demostrando mi agradecimiento, no entiendo, ¿porqué haré tantas cosas tan raras?, bueno, siempre he sido rara, pero no con las personas que recién conozco... Bah, ya luego lo resolveré, primero tengo que encontrar a Terriermon.

-¿Mi Digivice? ¡ah! no te preocupes, si se que es un Digivice... aunque aún no aprendo del todo su funcionamiento...- eso ultimo lo dije en un susurro un poco avergonzada ¿cómo siendo tamer aún no se el 100% de su funcionamiento?. Saque el dispositivo de color negro de mi bolsillo entregándoselo con cuidado ya que soy muy cuidadosa con todas mis cosas.

-me pregunto si esta chica es siempre así… o si simplemente está muy nerviosa y preocupada por su digimon- pensé alzando una ceja por sus tantos cambios de humor y tras suspirar la despeine un poco -bueno, eso nos ahorra un poco de explicaciones- afirmo sonriente para terminar sorprendida al ver que tiene un d-ark -vaya, pero que pequeño son los mundos, una amiga mía tiene el mismo digivice, resulta bastante útil si sabes usarlo- explico inclinándome un poco para ver mejor el aparato, evito tocarlo pues se nota que ella misma lo trata con mucho cuidado -tiene varias funciones, entre ellas una brújula que localiza a tu digimon… y otra que nos puede ser de utilidad mas ahora y esa es que puedes ver lo que ve tu digimon justo ahora… ¿Qué tal si pruebas usar una de las 2?- sugerí curiosa

Mi expresión se retorció a incomodidad mire a mi Digivice, pensando un poco ~¡waaa! esto es incomodo, nunca había tenido que utilizar aquella brújula que ella me decía. No quiero parecer tonta frente a ella... uhmmm ¿qué hago? qué hago? ¡ya se! apretare todos los botones, tal vez chicle y pega~ fueron mis pensamientos en ese momento e inflando mis mejillas en un pequeño puchero, apretando los botones de mi pequeño dispositivo esperando encontrar lo que buscaba, la cual, me ayudaría a encontrar a la adorable criaturita que corresponde al nombre de "Terriermon" que buscaba, oh si~ las ironías de la vida.

~joo.. vamos cosa, aparece~ pensé suplicándole a mi Digivice que apareciera la brújula (claro como si tuviera vida propia y leyera las mentes); no se cuanto tiempo transcurrió, supongo que un par de minutos interminables, me estaba poniendo nerviosa pero seguía apretando botones hasta que finalmente la famosa brújula apareció -¡Lo logre!- grite triunfal, mirando la pequeña flecha moviéndose. Segundos después se detuvo indicándome un lugar -¡Ahí! ¡vamos!- grite y me puse a caminar siguiendo el camino que me indicaba la DigiBrújula (no soy nada original con los nombres, lo se).

Creo que decirle las funciones de su digivice consiguieron que la dejara mal parada, y posiblemente tampoco sabía que botón era el que activaba cada cosa -me pregunto si sabrá que basta con usar las flechas…- pensé mientras batallaba con su digivice, la mire en silencio arqueando una ceja, conteniendo la carcajada, vamos, no me reiría de ella en sí, sino que para mí se veía muy tierna -no llevo “mucho” de conocerla, pero es obvio que si me rio, pensara mal… mejor espero- pensé mientras esperaba paciente sonriendo afectivamente, hasta que finalmente lo consiguió anunciándolo a los 4 vientos -cielos, sí que es tierna esta chica- pensé asintiendo con la cabeza y luego siguiéndola -no lo tomes a mal, pero tengo una amiga que tiene el mismo modelo de dispositivo que el tuyo; ¿quieres que le pida que te enseñe a usarlo?- sugerí curiosa caminando al lado de la pelinegra -espero que tu digimon se encuentre bien… a propósito, ¿cómo se llama?-

Continué con mi andar siguiendo las direcciones que la brújula me indicaba. siendo seguida por la chica que recién y conocía me pregunto si ya podre llamarle amiga... ¿estará bien? ¿no sera raro? Bueno ya la abrace... pero fue por la emoción... ¿sera correcto llamar a una chica que apenas conozco amiga? bueno, apenas y la conocí y me ayudo a buscar a Terriermon, wa~ difícil decisión...

De la nada mis pensamientos fueron interrumpidos nuevamente por la voz de la chica, y al escuchar aquellas palabras mi cara no pudo evitar sonrojarse por la vergüenza, Kyaaa entonces si se dio cuenta que no se usar mi Digivice -a-ah bueno, ¿no sería una molestia? digo, tu amiga puede estar ocupada en otras cosas- dije entre risas nerviosas mirandola a los ojos -p-pero realmente no estaría mal un poco de ayuda- termine aceptando la oferta, la verdad yo no creo que este de más aprender un poco y ser una mejor tamer para Terriermon -ah~ y su nombre es Terriermon, si te refieres a que si tiene un nombre en especifico no, el así se presento conmigo, no puedo cambiarle el nombre, es como si a ti te cambiaran tu nombre aunque ya tengas uno propio ¿si me explico?-

Sonrió para mí misma mientras la observo, esta tan preocupada en encontrar a su amigo que ni se da cuenta que está dejando a flote todas y cada una de sus emociones… o también puede ser que ya se sienta en confianza -¿hmm? ¿molestia dices…?- parpadeo incrédula y luego me rio un poco cuando ella sola admite que necesita un “poco” de ayuda -para nada serás una molestia; apuesto que a ella le encantara ayudarte- explico tranquila y sin borrar mi sonrisa clásica. Su explicación sobre el nombre de su digimon confusa pero con un toque de razón me deja con una ceja en alto -hmmm… si te entiendo pero… ¿cómo decirlo…?- me quedo pensando un momento mientras aun camino junto a ella -Terriermon es su nombre de especie, pero conozco a muchos tamer que le ponen un nombre a su digimon para diferenciarlos de los demás- lo vuelvo a pensar un poco -hmm… pero creo que al final cada uno elige como se siente más cómodo, si con un nombre propio o uno genérico, ¿no?-

sonrió un poco más tranquila, debo dejar de actuar como tonta frente a las personas, creo que la desaparición de Terriermon me ha afectado un poco, si, eso debe ser -Bueno, entonces si no es ninguna molestia esta bien, me gustaría aprender más sobre mi Digivice- le respondí sonriente, esta chica es como un ángel, no solo me esta ayudando a encontrar a mi Digimon perdido, sino que también me presentaria a una amiga suya para que me enseñara a usar mejor mi Digivice, waaa~ realmente le tengo que pagar de alguna forma -enserio, te debo mucho- volví a hablar, aunque esto realmente no venía al caso, solo quería decirselo.

-Tengo a Terriermon ya bastante tiempo y siempre le he llamado así, ya es una costumbre y ponerle nombre, no se... sería como algo raro hehehe-

-pues está decidido, cuando encontremos a tu Terriermon buscaremos a mi amiga- afirmo contenta -¿hmm? Vamos, no digas eso, no me debes nada… no es como si te estuviera ayudando para sacar algo a cambio, de hacerlo… no sería un favor ¿no lo crees?- explico con algunas pausas pues encontrar las palabras adecuadas y que no sean sobrantes o redundantes en algunas ocasiones me resulta un poco difícil

-entiendo, si ambos están acostumbrados a decirle por su nombre de especie y no están interesada en darle un nombre supongo que está bien- nuevamente sonrió en forma de comprensión -sonare impaciente, pero… ¿falta mucho para encontrarlo? Esta zona esta inusualmente silenciosa y tranquila; ¿por qué no pruebas a ver lo que está viendo?- realmente no estaba impacientada, pero que todo estuviese tan tranquilo me parecía extraño, todas las veces que he venido al digimundo, siempre sucede algo y que ahora pueda caminar junto a una linda chica con tanta tranquilidad, no parece encajar

-si, yo ya me estoy aburriendo de seguir esto- dije en respuesta al comentarii de la chica, suspire y mire mi digivice, nuevamente debía averiguar como encontrar lo que ella me dijo ¡Ha apretar botones de nuevo! Y dicho y hecho comence a apretar cada uno de los botobes desesperada por que apareciera la visión de Terriermon; no tarde demasiado pues cuando aprete una de las flechas una pantalla totalmente osvura apareció -tonto Terriermon, ya le he dicho miles de veces que haciendose bolita y cerrando los ojos no se hará invisible- pense en voz alta alargando un suspiro -vamos, abre los ojos, sino no podre encontrarte- y,como acto de magia, abrió los ojos por un monento dejando ver arboles y una zona rocosa, luego volvió a cerrar los ojos -¡Ya se dobde esta! ¡Vamos!- tome la mano de la chica y jalandola a la vez que corria en dureccion a un pequeño monte.

-¡Te encontre!- y entre unos arbuatos ahí hecho bolita estava Terriermon -Harumi~ te tardaste mucho- salto terriermon a mis hombros y miro a la chica -¿Quien es ella?- pregunto curioso señalandola -una amiga- la mire he hice una reverencia -gracias por ayudarme ¿Cómo puedo pagartelo?-