jamas te olvidare (prueba Layla Ibuki)

primero que todos necesito que me aclares unos puntos

¿Acompañado o solo?: (en el caso de ser acompañado poner aquí quien te acompañara)

¿estas consiente que son 48 hrs de plazo máximo de espera para responder?:

¿eres consciente de que egg estas pidiendo y que significa?

¿Acompañado o solo?: Acompañada, por mi Digimon compañero Impmon.

Entiendo, responderé puntualmente. Y si llega a ocurrir algún percance que me impidiese cumplir con el plazo te lo notificaré.

Si, estoy consciente de lo que significa el Digimental que estoy pidiendo.

historia: vinieron de paseo a estas ruinas decidiendo descansar sacaste a todos tu digimon para que pudieran comer todos junto y descansar un rato. Después de una alegre momento todos se durmieron para descasar mientras la comida se digería, tu desdiste explorar un rato no muy lejos para no preocupar a nade pero alguien te vio, tu digimon principar y camarada te siguió

en un muro con extraños grabados viste una piedra preciosa que pareciera como si tuviese agua en su interior decides tocarla pero, tu digimon trata de detenerte aunque fue tarde una luz comenzó a brillar tirándote al suelo, al abrir los ojos te das cuenta que estas en casa, no recuerdas nada de los digimon, ni su mundo te volviste una niña normal que esta llegando terriblemente tarde a clases

Layla abrió los ojos, miró fijamente al techo unos segundos desprendiéndose así de los restos de sueño, al darse la vuelta en la cama lo primero que vio fue el reloj que yacía sobre el mueble junto a su cama. En ese momento abrió los ojos como platos y de inmediato se levantó de la cama, ¡se había quedado dormida, iba a llegar tarde, muy tarde!

—¡Abuela, abuelo, me quedé dormida!—La chica entró al baño con una toalla y demás implementos para darse una rápida ducha. En tanto en la cocina la anciana mujer reía suavemente mientras preparaba el desayuno a su nieta y el hombre en tanto leía el periódico mientras trataba de ocultar el hecho de que también reía por lo bajo ante la cómica situación.

Minutos después salió de este y fue a su cuarto otra vez aún secándose el cabello con la toalla y al salir de este ya estaba con su uniforme puesto y su mochila. Se sentó en la mesa y se sirvió su desayuno a toda prisa. La niña al ya terminar tomó su almuerzo de Bento, lo guardó en su mochila y hecho eso se despidió de la pareja mayor saliendo por la puerta a toda prisa.

—¡Me van a castigar!—Dijo aquello para si misma mientras corría esquivando a los demás transeúntes.

corrias a gran velocidad y con el numero de personas que aumentaba no pudiste evitar chocarte con un hombra alto, casi te aes pero el hombre no parecio importarle el incidente y continuo su camino su roba de color negro y cabellos rubio corto peinado en forma desordenado no se molesto en voltearse, antes que pudiera pensar en algo una voz familia llamo tu atención yuuka estaba en la espera del auto bus a la escuela cuando te noto y te llamo

al voltear donde el hombre estaba descubres que el ya desapareció de tu vista

desgraciadamente ambas llegaron tarde y paradas en el pasillo con baldes de agua en sus manos miran al pasillo

-no es justo, solo llegamos 15 minutos tarde- protesta tu amiga-¿no te parece?-

Mientras seguía su camino a toda prisa cada vez le era más difícil el tratar de no chocar con alguien, aunque finalmente sus intentos fueron en parte en vano ya que terminó sucediendo eso último. Aunque al menos no fue a parar al suelo.

Aquel hombre ni siquiera se tomó la molestia de dirigirle la mirada, en cambio la ignoró completamente y siguió con su camino. Por lo que la pelinegra pudo notar él estaba vestido de negro, y era poseedor de un cabello rubio algo alborotado. Antes de poder pensar en alguna cosa escuchó la voz de su amiga Yuuka, y entonces la vio de pie en la parada de autobuses, saludándola alegremente con su mano.

—¡Yuuka-chan!—La niña correspondió el saludo y avanzó en dirección a esta, pero antes dio un último vistazo en la dirección por la que el rubio se había ido. No había señales de él, como si hubiese desaparecido.

Tras tomar el transporte y efectivamente llegar tarde a la escuela ahora ambas chicas debían de limpiar el pasillo. Dejaron escapar un quejido al unísono en señal de protesta y comenzaron con la labor.

—Tienes razón, además anoche me dormí tarde por la tarea de matemáticas...—Mientras limpiaba las ventanas miraba a través de estas el patio y la calle al exterior del recinto por la cual transitaba alguno que otro auto.

estuvieron limpiando cada rincon del pasillo en silencio pues hace cinco minutos el profesor de historia salio a gritarles por haber echo mucho ruido, ahora caminan al patio para botar el agua sucia

-haaaa... seria genial si pudiéramos ir a un lugar mas divertido que este ¿no?-mira al cielo

-¿como crees que seria?-

La pelinegra tiró el agua sucia y al escuchar la pregunta de su amiga Yuuka se quedó pensando unos escasos segundos, y al igual que ella procedió a dirigir su mirada a lo alto del cielo.

—Si, sería increíble. Me imagino un mundo extenso, tan grande que sería casi imposible no sorprenderte con algo nuevo cada día. Y que en él hubiesen criaturas increíbles, como...¡dragones, de todas las formas, tamaños y colores, o serpientes marinas, ángeles, bestias y...!—Se interrumpió a si misma cuando estaba a punto de decir lo último, demonios. Volvió a bajar su mirada y pidió disculpas en voz baja.—Perdón, creo que dejé volar demasiado mi imaginación.

yuuko miro a su amiga sorprendida despues de uno segundo se puso a reir -jajaja tienes mucha imaginacion layla no has pensado hacer un libro?-

la siguiente hora llego pero el maestro estaba enfermo por lo ue estaban en estudios independientes

todos conversavan cuando una muchacha dijo

-que les parece mi brasalete-

-que lindo-

mirando en la ventana en el porton de la escuela aquel hombre de cabello rubio se encontraba parado mirando hacia el salon

-oye layla me prestas tus apuntes de hisotoria, porfavor- dijo yooko

apenas la votaste por un minuto y cuando regresaste a ver aquel extraño desapareció

off: el brazalete de la chica es el tu arma aura en su forma de brazalete

Al escuchar el comentario de su amiga respecto al de escribir un libro la pelinegra no pudo evitar sonrojarse ligeramente, le daba vergüenza mostrar lo que escribía a otras personas y por ende nunca había pensado en escribir un libro para que todo el mundo pudiese leerlo.

—N...no, la verdad no lo había pensado. Pero es una linda idea.—Tras volver al salón de clases y enterarse de que el maestro no había venido fue un alivio para ambas, fueron a sus respectivos asientos junto a la ventana y la joven comenzó a repasar sus apuntes de matemáticas.

En un momento dado ella alzó la mirada al escuchar a una de sus compañeras de clase mostrar a los demás un nuevo objeto de joyería, un brazalete. La pelinegra se quedó mirando el objeto por varios segundos, con su mirada fija en aquellas gemas azules que estaban incrustadas en el artefacto.

Al desviar por fin la mirada y proceder a observar en dirección al exterior por la ventana, por alguna razón, se sintió observada. Paseó su mirada por las nubes hasta descender al portón de metal, el cual era la entrada principal al recinto, y entonces sintió un escalofrío ascender por su espalda.

El mismo hombre rubio de antes estaba allí, de pie y observando fijamente en dirección a su salón de clases. Por un segundo pareció como si sus miradas se hubiesen encontrado, pero Layla apartó la vista al escuchar la petición de su amiga.

—Claro, aquí tienes.—Tras rebuscar en su mochila extrajo su cuaderno y se lo entregó a Yuuka, tras eso volvió a mirar por la ventana. Él ya no estaba.—Nee, Yuka-chan, ¿de casualidad viste a alguien de pie fuera del portón mirando hacia aquí?

Formuló la pregunta a su compañera con un pequeño toque de preocupación en su voz.

la muchacha sonronrio y resivio el cuaderno muy contenta cuando escucho la pregunta de layla -mhp? no la verdad no me fije, acaso ocurre algo malo layla-

otra de la amigas de layla se junta con el duo -hola chicas ¿que pasa?-

-layla bio algo en el porton-

-un perro?-

—Había una persona allí, estoy segura, pero ya no está...—Solo por las dudas, miró otra vez por la ventana hacia el portón y luego a sus amigas.—Aunque tal vez solo fue mi imaginación.

Dijo aquello tanto para no preocupar a sus amigas como para calmarse ella misma, aunque era extraño. Se sentía como una especie de deja vú, como si lo hubiese visto antes. Y no se refería a cuando había chocado con él en la calle.

—Por cierto, ¿de dónde fue que ella sacó ese brazalete? Es muy bonito.—Dijo mientras miraba nuevamente las gemas azules.

ambas chicas miraron a layla -una persona-

-puede ser una persona que paseaba por aqui-

las niñas miraron a la chica de la pulcera -nadeshco lo resivio de regalo de su papá-

pasaron hablado de tonterias hasta la siguiente hora la hora de deportes

-hoy correran una ruta fuera del instituto algunos padres estaran vigilando que vuelvan bien, tomen su tiempo pero lleguen ates que acabe la clase-

los chico estaban contento y esperando el silbato la mayoría de las mujeres se quejaron pero a la hora de sonar la campana todos coorieron

Layla observó el brazalete unos segundos más y luego volvió a centrar su atención en sus apuntes de matemáticas. Cuando llegó la hora de deportes salió con su amiga Yuuka al exterior del recinto hasta donde estaban los otros alumnos.

Al igual que todos la pelinegra comenzó a correr al escuchar la señal, mientras su amiga Yuuka le daba alcance ella observaba a su alrededor, aún no podía quitarse de la cabeza la imagen de aquel sujeto de cabello rubio mirando fijamente en su dirección.

durante la carrera te encuetra a la par de muchas compañeras y en una desviación donde un a desviación, el adulto señala a la derechas pero por el rabillo de ojo cuando estaba con ir ala derecha quea e ese hombre aminando alejándose mas del grupo

el grupo es grande y quizas el padre no te vea pero ¿correrás el riesgo?

Todo parecía ir normal, pasaban los minutos y llegaron a una intersección en la cual uno de los adultos indicó que debían tomar el camino de la derecha. Pero entonces, lo vio a él por el rabillo del ojo, alejándose.

Se detuvo casi en seco, dio un vistazo a su alrededor para cerciorarse de que nadie le prestaba atención. Se sentía bastante nerviosa, entonces cuando todas la adelantaron rápidamente se escondió detrás de la pared sobresaliente de una tienda cerrada esperando a que no la hubiesen visto.

—Tengo que alcanzarlo...—Tras decirse eso a si misma salió de su escondite y avanzó de forma rápida y silenciosa en la misma dirección por la que iba aquel sujeto de cabello rubio.

en la tienda donde layla se escondida se podia ver el poste de un producto nuevo un extraño celular

el hombre cruzo un callejón y al cruzarlo la muchacha se encontró en un lote valdio

ahi entro los escombros un cuervo se encontraba chillando su ala estaba rota pero fuero de eso y de la gran canatidad de basura no abia nada de otro mundo

Layla seguía al rubio desde cierta distancia, aunque esta se iba acortando cada vez más, entonces sin aviso el hombre se internó en un callejón. La pelinegra avanzó rápidamente para no perderle de vista pero al llegar a la entrada de este último solo se topó con un terreno baldío en el cual solo había basura.

—¿Cómo...?—Se quedó de pie allí unos segundos, hasta que prestó atención a los chillidos. Adentrándose en aquel espacio rebuscó entre los escombros con la mirada y guiándose por el sonido hasta que dio con el paradero de la malherida ave.—Oh...

En base a lo que sabía el ave debía de estar asustada, por lo que guardo algunas precauciones tales como evitar hacer movimientos bruscos, lentamente comenzó a retirar algunos restos que rodeaban al cuervo para darle mas espacio para que no se sintiese arrinconado.

—Tranquilo, por favor, no voy a hacerte daño.—Había leído que los cuervos estaban entre las aves mas inteligentes de todas, aunque claro, no esperaba que este entendiese lo que decía.

el animal de rapiña miro a la muchacha -quien eres?¿por que estas aqui?- animal seguia a jitando sus ala como si la apartara

Si, había leído que los cuervos estaban entre las aves mas inteligentes de todas. Pero aquello era simplemente ridículo. En cuanto el ave de plumaje color azabache pronunció aquellas palabras la niña rápidamente retrocedió sin despegar su mirada del pájaro. Estaba perpleja, y al mismo tiempo algo asustada ante aquella desconocida y extraña situación. Tardó varios segundos en poder articular palabra alguna.

—Ha-hablas...¿c-cómo es posible?—Sentía que sus piernas temblaban ligeramente, pero aún así juntó el valor suficiente para responder la pregunta del cuervo.—Soy Layla, yo...yo solo estaba siguiendo a...un hombre rubio.

por que por que por que por que peguntaba una i otra vez el cuevo mientra agitaba su alas en forma energica sin importale de lastimas mas su ala

el lugar comenzaba a perecer oscuro y casi parecia que el entorno se distorsionara una situacion aterradora -largo largo largo largo- chillo

Con cada momento que pasaba la joven se sentía mas asustada, aquella situación era demasiado extraña y confusa. A medida que el ave azabache repetía la pregunta Por qué para después comenzar a decir Largo la joven cerró sus puños con fuerza.

—¡No me iré, necesito ver a ese hombre, estoy segura de que lo vi entrar aquí!—Sentía su corazón latir rápido, pero mantuvo su mirada fija en el cuervo.

el ave repitio buevamente sus graznido preguntándole el porque, aca ves que el ave de rapina repetía su pregunta pareciese que en la cabeza de la muchacha alguien le preguntaba en su mente

¿por que deseaba verle?
¿por que le importaba ese hombre?
¿por que no huia?
¿por que?...

el ave retrocedio unos pasos en forma torpe grasnado con fuera para alejarla

Parecía como si los graznidos del ave al resonar al interior de su cabeza adquiriesen la forma de preguntas concretas, Layla escuchó cada una y pensó en cómo responderlas.

—Necesito preguntarle algo, siento que lo he visto antes. Como...como un deja vu...—No había sido la mejor forma de explicarlo, pero era la única que había podido formar en su mente en aquella situación.—No puedo irme, algo no está bien aquí. Hoy iba a ser un día como cualquier otro, pero simplemente no lo fue ya que me encontré con él. Necesito saber el por qué, ¿qué hay en él que me hace sentir preocupada? Además del hecho de que aparece y desaparece como si fuese un fantasma.

"¿solo te preocupa?" parecio que su propia cabeza se lo cuestiono a la muchacha

pese a su a la rota el ave al escuchar unas voces distantes hizo el es fuero de alzar el vuelo

los adulto llegaron donde layla estaba asustados -que haces aqui?! nos preocupaste!- la profesora de educación física tomo de la muñeca a layla llevándola de vuelta ala escuela escoltada por los padres

Al escuchar aquella frase hacer una especie de eco en su mente la joven se quedó viendo fijamente al ave unos segundos. Pero antes de poder decir algo el ave se fue emprendiendo vuelo a duras penas.

—¡Espera, por favor!—Lo siguiente que pasó fue que los adultos la encontraron, sintió el firme agarre de la mano de la profesora en su muñeca. A medida que le obligaban a avanzar ella miraba en diferentes direcciones buscando al ave. Entonces solo por casualidad su vista dio con el afiche que mostraba un objeto tecnológico cual de nuevo juraba haberlo visto antes. ¿Pero dónde exactamente? Aquello ya no podía ser una pila de coincidencias.—¡¡Olvidé, pero quiero recordar!!

los profesores miraron extrañados ala muchacha pero a un asi no hicieron nada... el reto del dia fue lento y a la hora de la salida, estabas sola la maestra te castigo teniendo que escribir un ensayo de por que esta mal que te alejes del grupo, en el suelo del salon estaba un panfleto de aquel nuevo aparato, el sol se metía quizás deberías irte o quedarte un poco mas a fin de cuentas ya terminaste el informe

Layla yacía sentada en su pupitre en el ya vacío salón de clases, este último había adquirido una tonalidad anaranjada debido a los rayos del astro rey el cual comenzaba a ocultarse. Con su mirada fija en la mesa pasó varios segundos así, en completo silencio y pensando.

—Yo olvidé, pero ¿qué cosa exactamente...?—Dejó escapar un suspiro y desvió su mirada al piso, recogió el panfleto que promocionaba aquel nuevo aparato y lo dejó sobre su mesa para analizarlo detenidamente.

A su mente llegó el recuerdo de cuando su mirada se había topado con la del rubio, y lo último que le había dicho el cuervo antes de irse.

¿Sólo te preocupa?

—No, él me importa, pero no logro comprender por qué...—Se dijo aquello a si misma, como un pensamiento en voz alta, mientras doblaba el panfleto y lo guardaba en su bolso, el cual se colgaba del hombro. Tras darle un último vistazo al salón salió de este comenzando a caminar por los pasillos ya completamente carentes del ajetreo al que estaban acostumbrados.

apensas ella dejo el salon una persona alta le miro antes de alejarse

el camino a casa pareció eterno y silencioso cuando el ruido llamo su atencion

era la tienda recientemente encendiendo sus luces y unas personas salian alegremente con sus compras pero, si demorabas mas tus abuelo podrian preocupase, que harias?

Se quedó de pie allí unos segundos apreciando la tienda, bueno, solo entraría a curiosear unos minutos y nada más. Tras eso regresaría inmediatamente a casa para no preocupar a sus abuelos. Tras decirse eso a si misma sintió que bastaría para satisfacer su curiosidad.

Con curiosidad entró observando a su alrededor, los artículos que ofrecían a la venta y de vez en cuando a las personas que también estaban allí.

la tienda tenia muchachos de essos aparato de todos los colores y una promocion de una caja misteriosa para tener uno a la azar

muchas personas los compraban, muñecos en los estantes de criaturas extrañas dragones humanoides, cybor, angeles de muchas alas, etc.

una amable mujer incitaba a las personas jugar a la caja misteriosa  

mientras otra disfrazada como una suerte de hada de flores le regalo a layla un llavero en forma de demonio, quiza el lugar no era tan divertido o lo suficiente para desperdiciar tiempo pero abria que pensar ¿realmente estará bien quedarse? tus abuelos se podrían preocupar

Miraba con atención los objetos que se vendían allí, varios llamaron su atención, aunque siguió curioseando para ver qué mas podía encontrar. En un momento su avance se vio momentáneamente interrumpido al recibir un llaverito de demonio, como era de esperarse le dio la gracias a la mujer y siguió avanzando.

—Creo que debería volver ya a casa.—Dijo aquello para si misma mientras alzaba la mirada en dirección a un reloj digital de pared que había en la tienda. Le dio otro vistazo al llaverito que había recibido y antes de irse apoyó su bolso sobre un mostrador y colgó el adorno junto con otro llavero que tenía el cual era un símbolo YingYang.—Que lindo...~

Le echó otro vistazo a la mujer que promocionaba el probar suerte con la caja misteriosa. Tal vez podría intentarlo, no perdía nada después de todo...

Además solo serían unos minutos más.

Se dijo a si misma mientras avanzaba en dirección al punto en el que estaba la dama.

la mujer sonrio a layla en forma cordial y dijo, sin mirar tienes que meter tu mano en esta caja y sacar una pelotita, esta no dira cual sera tu aparato y podrás contactarte con tu amigo que tengan el mismo juguete

seguiste la indicaciones y sacaste una pelota de color negro y te dieron el aparato, el cual ni bien llego a tus manos la pantalla se encendio con un mensaje nuevo

"te espero en el lote"

Ya tenía el aparato en sus manos, le dio las gracias a la mujer y encaminó sus pasos en dirección a la salida del local. Entonces, la pantalla se encendió mostrando un mensaje.


Aquello la dejó helada por unos instantes, aunque rápidamente salió de la tienda y nuevamente leyó el corto conjunto de palabras. Aquello podía ser solo una coincidencia, si, además ya tenía que volver a casa. Se repitió aquello mentalmente mientras se dirigía a su hogar con pasos que dudaban.

Pero tenía un presentimiento demasiado fuerte, el cual la hizo detenerse unos metros después, leyó el texto una última vez y guardó el aparato en su bolso al tiempo que se daba la vuelta y comenzaba a correr hacia el lugar que indicaba el mensaje mientras se recriminaba mentalmente a sí misma. Si no había nadie se devolvería inmediatamente, de hecho, lo que estaba haciendo de por si era una tontería y algo muy peligroso.

el lote estaba vacio, ni siquiera un pequeño grillo cantando le a la noche tras la puesta de sol que pasaron por uno minutos

esta ahora oscuro y esta lugar casi no tenia iluminación por su ubicación, con esfuerzo las luces de algunas casar cercana permitían ver pero, no como para distinguirlo todo, el lugar alertaba peligro

¿serie mejor irte o esperaras? tu abuelos estarán histéricos y para su edad no es bueno

Sentía miedo, estaba asustada al estar en ese lugar de aspecto tan sombrío e inseguro, su mirada recorría de forma temerosa el supuesto punto de encuentro. Quería irse a casa, pero aquel desconocido presentimiento la mantenía anclada en ese punto, aunque no sabía cuánto más podría resistir antes de echar a correr como alma que lleva el diablo ante alguna señal de peligro.

—Eh...¿estás aquí?—Aquello no llegó a ser mas que un débil susurro. La niña temblaba un poco mientras trataba de estar atenta a cualquier señal que indicase la presencia de alguien más en el lote baldío.

-que haces aqui?~ sentado sobre una vieja y destartalada lavadora se encontraba el hombre que en ese dia pareció un espectro viajero, sus ojos rojos, miraron a la muchacha mientras el viento frio acariciaba su cabello, su apariencia y vestimenta dejaban claro que era un hombre peligroso lo mas sabio seria no contestarle y alejarte a un sona mas poblada -te pregunte ¿que haces aqui?- repitio

Al escuchar aquella voz tuvo un gran sobresalto, rápidamente se dio la vuelta en la dirección de la que provenía esta y retrocedió un par de pasos al toparse con aquella amenazante mirada de color escarlata.

—Yo...quiero respuestas, ya que siento que he olvidado, pero quiero recordar.—Su voz temblaba un poco, pero ella había tratado de sonar lo mas firme posible, aunque no podía negar que se sentía aún bastante atemorizada por la situación en la que estaba.

-¿quieres?- pregunto el hombre

era de noche, el sol finalmente se fue dejando el oscuro cielo y la luna aun reasia a su presencia en el oscuro ecenario no daba una buena imprecion al ambiente, tus abuelos estarían histericos no les as llamado aun

el hombre se paro y se bajo de lugar donde antes descansaba, era muy hombre que era una persona muy alta y intimidan te-¿realmente quieres saberlo y renunciar a todo lo demas?-

Era alto, muy alto, lo cual le sumaba puntos en lo que se refería a verse intimidante. La joven al escuchar lo que dijo el hombre se sintió algo confundida. ¿A que se había referido al decir aquello?

—No entiendo...¿qué quiere decir con eso?—Miró al rubio a los ojos al tiempo que una parte de ella lamentaba profundamente no tener un teléfono celular para haber llamado a sus abuelos.

-si continuas mas de este punto ya nada sera los mismo, la verdad sera igual y a aquellas ridículas preocupaciones como llegar tarde ala escuela solo sera un buen recuerdo-

extiende la mano -si no quieres renuncias a la vida facil que tienes dame el llavero-

Ella guardó silencio unos segundos, bueno, si había ido allí en busca de respuestas. Iba a obtenerlas.

—Yo...si, necesito obtener respuestas y estoy dispuesta a renunciar a la vida fácil.—Dijo aquello con voz decidida, aunque sintiéndose mal por sus abuelos, odiaba hacer que se preocupasen por ella. Pensó también en su madre, y en su amiga Yuuka, ¿qué sucedería ahora...?

el hombre la miro -con esa maquina negra puede acceder a un mondo donde habitan mucho seres que los hombres jamas vieron-cerro los ojos -podrás aliarte y cazar a todos los que quieras, pero los demas humanos no están preparados para conocerlos- el desconocido explico como crear el portal a ese mundo -apenas entres encontraras un grupo de digimons que estarán dispuestos a servirte, seran tus aliados, estan capacitados para servirte, solo ellos pueden protegerte-

al cumplir sus indicaciones llega a un mudo extraño igual que el que acabas de dejar pero ala ves tan distinto, musgo fosforescente den los muros y partes de estos destruidos, pardos no muy legos de ti seres que jamas viste

sorcerymon, flawyzardmon, megindramon, baalmon, kgnithmon, witchmon, mistymon, wisemon y acientwicemon

Su mirada pasó desde el primero de aquellos entes hasta el último. Al principio sintió miedo, sobre todo de aquel gran dragón de color escarlata. Pero con el pasar de los segundos se atrevió a avanzar un par de pasos en dirección a estos. Aquello se sentía como revivir algo que en su mente se decía que nunca pasó, nunca los había visto hasta ahora, jamás había sospechado si quiera de la existencia de criaturas como aquellas, pero...lucían familiares, y eran fascinantes.

—Ho...hola...—Saludó a los presentes con un movimiento de su mano y una sonrisa bastante avergonzada, además se dijo mentalmente a si misma de que en algún momento tenía que dejar de temblar.

los digimon sonrieron y resivieron de buena forma la muchacha, casi parecian muy contentos al verla

pero esa alegría se corto por una riza burlesca

-humana- se escucho una nueva voz, apoyado en el muro cerca del portal un hombre pelirojo con mascara de medico de la peste negra la miro -ciertamente estas perdida- dijo en forma seria

-acaso no notas que algo esta mal?-

La chica comenzó a sentirse mas tranquila cuando vio que aquellas criaturas se mostraron muy felices al verla, pero entonces ese velo de felicidad se vio cortado limpiamente por una risa burlona, la cual provenía de una silueta humana. La cual yacía apoyada contra la pared cercana al portal.

Era un hombre de cabello escarlata, cuyo rostro permanecía oculto debido a una máscara, esta última era igual a las que habían utilizado los médicos cuando la Peste Negra asoló Europa, matando a incontables personas.

—Quien...—Pero sus palabras se vieron cortadas al escuchar lo que este dijo. No logró entender lo que el pelirrojo quiso decir, les dirigió una mirada de incógnita a los otros Digimon presentes y luego volvió a fijar su atención en el pelirrojo. Ahora se sentía confundida. Bueno, más que antes.—No entiendo.

La verdad si, a pesar de que había recibido varias respuestas. El pelirrojo tenía razón. Sentía que aún estaba perdida.

el hombre miro  la muchacha o eso parecía, pues la mascara no permitía saber a ciencia ah acierta que pasa por su mente y menos si realmente contemplaba a la muchacha

-mentirosa...- el hombre se aparto del muro -esto es el culmine niña, elige como seguir y con quien-

-pero solo uno-

La chica observó al pelirrojo y después a cada uno de los Digimon, por varios segundos no dijo nada, entonces se dio la vuelta y observó en dirección al portal que daba nuevamente al mundo humano.

¿Y el señor de cabello rubio?

La niña entonces dejó escapar un suspiro y encaró nuevamente a los seres digitales, pero en aquella ocasión miró a los ojos a cada uno de los Digimon, hasta finalmente detenerse cuando su mirada se encontró con la del único ojo visible de Baalmon. Nuevamente un deja vu le tomó por sorpresa, se acercó al Digimon de aire misterioso.

—Lo escojo a él.—Las palabras surgieron de sus labios casi por reflejo.