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Explorando en un Mundo Mágico
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Explorando en un Mundo Mágico
Mikoto se encontraba descansando en su acogedor hogar junto a sus Digimon, Deimos y Athan, todos se merecían un buen descanso luego de todo el rodeo que habían pasado en la Terminal Skuld. El pelirrojo decidió tomarse una pequeña siesta, antes de empezar el entrenamiento con sus camaradas. Athan estaba en su etapa Bebe II, Tsunomon, mientras que Deimos estaba en su etapa Champion, Wizardmon. Este ultimo se encontraba en el patio trasero de la casa, entrenando un poco su nueva evolución. Mikoto se encontraba en el sofá de la sala con Tsunomon encima de él, ambos estaban dormidos como una roca y al parecer iban a seguir asi por un buen tiempo.
—¡Thunder Cloud!—Wizardmon lanzo una bola eléctrica de su mano en dirección a un muñeco de madera con el cual solían entrenar Mikoto y sus camaradas. Tsunomon escucho los estruendos y se despertó de golpe, quedando sobre la cara de Mikoto. Segundos después, salio al patio trasero para ver como era el entrenamiento que Wizardmon estaba llevando a cabo, ya que algún día él también quería ser así de fuerte para ser de utilidad en las batallas y/o misiones.
Deimos continuaba su entrenamiento, mientas que Athan lo observaba en silencio, quería ver la verdadera fuerza de un Digimon Champion con sus propios ojos. El Digimon Hombre Demonio opto por lanzar un segundo ataque al muñeco de madera, pero al hacerlo iba a tener una gran sorpresa...
—¡Magic Game!—El efecto inicial de este ataque parece ser que Wizarmon libera un rayo azul de su personal; Sin embargo, el efecto de este ataque parece variar. Cuando el ataque impacto contra el muñeco de madera, un extraño portal mágico comenzó a surgir de este ¿Que coño estaba pasando? Nadie sabia con exactitud lo que ocurría en realidad. Tsunomon observo el portal mágico y por curiosidad quiso verlo de cerca, pero eso solo ocasiono que fuera absorbido por este. Wizardmon al ver tal cosa fue tras él para tratar de ayudarlo pero termino siendo absorbido de igual forma.
Mikoto se despertó al oír los gritos de sus camaradas y rápidamente corrió al patio trasero para ver que ocurría, y al llegar ahí se encontró con el portal, que por cierto estaba ya cerrándose, si no se daba prisa perdería a sus dos camaradas. Sin pensarlo dos veces, el pelirrojo se lanzo contra el portal mágico, introduciéndose en este sin más. Los tres habían sido arrastrados a un lugar misterioso.
El portal se abrió a algunos metros del suelo por lo que los viajeros cayeron al piso por el mismo orden que habían entrado al portal. El pelirrojo se puso rápidamente de pie mientras tomaba a Tsunomon en brazos, Wizardmon miró a su alrededor mientras una pequeña gota de sudor hacía aparición en su frente. Esto definitivamente no era el mundo humano.
—¡Thunder Cloud!—Wizardmon lanzo una bola eléctrica de su mano en dirección a un muñeco de madera con el cual solían entrenar Mikoto y sus camaradas. Tsunomon escucho los estruendos y se despertó de golpe, quedando sobre la cara de Mikoto. Segundos después, salio al patio trasero para ver como era el entrenamiento que Wizardmon estaba llevando a cabo, ya que algún día él también quería ser así de fuerte para ser de utilidad en las batallas y/o misiones.
Deimos continuaba su entrenamiento, mientas que Athan lo observaba en silencio, quería ver la verdadera fuerza de un Digimon Champion con sus propios ojos. El Digimon Hombre Demonio opto por lanzar un segundo ataque al muñeco de madera, pero al hacerlo iba a tener una gran sorpresa...
—¡Magic Game!—El efecto inicial de este ataque parece ser que Wizarmon libera un rayo azul de su personal; Sin embargo, el efecto de este ataque parece variar. Cuando el ataque impacto contra el muñeco de madera, un extraño portal mágico comenzó a surgir de este ¿Que coño estaba pasando? Nadie sabia con exactitud lo que ocurría en realidad. Tsunomon observo el portal mágico y por curiosidad quiso verlo de cerca, pero eso solo ocasiono que fuera absorbido por este. Wizardmon al ver tal cosa fue tras él para tratar de ayudarlo pero termino siendo absorbido de igual forma.
Mikoto se despertó al oír los gritos de sus camaradas y rápidamente corrió al patio trasero para ver que ocurría, y al llegar ahí se encontró con el portal, que por cierto estaba ya cerrándose, si no se daba prisa perdería a sus dos camaradas. Sin pensarlo dos veces, el pelirrojo se lanzo contra el portal mágico, introduciéndose en este sin más. Los tres habían sido arrastrados a un lugar misterioso.
El portal se abrió a algunos metros del suelo por lo que los viajeros cayeron al piso por el mismo orden que habían entrado al portal. El pelirrojo se puso rápidamente de pie mientras tomaba a Tsunomon en brazos, Wizardmon miró a su alrededor mientras una pequeña gota de sudor hacía aparición en su frente. Esto definitivamente no era el mundo humano.
Suoh Mikoto
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
Estábamos en el patio trasero de la mansión, Selene practicaba con sus talismanes en una rosa azul tratando de darle más vida pues estaba casi desvigoriza, mientras yo estaba en mi forma de Fenrirmon tratando de escarchar a los bugs los cuales habían hecho diabluras dentro de la casa eh incluso habían entrado en mi habitación cosa que a los bugs, los cuales tenían orejas, les estaba prohibido por el simple hecho de ser inmaduros y tocar cada cosa curiosa que encontraban en la casa o en las habitaciones prohibidas. Una gran parte del claro, que estaba entre los terrenales de la mansión Crepúsculo, estaba gélido por culpa de mi evolución- ¡Vuelvan porque están tocando todo lo que no deben! –Dije en mi evolución de Fenrirmon mientras les perseguía o más bien le apremiaba, Sodom era el único bug con orejas que tenía el derecho de pasearse completamente por la casa. Alargué el cuello tratando de morder la pierna de Skiá el único bug que tenía la osadía de pasearse por la casa sin autorización, me molestaba el hecho de que ese bug estuviera palpando los objetos de mi habitación o los vestidos de Selene.
La digimon se levantó de repente y miró hacia todos lados y se centró en un punto en específico, no era la única que lo había sentido yo también había sentido algo extraño, era un portal y quizás de este saldría un digimon. Lo curioso del universo es que te devuelve todo lo malo que hayas echo ¿Cuántas veces me iba a absorber un portal inter dimensional? Pues más veces de las que creía porque cuando nos acercamos a revisar si había algún digimon allí o un campo de batalla pues eso paso, un portal no absorbió a mí y a Selene mandándonos a quien sabe dónde, solo esperaba no caerle a nadie encima, en especial por el hecho de que era un lobo azabache del tamaño de un garurumon, tranquilamente podía apastar a cualquier digimon pero no hacerle mucho daño.
En el proceso de caída mantuve mi evolución campeona, no me gustaba ir en forma humana al digimundo, era peligroso o al menos eso creí pero me iba a llevar una gran sorpresa al ver que cuando el portal se abría caía sobre un wizardmon el cual amortiguo un poco mi caída, mientras que Selene solo levitaba hasta llegar al piso y permanecía junto a mí y al mago.
Observamos el lugar en el cual estábamos pues para ser exactos no se parecía en nada al digimundo, me levante tratando de no pisar al mago y me aparte para no lastimarlo, miré al humano el cual me parecía conocido pero con mi actual apariencia solo pude escuchar en mi mente las palabras de Azrael el cual me comentó sobre quién era el muchacho, solía tener mala memoria con muchas personas a las que conocía de pocas veces y no tenía una amistad muy unida a la normal, nunca había olvidado a Layla, a Saya, Alec, al albino...Como olvidarlo jeje...Moví la cola y agaché la cabeza mirando al humano y gruñendo levemente- No los molestes, ya sabes quienes son pero...¿Y este lugar? –Dijo la digimon algo extrañada aunque tenía conciencia e información de otros mundos alternativos al digimundo donde habitaban otros digimon.
Zess.L.A.D
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
- Odio este sitio-gruñó Fenrir, mientras caminaba en su forma champion a trravés de la marabunta de gente.
Me encogí de hombros, sentada sobre su lomo, pero no dije nada más. En lo personal, me daba más bien igual, a pesar de que en verdad era incómodo sentir el calor de tanta gente a tu alrededor, pero así era en Witchenly, un mundo entero de magia, de digimons que sabían moldear ese extraño lenguaje de programación. Sin embargo, teníamos misión en ese lugar. Algo, o alguien, se había puesto en contacto nuestro. No sabía quien, tan solo nos habían dado las coordenadas de ese lugar... Y quería saber quién osaba contactar conmigo. Ese día, llevaba parte de mi ropa normal, pero esta estaba más o menos oculta bajo la capa roja y negra que protaba, y en cuya espalda se podía ver el símbolo del Chaos Team. También portaba mis espadas, pero estas, esta vez estaban colgadas del cinto, cada una a un lado.
- Zayyn... ¿Qué pasará si es una trampa?-preguntó Kali, transformada en un BlackGatomon que se encontraba sobre mi hombro izquierdo. Su tamaño era pequelito, así que cabía perfectamente.
Esbocé una sonrisa socarrona, mientras Fenrir continuaba caminando entre la gente. Me agarré de algunos de sus pelos del cuello cuando el lobo negro decidió aumentar el ritmo con un gruñido, y resoplé. No respondí enseguida, sino que esperé a que mi montura recorriera la calle. Después de un rato, la calle pasó a estar un poco más vacía, al menos ahora Fenrir podía caminar sin agobiarse y sin gruñir.
- ¿Master?-Rukriel, sentado detrás de mí, asomó su pequeña cabecilla de rockie con curiosidad. Al parecer, a él también le preocupaba una posible emboscada.
Abrí la boca para contestar, pero justo en ese momento, un digimon pequeño, de etapa in training posiblemente apareció corriendo de la nada justo delante. Fenrir se sobresaltó, y por ello, se alzó en sus dos patas traseras, soltando un rugido de exasperación. Fue una suerte que hubiera estado agarrada de su pelaje, y con las piernas sujetas a sus costados, pero Rukriel no tuvo tanta suerte, y acabó agarrándose de la punta de la cola del enorme lobo.
- ¡Mira por donde vas, criajo!-gruñó, enseñando sus largos y afilados colmillos. Fenrir no era demasiado paciente, y el haber estado tan agobiado, empeoraba su humor.
Soltó un ladrido al apoyar de nuevo las zarpas sobre el suelo, pero respondiendo a eso, el que parecía ser el padre del niño, un angemon, salió en defensa de su hijo, mirando al lobo con ojos amenazadores.
- Alto, chucho, métete con alguien de tu tamaño-el ángel digital agitó sus alas a modo de advertencia, meintras se ponía delante del infante para protegerlo. Sin embargo, pronto su valentía se disipó, cuando me recoloqué sobre el lomo de Fenrir, carraspeando. Los dos brillos verdes del fondo de mi capucha que hacían de ojos se clavaron en el ángel sagrado. Permití que parte de mi rostro se viera, para mostrar una expresión de indiferencia asesina, que hizo retroceder al angelical... Parecía que el poder mortuorio ponía nerviosos incluso a los ángeles.
- Apártate-murmuré, sin alzar la voz. No hacía falta ser muy listo para ver el mensaje entre líneas: "Apártate o muere". No tuve que esperar mucho, el angemon se apartó, junto con su hijo, del camino, y se alejaron rápidamente. Fenrir soltó un resoplido, y molesto, continuó su camino; yo alcé la mirada, orgullosa y arrogante y aparté la mirada de esos estorbos.
Cuando estuvimos suficientemente lejos de cualquiera que pudiera escuchar, dejé escapar una leve risotada.
- Resulta muy util que tan solo con una mirada pueda hacer cosas como esa...-me miré las manos enfundadas en guanteletes, y las cerré y abrí repetidamente-. Mi poder... Está aumentando...-sonreí levemente
- No deberías forzarte tanto, Zayyn... Recuerda que...
- Ya lo sé-siseé, cortante, sabiendo a lo que se refería. Sabía perfectamente que tenía una vida en mi interior, todas las mañanas me veía el vientre levemente hinchado. No era demasiado visible, tan solo estaba de cuatro meses, pero si alguien se fijaba, podría notar fácilmente esa "anomalía".
____________________________________________________________________________________________
OFF:
Me encogí de hombros, sentada sobre su lomo, pero no dije nada más. En lo personal, me daba más bien igual, a pesar de que en verdad era incómodo sentir el calor de tanta gente a tu alrededor, pero así era en Witchenly, un mundo entero de magia, de digimons que sabían moldear ese extraño lenguaje de programación. Sin embargo, teníamos misión en ese lugar. Algo, o alguien, se había puesto en contacto nuestro. No sabía quien, tan solo nos habían dado las coordenadas de ese lugar... Y quería saber quién osaba contactar conmigo. Ese día, llevaba parte de mi ropa normal, pero esta estaba más o menos oculta bajo la capa roja y negra que protaba, y en cuya espalda se podía ver el símbolo del Chaos Team. También portaba mis espadas, pero estas, esta vez estaban colgadas del cinto, cada una a un lado.
- Zayyn... ¿Qué pasará si es una trampa?-preguntó Kali, transformada en un BlackGatomon que se encontraba sobre mi hombro izquierdo. Su tamaño era pequelito, así que cabía perfectamente.
Esbocé una sonrisa socarrona, mientras Fenrir continuaba caminando entre la gente. Me agarré de algunos de sus pelos del cuello cuando el lobo negro decidió aumentar el ritmo con un gruñido, y resoplé. No respondí enseguida, sino que esperé a que mi montura recorriera la calle. Después de un rato, la calle pasó a estar un poco más vacía, al menos ahora Fenrir podía caminar sin agobiarse y sin gruñir.
- ¿Master?-Rukriel, sentado detrás de mí, asomó su pequeña cabecilla de rockie con curiosidad. Al parecer, a él también le preocupaba una posible emboscada.
Abrí la boca para contestar, pero justo en ese momento, un digimon pequeño, de etapa in training posiblemente apareció corriendo de la nada justo delante. Fenrir se sobresaltó, y por ello, se alzó en sus dos patas traseras, soltando un rugido de exasperación. Fue una suerte que hubiera estado agarrada de su pelaje, y con las piernas sujetas a sus costados, pero Rukriel no tuvo tanta suerte, y acabó agarrándose de la punta de la cola del enorme lobo.
- ¡Mira por donde vas, criajo!-gruñó, enseñando sus largos y afilados colmillos. Fenrir no era demasiado paciente, y el haber estado tan agobiado, empeoraba su humor.
Soltó un ladrido al apoyar de nuevo las zarpas sobre el suelo, pero respondiendo a eso, el que parecía ser el padre del niño, un angemon, salió en defensa de su hijo, mirando al lobo con ojos amenazadores.
- Alto, chucho, métete con alguien de tu tamaño-el ángel digital agitó sus alas a modo de advertencia, meintras se ponía delante del infante para protegerlo. Sin embargo, pronto su valentía se disipó, cuando me recoloqué sobre el lomo de Fenrir, carraspeando. Los dos brillos verdes del fondo de mi capucha que hacían de ojos se clavaron en el ángel sagrado. Permití que parte de mi rostro se viera, para mostrar una expresión de indiferencia asesina, que hizo retroceder al angelical... Parecía que el poder mortuorio ponía nerviosos incluso a los ángeles.
- Apártate-murmuré, sin alzar la voz. No hacía falta ser muy listo para ver el mensaje entre líneas: "Apártate o muere". No tuve que esperar mucho, el angemon se apartó, junto con su hijo, del camino, y se alejaron rápidamente. Fenrir soltó un resoplido, y molesto, continuó su camino; yo alcé la mirada, orgullosa y arrogante y aparté la mirada de esos estorbos.
Cuando estuvimos suficientemente lejos de cualquiera que pudiera escuchar, dejé escapar una leve risotada.
- Resulta muy util que tan solo con una mirada pueda hacer cosas como esa...-me miré las manos enfundadas en guanteletes, y las cerré y abrí repetidamente-. Mi poder... Está aumentando...-sonreí levemente
- No deberías forzarte tanto, Zayyn... Recuerda que...
- Ya lo sé-siseé, cortante, sabiendo a lo que se refería. Sabía perfectamente que tenía una vida en mi interior, todas las mañanas me veía el vientre levemente hinchado. No era demasiado visible, tan solo estaba de cuatro meses, pero si alguien se fijaba, podría notar fácilmente esa "anomalía".
____________________________________________________________________________________________
OFF:
- Cosis:
- Fenrir:
Kali:
Rukriel
Atuendo de Zayyn:
Rostro de Zayyn, aunque está oculto por la capucha:
Símbolo de la espalda de la capa:
Re: Explorando en un Mundo Mágico
Se podía considerar que comenzaba un aburrido día de Domingo en el que una peculiar albina se encontraba, finalmente, en su casa. Hacía meses que no la pisaba, desde que había perdido la memoria y sus padres habían optado por esclavizarla para hacer trabajos para la empresa familiar. Si bien ahora había comenzado a recordar, había muchas cosas que se mantenían en una incógnita para ella, porque ¿cómo querer a gente de la cual no puedes recordar ni su aspecto? Era sin duda bastante raro. Por suerte, tenía con ella a Gatomon para ayudarla, pero aún así, la felina a veces era insuficiente.
- ¿Dónde dices que está, Gato?
- Creo recorrdar que era en la buhardilla de la casa - nya~- respondió la minina mientras que se lavaba el pelaje con la lengua-. En alguna de las cajas
La albina suspiró y cogiendo a la digimon del pellejo comenzó a subir hasta la parte más alta de la enorme casa donde vivía. El lugar olía a polvo, pero no tenía nada que ver con los típicos desvanes que salían en las películas de miedo, este presentaba muchos ventanales que dejaban pasar la luz del atardecer, dándole a todo un aspecto cálido.
El lugar se encontraba lleno de cajas, ordenadas y apiladas, que a pesar de parecer tener un orden bastante claro, eran muchas. Sin duda, tardarían un par de horas en conseguir revisarlas hasta obtener todos los albumes de la albina, porque sí, otro de los grandes problemas de perder la memoria era olvidar todas las contraseñas. Y eso sí que era una enormísima putada.
- ¿Se puede saber que haces?- en todo el camino hasta el lugar, la gata se había quejado, sin obtener respuesta alguna.
- Vas a ayudarme a buscar. Así será más sencillo que acabemos antes- contestó la germana con total tranquilidad.
- Si me lo hubieses dicho, te hubiese ayudado- la cara de la exasperación era demasiado sincera, casi se podría decir que era brutalmente sincera.
- Bueno, mejor que estuvieras, por si acaso. Tengo entendido que los gatos son bastante vagos y se pasan durmiendo la mitad del día. Era preferible evitarme esa situación.
La gata negó con la cabeza tras suspirar. No tenía caso intentar razonar con la humana, eso era algo que se había mantenido igual a pesar de que esta no recordase nada. Quizás algunas cosas marcaban demasiado a las personas como para cambiarlas.
En silencio, las dos comenzaron a buscar sin pausa. Quizás no fuese complicado llegar a las fotos - por suerte, aparte de la copia digital, la albina siempre las imprimia -, pero lo que más había en ese lugar eran libros y álbumes, así que, tenían que revisar con atención el interior de estos. Puesto que había muchos libros antiguos que tenían una encuadernación muy similar a la usada en los álbumes.
No supieron cuánto tiempo tardaron, cuando la albina abrió un libro raro. Se notaba que tenía que ser sumamente viejo por las portadas tan alteradas que presentaba, pero también porque el interior estaba escrito en latín. De ser un día normal, seguramente, hubiese sido apartado a un lado para encontrar lo que era realmente importante. Pero ese día, parecía que se habían alineado los astros para que fuese de todo, menos corriente.
- Oye, Nay- la llamó por la acortación de su nombre-. ¿Tú tienes idea de latín?
- ¿Mmmmm? Creo recordar que sí, aunque hace demasiado tiempo que no lo hablo
- ¡Oh! Genial. ¿Qué pone en...? Ehm... - la albina buscó entre las páginas hasta que encontró una frase escrita con tinta dorada, en vez de negra-. Ubi habitat in... magica vires... quatuor, pontem facit !
- Dónde la magia habita - comenzóa a traducir a la vez la gata -. Entre las cuatro fuerzas... ¡Espera! ¡No sigas leyendo!- lo había reconocido como un extraño objeto que había comprado en el digimundo, a fin de cuentas, como ser astral podía sentir la energía que emanaban algunos objetos, entre ellos ese. Sin embargo, nunca había hecho mucho uso de él, por temor a lo que podía ocurrir, era un libro para abrir portales a otras dimensiones.
Y sí, eso mismo fue lo que pasó, el aire pareció rodearlas en un círculo. El interior de este, pasó de ser de madera sólida a una especie de gelatina azulada que se las tragó en apenas unos segundos. Lanzándolas a otro lugar. Sin embargo, la hora de aterrizar no era algo que fácilmente uno pudiese controlar, así que, al caer lo hicieron sobre algo blando. Concretamente, Gatomon sobre el hocico de un lobo negro y dorado, y la albina sobre un dinosaurio rojo.
- ¡Ay!- se llevó una mano hacia la cabeza, a causa del mareo de cambiar de dimensión-. Que golpe...
- Nya~ - maulló lastimeramente Gatomon, mientras que se recolocaba, aún sin ver que estaba en las narices de otro digimon.
- ¡Encima no te quejes, que tú has caído sobre algo más grande que tú!
Por que sí, el Vee-mon podía haber acomodado la caída de la albina, pero al ser humana -y no precisamente pequeña - no había conseguido que esta se librara al 100% del golpe contra el suelo. Aunque, parecía que al menos podía moverse. A diferencia de lo habitual en ella, esta vez vestía con prendas cómodas de estar por casa, todas ellas blancas, a excepción de las deportivas que eran de color negro. El pelo lo llevaba recogido en una coleta alta.
Off: No se me ocurría nada más que poner para llegar, así que, si no os gusta, comed chocolate (?) xD
- ¿Dónde dices que está, Gato?
- Creo recorrdar que era en la buhardilla de la casa - nya~- respondió la minina mientras que se lavaba el pelaje con la lengua-. En alguna de las cajas
La albina suspiró y cogiendo a la digimon del pellejo comenzó a subir hasta la parte más alta de la enorme casa donde vivía. El lugar olía a polvo, pero no tenía nada que ver con los típicos desvanes que salían en las películas de miedo, este presentaba muchos ventanales que dejaban pasar la luz del atardecer, dándole a todo un aspecto cálido.
El lugar se encontraba lleno de cajas, ordenadas y apiladas, que a pesar de parecer tener un orden bastante claro, eran muchas. Sin duda, tardarían un par de horas en conseguir revisarlas hasta obtener todos los albumes de la albina, porque sí, otro de los grandes problemas de perder la memoria era olvidar todas las contraseñas. Y eso sí que era una enormísima putada.
- ¿Se puede saber que haces?- en todo el camino hasta el lugar, la gata se había quejado, sin obtener respuesta alguna.
- Vas a ayudarme a buscar. Así será más sencillo que acabemos antes- contestó la germana con total tranquilidad.
- Si me lo hubieses dicho, te hubiese ayudado- la cara de la exasperación era demasiado sincera, casi se podría decir que era brutalmente sincera.
- Bueno, mejor que estuvieras, por si acaso. Tengo entendido que los gatos son bastante vagos y se pasan durmiendo la mitad del día. Era preferible evitarme esa situación.
La gata negó con la cabeza tras suspirar. No tenía caso intentar razonar con la humana, eso era algo que se había mantenido igual a pesar de que esta no recordase nada. Quizás algunas cosas marcaban demasiado a las personas como para cambiarlas.
En silencio, las dos comenzaron a buscar sin pausa. Quizás no fuese complicado llegar a las fotos - por suerte, aparte de la copia digital, la albina siempre las imprimia -, pero lo que más había en ese lugar eran libros y álbumes, así que, tenían que revisar con atención el interior de estos. Puesto que había muchos libros antiguos que tenían una encuadernación muy similar a la usada en los álbumes.
No supieron cuánto tiempo tardaron, cuando la albina abrió un libro raro. Se notaba que tenía que ser sumamente viejo por las portadas tan alteradas que presentaba, pero también porque el interior estaba escrito en latín. De ser un día normal, seguramente, hubiese sido apartado a un lado para encontrar lo que era realmente importante. Pero ese día, parecía que se habían alineado los astros para que fuese de todo, menos corriente.
- Oye, Nay- la llamó por la acortación de su nombre-. ¿Tú tienes idea de latín?
- ¿Mmmmm? Creo recordar que sí, aunque hace demasiado tiempo que no lo hablo
- ¡Oh! Genial. ¿Qué pone en...? Ehm... - la albina buscó entre las páginas hasta que encontró una frase escrita con tinta dorada, en vez de negra-. Ubi habitat in... magica vires... quatuor, pontem facit !
- Dónde la magia habita - comenzóa a traducir a la vez la gata -. Entre las cuatro fuerzas... ¡Espera! ¡No sigas leyendo!- lo había reconocido como un extraño objeto que había comprado en el digimundo, a fin de cuentas, como ser astral podía sentir la energía que emanaban algunos objetos, entre ellos ese. Sin embargo, nunca había hecho mucho uso de él, por temor a lo que podía ocurrir, era un libro para abrir portales a otras dimensiones.
Y sí, eso mismo fue lo que pasó, el aire pareció rodearlas en un círculo. El interior de este, pasó de ser de madera sólida a una especie de gelatina azulada que se las tragó en apenas unos segundos. Lanzándolas a otro lugar. Sin embargo, la hora de aterrizar no era algo que fácilmente uno pudiese controlar, así que, al caer lo hicieron sobre algo blando. Concretamente, Gatomon sobre el hocico de un lobo negro y dorado, y la albina sobre un dinosaurio rojo.
- ¡Ay!- se llevó una mano hacia la cabeza, a causa del mareo de cambiar de dimensión-. Que golpe...
- Nya~ - maulló lastimeramente Gatomon, mientras que se recolocaba, aún sin ver que estaba en las narices de otro digimon.
- ¡Encima no te quejes, que tú has caído sobre algo más grande que tú!
Por que sí, el Vee-mon podía haber acomodado la caída de la albina, pero al ser humana -y no precisamente pequeña - no había conseguido que esta se librara al 100% del golpe contra el suelo. Aunque, parecía que al menos podía moverse. A diferencia de lo habitual en ella, esta vez vestía con prendas cómodas de estar por casa, todas ellas blancas, a excepción de las deportivas que eran de color negro. El pelo lo llevaba recogido en una coleta alta.
Off: No se me ocurría nada más que poner para llegar, así que, si no os gusta, comed chocolate (?) xD
Julchen
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
Miré a Selene la cual regresó a su forma de Kyubimon, no creía que el Wizardmon y compañía fueran una amenaza pues los recordaba claramente, eran los que habían encontrado en la muralla China y en la Atlántida solo que después de tanta tontería no recordaba bien como se llamaba, tampoco es como si quisiera hacerlo pues no le interesaba demasiado quienes eran, no recordaba bien si el pelirrojo era de DATS pero era mejor alejarse, me miró y ambos volteamos caminando hacia cualquier parte, comenzamos a buscar a alguien que nos pudiera ayudar a salir de aquí o al menos a saber dónde estábamos, parecía alguna parte del digimundo pero no sentía ninguna anormalidad del virus en mi forma digimon. Agaché la cabeza y al igual que Selene comenzamos a olfatear el área para familiarizarnos. Un aroma conocido llego a mi nariz, olía a la extraña capa del CT, miré a Kyubimon- Sígueme... –Caminé olfateando sin perder el rastro y Kyubimon levanto las orejas al oír que alguien cayó en algún lugar, seguí a la digimon de nueve colas la cual se encaminó a donde el sonido. La digimon seguía el rastro que yo había encontrado y cuando llegamos a dicho lugar vimos a un Veemon rojo hecho tarta, un Gatomon en el hocico de Garurumon, y una chica sobre el mismo e incluso un gatomon negro. Esto era como un recuerdo de cuando aplasté a Tactimon, y de cuando me aplastaron 2 veces de la misma forma en la que había caído la chica ¿Qué demonios pasaba en el digimundo con los portales?¿Acaso estaba programados para salir del cielo y siempre sobre alguna persona?.
Negué con la cabeza y vi que bajo la capucha había un cabello color bermellón o rojo navidad y dos ojos verdes, eran felinos pero daban una sensación extraña como los de Azrael, hablando del rey de roma, escuché que hablaba en mi cabeza- <<‘‘Mmm, nunca había tenido una sensación de miedo o curiosidad por una simple persona pero me huele a Bio como tú. No seas inútil y piensa bien como te diriges a ella, huele conocido’’>> –Tanto bla bla para que no pueda preguntar nada pero quien controlaba ahora era yo. Miré al lobo en el que iba montada la pelirroja, pero si es que era parecido a mí, ni de chiste, podía ser pariente de Garurumon pero nunca sería parecido a uno. Me acerqué, no demasiado al BlackGarurumon y observe a la chica sobre él, Selene iba detrás de mí, estaba incomoda en su forma de Kyubimon pero hace mucho no tomaba una forma menor a esta- ¿Te conozco...? Hueles como alguien conocida... –Selene frunció el ceño pero a pesar de mirar con desconfianza a la chica y sus digimon espero a que todo estuviera cómodo para volver a su forma Rookie, no le gustaba estar en 4 patas, se acomodó los guantes y peino un poco el pelaje- Mi camarada se refiere a que quizás ya nos conocemos o no...O solo eres de un grupo conocido...Lamento la falta de educación –Dijo mientras estaba a mi lado.
Selene solía ser muy desconfiada pero nunca tendía a dar a mostrar sus malas intenciones y mucho menos solía ser descortés, muy pocas veces pues de por si su temperamento era así y su paciencia no era tan amplia como la de los Renamon en general, su temperamento se volvía más calmo cuando evolucionaba en Sakuyamon.
Zess.L.A.D
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
Fenrir siguió caminando tranquilamente, ya pensando que el momento incómodo del crío había pasado, pero siendo totalmente inconsciente de que se equivocaba por completo, pues según torcía una calle, alguien gritó, y cayó de golpe sobre nuestro grupo. Primero un gato blanco, sobre el gran hocico del lobo negro, arrancándole a este un gruñido de dolor; después una humana justamente detrás de mí, aplastando a lo que había sido hasta ahora un Veemon rojo, distraído y alegre.
- ¡Master! ¡Me cayó una vaca del cielo! ¡Iugg!-dijo el pobre Rukriel, tratando de respirar. De haber sido un Veemon de color comunmente azul, hubiera tenido la cabeza completamente colorada, pero daba la casualidad de que, al tener la piel del mismo color de mi pelo, no se notaba demasiado su angustia en ese aspecto.
- ¿Pero qué...?-me volví, con sorpresa, pero a la vez con molestia, y al ver a una humana tumbada sobre el lomo de Fenrir, puse una expresión de furia y a la vez asco-. ¡Largo de encima, escoria!-levanté una pierna, y le lancé a la humana una patada en la cara con suficiente fuerza como para que se quitara de encima, lanzándola así, contra la pared de uno de los edificios.
Suficiente había tenido ya con el crío que se había puesto por delante. Ahora no solo habían dañado al gran lobo, sino que también Rukriel había salido dolorido. Y por si fuera poco, yo me había asustado, y no era algo que debiese de sufrir, ahora que llevaba una nueva vida dentro de mí. Por eso, cuando la persona cayó, la miré con todo el desprecio del que dispuse, notando después que se trataba de una chica albina.
- ¿Nay?-escuché a mi lado la voz de Kali. Un tono de voz sorprendido, y a la vez alegre, por lo que tuve que volver a mirar para delante-. Nay, ¿eres tú?-La gata negra miraba con ojos abiertos como platos al felino blanco que había acabado sobre el hocido de Fenrir, y que este se había encargado de sacárselo con un violento movimiento de cabeza. El lobo gruñía, y le enseñaba los dientes al Gatomon, por lo que rápidamente, mi compañera se dispuso a intervenir-. Fenrir, detente... Creo que es mi hermana.
- Suficiente, Kali. No tenemos tiempo para esto-espeté, molesta y escupiendo las palabras. Golpeé suavemente los costados de Fenrir con las piernas, ordenándole continuar, y seguimos nuestro camino. Sin embargo, no habíamos dado ni tres pasos, cuando de repente aparecieron más digimons en la zona. Un Kyubbimon, y otro monstruo digital que no supe catalogar, pues era un extraño lobo negro, pero no se parecía ni de lejos al que yo montaba-. Genial, ¿y ahora qué?-torcí el gesto en una mueca de evidente contrariedad.
Miré con desdén a los recien llegados, dispuestos a ignorarlos por completo, pero antes de hacer nada, el lobo negro pronunció palabra, queriendo saber si nos habíamos visto antes, pero yo no tenía ni idea de quien era... Y confiaba bastante en mis instintos, pocas veces me fallaban. Aún así, opté por responder.
- Depende... ¿Te he amenazado antes?-seguidamente presté atención a su compañera, la cual había tomado su apariencia rockie, la de un Renamon-. ¿Un grupo conocido? ¿Qué grupo?-inquirí, clavando mis ojos verdes en los azules de la digimon zorruna, tan intensamente. que parecía estar miando su alma.
Una idea surgió en mimente, una idea que, si en verdad mis suposiciones eran acertadas, quizás aquel implicara ser un encuentro... interesante.
- ¡Master! ¡Me cayó una vaca del cielo! ¡Iugg!-dijo el pobre Rukriel, tratando de respirar. De haber sido un Veemon de color comunmente azul, hubiera tenido la cabeza completamente colorada, pero daba la casualidad de que, al tener la piel del mismo color de mi pelo, no se notaba demasiado su angustia en ese aspecto.
- ¿Pero qué...?-me volví, con sorpresa, pero a la vez con molestia, y al ver a una humana tumbada sobre el lomo de Fenrir, puse una expresión de furia y a la vez asco-. ¡Largo de encima, escoria!-levanté una pierna, y le lancé a la humana una patada en la cara con suficiente fuerza como para que se quitara de encima, lanzándola así, contra la pared de uno de los edificios.
Suficiente había tenido ya con el crío que se había puesto por delante. Ahora no solo habían dañado al gran lobo, sino que también Rukriel había salido dolorido. Y por si fuera poco, yo me había asustado, y no era algo que debiese de sufrir, ahora que llevaba una nueva vida dentro de mí. Por eso, cuando la persona cayó, la miré con todo el desprecio del que dispuse, notando después que se trataba de una chica albina.
- ¿Nay?-escuché a mi lado la voz de Kali. Un tono de voz sorprendido, y a la vez alegre, por lo que tuve que volver a mirar para delante-. Nay, ¿eres tú?-La gata negra miraba con ojos abiertos como platos al felino blanco que había acabado sobre el hocido de Fenrir, y que este se había encargado de sacárselo con un violento movimiento de cabeza. El lobo gruñía, y le enseñaba los dientes al Gatomon, por lo que rápidamente, mi compañera se dispuso a intervenir-. Fenrir, detente... Creo que es mi hermana.
- Suficiente, Kali. No tenemos tiempo para esto-espeté, molesta y escupiendo las palabras. Golpeé suavemente los costados de Fenrir con las piernas, ordenándole continuar, y seguimos nuestro camino. Sin embargo, no habíamos dado ni tres pasos, cuando de repente aparecieron más digimons en la zona. Un Kyubbimon, y otro monstruo digital que no supe catalogar, pues era un extraño lobo negro, pero no se parecía ni de lejos al que yo montaba-. Genial, ¿y ahora qué?-torcí el gesto en una mueca de evidente contrariedad.
Miré con desdén a los recien llegados, dispuestos a ignorarlos por completo, pero antes de hacer nada, el lobo negro pronunció palabra, queriendo saber si nos habíamos visto antes, pero yo no tenía ni idea de quien era... Y confiaba bastante en mis instintos, pocas veces me fallaban. Aún así, opté por responder.
- Depende... ¿Te he amenazado antes?-seguidamente presté atención a su compañera, la cual había tomado su apariencia rockie, la de un Renamon-. ¿Un grupo conocido? ¿Qué grupo?-inquirí, clavando mis ojos verdes en los azules de la digimon zorruna, tan intensamente. que parecía estar miando su alma.
Una idea surgió en mimente, una idea que, si en verdad mis suposiciones eran acertadas, quizás aquel implicara ser un encuentro... interesante.
Re: Explorando en un Mundo Mágico
Alguien había caído del cielo usando el cuerpo de Mikoto como almohada para aterrizar sobre él. ¿Quién coño se había atrevido a caer encima así nada más? Cuando alzo su mirada, pudo ver que era un chico y su rostro le era familiar, ¿cómo no hacerlo? Si era el mismo tío con el que se había topado en Escocia, en Florida, en China, y ahora último, ¿aquí? ¿Que acaso ese sujeto era una especie de stalker o algo parecido? Fuera cual fuese el trabajo de ese pelinegro, no importaba ahora, lo importante ahora era que se quitara de encima.
Wizardmon solamente peinaba el lugar con su mirada, se sentía un poco raro, como si conociera dicho lugar. ¿Acaso de ahí era dónde provenía? Él no recordaba nada de su pasado, lo unció que recordaba era despertar en brazos de Mikoto, al haber eclosionado del Digihuevo.
Ya habiéndose quitado a Zess de encima, estos comenzaron a hablar, ese pelinegro sin duda tenia mala memoria. ¿Cómo es que se había olvidado de él? Si ni siquiera habían pasado dos meses, pero bueno, nadie lo culpa.
—¿Que no me recuerdas? Pero si la última vez que nos vimos, estábamos en China... En fin, soy Suoh Mikoto, ¿me recuerdas ahora?—Mientras esperaba respuesta por parte del pelinegro, este saco un cigarrillo de su bolsillo junto con un encendedor... Un momento, ¿se podía fumar en este lugar? Bah... ¿Qué más da? Ya lo había encendido, así que ya no importaba.
Poco después, se toparon con más Digimon, ¿cuantos más iban a aparecer? Esperen... ¿Que esa no era la chica pelirroja con la que se topó en Las Vegas? ¿Qué hacía en un lugar como este? Todo esto era un poco raro, ¿acaso era simple casualidad?
—Vaya, vaya. Pero mira a quien tenemos aquí.—Mostró una sonrisa ladina; aún no se olvidaba que esta fue quien le obligo a matar a su propio camarada para poder mostrar absoluta lealtad hacia ella. No era algo que se pudiera olvidar de un día para otro, y mucho menos si vez al causante frente a ti. Sin embargo, no iba a causar ningún alboroto contra ella, ni más faltaba, él solo iba a escuchar la conversación que estaban teniendo ella y Zess.
Wizardmon solamente peinaba el lugar con su mirada, se sentía un poco raro, como si conociera dicho lugar. ¿Acaso de ahí era dónde provenía? Él no recordaba nada de su pasado, lo unció que recordaba era despertar en brazos de Mikoto, al haber eclosionado del Digihuevo.
Ya habiéndose quitado a Zess de encima, estos comenzaron a hablar, ese pelinegro sin duda tenia mala memoria. ¿Cómo es que se había olvidado de él? Si ni siquiera habían pasado dos meses, pero bueno, nadie lo culpa.
—¿Que no me recuerdas? Pero si la última vez que nos vimos, estábamos en China... En fin, soy Suoh Mikoto, ¿me recuerdas ahora?—Mientras esperaba respuesta por parte del pelinegro, este saco un cigarrillo de su bolsillo junto con un encendedor... Un momento, ¿se podía fumar en este lugar? Bah... ¿Qué más da? Ya lo había encendido, así que ya no importaba.
Poco después, se toparon con más Digimon, ¿cuantos más iban a aparecer? Esperen... ¿Que esa no era la chica pelirroja con la que se topó en Las Vegas? ¿Qué hacía en un lugar como este? Todo esto era un poco raro, ¿acaso era simple casualidad?
—Vaya, vaya. Pero mira a quien tenemos aquí.—Mostró una sonrisa ladina; aún no se olvidaba que esta fue quien le obligo a matar a su propio camarada para poder mostrar absoluta lealtad hacia ella. No era algo que se pudiera olvidar de un día para otro, y mucho menos si vez al causante frente a ti. Sin embargo, no iba a causar ningún alboroto contra ella, ni más faltaba, él solo iba a escuchar la conversación que estaban teniendo ella y Zess.
Suoh Mikoto
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
Julchen apenas tuvo tiempo de reaccionar, porque tras gritarle a su compañera pudo captar como una pierna se acercaba hacia ella a toda velocidad, instintivamente levanto los brazos para cubrirse del golpe, pero eso lo único que evito es que le reventasen las costillas por el impacto. Porque salió volando, literamente, hasta que se golpeó contra una pared, el aire de sus pulmones salió, así como la consciencia un segundo después, por culpa de una especie de urna que había en la repisa de una ventana. Ventana que estaba justo sobre donde ella había impactado. Un hilo de sangre no tardó en caer desde la herida hacia su rostro. Lo último que vio, un zorro amarillo y una especie de lobo negro, pero distinto del que la habían echado.
Por otro lado, la gata al sentir la fuerte sacudida, hizo lo normal en estos casos, clavar las uñas y no dejarse caer. Aunque el lobo no sentiría solo como su carne era lacerada, sino que una sensación candente también recorrería su cuerpo. A fin de cuentas, el anillo sagrado en la cola de la felina había reaccionado ante la gran cantidad de data oscura en esa área.
- ¡Pffffffffffffft!- bufó mientras que se le erizaba el pelo de todo el cuerpo.
Pero entonces, una voz conocida la llamó por su nombre, lo que hizo que se distrajese solo un segundo en sus intentos de seguir amarrada como si la vida dependiese de ello y salió volando un par de metros, antes de caer hacia el suelo. Parecía que se iba a dar de cabeza contra la superficie, pero el movimiento de su cuerpo pareció congelarse en el aire, rotó 180 grados, cayendo ahora sobre sus patas traseras, perfectamente.
- Me encanta ser gato por esto - comentó con alegría, antes de ver que de verdad estaba su hermana sobre el enorme lobo negro-. ¡Kali! ¿Qué haces aquí? - la felina ignoraba al perro que había dejado marcado con sus propias garras, un digimon campeón de tipo Virus no era rival para ella-. ¿Y mi compañera? ¡Hace un segundo estaba ahí!
Una mueca de horror apareció en su rostro, cuando se percató de ese detalle. Además, estaba demasiado en silencio como para que Julchen estuviese, la albina era sumamente ruidosa. Así que, ignorando a todos los que habían llegado, se dispuso a buscar a su compañera.
No tardó en encontrarla, chorreando sangre por una herida en el cráneo, marcas de impacto en los antebrazos y rodeada por trozos de cerámica.
- ¡¡Reacciona!! Jul, vamos, abre los ojos- la gata se sentó sobre las piernas de la humana, pero no la sacudió como hubiese deseado, sabía que eso era sumamente contraproducente.
Off: Perdón por el retraso he estado sin el ordenador algunos días, además de problemas personales, por lo que no he tenido ni mucho tiempo ni inspiración.
Por otro lado, la gata al sentir la fuerte sacudida, hizo lo normal en estos casos, clavar las uñas y no dejarse caer. Aunque el lobo no sentiría solo como su carne era lacerada, sino que una sensación candente también recorrería su cuerpo. A fin de cuentas, el anillo sagrado en la cola de la felina había reaccionado ante la gran cantidad de data oscura en esa área.
- ¡Pffffffffffffft!- bufó mientras que se le erizaba el pelo de todo el cuerpo.
Pero entonces, una voz conocida la llamó por su nombre, lo que hizo que se distrajese solo un segundo en sus intentos de seguir amarrada como si la vida dependiese de ello y salió volando un par de metros, antes de caer hacia el suelo. Parecía que se iba a dar de cabeza contra la superficie, pero el movimiento de su cuerpo pareció congelarse en el aire, rotó 180 grados, cayendo ahora sobre sus patas traseras, perfectamente.
- Me encanta ser gato por esto - comentó con alegría, antes de ver que de verdad estaba su hermana sobre el enorme lobo negro-. ¡Kali! ¿Qué haces aquí? - la felina ignoraba al perro que había dejado marcado con sus propias garras, un digimon campeón de tipo Virus no era rival para ella-. ¿Y mi compañera? ¡Hace un segundo estaba ahí!
Una mueca de horror apareció en su rostro, cuando se percató de ese detalle. Además, estaba demasiado en silencio como para que Julchen estuviese, la albina era sumamente ruidosa. Así que, ignorando a todos los que habían llegado, se dispuso a buscar a su compañera.
No tardó en encontrarla, chorreando sangre por una herida en el cráneo, marcas de impacto en los antebrazos y rodeada por trozos de cerámica.
- ¡¡Reacciona!! Jul, vamos, abre los ojos- la gata se sentó sobre las piernas de la humana, pero no la sacudió como hubiese deseado, sabía que eso era sumamente contraproducente.
Off: Perdón por el retraso he estado sin el ordenador algunos días, además de problemas personales, por lo que no he tenido ni mucho tiempo ni inspiración.
Julchen
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
Me hizo gracia la mirada de la pelirroja se parecía a mí cuando era el de antes, necio testarudo, me creía el mejor y la verdad es que ahora era un poco desinteresado y olvidadizo, no sabía definir bien mi personalidad pues había cambiado bastante al igual que mi digimon y ambos nos adaptábamos a los cambios del otro pues era necesario; y queríamos, que tuviéramos una buena conexión, aunque nunca nadie nos obligó a estar juntos la verdad muchas veces solíamos separarnos por necesidad ella tenía a Myrddhin y yo mi soledad infinita pues Nathaniel era como una sombra o caminaba en ellas pues pocas veces le veía. Carraspeé, no tenía ganas de bromas, menos cuando muchas veces no me gustaban o no las entendía, era una persona monótona muchas veces, por lo que cuando me dijo eso me quede pensando eh ignorando que me decía aquello- ¿Qué cosa?...Vale...No a lo que haya dicho –Yo podía ignorar muchas cosas pues en muchas reuniones de la empresa que tenía mi padre; ahora mía, me ponía en plan ‘‘Mascara’’ Eh ignoraba lo que todas las personas me decían, luego ponía una excusa y Selene me contaba lo que pasaba, pero cuando ella no podía acompañarme a las reuniones tenía que poner toda la atención que ahora mismo había abandonado mis ojos, oídos y cerebro.
Selene si se había percatado pero no le iba a discutir nada- No tiene conque amenazarnos, no tenemos nada más que a nosotros y digamos que si alguno debe morir muere y ya –Contesto dejándose de rodeos el zorro amarillo y se cruzó de brazos cuando vio que la pelirroja la miraba fijamente hizo lo mismo entornando los ojos, no permití que se internará en mi alma y ella tampoco ¿Por qué dejar que hiciera aquello? La pareja de Selene tenía una mirada como esa, penetrante y que parecía explorar su alma sin embargo para Selene su mirada era bella y le encantaba ver sus ojos por lo que la digimon era más extraña de lo que podía serlo cualquiera- Lamento informarle que ese tipo de miradas las eh recibido de mi propia pareja pues la tiene por naturaleza y lo único que causa en mí es nada... –Selene se dispuso a responder cuando se percató de que los digimon y humanos que habían amortiguado su caída los habían seguido pero los ignoró- Chaos Team...Tu debes ser la líder Zayyn –No le puse mucha atención sino que dirigí mi mirada dorada al pelirrojo- Me sorprende que me reconozcas Mikoto, nunca mostré mi evolución campeona a nadie, solo a mi digimon y los que viven en mi casa –Gruñí ligeramente y volví mi atención a la mujer de ojos esmeralda- Yo diría que más que intimidarle a Selene le gustan ese tipo de miradas –La digimon soltó un bufido inaudible pero no volteo la mirada ni un segundo.
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
Fenrir rugió con fuerza ante el punzante dolor que las garras del felino de blanco pelaje le causaba. Sus ojos se volvieron más feroces, y pude ver cómo el can comenzaba a formar enegía congelante de sus fauces, para tratar de alejar al minino entrometido. Sin embargo, sin necesidad de ataque alguno, el susodicho voló hacia atrás, aterrizando limpia y grácilmente sobre el suelo.
- Grrrr...-Fenrir miraba al Gatomon con furia, esperando alguna orden afirmativa por mi parte para saltar sobre el digimon sagrado, aún sabiendo que su energía pura podría hacerle mucho daño.
No obstante, no le di ese permiso, pues mis ojos se habían visto atraídos por una presencia conocida. Con una sonrisa leve, susurré su nombre:
- Mikoto... Que extraña coincidencia-no me bajé del lomo del lobo negro, a fin de cuentas, encontrarme a tal altura, mirando a los demás por encima del hombro, me hacía sentirme superior-. ¿Cómo están tus compañeros?-inquirí, con cierta malevolencia.
Sentí entonces cómo Kali se bajaba para reunirse con su supuesta hermana. La gata negra se acercó junto a ella para observar el estado de la humana incosnciente, a la cual había pateado para alejarla de mí. No sentí mayor interés por su salud, tanto si se recuperaba, como si se quedaba idiota, yo seguiría mi camino, sin inmutarme. Con un silbidillo, llamé la atención de la felina negra, y obligué a Fenrir a girarse hacia el otro lobo negro y el digimon zorruno que lo acompañaba.
- ¿Oh...?-mis ojos verdes continuaron viendo de igual forma al digimon amarillo, mientras una suave y torcida sonrisa se iba visualizando en mi rostro a medida que hablaba-. ¿Qué importa si lo soy? ¿Y quién eres para conocer la existencia de dicha "organización"? -mira a los dos de arriba a abajo, con cierto desdén-. No me sonáis conocidos, pero tampoco parecéis de DATS, o de cualquier otra estúpida organización de héroes...
Gesticulé una mueca burlona, y finalmente me bajé de Fenrir un uno de sus costados, hasta dar con ambas botas con la piedra del suelo. El cuero de estas crujió; mientras posaba una mano sobre la empuñadura de una de las espadas que colgaban de mi cintura, extendí el digivice con la otra en dirección a Rukriel, haciendo que este entrara en su interior.
- Espero no equivocarme con lo de DATS... No tengo ganas de matar a nadie hoy.
- Grrrr...-Fenrir miraba al Gatomon con furia, esperando alguna orden afirmativa por mi parte para saltar sobre el digimon sagrado, aún sabiendo que su energía pura podría hacerle mucho daño.
No obstante, no le di ese permiso, pues mis ojos se habían visto atraídos por una presencia conocida. Con una sonrisa leve, susurré su nombre:
- Mikoto... Que extraña coincidencia-no me bajé del lomo del lobo negro, a fin de cuentas, encontrarme a tal altura, mirando a los demás por encima del hombro, me hacía sentirme superior-. ¿Cómo están tus compañeros?-inquirí, con cierta malevolencia.
Sentí entonces cómo Kali se bajaba para reunirse con su supuesta hermana. La gata negra se acercó junto a ella para observar el estado de la humana incosnciente, a la cual había pateado para alejarla de mí. No sentí mayor interés por su salud, tanto si se recuperaba, como si se quedaba idiota, yo seguiría mi camino, sin inmutarme. Con un silbidillo, llamé la atención de la felina negra, y obligué a Fenrir a girarse hacia el otro lobo negro y el digimon zorruno que lo acompañaba.
- ¿Oh...?-mis ojos verdes continuaron viendo de igual forma al digimon amarillo, mientras una suave y torcida sonrisa se iba visualizando en mi rostro a medida que hablaba-. ¿Qué importa si lo soy? ¿Y quién eres para conocer la existencia de dicha "organización"? -mira a los dos de arriba a abajo, con cierto desdén-. No me sonáis conocidos, pero tampoco parecéis de DATS, o de cualquier otra estúpida organización de héroes...
Gesticulé una mueca burlona, y finalmente me bajé de Fenrir un uno de sus costados, hasta dar con ambas botas con la piedra del suelo. El cuero de estas crujió; mientras posaba una mano sobre la empuñadura de una de las espadas que colgaban de mi cintura, extendí el digivice con la otra en dirección a Rukriel, haciendo que este entrara en su interior.
- Espero no equivocarme con lo de DATS... No tengo ganas de matar a nadie hoy.
Re: Explorando en un Mundo Mágico
—Digamos que te reconocí por tu aroma...—Soltó una sonrisa pícara al responderle a... ¿Zess en su forma Digimon? Fuera lo que fuera se trataba de Zess, debía ser él, ¿o no? Al escuchar la voz de la pelirroja, este simplemente la miro de reojos; Mikoto no era un hombre rencoroso y no la odiaba por lo que le había obligado a hacer a Deimos, al fin y al cabo valió la pena, ¿no? Claro que valió la pena. Desde ese entonces, Mikoto había logrado hacerse más fuerte, mejor dicho, él y sus Digimon se habían hecho fuertes.—Es increíble que seas la líder de Chaos Team y no recuerdes a sus miembros, vaya líder.—Dijo con un tono burlesco, mientras sacaba de su bolsillo un cigarrillo junto con un encendedor con el estampado de la bandera de Inglaterra, se puso el cigarrillo en la boca, lo encendió y le dio unas cuantas caladas antes de expulsar el humo por sus fosas nasales, repitió el proceso pero esta vez expulsando el humo por su boca.
Deimos por otro lado, se encontraba en silencio con los brazos cruzados, viendo como los humanos hablaban entre sí, y los Digimon de estos hacían lo mismo. Athan se encontraba en la cabeza de Mikoto comiendo un chocolate que había encontrado en la chaqueta del pelirrojo, aquella bola roja con ojos era demasiado inquieta, pero no hay que culparlo de ello, después de todo está en su etapa Bebe I y esa es su forma de comportarse.
Deimos por otro lado, se encontraba en silencio con los brazos cruzados, viendo como los humanos hablaban entre sí, y los Digimon de estos hacían lo mismo. Athan se encontraba en la cabeza de Mikoto comiendo un chocolate que había encontrado en la chaqueta del pelirrojo, aquella bola roja con ojos era demasiado inquieta, pero no hay que culparlo de ello, después de todo está en su etapa Bebe I y esa es su forma de comportarse.
Suoh Mikoto
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
Gatomon ignoró la situación a sus espaldas sobre lo que hablaban los otros, seguía preocupada por su humana, que aún no reaccionaba. De hecho, ¿no estaba más pálida que de costumbre? Podía ser, pero para saber el tipo de blanco que tenía la albina necesitaba un pantone de todos los colores blancos para poder comparar. Así que, podía ser simplemente su imaginación.
- Estoy preocupada - le comentó a su hermana, la cual sintió a su lado. Suspiró, apartando la mirada de su humana y le sonrió levemente a su hermana, tras tanto tiempo separadas seguramente no le interesaría lo que tuviese que decir de la humana-. Te veo bien, supongo que te habrá ido to... - no pudo acabar la frase, porque en ese momento un silbido llamó la atención de su hermana-. Supongo que tiene que irte
Bajó la mirada y volvió a acercarse a su humana que aún no se movía del sitio. Aunque el polvillo de esa urna se movía de manera anómala a su alrededor. Parecía flotar antes de introducirse por las fosas nasales de la albina. Frunció su gatuno ceño, cuando más intentaba fijarse en el polvo, este parecía ser totalmente normal, cayendo hacia el suelo, pero luego podía observar algunos anillos también. ¿Estaría perdiendo la cabeza?
- Estoy preocupada - le comentó a su hermana, la cual sintió a su lado. Suspiró, apartando la mirada de su humana y le sonrió levemente a su hermana, tras tanto tiempo separadas seguramente no le interesaría lo que tuviese que decir de la humana-. Te veo bien, supongo que te habrá ido to... - no pudo acabar la frase, porque en ese momento un silbido llamó la atención de su hermana-. Supongo que tiene que irte
Bajó la mirada y volvió a acercarse a su humana que aún no se movía del sitio. Aunque el polvillo de esa urna se movía de manera anómala a su alrededor. Parecía flotar antes de introducirse por las fosas nasales de la albina. Frunció su gatuno ceño, cuando más intentaba fijarse en el polvo, este parecía ser totalmente normal, cayendo hacia el suelo, pero luego podía observar algunos anillos también. ¿Estaría perdiendo la cabeza?
Julchen
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
Sonreí divertido cuando vi la malicia en la mirada de a pelirroja llamada Zayyn la cual era líder del CT o sea que era su servidor o algo así ¿No? Negué con la cabeza suspirando, nunca había adoptado el lado del mal, había querido ser más neutral pero si dejaba de ser lo que era ahora estaba seguro que me dañarían ya mi digimon y ella aún tenía por vivir y yo ya había vivido bastante pero aun también tenía por vivir. Vi a la gata negra bajarse del lomo del lobo para reunirse con la gata blanca al parecer tenían algún tipo de parentesco. Escuché el silbido, puse las orejas en alto y miré a la chica que montaba al lobo negro esta había puesto su atención en mí y mi camarada. Selene arqueó una ceja y vio la sonrisa, aunque fue un poco perturbadora no logró más que se le cayera una gota a la digimon zorruna. Suspiré soltando un aire gélido cuando la mujer empezó a preguntar y me quedé pensando ‘‘¿Por qué hace tantas preguntas? Solo confíe de una vez en mí y no moleste más con preguntas’’.
Después de todo el bla bla bla, las caras, que se bajara del perro metálico y guardara a su digimon rojo, me quedé algo atontado o más bien pensando en todo lo que había pasado y hecho hasta ahora, no tenía ganas de escuchar por lo que me senté y me rasqué una oreja con la pata trasera en signo de que me estaba aburriendo. Selene por su parte se apoyó donde pudo y miró a la chica- Si fuéramos de DATS ya nos hubieran expulsado por genocidio y destrucción del Big Ben o quizás nos hubieran purificado. –Comentó la digimon amarilla y suspiró evolucionando en Sakuyamon, no podía evolucionarla por mí mismo pues estaba en cuatro patas ser cuadrúpedo era complicado. Bostecé y sacudí la cabeza- En fin...¿Que es todo este escándalo? –Miré a la albina curioso de lo que pasaba.
Zess.L.A.D
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
Moví el cuello para desentumecerlo y palmeé el suave lomo de Fenrir un par de veces, sabiendo que él lo único que quería en esos momentos era saltar sobre el gato blanco con el que se encontraba Kali. Noté que había conseguido llamar la atención de la gata negra, noté su brillo triste al verse obligada a separarse tan pronto de su hermana... De modo que suspiré, con una mirada le hice saber que podía quedarse por más tiempo con ella. Con una sonrisa, Kali regresó con su hermana, y se frotó contra ella con cariño, antes de sentarse sobre sus cuartos traseros y observar con ojo crítico el estado de la albina. No me importara lo que le pasara a esa humana, pero la BlackGatomon deseaba estar con la Gatomon... No pasaría nada por que le dejara tranquila, a fin de cuentas, más tarde podría reunirse conmigo.
- En fin...-suspiré, y estuve a punto de llevarme una mano al bolsillo para sacar un cigarrillo, pero después recordé mi embarazo, y con un gesto de resignación, bajé la mano, y apoyé la mano en el mango de una de las espadas. Fue entonces cuando el cabello de mi nuca se erizó, reacción provocada por algo que acababa de detectar... Alguien me estaba observando desde algún lugar, y eso no era algo que me tranquilizara.
Quizás por eso, quizás por ese pequeño y mal presentimiento, fui más susceptible con las palabras de Suoh. ¿Olvidarme de un miembro de mi organización? Y un cuerno, conocía a todos sus integrantes, aunque a algunos sólamente de oídas, pues no siempre era yo la que reclutaba.
- Cuidado, Mikoto. Quizás también se me olvide que tu formas parte de esto-respondí, mordaz-. Puedo ser la líder, sé quienes entran en Chaos, pero para tu sorpresa, no siempre soy yo la que recluta...
Desvié entonces mi mirada al lobo negro, el cual parecía más bien aburrido al escuchar mis palabras. No me gustó su actitud, no me gustó que no me prestara atención y que demostrara tal falta de respeto. No obstante, incluso yo puedo ser compasiva a veces.
- Tú debes de ser Zess... Zerker me habló de tí-murmuré, entornando los ojos. Luego olfateé en su dirección, y con un brillo de diversión, adiviné el origen de su naturaleza-. Un biohybrido, bien, bien... Hiciste un gran trabajo en Londres, ya vi las noticias... Enhorabuena, solo por eso, asciendes a soldado... Pero ten mucho cuidado, no me gusta que me ignoren. Si haces que me enfade, creo que no hace falta decir qué pasará-me pasé el dedo pulgar por el cuello, de lado a lado, a modo de advertencia. Estaba bien si tenía cierto nivel de pasotismo, pero para eso, necesitaba cierta confianza conmigo, y de momento, no se la había ganado por completo.
- En fin...-suspiré, y estuve a punto de llevarme una mano al bolsillo para sacar un cigarrillo, pero después recordé mi embarazo, y con un gesto de resignación, bajé la mano, y apoyé la mano en el mango de una de las espadas. Fue entonces cuando el cabello de mi nuca se erizó, reacción provocada por algo que acababa de detectar... Alguien me estaba observando desde algún lugar, y eso no era algo que me tranquilizara.
Quizás por eso, quizás por ese pequeño y mal presentimiento, fui más susceptible con las palabras de Suoh. ¿Olvidarme de un miembro de mi organización? Y un cuerno, conocía a todos sus integrantes, aunque a algunos sólamente de oídas, pues no siempre era yo la que reclutaba.
- Cuidado, Mikoto. Quizás también se me olvide que tu formas parte de esto-respondí, mordaz-. Puedo ser la líder, sé quienes entran en Chaos, pero para tu sorpresa, no siempre soy yo la que recluta...
Desvié entonces mi mirada al lobo negro, el cual parecía más bien aburrido al escuchar mis palabras. No me gustó su actitud, no me gustó que no me prestara atención y que demostrara tal falta de respeto. No obstante, incluso yo puedo ser compasiva a veces.
- Tú debes de ser Zess... Zerker me habló de tí-murmuré, entornando los ojos. Luego olfateé en su dirección, y con un brillo de diversión, adiviné el origen de su naturaleza-. Un biohybrido, bien, bien... Hiciste un gran trabajo en Londres, ya vi las noticias... Enhorabuena, solo por eso, asciendes a soldado... Pero ten mucho cuidado, no me gusta que me ignoren. Si haces que me enfade, creo que no hace falta decir qué pasará-me pasé el dedo pulgar por el cuello, de lado a lado, a modo de advertencia. Estaba bien si tenía cierto nivel de pasotismo, pero para eso, necesitaba cierta confianza conmigo, y de momento, no se la había ganado por completo.
Re: Explorando en un Mundo Mágico
Mikoto chasqueo la lengua al escuchar las palabras de la pelirroja, ¿por que se molestaba por algo tan insignificante? De seguro porque no tenia sentido del humor, ¿no? En fin, no pudo evitar escuchar como felicitaban a Zess e incluso lo ascendieron a soldado. ¿Debería de alegrarse? ¿Felicitarlo? ¿Llevarlo a celebrar? Nah... Con felicitarlo era más que suficiente, a no ser que ese sujeto le diera por ir a tomar unos cuantos tragos, hay sí que aceptaría ir a celebrar, de lo contrario no...
—Enhorabuena, Zess.—En el momento que termino de mencionar aquel nombre comenzó a dar unos leves aplausos, antes de volver a tomar su cigarrillo y darle una profunda calada hasta dejarlo en la mera colilla. En ese momento, Wizardmon se acerco al grupo de humanos para interrumpir su platica, pues estaba aburrido de ver como se lanzaban indirectas unos a otros.
—Lamento interferir en su conversación, ¿pero podéis dejaros de discusiones y empezar a buscar alguna salida?—El Digimon hizo una leve reverencia ante los humanos para disculparse por haber irrumpido su conversación. Desde que Deimos había renacido del Digihuevo, había ganado una etapa evolutiva diferente, incluyendo aquellos modales, ¿todos los Wizardmon se comportaban de esa forma? Tal vez sí, tal vez no... Eso es cuestión de quien sea su camarada humano, ¿no?
—Tranquilo, Deimos, podremos salir de aquí muy fácil, solo es cuestión de que abras un portal de regreso a casa y todos contentos... Creó.—El pelirrojo abrazo su nuca, mientras esperaba a que pasara algo interesante, o por lo menos que esa albina despertase...
—Enhorabuena, Zess.—En el momento que termino de mencionar aquel nombre comenzó a dar unos leves aplausos, antes de volver a tomar su cigarrillo y darle una profunda calada hasta dejarlo en la mera colilla. En ese momento, Wizardmon se acerco al grupo de humanos para interrumpir su platica, pues estaba aburrido de ver como se lanzaban indirectas unos a otros.
—Lamento interferir en su conversación, ¿pero podéis dejaros de discusiones y empezar a buscar alguna salida?—El Digimon hizo una leve reverencia ante los humanos para disculparse por haber irrumpido su conversación. Desde que Deimos había renacido del Digihuevo, había ganado una etapa evolutiva diferente, incluyendo aquellos modales, ¿todos los Wizardmon se comportaban de esa forma? Tal vez sí, tal vez no... Eso es cuestión de quien sea su camarada humano, ¿no?
—Tranquilo, Deimos, podremos salir de aquí muy fácil, solo es cuestión de que abras un portal de regreso a casa y todos contentos... Creó.—El pelirrojo abrazo su nuca, mientras esperaba a que pasara algo interesante, o por lo menos que esa albina despertase...
Suoh Mikoto
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Re: Explorando en un Mundo Mágico
- Off:
- Tengo el permiso de Z para hacer esto en el tema, de todas formas, si tenéis quejas no os preocupéis en decirlas xD Básicamente era para hacer un poco el tonto en el tema y darle algo de trama al asunto... Y ya que estamos en un mundo mágico... XD
Los anillos de polvo rápidamente parecieron atravesar el cuerpo, momento en el que los ojos se abrieron de golpe, y a la vez que eso ocurría, la Gatomon pareció que se le saltaron los plomos, porque de repente unas chispas salieron de su cuerpo y este cayó desmayado al suelo. Y posteriormente, esas chispas comenzaron a recorrer su cuerpo, cambiandola de forma entre los tres tipos de gatomon que había: el original, el negro y Mikemon. Como si le hubiese entrado un bug en la textura de su pelaje.
Los ojos de la albina no eran rojos como habitualmente, sino mitad celestes y mitad púrpuras, que parecían observarlos de manera anormal a todos los presentes. Y no era para menos, ya que esos ojos lo que percibían eran la temperatura dentro de los cuerpos, mostrando así un espectro de colores acorde a las temperaturas en vez de los colores propios de la luz. Con la misma agilidad y sinuosidad se puso de pie, llevándose una mano en la cabeza. No recordaba nada sobre cómo podría haber llegado ahí, no recordaba de hecho en qué lugar se había debido quedar K.O. después de haberse emborrachado a base de sangre con alcohol. Por que sí, ya no era humana, al menos mentalmente.
La urna que había caído sobre ella contenía en su interior el alma de un vampiro de otro mundo. A fin de cuentas, en el reino de la magia no sería raro obtener algo de otros mundos o dimensiones. En cierto sentido, ese lugar funcionaba a base de eso: cosas imposibles.
Con un rápido parpadeo los ojos volvieron a adoptar el color rubí que los caracterizaba, mientras que la albina fruncía en exceso el ceño. La gente delante de ella vestía de manera rara, además de un maldito circo con eso de que hubiese casi más seres que no conocía. Y eso era complicado, había tenido mucho tiempo para ver otras cosas.
- ¿Se puede saber donde me hallo? - pronunció de manera calmada, pero perfectamente audible, aunque su expresión quizás eran algo anticuadas.
Sin embargo, la alarma cruzó su rostro, cuando constató que la luz que veía no se debía a las antorchas o cualquier tipo de experimento mágico, sino que no era nada menos que el astro solar. Con una notable expresión de pánico, saltó hasta esconderse en un rincón ensombrecido. La "muchacha" miró sus brazos con atención, percibiendo que no mostraba ninguna desagradable herida de quemadura.
- ¡¿Puede saberse que habéis atrevido a hacerle a mi cuerpo?! - exigió saber con un gruñido. Los ojos refulgieron como dos pequeños calderos llameantes.
Julchen
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