Aparición espontánea 2.0 ¡Nueva York!

Me señalé con rostro incrédulo mientras escuchaba la propuesta de Guilmon.

- ¿yo quedarme con vosotros? pero tendría que ser su digimon... ¿no? es decir, puedo ser acompañante pero... - me lo pensé durante un instante y un sentimiento de vértigo se apoderó de la boca de mi estómago. - uhm... mejor que no, prefiero acompañaros de cuando en cuando... además no se como sería vivir aquí... - aún tenía miedo de entablar amistades y esa propuesta pensándolo en frío llegaba incluso a darme miedo. Girándome después a escuchar a Misaka.

- Uhm... sí, tenía el pelo caído por delante... se hacía llamar Shun. - asentí algo extrañada ante la pregunta cuando, ante la pregunta de Guilmon se me ocurrió otra pregunta a ella. - ¿Por qué a Guilmon le falla tanto la memoria, es que tuvisteis un accidente?

-o si, me tope con ese tamer en mi primer ida al digimundo... es bastante desconfiado... ¿no lo crees?- suspire levemente -además de que nos dejo a nuestra suerte sin mas...-

-¿me falta memoria...?- pregunta curioso

-¿eh? um... no Guilmon, tú estas bien, de veras, de veritas...- desvié la mirada -luego te explico Ryuga...- le susurre en su oreja

-¿heh...?- se nos quedo viendo ladeando la cabeza, al parecer ya se le pego ese movimiento de Ryuga -tengo sueñito...- se tallo los ojos -¿me puedo dormir?- se balanceaba lentamente, tratado de no dormirse

-claro Guilmon, duérmete, ya es tarde como para que este despierto...- le acaricie la cabeza apenas se recostó en el pasto, usando mis piernas como almohada -¿tu también quieres dormirte Ryuga??-

- Demasiado... eh? que os dejó solos en el digimundo? - Le miré con un tic en el ojo. - menos mal que volvisteis, a mi por suerte me... "llevó" a un portal de regreso a mi Digimundo. Pero porque le insistí en que me dejaría ver en el mundo humano si me abandonaba y me empujó a uno de los portales. - negué varias veces sacuediendo a los lados mis orejas. - No parecía agradable no.

Me sorprendió ver que Guilmon no parecía darse cuenta de sus problemas y que Misaka encubriese más ese problema haciendo que un tic se apoderase de mi oreja derecha ¿Pero qué se traían entre mano entre los dos?. Ante su pregunta negué.

- No... debería volver al digimundo y tú a tu guarida, o cueva... o donde sea que durmaís los humanos. Seguramente para tí si que será tarde. - añadí sonriendo confiada.

-um... yo no vivo aquí... ni siquiera en este país...- suspire con desgano

-ZZZZzzzZZZ...- roncaba sin importarle nada

-me hubiera gustado haber podido ayudarte a encontrar un portal, pero como veras, Guilmon ya se durmió...- me rasque la nuca -¿por que no esperas a mañana? así los 3 buscamos un portal o algo... además, no se para que quieres regresar tan pronto, con el virus que esta en el digimundo, además de que lo que te dijo Guilmon, también lo pienso yo; seria genial que viajaras con nosotros, no como mi digimon, pero si como una amiga- le dedique una sonrisa sincera

-¿Ah no? ¿y donde vives pues?... uh... bueno da igual, no conozco nada de este mundo menos voy a conocer los países que existen. - Agité la garra restándole importancia al asunto.

Desvié la mirada al Guilmon con un tic en la ceja, ¿cómo podía roncar tanto? de mientras escuchaba a Misaka sin poder evitar el tener que darle la razón con un suspiro. - Tienes razón, ya es muy tarde - comenté mientras miraba el cielo estrellado. - y ese virus está poniendo patas arriba además de que me podría infectar. - pensándolo así ahora era mucho más segura estando en el mundo real. - uhmf... esta bien, viajaré con vosotros. - Dejé que me convenciesen sus palabras mientras me hacía un ovillo a su lado ocultando con mi cola parte de mi morro, si no fuera por las pequeñas alitas que asomaban de mis homoplatos seguramente me confundirían con un perro. - Pero sólo hasta que se solucione el tema del virus.

-sí, sí...- suspire levemente sonriendo un poco, también tenia sueño, pero decidí quedarme despierta, ya que tanto Ryuga como Guilmon dormían pacíficamente

Estuve despierta el resto de la noche, hasta que comenzó a aclarar el día, dando paso al amanecer y dejando atrás la noche, el paso de las personas, comenzó a pasar frente a nosotros, pero con mi cara de pocos amigos no se atrevían a acercarse, además de que con un perro gigante rojo en mis piernas, y uno morado con como alas, acercarse supondría acarrearse un montón de problemas innecesario

-aah... estoy cansada...- susurre para mi misma estirando mis brazos -bueno, da igual...- sonreí viendo a ambos digimon

No tardé mucho en quedarme dormida pues entre el viaje, la pelea y la comida que ahora se digería en mi estómago habían propiciado un sueño pesado al que no pude negarme. Lo único que extrañé en ese momento fue alguna zona a cubierto sin embargo entre la compañía de Guilmon y Misaka sabía que nada me sucedería.

Cuando los primeros rayos de sol amanecieron entreabrí los ojos deslumbrándome por éstos antes de bostezar ampliamente y estirarme desde las patas traseras hasta la cola.

- Buenos días Misa... - no me pasó desapercibido su cara de sueño. - ¿Eh? ¿no has dormido? ¿no podías dormir? -Ladeé la cabeza ignorante de que había estado de guardia y antes de que dijera nada le dí otro de los sandwiches que me quedaron de anoche. - ¡Podrías haberlo dicho! habría hecho guardia para que descansaras un poco... - resoplé enfurruñada porque no me dijera nada.

Ahora que era de día, pude observar que el ambiente del parque era completa y absolutamente distinto a cuando llegué de noche. Empezaban a transitar los primeros humanos y a lo lejos podía oir aquellas bestias metalicas que eran dirigidos los humanos. - Ah! oye Misaka, ¿cómo volveremos a tu casa? - me vino de sorpresa la pregunta pues al igual que yo, Misaka parecía estar en un terreno completamente distinto a donde solía vivir.

-lo siento, pero no tuve corazón para despertarte Ryuga...- dije tallándome los ojos para después estirarme perezosa -para regresar a mi casa podríamos...-

Me quede pensando un rato la forma de poder regresar a casa, no solo estábamos en un sitio desconocido, sino que de plano en un país por completo diferente. Entre tano Guilmon se despertó, con su clásica cara de "¿ya esta el desayuno?" por lo que le di el sándwich que Ryuga me había dado anteriormente el cual fue devorado de un mordisco

-la solución mas fácil, seria tomar un avión, pero...- me les quede viendo unos segundos -a ver, se que estamos en estados unidos, pero el problema es que estamos en nueva york...- afortunadamente provengo de una familia adinerada, por lo que podría hacer una llamada y resolver mi vuelta a casa -nuestra única opción "fiable" seria ir en avión Ryuga...-

Bostecé de nuevo abriendo una gran boca y me rasqué con la pata trasera detrás de mi oreja derecha mientras escuchaba a Misaka.

- ¿Un avión? ¿qué es eso?. - le miré extrañada sin comprender a que se podía referir. - así que estamos en Nueva york... ¿Y tú donde vives?  ¿está lejos? y lo que es más importante... ¿Cómo iremos a tu casa?

Volví a coger otro bocadillo para masticar, la mitad de lo que había dicho me había sonado a otro idioma incomprensible para mi y se notaba por la forma en que la miraba antes de mirar a Guilmon, en un intento de pedirle explicaciones.

-¿ah...?- se dio cuenta que lo miraba Ryuga por lo que se puso a pensar en como explicarle, estoy segura que yo ya se lo había explicado, por lo que guarde silencio para ver si me había entendido o no -los aviones son... como esas cosas de metal- señaló un auto que iba pasando -pero mas grandes y con unas cosas a sus lados que se supone son alas pero que parecen espadas, y pueden volar con muchos humanosmon dentro de él-

-(tiene la idea básica... supongo...) ¡ahem!- aclare la garganta para captar su atención -mi casa esta en Japón, es otro país, pero podría conseguir donde quedarnos aquí, o si quieres podemos ir buscando una forma de regresar a Japón hoy mismo-

Asentí ante la explicación de Guilmon, haciéndome una idea bastante muy alejada de la realidad viéndoseme en el rostro que no parecía en absoluto que me agradara la idea de volver en una cosa de metal con alas como espadas.

-Es... muy raro, ¿es eso seguro Misaka?. - pregunté algo recelosa, con un tic en la oreja mostrando mi desconfianza sobre esos cacharros humano que además debía pesar un tonelaje antes de negar ante la proposición de Misaka. - ¿¡Qué dices?! venga, hay que volver a tu casa, está bien pasar unos días fuera pero no hay nada mejor que reconforte que un hogar ¿a que si? - prgunté a Guilmon buscando su apoyo.

-claro que es seguro... aunque...- me imagine el posible caos que se podría originar en el aeropuerto o en el avión, si cualquiera de estos 2 hiciera de las suyas -podríamos ir en autobús al otro lado del país, y de allí tomar un ferri o cualquier barco hasta llegar a Japón Ryuga, pero eso supondría muchos días de viaje...- explique

-conque este con Misakamon, no importa donde terminemos- si no fuera porque tenia un bocado en la boca, estoy segura que hubiera sonada bastante genial esa frase

-pues tendremos que irnos en avión Ryuga... a menos de que tu digievolucion champion pueda volar... no se me ocurren muchas soluciones...- me rasque la mejilla, pues en el ultimo de los casos, le equiparía varias cosas a Guilmon, y os iríamos volando, el problema seria el cansancio que recibiría... entre otros problemas mas que se acumulaban en mi cabeza

ASentí a sus palabras, si Misaka decía que era fiable no era quién para negarme a creerla.

- Esta bien. - agité la cola de lado a lado cruzándome de brazos. - te creo, iremos en aviomón... ¿qué es un autobús? ¿un ferri? ¡Ag! ¡demasiadas palabras que no entiendo!

Froté con mis garras mi hocico sintiendo una punzada de dolor en la cabeza al intentar comprender tantas cosas que no entendía siquiera, hasta que mencionó acerca de mi digievolución. Carraspeé molesta y me sonrojé.
- yo... no... ajem, aún no puedo digievolucionar. No lo consigo todavía. - Me groté la nuca avergonzada por la confesión.

Después de unos segundos, caí en el echo de que para Ryuga, mas de la mitad de las palabras que salían de mi boca, era peor que tratar de comprender otro idioma...

-m-mira, el chiste es que el avión es lo mejor que... espera, espera, se dice "avión" no "aviónmon" ya comenzaste con lo mismo que Guilmon...- suspire cabizbaja -hmm... y ya lo has intentado; me refiero a digievolucionar, no por fallar una ves, vas a dejar de hacerlo, si quieres buscamos un lugar menos concurrido para que lo intentes, ¿te parece bien?-

-¡yo también quiero intentar digievolucionar! ¿puedo, puedo?- se emoción mucho con la idea de intentarlo

-hmm... se supone que tu también ya deberías de poder Guilmon... pero mejor lo intentamos en otra ocasión (no quiero que te vuelvas loco con el poder...)-

Arqueé las cejas en forma de "u" mirándola mientras ladeaba la cabeza ante su intento de explicarse, la verdad es que prefería en estos momentos seguir en la ignorancia. Cuando escuché su propuesta acerca de mi digievolución lo medite llevándome una de mis garras al mentón.

- Uhm... suena bien, aunque temo que pueda ser peligroso... pero vale, si algo no va bien confío en que Guilmon y tu me parareis. - sonreí alzando la cola, confiaba en que no me dejasen hacer ninguna locura cuando ví la emoción de Guilmon.

- ¿Y él? ¿cómo evoluciona? - pregunté mirando curioso al Guilmon antes de mirar a su compañera. - ¿Tú digievolucionas con él?.

No pude evitar imaginarme a mi y a Guilmon digievolucionado juntos como si fuéramos parte de algún anime de mahou-shoujo, para después soltar un profundo suspiro mientras pensaba "eso me pasa por juntarme demasiado con ella..."

-técnicamente, digievolucionaremos juntos cuando Guilmon llegue a su etapa máxima, hasta entonces, con la ayuda de esta cartas y el Digivice, se supone que puede llegar a la champion- del maso de cartas saque una que ponía en la parte de arriba "Super Evolution Plug-in S"

-en la pelea de ayer, yo me desmalie, pero are todo lo que pueda si te desmontrotolas Ryugamon- afirma seguro, sin darse cuenta que pronuncio mal "desmaye" y "descontrolas"

-(de quien hay que tener cuidado es de ti Guilmon...) no te preocupes Ryuga, te detendremos de ser necesario- le acaricie la cabeza suavemente

Me quedé sorprendida por las palabras de Misaka, ¿digievolucionaban juntos?.

- ¿Ah, digievolucionais juntos? entonces... ¿eres un digimon?. - la señalé algo confusa, o es que me había perdido algo y no me había dado cuenta de ello. Observé con curiosidad la carta mientras trataba de desentrañar el significado de las palabras de Guilmon.

- Uhm... está bien, pero no se como se hace eso... es decir, digievolucionar. Ya sabes que soy una digimon sin compañero o compañera y vosotros lo teneis más fáciles con las cartas. - le devolví la carta que antes me había enseñado. - ¿que te parece si lo hacemos cuando estemos en tu casa? seguro que conoces ese sitio mejor que aquí y no habrá riesgo que nos vena. - le propuse de manera animada, estaba empezando a acostumbrarme a sus caricias.

-no, no soy un digimon, digievolucionamos juntos con el poder del Digivice... pero tienes razón, lo mejor será que digievoluciones en lugar que yo conozca bien...-

-¿pero como regresamos a tú casa Misakamon?- me jalo un poco la ropa para que también le acariciara la cabeza

-hmm...- le acaricie la cabeza mientras pensaba -tenemos que ir al aeropuerto, ustedes tendrán que fingir ser peluches... peluches a escala real y muy buenos...- trate de visualizar la situación en mi cabeza, peor si había personas que creía que Guilmon era un perro, también debería de haber otras que creyeran que es un peluche gigante

Me quedé sentada esperando a una decisión por parte de Misaka hasta que mencionó otra palabra rara.

- ¿Aeropuerto? ¿Peluches?. - comenté dejando caer una oreja y alzando mis cejas. - ¿Y eso como se hace? es decir... ¿Cómo lo haremos para que nos lleves tú? ¿y si descubren qe somos digimons?. - dudas, dudas y más dudas era lo único que se me pasaba por la cabeza en ese momento. - ¿Y donde esta ese aeropuerto?

-¿tenemos que quedarnos quietos todo el rato?- movió su cola de un lado a otro lentamente

-pues si, es la forma mas rápida de llegar a Japón, no puedo equiparte cartas de comando, pues seriamos blanco de los ejércitos de este país...- explique resignada -el aeropuerto debe estar... em...- me di cuenta de que no tenia ni la mas mínima ni remota idea de donde estaba el dichoso aeropuerto -iremos en un taxi, supongo...-

-¿esas cosas amarillas?- para nuestra buena fortuna, había una parada de taxis justo al otro lado del parque

-¡que bien! muy bien, hagan lo que hagan, no choquen miradas con ningún humano, y también... ignórenlos por completo, ¿vale?-

-¡sí!- respondió entusiasta

Dejé caer mi cola cuando comentó que practicamente debíamos ser estatuas vivientes haciendo que suspirase, finalmente, con resignación mientras dejaba caer mis orejas.
- Supongo que no quedará más remedio para poder volver a ¿Ja...pón...? - Pregunté dubitativa llevándome la garra al mentón en un intento por recordar correctamente el nombre del país en el cual Misaka vivía.

Otra vez, mencionó otra palabra extraña y esta vez me dí por vencida de preguntarle a la humana lo que era un aeropuerto o un taxi pues ya lo vería una vez llegásemos a ellos.

Torcí el gesto ante las normas de Misaka viendo que no estaba tan entusiasmada como lo parecía Guilmon.
- Esta vez, si no queda más remedio lo haré. - comenté con un deje de hastío de sólo pensar en lo que me tocaría pasar mientras me frotaba la nuca.

Nos dirigimos a la parada de taxis, en la cual abordamos uno, podía notar el dejo de enojo que tenia Ryuga, seguramente para una digimon tan orgullosa como ella, todo el teatro de ser una estatua era demasiado

-lo siento Ryuga, pero no tenemos opción...- forcé una sonrisa, mientras que el conductor del taxi me veía extrañado, posiblemente encontraba pintoresco y raro que alguien de mi edad (14 años) aun hablara con sus juguetes

El viaje al aeropuerto no fue tan largo como imagine, y por lo mismo no gaste tanto... dentro del aeropuerto vi una tienda de helados, pensé que Ryuga se le iría un poco el enojo si comíamos antes de arreglar lo del avión

-¿quieren un helado? no hablen, solo asienten con la cabeza- Guilmon respondió automáticamente moviendo su cabeza de arriba abajo

Miré de reojo a Misaka por un instante pero no me moví un ápice, no podía evitar que mis orejas tintinearan al escuchar algún ruido grave, algún pitido de coche o incluso como dos taxistas se insultaban por cruzarse en sus carriles.

El tiempo en los asientos traseros de ese cacharro metálico se me hizo eterno hasta que por fin llegamos al aeropuerto pudiendo desperezarme los músculos que ya se me empezaban a agarrotar de no moverlos en todo el rato.

- ¿Un helado? Si eso implica volver a estar quietos como estatuas no gracias... - agité la cola, desconociendo qué era lo que significaba esa palabra... viniendo de los humanos podría ser cualquier cosa.

-el helado es comida, como si Frigimon hiciera bolas de nieve y les pusiera sabores deliciosos y colores- explico emocionado

-hmm...- entre tanto me di cuenta que en el aeropuerto había muchas personas disfrazadas de animes y videojuegos, pensé que habría algún tipo de convención o expo relacionada con esas cosas en la cercanía -creo que no será necesario que se sigan quedando quietos todo el rato...- señale a un Flamedramon, el cual se quito la cabeza y resulto ser un humano simplemente disfrazado

-helado, helado- repetía emocionado y con cierto ritmo -¿ya vamos por el helado?- me jalo de la ropa, ignorando por completo a las personas a nuestro alrededor

-vamos, vamos... ahora no se les olvide decir que "están disfrazados"...- agache la cabeza -¿como no se me ocurrió eso desde el principio?- caminamos hacia donde vendían los helados -escoge el que tu quieras Ryuga- dije mientras Guilmon miraba todos los sabores indeciso

- ¡Ah! - ahora sí que lo entendía gracias a Guilmon. - ¿de colores? vaya, no me importaría saber como los hacen... a no ser que tuviesen Frigimones.

Me llamó la curiosidad los humanos disfrazados de forma extravagante, pero algunos eran tan realistas que incluso por un instante me extrañé de ver a un Flamedramon entre la gente, hasta que se quitó la cabeza revelando ser un humano.

- ¿Qué celebran Misaka? ¿Por que se visten diferente a tí? - pregunté con curiosidad, igual era alguna tradición humana que desconocía. - Qué... disfrazados? esta bien. - sonreí mientras asentía, al menos no tendría que quedarme inmovilizada y algo era algo.

Me aproxime al mostrador viendo cerca de una docena de cubos con helados de distintos sabores y colores, al igual que Guilmon estaba indecisa. Pero no era porque me gustasen todos los sabores, sino porque no conocía apenas dos o tres así que me fuí a lo más seguro y el que a mi nariz mejor me olía.
- Quiero ese - señalé con la garrita uno cuyo cartel ponía chocolate con galletas. En cuanto me lo pusieron en un cucurucho olisqueé curiosa y sin pensármelo dos veces lo devoré en un mordisco tragandolo al instante sin apenas másticar.

¡Qué gran error! el frío congeló mi garganta y mi cola se erizó al notar ese frío mientras un dolor agudo se apodero de mi cerebro. - Brbrbrbr dueleee...! - Me quedé llevándome las manos a la cabeza.

-mas que una celebración importante para todos los humanos en general, esas personas van a ir a un evento, donde acuden a comprar cosas referentes a historietas, videojuegos, ciencia ficción y todo eso. Siendo honesta, nuca eh ido a una... luego investigo un poco para poder explicarte correctamente-

-¡yo te ayudo con el frio Ryugamon!- justo cuando le iba a lanzar un poco de fuego desde su boca, logre detenerlo al agarrarlo por el cuello con una especie de llave de lucha libre
-¿estas loco Guilmon? ¿quieres que nos descubran?- susurre enojada en su oído -Ryuga, para lo próxima no seas tan efusiva, no toda la comida te la puedes acabar de un bocado-

-yo solo quería ayudar a Ryugamon- da como excusa -quiero de ese...- sin mas señala uno de los cubos, en la tarjeta sobre este decía "shoot´s de menta y chocolate"

Los vendedores y demás consumidores nos veían un poco raro, mientras murmuraban cosas como "sus disfraces son muy buenos" o "¿crees que nos dejen tomarnos una foto con ellos?"

Aprovechando que Guilmon como siempre prefería la comida que hacerle caso a los humanos, y que Ryuga aun sentía los efectos del frio en su cuerpo pude ignorarlos también y pagar tranquilamente

-si quieren otro, solo pídanlo...- dije sonriente mientras comía un helado igual al de Guilmon

Me froté la cabeza aún dolorida por el frío que se me clavó hasta que escuché la explicación a esos extraños ritos humanos.
- Eh... es un poco extraño lo que explicas Misaka, pero también un poco interesante . - sonreí levemente, al menos algo bueno había de eso y es que si se disfrazaban de digimons era porque nos debían venerar o admirar de algún modo.

Asentí con un cabeceo leve ante la regañina de la humana, lección aprendida, las cosas pequeñas y frías te dan dolor de cabeza y dientes... y supongo que si son grande también.
NEgué apresuradamente cuando preguntó si queriamos otro apresurándome a hablar.
- No por mi parte, no quiero volver a probar un bocado de esos helados en mi vida. - gruñí aún dolorida. - ¿A qué Anvión hay que subirse? - miré a mi alrededor sintiendome insignificante con tanta criatura humana yendo y viniendo. - ¿y cómo se hace eso?

-primero tendremos que comprar boletos, para así después abordar el avión que nos indiquen- explique sonriente, pero recordé un mínimo gran detalle "pasaportes" aunque yo trajera el mío siempre, Guilmon y Ryuga, era mas que obvio que no tendrían uno -aah... tendré que pagar de mas...- suspire con desgano

-¿que sucede Misakamon?- se comió el barquillo de un mordisco -¿no podremos regresar a casa?- su tono de voz era por completo despreocupado

-¿heh? n-no, no es nada, vayamos a comprar los boletos...- le pague al vendedor los helados, y después nos dirigimos a donde vendían los boletos, a la mujer que estaba del otro lado del mostrador, no pareció sorprenderle ambos digimon y quizás por el estrés de mas gente "rara y disfrazada" no me pidió los pasaportes -(será acaso, un digimon disfrazado)- fingí que todo era normal tomando de la mano a Ryuga y a Guilmon, caminado a la zona de abordaje que ponía en los boletos

-¿que sucede Misakamon?- se extraño de mi actitud -¿nos preparamos para pelear?- sugirió curioso, al tiempo que me agarraba con un poco de fuerza la mano -no te preocupes por nada, Misakamon, puedes confiar en mi y en Ryugamon, ¿cierto?- al final se dirigió a Ryuga, con una de sus clásicas sonrisas

- ¿Boletos? si no compras los boletos no te dejan entrar... - afirmé mientras la miraba penstiva. - claro, para asegurarse que no entra gente que no conocen, ¿no?. - al menos intentaba buscarle una lógica a todo, lo cual se me hacía más dificil. - mh...? - miré a Guilmon y luego a Misaka al ver como suspiró pesadamente, al parecer su digimon me leyó el pensamiento y su contestación me tranquilizó.

- ¿Eh? ¿Pelea? - miré a los lados buscando a otro posible digimon. - ¡Yo no veo nada contra quien pelear! - cuando vi que no había nada ni nadie que dijera de luchar suspiré pesadamente. - Oye Guilmon deja de darme falsas esperanzas... eres cruel. - olisqueé los boletos que tenía Misaka sin soltarme en ningún momento de ella. - ¿Cuándo cambiaremos los boletos por el avión Misaka? ¿falta mucho?

-um... Ryuga no cambiaremos estos boletos por un avión, los usaremos para poder abordarlo... además de que habrá mas gente dentro- llegamos al túnel con el numero que ponían los boletos, se me hiso extraño no ver gente formada como en los demás túneles

Pero, como la verdad, ya quería regresar a Japón, ignore el mal presentimiento que sentía en mi; el cual solo aumento cuando la aeromoza que me recibió los boletos a la entrada del túnel, nuevamente no me pidió los pasaportes de ninguno de los 3. Y como si esto no fuera poco, al abordar el avión dentro de este, éramos los únicos

Pensé que seria por que éramos los primeros en la fila, y no le tome mas importancia, en especial, porque, entre menos humanos hubiera dentro mejor, pues así Guilmon y Ryuga podrían estar tranquilos

Me froté la nuca ante mi error cometido, al menos preferia ser tonta cinco minutos que ser tonta toda la vida.

No me pasó desapercibido que los demás túneles estuviesen llenos de gente y sin embargo el nuestro vacío, pero tampoco me pareció extraño ya que seguramente Misaka compró todos los boletos del avión.
Cuando entramos miré a mi alrededor sorprendida del interior de aquél monstruo metálico.
- ¡Oye Misaka no tenías por qué haber comprado todos los boletos! - sonreí animadamente mientras me sentaba en un sillón aleatorio y daba saltos, sinceramente se estaba cómodo. -¿Uh... pero esto cuando nos llevará a Japón?

Y como si mi frase hubiera sido escuchada se activó una placa con luz que indicaba que se abrochasen los cinturones y el avión comenzó a desplazarse por el carril hasta poder despegar. Miré extrañada a Guilmon y Misaka, de repente se escucharon sonidos de pasos llegándome con ella el olor de la comida más exquisita, haciéndome la boca agua.
- ¡Hhmmm comida! - me relamí el hocico asomándome al pasillo, sin embargo mi rostro se contrajo en una mueca de terror y volví a mi asiento temblando. Cuando llegó la azafata a la altura de Misaka la mujer le preguntó si quería comer algo y cuando ésta se girase, observaría que la azafata no tenía rostro.

Las risas se empezaron a escuchar a lo largo del avión y una figura emergió de unos asientos traseros a ellos hablando con voz lúgubre.
- Vamos a divertirnos un rato... kukukukuku...

-.....- me quede unos segundos en blanco cuando al girarme me tope con una aeromoza sin rostro para después soltar un gran grito llena de pánico, el cual solo aumento cuando se escucho la estrepitosa voz acompañada de una escalofriante risa -¡Guilmon!!- grite aun asustada

-¡Misakamon!- me levanto con sus garras y luego le dio un coletazo a la mujer sin rostro -¿que esta pasando, Misakamon?- dando saltos entre las filas de asientos se alejo del Bakemon que apareció atrás de nosotros

-¡no lo se!!- temblando saque mi Digivice y revise la información del Bakemon, para llevarme otro susto; la mujer sin rostro se levanto como si fuera un zombie y después se transformo en otro Bakemon -¿otro mas?- solté abrazando a Guilmon

-no te preocupes Misakamon, yo me hare cargo de ellos- jaló una bocanada de aire listo para lanzar su Fire Grenade

-¡espera!- lo detuve justo a tiempo -nos mataras a todos si disparas tu fuego aquí adentro- explique alarmada -tu también Ryuga, tenemos que atacarlos a corta distancia, o mejor, cuerpo a cuerpo, y traten de no dañar las paredes del avión-

-¡entendido!- corrió hacia el Bakemon que estaba en los asientos -¡¡Sharp Claws!!- y lo ataco con sus garras pero este lo esquivo haciéndose hacia atrás, y Guilmon solo destruyo los asientos con sus garras oye, quédate quieto- le dijo enojado y frustrado por fallar su ataque

-¡hmpf! ¿Dónde quedaría lo divertido si me derrotaras tan fácil?- canturreo orgulloso y cínico para después soltar su risa malévola

No sé que me asustó más, si el rostro sin faccionos de la azafata o por el contrario los poderosos pulmones de Misaka que casi destrozaron mis pobres orejas.
- ¿Cómo llegaron hasta aquí? - tenía hasta el último pelo de mi cuerpo erizado mientras nos alejábamos de los bakemones al otro extremo del avión. Animé a Guilmon a que los quemara pero sin embargo la forma en que lo detuvo Guilmon y su explicación me dejaron frustrada. - ¿cuerpo a cuerpo? - miré a los bakemones que parecían divertirse a nuestra costa, y más cuando evitaron el primer ataque de Guilmon.

Rugí y me abalancé sobre el Bakemon que en su momento fue la azafata sin rostro. - ¡Dino Diente! - sin embargo el bakemon lo evitó con naturalidad extendiendo su mano hacia los digimons.

- Hell's Hand...

-tch...- pude embestir con el hombro al Bakemon que estaba atacando a ambos digimon, logrando desviar su ataque, que por fortuna solo le dio a unos asientos -¿están bien--?- el Bakemon me empujo lanzándome como si fuera una muñeca de trapo hasta el otro lado del pasillo

-¡Misakamon! ¡tú...!- se abalanzó contra el Bakemon por completo enojado; aun que sus ataques eran esquivados el no dejaba de arremeter con sus garras en contra del Bakemon

-....- me medio enderece -(¡maldición!)- vi lo frenético que estaba, por lo que me enderece tan rápido como pude, pese a que me dolía todo el cuerpo debido al golpe recibido -¡Guilmon! no te preocupes, estoy bien, ese ataque no me hiso nada- afirme tratando de que regresara a su normal yo, pero parecía no poder oírme

Pensé en inmovilizarlo con alguna de las cartas pero eso seria un problema pues Ryuga no podría sola contra los 2 Bakemon, y hasta cierto punto nos convenía que no dejara ni respirar a los Bakemon con sus ataques

-Ryuga, cuando veas una oportunidad ataca a los Bakemon, solo no te pongas enfrente de Guilmon, puede que también te ataque a ti-

-no se olviden de mi... Hell's Hand...- el Bakemon sobrante ataco por la espalda a Guilmon, sorprendentemente este ultimo pudo esquivar su ataque agachándose simplemente, por ende el ataque le dio de lleno al Bakemon que era una azafata en un principio

Salté a un lado cuando el ataque impactó en los asientos haciendo saltar tela y relleno por el pasillo cubriéndome los ojos.

Cuando volví a abrirlos pude ver a Guilmón en un estado semejante a un frenesí berserker y a Misaka gritándole desde el otro lado del pasillo medio incorporada, asentí a sus palabras cuando me incorporé y me lancé al Bakemon que atacó por la espalda al Guilmon.

- ¡Dino diente! - lancé mi ataque mientras embestía al bakemon con la esperanza de estamparlo contra las paredes de ese avión.

El ataque de Ryuga fue simplemente perfecto, lanzando a bolar al Bakemon contra una de las paredes del avión, provocando que este tuviera algo de turbulencia. Lo que me hiso perderé el equilibro para después recordarle a Ryuga que tuviéramos cuidado de no dañar el avión

Lo que menos quería ahora es que el avión se desplomara por culpa de una pelea digimon; eso me llevo a pensar en el piloto y el copiloto, le dije a Ryuga que ella y Guilmon se encargaran de la pelea y sin pensármelo 2 veces me dirigí a la cabina del piloto

Extrañamente la puerta de esta misma, pude abrirla sin problema alguno... camine lentamente hacia donde estaban los 2 hombres encargados de pilotear el avión, para terminar llevándome un aterrador susto, al ver que ninguno de los 2 tenía rostro, y para peor se transformaron también en Bakemon

Salí corriendo de la cabina al tiempo que gritaba -¡este avión está plagado de Bakemon!- irónicamente me estrelle contra uno de los que estaban peleando contra Guilmon y Ryuga tumbándolo en el suelo, cosa que aprovecho Guilmon para atacarlo con sus garras y así dejarlo inconsciente

-¿te encuentras bien, Misakamon?- dijo entre gruñidos a lo que yo solo pude asentir -déjanos los Bakemon a Ryugamon y a mí...- gruñó confiado

Me balanceé a los lados ante las turbulencias en un intento de no perder el equilibrio mientras escuchaba la bronca de Misaka.

- ¡Y yo que se como funciona esto! - gruñí antes de atacar con mis garras al bakemon antes de ver por el rabillo del ojo como la humana deaparecía por una puerta de acceso a saber donde.

Mientras peleaba codo a codo con Guilmon de repente escuché un grito observando salir a Misaka corriendo, ayudándonos a noquear a uno de los bakemons. Sin embargo mi ilusión se fue por donde vino al ver que se asomaban otros dos Bakemon.

- ¡Pero cuántos hay aquí?!- pregunté desesperada mientras me lanzaba a por uno de los bakemon, de repente el avión realizó una maniobra brusca haciendo que todos rodásemos por los pasillos hasta la parte trasera del avión. Ya estaba empezando a cansarme de esta situación cuando uno de los bakemon gritó a los otros dos.

- ¡¿Porque habeis abandonado la cabina!?- Parecía que iba a golpearles cuando otra vez el avión viró haciendo que rodásemos al lado opuesto.

Por culpa de que los Bakemon dejaron la cabina, el avión se balanceaba de un lado a otro, haciéndonos deslizarnos y caer al techo y de regreso al piso unos sobre otros; imposibilitando cualquier movimiento

-¡que divertido!- dijo alegremente, aparentemente había regresado a su "Normal yo" y de todos, era el único que encontraba toda esta situación muy divertida

-¡esto no es nada divertido!!- gritó enojado el que parecía ser el líder de los Bakemon, valiéndose de su habilidad de volar para ir a la cabina -esos idiotas... ¿Cómo se les ocurre abandonar la cabina?- tomó los controles del avión y lo estabilizo

-hmm... ¿Dónde esta Misakamon?- pregunto al aire mirando a todas partes, apenas el avión se vio controlado -¿Misakamon?- siguió buscándome con la mirada hasta que se dio cuenta que estaba sentándote sobre de mí -¡aaah! allí estas Misakamon- se levanto tranquilamente con su clásica sonrisa característica en el rostro

-(no volveré... a ir en avión... junto a Guilmon u cualquier otro digimon...)- pensé levantándome lentamente

Acabé encima de uno de los bakemon que quedó inconsciente después de ser zarandeados de arriba a abajo, lo que restaban a uno menos.

- Todo me da vueltaass... - me quejé lastimeramente mientras los bakemons restantes se incorporaban como podían mareados, sin embargo uno no fue el más listo de todos pues se incorporó apoyando en la palanca de la puerta el avión que se abrió en cuanto la palanca bajó a su tope llevándose al bakemon consigo fuera del avión.

- ¡La última vez que subo en estos cacharros! - grité mientras me aferraba con mis garras al sofa mientras con la otra garra aferraba a Guilmon de la cola para que no sufriera la suerte del bakemon.

-¡esto es mas divertido!!- dijo eufórico al sentir que literalmente era levantado y apunto de salir volando por la puerta recientemente abierta por culpa de un Bakemon, si el Bakemon sobrante no estabilizaba de nuevo el avión, de seguro todos sufriríamos esa misma suerte

-¡Guilmon! ¡¡esto no es un juego, sujétate de lo que sea, Ryuga no va a poder agárrate siempre!!- apenas si pude gritar debido a la presión que se sentía en el aire, tratando de aferrarme con mi vida a un asiento. Guilmon clavó sus garras en el suelo del avión y agarro su cola a un asiento, logrando así no salir disparado del avión

Pasaban los segundos lentamente pero el Bakemon sobrante dentro de la cabina no podía hacer que el avión se estabilizara, para colmo con el rabillo del ojo, vi atreves de una de las ventanillas del avión al susodicho digimon fantasmagórico yéndose dejándonos a nuestra suerte como si fuese alguna clase de broma o chiste para el

-Ryuga, no tenemos otra opción, tendremos que salir del avión, por favor dime que puedes volar en tu nivel Champion- en mi mente visualice nuestras opciones, podría equiparle varias cartas a Guilmon para llegar sanos y salvos al mar o con algo de suerte a alguna isla, obviamente si Ryuga pudiese volar, eso nos serviría de mucho

- ¡¡No es divertido!! - grité frustrada por la actitud de Guilmon aferrándome como podía al asiento que no dejaba de tambalearse por el aire.

Cuando entreabrí los ojos pude ver como por una de las ventanillas laterales el bakemon nos miraba sonriendo, antes de llevarse el índice al párpado inferior y sacarnos la lengua para después desaparecer con una risa.

- ¡¡Serás hijo de..!! - sí, dije el resto de la frase, estaba fuera de mí en ese momento. - ¡¡Como te pille te voy a dar tal paliza que vas a ser un digiegg el resto de tu miserable vida saco de patatas con ojos!! - le grité aunque seguramente ya no estaría allí para escucharme. aunque pronto mi rostro cambió de expresión ante la petición de Misaka.

- ¿¡Qué!? - la miré con ojos como platos. - ¡¡Nunca he digievolucionado!! ¡No puedo! - Mis garras empezaron a perder aferramiento contra el asiento. En esos momentos tenía la firme impresión de que no podía digievolucionar por mucho que lo intentase. - ¡¿Es que no tienes cartas para digievolucionar a Guilmon a algo con alas!? - alcé mi voz sobre el ruido que provocaba el aire al pasar entre los asientos y la entrada del avión, no podríamos aguantar mucho más así.

-¡Guilmon no es Súperman para estar volando todo el día!!- grite exasperada, tratando de sacar mi Digivice y las cartas sin salir volando antes de tiempo -¡Slash!- como mejor pude deslice las cartas "Aero Wing" y "Stamina Seed" y en la espalda de Guilmon aparecieron las alas de AeroVeedramon

-¡bien! ¡déjenme todo a mi!!- con sus brazos nos agarro a mi y a Ryuga y después de un salto salió del avión para después de unos metros desplegar sus nuevas alas

-eso fue horrible...- suspire para después darme cuenta que estábamos en pleno mar abierto, lo que era de cierta forma bueno, pues el avión desplomándose no lastimaría a nadie -Ryuga, ¿De verdad no puedes digievolucionar? deberías intentarlo, después de tantas peleas que hemos tenido, deberías de poder...-

No me dió tiempo a responder antes de salir del avión siendo agarrada por Guilmon, aplasté las orejas al escuchar el silbido que producía el aire al rozar contra ellas y pude ver como el avión se alejaba de nosotros antes de sentir un tirón al desplegar las alas Guilmon.

- No es nada fácil... - respondí mientras miraba que debajo de nosotros solo teníamos agua. - Tú con Guilmon lo tienes fácil, pasas una carta y listo pero te recuerdo que yo no tengo compañero. - agité la cola a los lados dando sin querrer en el hocico de Guilmon haciendole cosquillas antes de suspirar pesadamente. - Lo siento..

Pude observar como el avión iba perdiendo lentamente altura lo que hizo que me plantease una pregunta. - ¿Cómo vamos a volver ahora a Japón?

-esp-- espera Ryugamon, no puedo volar bien si me haces cosquillas- se tambaleo un poco

-volver a Japón es el menos de nuestros problemas ahora...- suspire con desgano -primero debemos encontrar donde aterrizar, aunque aumenté la stamina de Guilmon, no esperes que estas alas de duraran para siempre- revisé mi Digivice para averiguar si había algún digimon cerca de nosotros, lo que menos quería ahora era enfrentar una batalla aérea o marina

-no te preocupes Misakamon, tienes otra carta que me da alitas, ¿no?- se mantenía volando en línea recta -y no creo que estemos tan lejos de Japón, a de estar ya cerquita- como siempre restándole importancia a las cosas. . .

-espero que tengas razón Guilmon...- me aferre a su brazo, y después dirigí mi mirada a Ryuga -disculpa Ryuga, me deje llevar por la situación... cuando lleguemos a Japón, te ayudare a perfeccionar tu digievolucion, ¿vale?- le propuse dedicándole una sonrisa confiada, sabia que ella ya tenia el poder suficiente como para llegar a champion

Mi cola se bajó por completo cuando escuché a Guilmon y volví a suspirar quedándome esta vez quieta.

- No sé a que te refieres de Stamina, pero todo se acaba. - sacudí la cabeza dándome por vencida en ese momento, empezando a asimilar que quizás no digievolucionaría. - ¿Cuánto se supone que duran esas alas?. - Miré con curiosidad a Misaka.

Me limité a asentir a Misaka mientras observaba el agua de nuestros, a veces deseaba encontrar ya mismo a mi compañero... si es que tenía alguno, para poder por fin digievolucionar y ser la más fuerte de todos los digimons.

-em...- desvié la mirada -no estoy segura...- de mis labios se escapó una risilla nerviosa

-Misakamon... tengo hambre... pelear contra los Bakemon me dio mucha hambre y ahora esto...- comenzaba a sonar somnoliento y hambriento

-Guilmon... ¡ni se te ocurra querer echarte al mar a pescar!- le advertí, pero creo que solo le di una idea, que no debería de intentar

-¡eres un genio Misakamon!- se le ilumino el rostro y descendió rápidamente para después zambullirse en el mar

-¡que te pasa Guilmon!- apenas si me dio tiempo de evitar que se mojara el Digivice y las cartas -¿que pasaría si Ryuga no sabe nadar, eh?- lo sermonee, pero el solo me miraba con su clásica carita de no entenderme ni una palabra

- ¿¡Eh!? ¿qué dices de pes....caaaaaar!! - grité aferrándome a Guilmon antes de ver por el rabillo del ojo como sus alas parpadearon de forma extraña antes de desaparecer, cosa que me asustó aún más y traté de advertir a Misaka aunque ya era demasiado tarde chocando contra el agua.

El golpe me dejó algo aturdida empezando a hundirme lentamente en el agua, yo era más bien un animal de tierra y nunca en mi vida había nadado con lo cual ahora me sentía como un piedra en ese momento.
Traté de llamar a Misaka pero lo único que conseguí fue que escapara aire de mis pulmones y éstos se llenaran de agua tapándome el hocico con las garras mientras trataba de subir a la superficie en vano. ¿Cómo podían nadar los humanos?

Me di cuenta que Ryuga además de ahogarse, se estaba hundiendo, por lo que fui la rescate como mejor pude -¡Ryuga! ¿estas bien? ¡respira!- la sacudí un poco, tratando de que reaccionara

-creí que Ryugamon, sabría nadar igual que yo...- murmuro apenado, creo que por fin comenzaba a darse cuenta de sus errores

-la culpa no es del todo tuya, las alas que te equipe desaparecieron, de cualquier forma terminaríamos en esta situación- me puse a Ryuga en la espalda para que no se hundiera

Noté como me alzaban del agua y me agitaban animando a echar el agua de mis pulmones antes de sentir como me hacian aferrarme a Misaka.

En esos momentos estaba más lejos de ellos de lo que se podrían imaginar, aunque respiraba estaba inconsciente y ese momento estaba entre mis recuerdos.

   

- Como... tú... - susurré entreabriendo los ojos. ¿qué estaba haciendo? estaba tindiéndome, me había dejado llevar por el miedo y la decepción otra vez. Mi pelaje se erizó sintiendo una oleada de energía recorrer mi piel al enfadarme conmigo misma. ¡No voy a rendirme! ¡Esto se puede superar! ¡Se debe superar! ¡No le fallaré a mi promesa!

Mi cuerpo se iluminó por completo y me separé de Misaka, éste empezó a tomar dimensiones gigantescas mientras adoptaba mi nuevo aspecto.

- ¡¡Dorumon Digievoluciona en Dorugamon!! -



Fue lo que se escuchó de mi antes de emerger del agua con un par de aleteos fuertes cogiendo a Guilmon y Misaka de tal manera que salían del agua en mi lomo mientras me alzaba en el aire hasta el punto de alzarnos por encima de las nubes.

Sin mas, Ryuga recupero la conciencia y digievoluciono en un Dorugamon; pulse un botón del Digivice y se desgloso la información de la actual forma de Ryuga, me sorprendió bastante su nuevo poder, pero mas aun que mantenía su conciencia

-¡genial Ryuga! ahora solo tenemos que volar hasta Japón, pero debemos de tener cuidado de que no nos descubran los humanos sin digimon, o terminaremos en un montón de problemas- explique sin poder quitar mi cara de asombro al ver a Ryuga digievolucionada