Una mujer algo fragil

Genial, Al parecer no me he alejado mucho de casa…

Es extraño, en un momento estoy tratando de arreglar la computadora que mi hermano averió y en otro estoy con un dragón pequeño y con una cosa que se ha prendido a la muñeca de mi brazo derecho. Pero bueno ya que, a veces ha de pasar estas cosas rara.

Este Dragón, al parecer se hace llamar “Dracomon”, no nos llevamos muy mal que digamos, bueno, en un par de minutos ya nos llevamos muy bien, él dice que soy su “Tamer” y yo la verdad no tengo ni idea de lo que sea tal cosa, espero no ser visto como una autoridad para él, sino como un amigo… como un hermano.
Bueno, dejando de lado eso, me he dado cuenta que puedo regresar a mi casa, pero no quiero hacerlo. El problema es que no soporto la tortura que es para mí volver allí, eso me pone otra pregunta en mi mente ¿Dónde voy a vivir? Digo, no me la voy a pasar en la calle, creo que tengo que encontrar un lugar para quedarme y dormir, y no dejar de lado a Dracomon, parece necesitar de mí y no puedo dejarlo.

Paseábamos por el lugar, la brisa me soplaba en la cara, pero de una manera como que me quería decir que me fuera, lo cual no me permitía ver hacia donde iba. Me cubrí la cara con mi brazo derecho – ¡Oye JR! ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? – Me decía el Dracomon – No, hermano. Oye ¿Qué te parece una carrera por el lugar? Para des estresarnos un rato.- le decía yo como para animar el rato -¿Des estresarnos? Yo no estoy estresado pero está bien.- me decía mi amigo alegre.

-Bien.- Nos preparamos ambos para correr –3, 2, 1… ¡Corre!- Comenzamos a correr por el parque. Yo trataba de bajar la velocidad para que Dracomon, con sus piernas cortas, me alcance.

Otra vez, la brisa obstruía mi vista…

Cuando me di cuenta había chocado con alguien y estaba en el suelo mientras un extraño león y Dracomon se estaban gruñendo mutuamente, me rasqué la cabeza y apreté un poco los dientes. Entonces una mujer, la cual se veía sumamente delicada, tomo al pequeño gato y lo regaño… ¿Acaso es su mascota?... Luego se disculpó conmigo –No, no se preocupe señorita… Fue mi culpa, era yo el que no estaba bien donde estaba caminando… soy muy torpe- le dije cabizbajo, no podía ver ni a los ojos a una mujer con la cual tropecé con mi estupidez, se me hacía difícil, normalmente… los adultos se la han pasado gritándome desde que estaba muy pequeño. Me levanté y Dracomon se acercó a mí.

Desde el punto de vista de Dracomon…

Ella parecía haber conocido a los Digimons desde hace mucho… ¡Debe ser un Tamer con mucha más experiencia! ¡Genial! Tal vez nos ayude un poco, JR y yo nos conocimos no hace mucho y nos llevamos muy bien, pero sin embargo eso no es suficiente. Necesito que nos ayuden, porque no voy a volver a ser otra vez ese Digimon que se la pasó solo parte de su vida, el Digimon que aún no logra evolucionar.

-Mil disculpas señorita. Mi nombre es Ichiro… Ichiro Tanaka- decía mi compañero mientras hacia una reverencia –Pero puede llamarme JR- ¡Vaya! No ha alzado la cabeza desde que se chocó con aquella mujer ¿Qué le pasará? –Mi nombre es Dracomon. Mucho gusto- Decía yo imitando a mi compañero.

-No estoy herido- Decía yo sin levantar la cabeza, Después ella me  dijo que Quería llamarme Tanaka, a mí no me molesta, le pareció un “Bonito apellido”. La verdad, me siento extraño, nunca antes había sido tan amable conmigo. –Un gusto Yuki-San- le dije, luego alcé la mirada; No solo se veía algo frágil, también tenía una mirada de amabilidad y tenía una sonrisa que a uno le hacía tener confianza, como las de las maestras del Kínder… No recuerdo a mi maestra de esos tiempos, pero no quiero hacer el esfuerzo para tratar de recordarla. –Bueno, de nuevo mil disculpas por lo ocurrido. Creo que ya nos vamos- dije mientras di la espalda y caminaba, pero en ese momento Dracomon se agarró de mi pie -¡Espera JR!- me dijo el dragón preocupado -¿Qué pasa hermano?- le dije mientras yo lo veía agarrado de mi pie –Oye, no puedes dejar así a una persona luego de conocerla, además ella parece un Tamer con mayor experiencia, nos podría explicar de mejor manera lo que está pasando-

¡Es verdad! Dracomon y yo no entendíamos bien que es lo que estaba pasando, tal vez ella sepa que es lo que ocurre y me podría enseñar que es esto que está en mi brazo. Pero acabo de conocerla, no tengo mucha confianza todavía, creo que será mejor primero conocernos antes de preguntarle a Yuki sobre qué es esto de los “Tamer”.

Me acerque a ella y le dije poniéndome las manos detrás de la nuca –Oiga señorita- le dije sonriendo, un poco nervioso –Acabo de conocerla y pensé que tal vez podríamos ser amigos- le dije a ella mostrando un poco más de confianza –Usted tiene Trabajo ¿No? ¿A qué se dedica?-

Desde el punto de vista de Dracomon…

Al parecer JR no está hiendo directamente al punto, pero no voy a desconfiar en él, debe saber lo que hace, lo que me preocupa es otra cosa:

Cuando él está con aquella mujer, se pone nervioso y triste, también se ve algo resentido ¿Qué le pasará? Ese chico tiene algo, no sé lo que sea pero tengo que saber que es. Cuando nos encontramos no perecía actuar así, se veía feliz y despreocupado, tengo que averiguar qué es lo que tiene, porque si no, no podré dormir tranquilo.

Corrí hasta donde estaba mi compañero y alcé la mirada para escuchar que decían los dos, JR y la chica con el Liollmon.