La Ilusión Destrozada.

Casa:

Saliendo de su hogar, haciéndose tarde, el joven chico permaneció callado evadiendo la gran culpa que sentía por a ver matado al compañero de su hermano menor, nuevos recuerdos dolorosos se quedaran grabados por siempre en su mente y alma, pero se prometió que corregiría su error de algún modo haría que su hermanito lo perdonara y posiblemente busque la manera, de buscar el Digiegg de Dorumon para dárselo a Walter, algún día… Por ahora no es seguro por lo que le sucede al Digimundo con el ‘‘Virus’’ Y no quiere contraer dicha ‘‘Enfermedad’’ O es que se puede decir acerca del Virus.  

-Se que sientes esa gran culpa por el acto que hiciste pero no te ayudara en nada en seguir recordándolo a cada segundo de tu vida. Mejor olvídalo, el está bien donde sea que se metió ese chiquillo y dentro de poco tendrá un nuevo compañero.-Dijo con su voz firme, dura y directa intentan animar el chico.

Este solo suspiro resignado.- Solo espero que este bien…-Comenta, con su mano en la cabeza, rascándose un poco la coronilla, en sus ojos se notaba mucho su tristeza y bajo de ánimos.- Como sea, es cierto no gano nada recordándolo. Mejor continuamos con la búsqueda.-Subiendo o intentando subir sus ánimos evoluciona a su compañero a GaoGamon, posando su mano en su pelaje blanco mientras miraba en ambos lados asegurando que no había nadie en kilómetros y se monta en su lomo.- Vamos.-Ordena y GaoGamon inicia dando veloces pasos.

- Por fin estamos aquí...

Después de dejar Manchester y haber visitado Japón (que, por cierto, curioso encuentro con los biohybridos mellizos... fue divertido), decidí viajar a Venezuela, el lugar en donde supuestamente vivía mi pequeño "asesino". Esperaba que fuese cierta la información que me había regalado tan gratuitamente aquel inútil que no me quiso decir sin embargo la ubicación de Natasha. Por mala suerte para él, no había sido buena idea negarmela. Si me la hubiese dicho a la primera, a lo mejor no le hubiese hecho nada. A lo mejor...

Sonreí, mientras salía del portal que había creado con anterioridad. Black pasó a mi lado, justo antes de que la puerta interdimensional se cerrara, pero rápidamente le ordené meterse en el digivice y cerrar la boca para que no hablara. No me interesaba que nadie supiera en esos momentos que era tamer, ni tampoco que era biohybrida. Me haría pasar por una simple humana para comenzar a recaudar información.

Llevaba la capucha puesta, de modo que no se me veía el rostro, ni tampoco los cabellos, puesto que estos los había recogido en una larga coleta que había remetido entre la ropa por la espalda. Fue una suerte, porque después de andar un poco, el cielo tronó, y comenzó a llover. Sonreí. Perfecto, eso haría mucho menos sospechoso que llevara oculta la cara. Todo parecía salir a la perfección. Ahora solo tendría que encontrar al humano responsable de mi pérdida de memoria.

Sin mucha más dilación, me introduje por las calles, solitaria, sin esperar encontrarme a mucha gente en mi camino. Excepto, quizás, a Samuel.

Discretamente entre los arbustos de las calles a ocultarse de la multitud de personas se hayo el gran lobo azul con su jinete encima intentando hallar una ruta de seguir avanzando su camino sin ser vistos por ninguna pisar, ni un ser no agradable, o un enemigo… A excepción de Dansher quien aun tiene raptado su compañero Agumon.

Sam estuvo atento a cualquier movimiento de la gente asegurando que nadie volteada su cabeza en la dirección donde se encontraba ellos escondidos, con mucho sigilo, como un gato continuando avanzando logrando ocultarse en un callejón oscuro, húmedo y un olor podrido originado de la basura que se encontraba a la izquierda de ellos, junto con un montón de bolsas de basura y gatos callejeros en busca de comida.

-GaoGaomon no nos ve nadie ¡Salta ahora!-Asegurándose que no había nadie viéndolos le ordena a su compañero a saltar en los muros lo más rápido posible a llegar arriba de los edificios y así continuar su camino sin ser vistos.

Ya pisando los techos de los edificios el digimon lobo se detuvo a tomar un suspiro y descansar unos segundos.- ….. ¿Uh? –Sam siente gotas y al ver arriba descubre que el cielo inicio a nublarse comenzando a tronar y llover mojando a ambos. Entonces el joven se cubre con su capucha de su chaqueta, ya todo empapado por la lluvia y se aferro más a su compañero intentando no resbalarse.

-Perfecto… Justo lo que necesitábamos, un tiempo de lluvia…-Se quejo fastidiado mientras veía el cielo gris.

El lobo no comento nada y siguió su camino, todo mientras tanto el joven veía debajo suyo contemplando la gente caminando por ahí, allá, quien sabe dónde y nota una mujer (Lo nota por su figura) encapuchada de aspecto solitaria caminar entre ellas, por alguna razón, imagina que esa persona es un poco diferente entre la gente normal pero no le toma mucha importancia.

Continué caminando por las oscuras calles en las que no parecía ver un alma. No tenía miedo, a fin de cuentas poseía bastante confianza en mí misma, y sabía que nada podría hacerme daño fácilmente. Sin embargo, pronto algo me sacó de mis pensamientos, una sombra que pude percibir por el rabillo del ojo. Alcé la mirada, alerta, y olisqueé el aire. Con una nueva corazonada, me deslicé por los callejones, guiada por mi intuición y mi instinto, y al final acabé en una callejuela con contenedores y bolsas de basura.

- Raro... No one here...-me froté la barbilla, pensativa. Algo no encajaba, me había olido algo raro, y esa intuición me había llevado ahí... pero no había nadie en ese callejón.

Alcé entonces la mirada al cielo, viendo el fin de los dos edificios entre los que me encontraba. Con un suspiro, me di cuenta de que lo que buscaba, quizás estuviera cerca, muy cerca. Aunque también me arriesgaba a descubrir, por ejemplo, al hermano de Samuel. En cualquier caso, no perdía nada, y conseguía más oportunidades para recopilar información. Me crucé de brazos, mirando al frente, hasta que al final inspiré hondo:

- ¡¡Socorro!! ¡¡Ladrón!!-grité, con voz de chica inocente. Sería una buena oportunidad para acercarme al chico si resultaba que la anterior presencia era él.

Cabalgando en su compañero quien aún seguía saltando en los techos de cada casa, edifico, sin prestarle mucha atención la poca gente que había debajo de ellos muy sumido en sus pensamientos como ‘‘Desconectándose’’ Del mundo Externo, buscando las maneras de arreglar los errores que hizo y intentar que su hermano lo perdonara, a la vez que intentaba averiguar cómo encontrar el paradero de Dansher después de lo que está ocurriendo últimamente.

-¿UH? ¡AH!-Grita sobresaltando al oír unos inesperados gritos de una mujer solitaria, gritando que le habían robado y obviamente quien le roban es un ladrón.- ¡GaoGamon, para!-Jalo los pelos de su compañeros (Chillo un poco) Deteniendose encima de un pequeño edificio, enojado y mal humarodado por el acto de su Tamer.

-La próxima, solo avísame, no te atrevas a volverme a jalarme… Ni un solo pelo…-Lo amenazo con sus dientes estando muy enojado e indignado con su compañero humano.

-Aja, lo siento… Pero oímos una mujer gritar… ¿Sera ella?-Distinguió la misma mujer encapuchada que vio unos minutos… Gritando… Viendo en todos lados, no hay ninguna persona en kilómetros huyendo como un lunático por su vida con una cosa en sus manos.- Pero no hay nadie huyendo con una pertenencia suya… ¡Bah! Debe ser una mujer loca. Vamos Gaogamon.-Avisa sin tomarle ya mucha importancia y su compañero siguió en su ruta.

Esperé, pero nadie acudió a mi ayuda. ¿Por qué? ¿Acaso había visto que en realidad nadie me había hecho nada? Estaba demasiado oscuro... ¿cómo podría haberlo visto? Yo misma me contesté poco después, pues solo podía haber una respuesta: Digimon.

- ¡Un niño disfrazado de fantasma me ha robado! ¡¡Por favor, que alguien me ayude!!

Emití unos gemidos de desesperación, para hacer más creíble y dramática mi actuación. Curioso, Black me había dicho que sabía tocar el piano y la guitarra, quizás también me hubiera ido bien en Hollywood, ¿quién sabe? Me tiré de rodillas al suelo, "abatida", y me abracé el cuerpo con las dos manos. Con la lluvia, quizás fuera más fácil que me creyeran, porque además, seguramente gracias a ella se hubieran borrado todos los "rastros" de olor que hubiera habido por las cercanías. Si era un digimon la presencia que había detectado, no tendría forma de saber que en realidad no había habido uno de los suyos por ahí. Además, como el "supuesto niño" era capaz de hacerse invisible a su antojo, tampoco podría verle por las cercanías.

OFF: El supuesto niño XD

Spoiler:

Tan solo unos minutos pasaron hasta que de repente volvieron a oír los desgarradores gritos de la misma mujer solo que única diferencia es: que esta vez se oían mas abatida, cada vez más desesperada con las esperanzas que un ‘‘héroe’’ le recuperada su bolso que dicho niño le arrebato pero para el joven, lo toma muy dramática la situación <<¡Vamos! Por, ¿Un bolso?>> Piensa chasqueando la lengua perdiendo la paciencia.

Lo tomaría más creíble si le hubieran secuestrado un ser querido, pero un bolso, y eso para la mujer tiene unas ganas de suicidarse… Además verlo bajo la lluvia, caída de rodillas y abrazándose a si misma intentando consolarse… Le dio pena, pena por la mujer o pena por las personas que llegaran a oír sus fastidiosos gritos dramáticos y de desesperación; por un bolso…

-Dios… Bien, GaoGamon recuperemos el bolso de esa mujer o sus gritos dejaran sordos a los demás…-Se decidió posando su mano en sus ojos tomándole pena a la mujer.- Lo que me extraña es que describa su ladrón,un niño disfrazado... Y aun así no vemos nada… Se notaria por todo desde aquí.-Repitió lo que dijo la mujer pensando que estúpido niño, se disfrazaría a estar horas, en tiempo de lluvia y ni siquiera es Hallowen determinando el lugar si veían a un chico disfrazado de fantasma corriendo por ahí.

-No hay que suponer que sea un humano… Hay posibilidades que un Digimon le robara su bolsa y la dejo traumada por ver algo anormal…. Un Bakemon puede ser, saco provecho con este ambiente se camuflo quitándole la bolsa a esa mujer y ahora anda rodando por ahí… Podía aclarar mi teoría pero su olor no logro detectarlo, por culpa de esta lluvia que esta eliminando todas las aromas remplazándolo con este fastidioso olor húmedo.-Con eso le hizo aclarar las dudas al joven abriendo ligeramente sus ojos, un poco sorprendido, pero igual no se confió demasiado… Algo andaba mal y no sabe bien porque.

Quiso asegurarse si realmente un Digivice rondaba por aquí. Usando su Digivice 01 en vano por la lluvia no lograba ver casi nada la pantalla: Todo empapado y por la oscuridad no percataba nada de lo que el Digivice describía.

No tuvo más opción que ayudar a la mujer aunque no le agrava mucho la idea, porque todo pasó muy rápido y extraño al mismo tiempo.-A veces pienso que el mundo le gusta gastarme bromas… Vamos GaoGamon, a buscar a Bakemon y regresarle la bolsa a la mujer.- Posándose bien en el lomo de su compañero, asegurándose de no caerse, GaoGamon da un gran salto y cayo garraspando el suelo casi chocar con un auto y entre la oscuridad logran ver a la mujer de rodillas.- ¡Oye! ¡No te preocupes, recuperaremos tu bolso!-Le grita para que la mujer dejara de llorar.

Mi táctica funcionó finalmente, y tan solo con mencionar al niño disfrazado. Sonreí en lo profundo de la capucha, victoriosa, y antes de que mi "salvador" viniera, dejé salir a BlackGatomon del digivice. Con la oscuridad del callejón, la lluvia y la noche, nadie podría ver la figura de la gata negra que se desplazó rápidamente por las calles, sin ser vista, para hacer lo que le había ordenado antes de llegar allí. Yo mientras tanto, me quedé en el suelo, aún sujetándome el cuerpo. Pronto escuché los pasos de quién hubiera venido a auxiliarme.

- Gra... gracias... -murmuré, levantándome, pero aun con la caperuza puesta. Al alzar la vista, me dispuse a examinarlo.

Por supuesto. No me había equivocado al sospechar que, quién había venido a echarme una mano, era, ni más ni menos, que el mismo humano que BlackGatomon me había descrito. Un chico, de unos quince años, de cabellos castaños y ojos marrones. Alto y delgado, y con un brillo en los ojos amable, pero a la vez también algo desconfiado. Y acompañado de un enorme perro azul... un Gaogamon.

Señoras y señores, estaba ante mi "asesino".

Lo miré, de arriba a abajo, e incluso gesticulé un gemido al ver al digimon para hacer mi papel de humana completa e inútilmente normal. Tartamudeé varias veces, y retrocedí unos cuantos pasos, sin apartar la mirada del Gaogamon, tropecé aposta, cayendo de culo en el suelo, y gateé hacia atrás.

- U-u-u-un... ¡Un lobo!

Ahora que puedo verla más de cerca, aun mis preguntas no son respondidas… No por el momento, porque a pesar de nuestra cercanía hacia ella me resulta estúpidamente imposible de verle directamente la cara; por la lluvia y su capucha que lleva, incluso me es difícil distinguir el color de su pelo… Debo ponerme más atento a su forma de ser, averiguar con más profundidad su actitud hacia nosotros…. No voy agarrarle confianza, no por ahora… Intentando mostrarme amable, le sonreí amablemente para que vea que soy de confianza aunque mis ojos de seguro expresaran desconfianza.

Luego… No lo podía creer… Su voz… Su voz… Me dio un horrible escalofrió. No es por la lluvia, o por el frio que hacia el ambiente, o por el miedo que podía darme, por el entorno oscuro y temible… Si no porque la voz de la mujer, sin importar que tenga ese tonito de inocencia y asustada, me resultaba horriblemente familiar como si lo oyera muchas veces en el pasado… Pero… Es imposible…

Por otra parte oigo gruñidos de fastidioso, y de indiferencia ante la mujer e incluso juraría que mostro sus dientes, afiladas como dagas para intimidar mas a la mujer, sentía perfectamente que hasta GaoGamon podía sentir una sensación de disgusto ¡Severo! Ante esta… Extraña mujer.

-……………..-Vacile unos segundos, que para mi eran horas eternas, en decir algo o no.- Mujer… No te asustes… No te hará daño, es amable.- Por lo menos, por ahora…-Te ayudaremos a traer tu bolso, solo dinos donde se fue pero dinos, ¿Como te llamas?-Pregunte manteniendo mi tono seguro y confiado, pero por dentro solo siento pura desconfianza ante esta mujer.

Aún con la expresión de horror en el rostro, observé la expresión de Samuel. Claramente se le veía desconfiado. << ¿Por qué? >>me pregunté a mí misma, jocosa<< Tan solo soy una chica con problemas... >>Evité sonreír a toda costa ante ese pensamiento. No podía dejar que mi rostro me delatara, no tan pronto, pues tenía que profundizar más en su mente, descubrir cómo pensaba y actuaba... y torturarlo psicológicamente si pudiera. Black ya había comenzado la primera parte del plan...

- Yo... err...-bajé la cabeza, intimidada-. L-lo siento... Tengo un poco de miedo a los lobos... a los perros en general... M-mi hermana....

Me abracé el cuerpo, dubitativa e indefensa, pero finalmente me levanté con lentitud, aún con la cabeza gacha, como si fuera alguien con poca autoestima y muy introvertida... Algo que, sin duda, era completamente falso. ¿Baja autoestima? ¿Yo? Pff. Quizás no fuera muy introvertida y no me gustara la compañía humana, pero eso no significaba que no me quisiera. Yo era perfecta, perteneciente a una raza superior... Ya se me nota mi "baja" autoestima, ¿no?

- M-me llamo D- Deirdre...-respondí mirando para otro lado-. Disculpa si no descubro mi rostro... no me gusta que la gente vea como en realidad soy... desde el accidente...

Inspiré hondo y continué abrazándome a mí misma, en una muestra de que intentaba protegerme a mí misma de los demás, de nuevo por una falta de inseguridad en mí misma...

Su forma de ser solo me indica que aparentaba ser una chica frágil e indefensa, que se asusta con casi cualquier cosa. No podia engañarme por las apariencias, si quiero evitar que ella me torture a mi, simplemente es ignorar sus ‘‘Intentos’’ como lo que acaba de hacer… Primero… ¿Qué carajo me importa, su accidente a no se donde? Segundo… ¿Su hermana?.... Tercero, me resulta estúpidamente y ridículamente absurdo que solo oculte su rostro porque es muy timida ¿Acaso, no ve que queremos ayudarla? Digo, intentar, eso demuestra que nosotros no tenemos intenciones de dañarla (O gravemente) Suspiro resignado y expresando una ligera molestia por su conducta hacia nosotros. Entrecerre mis ojos unos segundos pensando… Puede que resulte… Ademas así GaoGamon esta atento a su alrededor si llega ver una cosa no deseada.

-Oh bueno, me alegra que estes en buenas condiciones ¿Deirdre, no? Es un gusto conocerte. No te molesta que nos guie donde corrio el ‘‘Niño’’ que se llevo tu bolso, o por lo menos donde alcanzastes a verlo entre tanta oscuridad, has estado parada mirando una misma dirección asi que supongamos que puede que vistes como se alejaba de ti, hasta perderlo de vista.-Le he dado esa propuesta, tomandole TAN poca importancia sus menciones de su ‘‘Pasado’‘- Ah y me llamo…-Decir mi nombre o no… Mejor el segundo nombre.- Touya.-Mi segundo nombre es Touya.

GaoGamon dio una vuelta mirando a otra dirección, sin ver a la chica, sin importarle ni nada, solo presto atención ahora todo el lugar y comenzó avanzar muy despacio.

Sonreí ampliamente, aunque él obviamente no podría verlo. Cuando me dijo que le llevara en dirección al supuesto ladrón, le cogí de la mano y tiré de él, un poco más alegre de que quisiera ayudarme, aunque solo fuera una tapadera. Salí del callejón, girando a la derecha y caminando por la calle, conduciendo a Samuel para ver si conseguía "recuperar" mi bolso.

- Un gusto, Touya-respondí, amable. Supuse que aún no confiaba demasiado en mí, y que había decidido darme un nombre falso... Que idiota, su Gaogamon le delataba. ¿Cuantos chicos vivían en Venezuela que tuvieran el pelo y los ojos marrones, y que además estuvieran acompañados por un Gaogamon? Las probabilidades se reducían casi a cero. Pero había sido un bonito intento-. ¿Vives por aquí?-Déjame adivinar... ¿A que me lo negaba?

En fin, siguiendo con el tema... Las calles quedaban atrás a nuestro paso. Le llevaba a un ritmo ligero, sin prisa pero sin pausa, tampoco quería hacerle sospechar más. Si íbamos lentos, entonces mi anterior actuación no tendría sentido, pues se suponía que estaba desesperada por recuperar mis cosas; pero si iba muy rápido... Seguramente el vería que algo iba mal. Finalmente, me detuve cuando estuvimos frente a un cruce, además de situarnos también al lado de otro siniestro callejón.

- C-creo que... Creo que se fue por...-de repente, y como yo misma había predicho, un fuerte ruido resonó en el callejón de al lado, como una pequeña explosión-. ¡¿Qué fue eso?!-chillé, asustada.

Miré en dicha dirección. Efectivamente, algo había sucedido en el oscuro rincón, ahora no tan negro debido a una papelera llena de basura orgánica que estaba quemándose bajo una especie de fogata. Di un paso hacia allí, pero de improviso, una bandada de murciélagos salió hacia nosotros, aunque sin hacernos nada. Sólo "asustándome", después se alejaron rápidamente de allí.

Sin embargo, yo no podía quedarme ahí sin hacer nada. Sabía que todo eso era una estratagema de Black... o mejor dicho, de LadyDevimon, pero ella obviamente no estaba ya allí, seguramente se habría escondido, esperando alguna orden mía. Lenta y cautelosamente comencé a internarme en ese lugar, haciéndome un poco la desesperada, aunque en realidad buscaba algo... Y pronto lo encontré.

Con una sonrisa que quedó oculta bajo la capucha, contemplé la pared de ladrillo, sucia. La luz y el calor del fuego iluminaban su estructura, mostrando a la vista un claro mensaje... pintado con lo que parecía ser...

- ¿S-s-s-sangre?

Spoiler:

Al proponer mi ayuda la mujer jalo de mi brazo guiándome con pasos normales pero sin pausa alguna además de ver su repentino cambio de humor supuse que esta alegre por querer ayudarla, o por lo menos finge estarlo… No paro de mirarla de reojo, intentando ver un mínimo detalle familiar en ella ¡Pfff! Por esto, odio cuando el ambiente no está a mi favor ¿Cómo podre verle la cara? Al menos que… De improviso le quite su capucha… Sería buena idea, aunque bastante simple para ser sincero.

Igual continuar pensando en estas cosas mata el tiempo porque de pronto me pare en un cruce sin saber en qué camino tomar ahora, pero no sé porque pienso en esto ¡Si la mujer ‘‘Supuestamente’’ Sabe donde tomo el niño! Cruce mis brazos, con paciencia espere que la mujer terminara de recordar hasta que de repente oí una explosión proveniente en un callejón totalmente oscuro, que ya no era tan negra, a esta distancia puedo ver claramente una cantidad de basura incendiándose iluminándolo… ¿Casualidad? Buscar un niño para luego quedarnos desorientados en un camino que de repente sucede una explosión, para luego como niño inocentes vayamos averiguar que será. Expresando una mueca de disgusto y sospechando que enserio, estoy metido en un plan o algo así.

Me fui obligado a entrar con severidad y molestia al callejón, hasta ver por la luz de las llamas una escritura… Color rojo y las letras mal hechas (?) Como escrito por sangre diciendo ''Ella ha regresado'' ¿De quien? ¿Quien?… Un momento... Admito que esto fue inesperado y me sorprendí. No muchos días voy por un camino y de repente me encuentre con una pared con un mensaje escrita en sangre… Pero igual esto me hace sospechar sobre todo por los murciélagos, si lo tengo claro no hay muchos de estos animales en Venezuela, como dar una señal…

-…..-Agarro a la mujer por detrás y la jalo para que tuviera una idea que solo ‘‘Quiero’’ Llevarla lejos, pero mi verdadera intención es quitarle la capucha de una vez… Quiero ver mis sospechas aclaradas…

En cuanto a GaoGamon, dejo de seguirme cuando la mujer me llevo a la fuerza al callejón… Por lo que no tengo ni idea de adonde se fue.

(Vista de GaoGamon)

Yo solo decidí vigilar desde la azotea de un edificio… Así que deje que mi compañero se fuera con esa muchacha y yo solo los seguía desde los edificios…

Con la barbilla bien alta, sonreí de manera despectiva. Parecía sorprendido y eso me agradaba, pero había algo que no me había esperado. El mensaje, "she's back", estaba bien claro. Ella ha regresado... ¿Quién podría haber vuelto después de un tiempo? Obviamente, si ataba cabos, acabaría dando con mi nombre. Pero no parecía muy sorprendido por eso... Eso significaba que, o realmente era muy estúpido, o que ya se lo había olido. Que fuera eso último, me molestaba, para qué negarlo, sin embargo no dejé que mi postura delatara que estaba airada.

- Ella... ¿ha vuelto? ¿Quién es ella?

No obstante, antes de que pudiera obtener una respuesta, Samuel (o Touya, como se había autodenominado él) me tiró del brazo, llevándome lejos del callejón. Me mostré confusa, pero me dejé llevar, intrigada sobre lo que pretendía. Miré un momento para atrás, pero su digimon se había quedado en el sitio, y después dio un salto, posando sobre balcones y salientes hasta subir arriba del todo del edificio. Esbocé una media sonrisa. ¿Pretendía descubrir a Lady? Iluso, ella ya se habría marchado de allí nada más ver cómo Samuel tiraba de mí.

Volví a mirar hacia delante, mientras seguíamos andando por la calle, y en un momento dado, tiré del brazo del chico, atrayéndolo hacia mí al tiempo que posaba la parte plana de la hoja de una de mis espadas contra su cuello. Su rostro estaba tan cerca del mío que podía sentir su respiración contra la mía, y mis ojos verdes miraban tan fijamente los suyos marrones que casi podía verle las motitas desiguales en el iris.

Me alarmaba imaginar que haya una posibilidad que ‘‘Ella’’ Siguiera con vida ¿Cómo es posible? Vimos como se caía en el abismo de aquel alcantarillado… Solo quiero alejarla del callejón y quitarle la capucha, porque ella fue quien me guio hasta aquí además que su voz es o muy parecido o la misma persona, en carne y hueso, mas vivía que nunca… Entonces sucedió lo inesperado. Ahora ella méjalo estando ahora bien cerca de su rostro capaz de oír su respiración y verla fijamente a sus ojos verdes, siendo amenazado con sus espadas contra mi cuello.

-Lo sabía… Tu voz es inolvidable Zayyn…-Con mi mano libre, agarro mi colgante que se materialice en mi espada, y luego lo muevo diagonalmente contra la suya para quitarla de encima.- ¡Ya quítate la capucha y deja de fingir!-Le exijo empuñando firmemente mi espada.

En las sombras veo mi compañero bajarse de los edificios a una gran velocidad para atacar de improviso a Zayyn para tumbarla contra el suelo.

En cuanto él convirtió su colgante en una espada retrocedí para alejarme un poco de él, pero no consiguió sacarme la capucha de la cabeza, aunque no quedaría mucho para ello. Sonreí ampliamente, como un depredador que ha encontrado a su presa, o un gato que tiene al ratón prácticamente entre sus garras. Lo miré con los ojos refulgiendo de manera salvaje, con odio, expectación y ansia.

No hablé enseguida, ni tampoco me moví. Solo cuando escuché a mi espalda a Beelkomon caer del cielo contra el suelo supe que el digimon chucho nos había estado siguiendo nuevamente. Pero yo no era ahora su adversaria, era la motera. Entonces me llevé una mano a la cara, como tapándola, o quizás como intentando sujetarla y tratando de que la rabia no saliera de golpe para destrozar a aquel que me había hecho perder todos mis recuerdos. Comencé a reírme un poco, divertida, pero sin alzar la voz, hasta que inspiré hondo para calmarme un poco.

- Es conmovedor que me recuerdes, pero siento no poder decir lo mismo de tí-me llevé una mano a la cabeza y retiré al fin la caperuza-. A fin de cuentas, tú me mataste.

Abrí los ojos, y los alcé muy lentamente hasta mirarle a los suyos. Puse un especial brillo asesino y perverso en ellos, para intentar intimidarle, aunque con lo idiota que seguramente era, ni siquiera se daría cuenta de que ya no era rival para mí...

Mi expresión ahora era torva y dura, pero con gesto de diversión, esbozando una media sonrisa pérfida y malvada. La cicatriz me cruzaba el ojo izquierdo de manera recta pero sin dañarlo, dándole más ferocidad a mi aspecto. Si bien antes había sido alguien desconfiado, ahora la antigua Zayyn no existía. Mi rencor había aumentado, y también mi sed de venganza...

Sin decir nada más, desenfundé la otra espada, y volteé ambas en mis manos, trazando círculos en el aire habilidosamente.

- Espero que sepas mover bien tus pies, me defraudaría que no estuvieses a mi altura....-mis susurros recorrieron el aire hacia él, mientras que me abalanzaba para cortar, segar, golpear.

Retrocedo unos cuantos pasos sin quitarle los ojos de encima manteniendo mi compostura firme, y sin dejar que el miedo me invada por todo el cuerpo, si eso me pasaba, entraría en desventaja y lo único que haría es mover mi espada de un lado a otro como un desquiciado. Ni me moví, solo segui empuñando el mango de mi única defensa cuerpo a cuerpo que tenia; mi espada, para luchar nuevamente contra la mujer que había hecho mi vida tan… Raro y sombrío… La veo quitarle la capucha al decirme que no sentía lo mismo hacia mí, eso me extraño y me desconcertó, arque una ceja mirándola aun confundido ¿En qué sentido, se refiere? Entonces mi cerebro unía cables y entonces la respuesta me llego… Abrí los ojos de golpe por la impactante noticia.

-Te… ¿Borre la memoria?-Comente en voz baja, pero ella debió escucharla por el silencio que había, pero no era momento de vacilar o quedar en el pasado entonces moví mi cabeza de un lado a otro volviendo en sí. Volví a verla en esos ojos verdes, sumando ahora que tiene la misma cicatriz que le hice con el filo de mi arma.- ¡Es lo que te merecía en un principio, Zayyn! Es lo máximo que logre darte después de lo que me has hecho, a mí, a Agumon, a Dansher, los otros que le has hecho daño. Al fin de cuentas, veías a los humanos debiluchos… Entonces… ¿Dejaste que un humano como yo, te borrara tus preciados recuerdos? Es bajo en ti y muy alto en mí.-Le brome con un tono desafiante, pero no soy un idiota, no puedo confiarme ahora ni menos saber que ella volvió con todo contra mí, debo estar más atento…

Aquí inicia mi otro combate con la desquiciada pelirroja, moviendo en varios sentidos donde iban ambas espadas los bloqueo sin dejar que ninguno filo me afectara. Sintiendo su fuerza en sus espadas, sentía el odio, venganza, con su sed de sangre que de verdad quiere matarme. Me agache y muevo mi espada en diagonalmente, para luego darle un golpe directo en su vientre.

(Vista de GaoGamon)

¡Grrr! Debí moverme más rápido, ni un centímetro logre llegar a ella para triturarla con mis dientes, desquitar todo el enojo que siento hacia ella por el daño que le ha hecho a mi único amigo humano que tengo. Todo por culpa de esta… Digimon bastante atractiva de echo… Igual, no efectué mi movimiento en la pelirroja porque esta me detuvo, mis ojos expresaba todo lo que sentía ahora: Rencor, molestia, instinto salvaje, de todo para intimidarla y poniendo tenso mis músculos para el combate pero pensándolo bien estoy peleando contra una digimon que no llego a herirme… Ni físico, ni psicológico, así que no voy a pelear contra ella y relaje mis músculos para luego sentarme.

-Grrr… No quiero gastar fuerzas peleando con una figura bastante atractiva… ¿Tu si? De todos modos, no siento ni una pisca de remordimiento ni rencor en ti. Tu en mi sí, ¿Verdad?-En vez de decirle típicas frases de amenazas, le hable calmadamente sin ninguna presa.

En realidad, nunca llegué a golpearle, pues en el último momento tracé una finta, un amago, para girar los pies y evadirme hacia la derecha. Él pareció darse cuenta de lo que me había hecho. ¿Quién lo diría? Resultaba que no era del todo un idiota, y que tenía algo de cabeza. O Beelkomon me había dado mal esa información, o él había mejorado. ¿Habría estado haciendo ejercicios mentales para practicar? ¿O solo se había hecho el tonto?

Retrocedí un par de pasos, sin apartar la vista de él y de su espada. Aferré las mías con fuerza y ladeé la cabeza, viéndole errar patéticamente con su arma, rasgando el aire.

- Uhm...-bajé la barbilla un poco, pensativa, pero después comencé a rodearle para buscar su espalda-. Muy listo, mis recuerdos se desvanecieron con el último golpe, como si nunca hubiesen existido. Se... evaporaron.

Di un paso al frente, y descargué una de las espadas sobre su cabeza, desde arriba. ¿Bloquearía o esquivaría? Me daba curiosidad cual sería su acción, si enfrentarse a mí con su espada, o huir como un cobarde.

- ¿Te crees que me importa lo que hube hecho anteriormente? ¿Crees que tengo remordimientos?-resoplé, molesta-. La Zayyn del pasado perdió, pero esa era una estúpida que se dejaba llevar por los sentimientos. Ahora ella ha muerto, y yo he renacido más fuerte. El amor es una debilidad, y como yo ya no lo siento, no tengo ese problema.


Beelkomon miró con un odio glaciar en sus ojos al lobo que había aposentado frente a ella. Aún recordaba el momento en el que había llevado a Zayyn al más profundo de los abismos. En ese momento, Beelkomon se había sentido vacía y sin fuerzas, como si su vida se hubiese ido con la de su compañera. Pero, a pesar de haberse reencontrado con ella, y de haber averiguado que en realidad continuaba con vida, el sentimiento no se había enfriado.

- Chucho.

No, Beelkomon le odiaba. Por su culpa, Zayyn había cambiado. Ya no estaba tan cariñosa y amable con ella, sino más bien... era como si la tratara como una herramienta. Y no podía reprochárselo a Zayyn, porque la quería como a una hermana, y detestaba estar en contra suya.

- No quieres pelear, pero en cambio, me dejaste sin compañera durante una buena temporada-escupió, con desprecio-. Siento decir que, al igual que el humano, eres un objetivo al que batir.

Cerró los puños de sus afiladas garras, molesta. Desentumeció los nudillos con varios movimientos, para prepararlos para una posible lucha contra el digimon que había cambiado a su compañera.

Todos mis golpes hacia ella no daba ningún resultado en ninguna parte de su cuerpo logre rasgarla, o cortarla en cambio solo erraba como un idiota rasgando al aire.... Sin ningún resultado pose el filo de mi espada al suelo y largue un fuerte respiro por el cansancio intentando no apartar la vista en ella, baje la mirada escuchando sus palabras sin poder creer que yo fui capaz de borrarle hasta el mas mínimo recuerdo suyo… ¿Significa que no conoce ya a Natasha, Naois, esa… Rubia del alcantarillado que la llamo ‘‘Sister’’? Olvido ¿Todo? Me entro la intriga y la curiosidad. Por lo visto su compañera aun seguía con ella, la vi, como charlando o amenazando a mi compañero GaoGamon aunque este parecía bastante tranquilo lo cual me extraño bastante ¿Qué planea mi amigo?

-¿Eh?-Me sumí demasiado en mis pensamientos que no me percate la rapidez de Zayyn hacia en mi espalda dejándome en desventaja, y sin tiempo de vacilar rápidamente bloquee el ataque con mucha fuerza… Mis brazos se cansaron… Pero debo resistir y no voy a permitir que esta peli roja me vuelva a ganar.- ¡Tsk!..... ¿Incluso…?-Doy un fuerte impulso, lo más fuerte que podía permitir mi cuerpo y doy unos pasos alejándome de ella, pero continuando mirándola de frente.- ¿Olvidaste a tu único hijo Naois?, ¿Lo recuerdas verdad?-Es hora de que yo jugué con ella, espero… Pero conservo mi expresión dura, fría y firme.

******

GaoGamon ladeo su cabeza a un lado riéndose por dentro al contemplar las reacciones de odio y rencor de Beelkomon, hacia él, no la puede culpar que lo odie, ni nada prácticamente no tiene objeciones para contradecirla. Es cierto, el ha mandado a Zayyn hasta el más profundo de los abismo. En esos momentos no llevo remordimiento o culpabilidad de su ‘‘Homicidio’’ porque le gustaba herir personas humanas para sentirse satisfecho y triunfante pero ahora ese pequeño odio se ablando por estar junto a Samuel así que comprende… Un poco, los sentimientos que ahora lleva Beelkomon.

-¿Un objetivo el que batir?-Repitió un poco sorprendido.- ¿Me incluyes en tus planes? Es un bonito detalle saber qué me quieres asesinar. Mis intenciones contra ti no son nada porque no quiero herirte ¿Por qué lo haría? Sí lamento a verte dejado sin compañera durante una temporada pero tienes que saber que yo solo he hecho realidad los deseos de mi Tamers cuando en esos momentos solo seguía sus deseos de venganza. Como tú lo haces con tu compañera ¿Verdad? -Oye los nudillos quebrándose, una y otra vez dándole la señal que Beelkomon se preparada para una batalla. GaoGamon resopla.- No te molestes. Ya dije que no quiero pelear. -Repitió apartando un poco la vista sin interés.

Bloqueó mi ataque. Perfecto, justo como yo quería. Reí sonoramente, y ejercí más fuerza, mirándole a los ojos, y sonriendo de manera victoriosa, saboreando mi triunfo. Me relamí mirando a Samuel, mi presa, a la cual batiría pronto. Comencé a llevar la otra espada hacia su garganta para matarlo de una vez, y poder tachar su nombre de mi lista negra... Sin embargo, él sacó fuerzas de alguna parte y me empujó, apartándose de mí. Gruñí, volteé mis espadas y volví a la carga, pero esta vez con las dos espadas, moviéndolas con rapidez.

- ¡No sólo te defiendas! ¡Atácame! ¡Dame todo lo que tienes!-le grité, lanazndo un barrido con una pierna hacia sus tobillos para hacerle caer-. Te juro que tu compañero morirá ahora mismo si no lo haces... ¡Beelko! ¡Atácalo!

Me levanté de un salto y dí un par de pasos hacia la izquierda. Lanzándole una de mis armas a la cara, en caso de que hubiera caído por mi sucia trampa de hacerle tropezar.

- Estúpido... Sé perfectamente quién es Naois, pero tu muerte ahora es más importante...

Después de decirle eso, abrí la mano libre delante de mi rostro, y los ojos del lobo del anillo brillaron con intensidad.

- No lo había probado... Siéntete afortunado por ser el primero-añadí, sonriendo y cerrando finalmente el puño.

De la mano comenzaron a surgir sombras, sombras sinuosas y tentaculares que comenzaron a dispersarse por el lugar, formando una neblina negra que posiblemente impedía la vista... Aunque quería ver hasta qué `punto lo hacía... Al poco tiempo, como yo ya me había esperado, la calle se oscureció, pero no completamente. Aún se podía ver, pero empezaba a ser difícil distinguir las siluetas. Igualmente podía verle, y ese momento podría haberle dejado tan sorprendido que no sabría qué hacer.


- Tu cumplías órdenes de ese estúpido al que llamas compañero... Yo sólo cumplo las órdenes de Zayyn.

Beelkomon miró a su compañera de reojo, justo cuando recibía órdenes suyas. La motera asintió, conforme y obediente, y tras fijar su mirada otra vez hacia el lobo azul se preparó para pelear.

- Prepárate. Te daré la misma paliza que le dí al Agumon de tu compañero.

No puedo ni mover muchos mis músculos por forzar sacar fuerzas solo para impedir que me matara, no quiero morir, aun no, sigo siendo joven y sobretodo que aun quiero hacer muchas cosas antes de irme al ‘‘Otro lado’’ pensar las cosas de ese modo hacia crecer mi miedo a morir al descubrir que tengo mi asesina personal siguiendo mis pasos, con tal punto de asesinarme por venganza como yo quería hacerlo con ella, bueno se han cambiado los papeles ahora yo soy la presa. Intente seguir sus acciones pero ella es una biohybrida yo un humano y sus movimientos son muy rápidos, que no tuve tiempo de esquivar la barrida de mis piernas haciéndome caer boca arriba contra el suelo. Solté un chillido de dolor, por el golpe craneal.

-Ay…-Abro los ojos quedándome viendo esos ojos verdes que expresaban el odio y el deseo desesperado de verme hecho pedazos y mi sangre derramarse…

Sus palabras me hacían abrir mis ojos de golpe ¿De verdad, no le importa su propio hijo? ¿De su misma carne y sangre? Todo esto me hacían ver ahora que enserio Zayyn, tiene sus planeas en desarrollo y hará lo que sea… Para matarme… Giro para un lado rápidamente logrando esquivar sus espadas y me levante alejándome lo más pronto posible ¿Qué puedo hacer?, no puedo hacer mucho. GaoGamon está ocupado y solo puedo luchar arma con arma pero mis movimientos son básicos para llegar a su mismo nivel.

-Intentar atacarte seria mi error porque sé que con dos movimientos míos no son nada. En cambio las tuyas, unos simples pasos me llegarías a matar así que prefiero buscar mi modo de lastimarte. Como lo he hecho aquella vez que te hice perder tus adorables recuerdos tuyos. No me arriesgare a meter la pata y acabar muerto, para que tus deseos se cumplan.- Solo dije la mera verdad. En cierto modo aquella vez tenia a ZeedGarurumon de mi lado y la ira de Zayyn la volvían una desquiciada que no pensaba todo con claridad, pero ahora está muy diferente al igual que nosotros.- ¿¡Pero qué demonios!?-Inesperadamente fui rodeado por una masa de niebla oscura dificultando mi vista ¿Qué rayos hace ahora? No pensaba con claridad estos momentos porque ahora buscaba desesperadamente a Zayyn por si me atacaba y a mi compañero por si le paso algo malo.

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-¿…..?-El lobo vio detrás de la motera una capa de niebla negra cubría a ambos Tamer sintiendo que su compañero estaba en peligros en esas condiciones regresando su vista a la motera, ladea la cabeza y se incorporo en sus cuatros patas. Entonces corre en la dirección de la motera para dar un gran salto encima de ella y cayendo a sus espaldas. Como dijo, no le interesa pelear contra ella y está decidido en ayudar a su compañera al saber que su Tamer necesita ayuda.

Solté una leve risotada, convirtiéndola posteriormente en sonoras carcajadas, al verle tirado en el suelo por mi barrido. La niebla negra continuaba extendiéndose por todos los lados, dándome una bonita ventaja que no iba a desaprovechar. Me acerqué a él rápidamente, sabiendo que posiblemente me vería, pero para ello había trazado rápidos movimientos. Pronto me coloqué a su espalda, le agarré de la mano que sostenía el arma y se la retorcí con fuerza, obligándolo a soltarla. Apreté sus nudillos con fuerza, toda de la que fui capaz, con intención de quebrárselos bajo mi mano.

- Bien dicho. Eres un humano, y yo soy un biohybrido. Nunca estarás a mi altura, recuérdalo-le dije, mirándole fijamente. Mis ojos verdes casi parecían brillar de maldad entre ese humo oscuro.

Tiré de su brazo, colocando la otra mano en su espalda, y lo lancé contra el suelo, empujando con un pie la espada suya para alejarla de él y que no pudiera defenderse. Después de eso, le pisé la espalda con fuerza, sin dejar que se moviera... Y amarré mi espada que aún tenía con las dos manos, colocando un segundo el filo sobre su cuello, sin llegar a matarlo todavía.

- En fin, me has decepcionado. Pensé que mi "asesino" iba a darme más guerra-sonreí de manera cruel-. Adiós ~-Y alcé la espada para rematarlo.


Beelkomon se lanzó contra Gaogamon, pero antes de que pudiera llegar hasta él, este dio un salto, pasando por encima de ella, hacia la neblina negra en la que se encontraban Zayyn y Samuel. Se volvió, y molesta, gruñó.

- ¿Qué... ?-de repente se dio cuenta de lo que iba a pasar-. No... ¡Zayyn!


OFF: Discúlpame, olvidé poner la descripción del poder del anillo.

Poder del anillo:

Desprende una neblina densa y oscura a su alrededor que impide ver en un radio de 50 m (puede controlar la distancia, pero no más de ese número). Esto afecta un 90% a humanos y un 60% a digimons. Tengamos en cuenta que el poder que Zayyn posee del digiegg de la oscuridad es la mitad, por lo que estos tantos por ciento se reducirían a la mitad (45% y 30%), pero cuando esta cerca del otro poseedor del digiegg (Ruben), posee sus características iniciales. Solo se pueden ver figuras o siluetas a de 4 o 5 metros máximo.

No puedo lograr ver nada ¿Dónde está ella ahora? Esto me alarmaba cada segundo de echo me entra el pánico por miedo a morir, puedo arriesgar mi vida solo cuando mi mente se desconecta haciendo que actué sin ni siquiera pensarlo en dos segundos pero en estas circunstancias es una sensación realmente desagradable.

Siento mi brazo sostenido por Zayyn, ahora sí, es mi fin… Un dolor desgarrador recorro todo mi cuerpo en especial mi brazo obligando soltar el mango de mi espada por el dolor aprieto mis dientes intentando soportar el dolor ¡Dios! Jamás he sentido un dolor así en mi vida… Sufrí siempre de forma psicológica y lograba escaparme de mis problemas así que es mi primera vez que ciento, un dolor de esta magnitud. Trataba de no chillar o gritar para no satisfacerle a Zayyn, porque ahora misma debe sentirse triunfante por verme así.

Luego siento el peor dolor de todos ¡Mis nudillos! De mi mano derecho han sido quebradas por la presión que daba Zayyn en mi mano derecho que antes empuñaba mi espada y sin poder evitarlo, largo un fuerte grito de dolor y sufrimiento.

-¡AYYYYYYY!-Todo mi cuerpo dejo de responderme, lo único que pensaba fue el dolor de mis nudillos quebrados y un jalón me hizo volver a caer de boca abajo.- Tsk… Lamento decepcionarte… Pero tú ya no eres un objetivo para mí…-Fueron mis únicas palabras dirigidas hacia ella para luego soportar mi golpe final… Después de mis actos pasados me esperaba una muerte lenta o rápida pero desagradable y horrenda, para natural y más bien un asesinato a sangre fría.

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GaoGamon salió disparado al esquivar a Beelkomon adentrándose en la densa niebla siguiendo sus sentidos para poder encontrar a su Tamer que debe estar en un grave aprieto que el debe intervenir antes que suceda lo peor, en zig-zag se movía en la completa oscuridad y sus ojos vio las siluetas de ambas personas además de confirma sus sospechas que su compañero estaba siendo gravemente lastimado y golpeado brutalmente.

-¡No, no lo harás! ¡Dash Double Claw!-Se lanza contra Zayyn como una fiera agarrando su presa convirtiéndose un tornado que choca contra ella sin piedad alguna, sobretodo en su cabeza para noquearla y cae al suelo gruñendo y mirándola fieramente, se puso encima de su compañero de forma de protegerlo.- Los humanos normales no son capaces ni dignos de darte una buena batalla satisfactorios, menos un joven como él, así que no debiste hacerte muchas ilusiones. Una inútil como tu, que debiste morir en ese abismo, desde el inicio.-Como todo un lobo ruge contra Zayyn esperando un movimiento de ella, listo para pelear.

Al fin. Después de todos los supuestos quebraderos de cabeza que ese humano me había dado, al fin iba a hacerlo desaparecer. Sonreí ampliamente, justo en el mismo momento en el que un relámpago cruzaba el cielo, iluminando hasta el callejón, repleta de la niebla negra, y por consiguiente, iluminando mi rostro, el cual se encontraba deformado en una mueca macabra. Amarré bien fuerte la espada, y solté un aullido de júbilo, antes de dejar caer el arma sobre el humano...

Pero la espada no llegó ni a rozarlo, porque de repente, algo salió de entre la niebla y me empujó, fuera de Samuel. Salí volando violentamente, hasta darme con algo en la espalda y verlo todo negro de golpe.

- ¡ARGH!-grité, antes de caer al suelo, desmayada.


Beelkomon siguó al lobo y se introdujo en la niebla. Uso sus sentidos para moverse en ella, y pronto llegó al lugar en el que habían estado luchando Samuel y Zayyn... Pero pronto solo quedaron ahí Samuel y Gaogamon. La motera fue testigo de como el digimon azulado golpeaba a su compañera y la hacía colisionar contra una pared, haciéndola perder la consciencia del golpe. Los ojos rosados se abrieron como platos y chispearon del odio. Abrió su mano derecha, y sin perder un minuto más, rajó en dos a Gogamon, sin piedad.

- ¡MUERE!-rugió.

La desilusión reflejándose en mis ojos no encontraba esperanza de sobrevivir ahora en este problema observe en el suelo iluminado por el brillo del arma que empuña Zayyn que esa misma arma acabaría con mi vida en cuestión de segundos. Cierro mis ojos, esperando lo peor y ¡Puf! Quien sabe ahora donde iré tras mi muerte… Pensando en las únicas personas que me importaban, como la típica escena de una muerte y la victima solo se queda vagabundeando en sus pensamientos más preciados, creo que me está pasando lo mismo.

Pero no siento nada, ni un rozamiento del filo de la espada entre los pelos de mi cabello castaño y levantar la mirada me quede asombrado, impactado y muy aliviado. GaoGamon ataco con fiereza justo a tiempo para salvarme de Zayyn y lo empuja violentamente contra una pared dejándola inconsciente tras el golpe.

-Gaogamon… Gracias…-Le agradezco intentando incorporarme pero estoy muy débil como, para levantarme, lo máximo que pude hacer (Sin usar mi mano derecho) Fue arrodillarme y reposando mi mano derecho que ahora sus nudillos están quebrados, y no sé cuánto tiempo se iban a recuperarse. Pero por nuestra desgracia, recién apareció ante mis ojos Beelkomon la compañera fiel de Zayyn, que ataco con sus fieras garras en dos a GaoGamon en esos instantes grite de asombro y de incredulidad viendo a mi compañero convertirse en su etapa In-Training: Wanyamon.

-¡NO!....-Me arrastro un poco para estar delante de mi compañero quien ahora esta semi-insconciente por falta de energía y decidido, lo protejo si Beelko llega hacerle daño.- ¡Aléjate! ¡Vete con tu compañera! ¡Ahora ella, esta herida!-Le grito para que razone y se vaya para que nos deje en paz de una buena vez.

Beelkomon chasqueó la lengua, molesta, y miró cómo el estúpido digimon se reducía en tamaño hasta adoptar la forma bebé. Estuvo a punto de aplastarlo bajo uno de sus pies, para vengarse por todo lo que le había hecho a Zayyn, pero Samuel tenía razón. Beelkomon odiaba admitirlo, pero ahora su prioridad debía ser sacar a su compañera de allí y cuidarla hasta que despertara.

- Esto no ha terminado-gruñó, acercándose a la pelirroja y tomándola en brazos mientras a ella le salían cuatro alas negras y emplumadas de la espalda. También recogió las espadas de la biohybrida y las enfundó en las vainas-. Nos volveremos a ver, y la próxima vez será en nuestro terreno.

Dicho eso, la motera dio un fuerte salto y se elevó en el cielo, perdiéndose entre la oscuridad de la noche. Ya no hacía falta decir, que la densa neblina negra que había creado el anillo de Zayyn había desaparecido justo cuando ella perdió la consciencia.

OFF:

Me salgo del tema, ya no hay nada que hacer xD

Es un alivio que se fuera del lugar, mi única preocupación es Wanyamon que ahora está totalmente cansado y sin energías. Con mi gran esfuerzo me paro y con mi única mano sana, cojo cuidadosamente a mi compañero y me largo caminando en dirección a mi casa, aun con gemidos de dolor por mi fractura mientras caminaba….