Blanco y negro. ¡Janaan vs Johno!

Después de haber lidiado con ese aburrido chico de pelo azul en la playa, ya me encontraba listo para atacar la Ciudad File, era la tarde, quizás las tres, había pocas nubes en el cielo y nada parecía prevenir mis acciones. Con Dorugoramon llevándome en sus espaldas ingresamos en la Ciudad. Empezamos a atacar a los guiardias de la Ciudad para evitar que se agrupen y formen una defensiva considerable. varios Gladimon en esta entrada. Dorugoramon usó su Doru Dinn, convirtiéndolos en DigiTamas. Tan pronto seguí avanzando, los Digimon como Gotsumon, Elecmon, Gazimon, entre otros. Estaban asustados y corrían por todos lados e incluso se atropellaban. Un Leomon se nos hizo frente junto con un Knightmon. -¡No te saldrás con la tuya!- gritó el Leomon.

-¡Ya lo veremos!- le contesté con una sonrisa maligna. Mi camarada uso Brave Metal y, aunque Knightmon y Leomon se corrieron, el impacto les afectó. Tal impacto dejó inestable la tienda que abajo se encontraba, haciendo que ésta se desmoronase. En el fondo me preguntaba muchas cosas. E leomon había quedado fuera de combate.

                                            ----------------------------------------------------------
(En mi mente)

-¿Aún dudas de mis métodos?- le preguntó Aaron a Krassus mientras Kurai me vigilaba.

-No te sabría responder.- le contestó el segundo.

No sentía nada al aplastar a seres indefensos, como si no lograse apreciar la vida lo suficiente. Dorugoramon había logrado vencer a la guardia facilmente. El Leomon estaba inconsciente en un lugar cercano y Knightmon debía de estar escondido, seguramente planeando algo. Veía como caía ese restaurante, pensando que podría pasar de tener éxito en mi cruzada. Si fracasaba podía incluso morir, si ganaba, todos morirían, incluso mi camarada. En esto estaba pensando cuando él me interrumpió.

-No entiendes aún.- le aclaré tranquilamente el hecho de que no lo hago por placer. -No lo hago porque me guste hacerlo, sino porque es mejor para ellos.- le expliqué, mientras miraba a algunos Digimon siendo escoltados por Dynasmon, agregando: -Si hago esto les haré sufrir un poco, pero ya no volverían a sufrir.-

-¿Qué clase de pensamiento es ese?- preguntó enojado el Knightmon de antes.

-Un pensamiento muy justo.- le respondí con cierta lástima por aquél caballero de armadura brillante.

-En realidad no acordamos en pelear.[/b][/i]- le respondí al albino con una leve risa de burla por su confusión. Me había causado gracia el hecho de que no fue expresamente eso lo que dije.

                           ---------------------------------------
(FLASHBACK)

-Si eso dices,- empecé a decir mientras lo miraba y luego volteaba a ver a mi atrapada Dorugoramon. Luego volví a girar mi cabeza hacia el albino mientras que con mi Digivice hacía regresar a mi camarada a su etapa de campeón y así liberarla de su atadura, al utilizar el poder sagrado de éste y mi amiga reduciendo su tamaño. Al terminar de hacer esto, continué hablando. -tú y yo no somos tan diferentes como crees.-

Luego de terminar de hablar, me subí a mi compañera y miré a Janaan, -Si quieres recuperar al Johno que conoces, hazlo con honor, no con trucos mágicos. Te esperaré en la Ciudad File.- le terminé diciendo mientras me alejaba hacia mi próximo destino.
(END FLASHBACK)
                   --------------------------------------------

-Lo que dije fue que si querías a Johno, debías venir a detenerme acá.- le aclaré con cierta aire de molestar al de blanco. -Que por lo que veo, te importa.- terminé diciendo para molestarlo.

-No sé lo que haya pasado entre ustedes- dijo el Knightmon con cierto desentendimiento. -pero tú- dijo señalándome, -tú estás dañando la Ciudad y no te lo permitiré.- concluyó preparándose para atacarme.

-Leomon está bien, humano- le contestó el Knightmon. Luego, haciendo referencia a Janaan y sus Digimon aclaró: -y no pienso irme y dejar que unos extraños cuiden de mi hogar por mí. Agradezco sus intenciones pero no me iré. Me quedaré y pelearé hasta las últimas consecuencias.-

-Entonces te concederé ese deseo.- dije extendiendo mi brazo izquierdo hacia el Knightmon, a modo de ordenar a Dorugoramon que lo ataque. Ella obedeció y lanzó varias ondas de energía, cinco para ser más exactos, hacia el caballero de armadura color gris metálico. -¡Muere!- exclamé al mismo tiempo que mi camarada disparaba esas ráfagas. La primera llegó a impactar...

Me preparé para recibir el impacto de la pierna de Janaan que, a pesar de que impactó de lleno en uno de mis pulmones, tuve suerte de que no se rompa ninguna costilla, aunque el golpe bastó para hacerme un moretón visible. También alcanzó, debido al efecto del golpe en sí, para poder hacer que una rodilla mía tocase el suelo. -Así es como habla la serpiente.- le respondí, burlándome del hecho que me quería matar para salvar a su "amigo". -Sabía que tú y yo no éramos tan diferentes, solo que el destino nos puso en lados opuestos del tablero.- y habiendo hecho burla con esto, saqué mi NanoTool pensando en pegarle, pero en ese momento algo me retuvo, dándole tiempo a Janaan para que reaccionase.

En tanto, Dorugoramon, se reincorporó súbitamente del ataque de Alphamon. Velozmente se dirigió hacia donde estaba el Knightmon, el cual estaba de espaldas usando su espada para levantarse del suelo. Debido a esto, no pudo ver cuando mi camarada le clavó las garras.

[En la realidad (punto de vista de Dorugoramon al mismo tiempo que Janaan entraba en la mente de Johno)]

-¿Qué...¿qué pasó?- pregunté, sintiéndome muy pesada, como si hubiese despertado de un mal sueño. Miré mi cuerpo, parecía que evolucioné y no tengo recuerdos de haberlo hecho, ni mucho menos a este nivel. Luego me dí cuenta de que estaba otro Dorumon, el de Janaan, junto a un Knightmon maltrecho en el suelo. Entonces le pregunté: -¿Qué hacemos aquí?-

-Yo te lo diré, desgraciada.- dijo con rencor el Ultra, como si yo le hubiese hecho esto. Pero como no fuí yo, no entendí su ira y quedé perpleja.

                        -------------------------------------------------
(En la mente de Johno)
Era un lugar oscuro y lúgubre, obra de Kurai, quien copió la forma del mundo de las tinieblas. Cerca de un risco, cercano a Janaan, se empezó a iluminar una especie de Templo o Mausoleo con aires de ser griego. Adentro habían varias habitaciones y en alguna de aquellas estaba yo, encadenado y semiinconsciente. Junto a mi estaban discutiendo Krassus y Aaron. A Kurai no se lo veía por ninguna parte...

[En la mente]
-Si tienes una mejor idea, dímela Krassus.- dijo Aaron, que en ese momento se encontraba vestido con una bata de científico  y anteojos. Aún no se había percatado de la presencia de Janaan y Arcânus.

-Luego te lo digo.- le contestó el otro, que estaba vestido con un manto o esa cosa que utilizan los monjes, que si se dió cuenta de la llegada de los intrusos. Se levanto de la columna en la que se había apoyado y le dijo. Volvió a mirar al intelectual y admitió: -Te debo cinco.-

-Te dije que vendrían.- afirmó el inteligente con una especie de sonrisa. Dirigiéndose a los invitados les dice, intentando sonar bromista. -Uno, dos, tres, cuatro, aprendan a contar.-

-¡Es una trampa!- les grité con toda la fuerza que pude, aunque eso era evidente, ya que la puerta se había cerrado con un gran estruendo, sellando el lugar.

-----------------------------------------------------------------------------
[En la realidad] (Dorugoramon)

-¿Cómo que cuánto tiempo?- me sentí confundida por esa pregunta y para sacarme la duda de a que se refería, le pregunté: -¿Cuánto tiempo he estado así?-

-Desde que atacaste mi hogar, al menos.- dijo en tono sarcástico el Knightmon. Luego, mirando a Alphamon agregó: -No será necesario que me mates.- y al aclararlo, mostró que sus heridas y alrededor de ellas ya se habían convertido en datos gradualmente. Poco a poco se iban desapareciendo partes del caballero.

-Lo siento yo...- no pude concluir la frase ya que me empezé a sentir extraña. Ya no pude mencionar alguna palabra. Allí, parado detrás mío estaba Johno. Aunque algo me decía que Johno no era Johno...

(En la mente)

-¿Acaso crees que vamos a pelear así nomás?- le preguntó Aaron sin importarle realmente la respuesta. Retrocedió un paso y dejó al descubierto una palanca que funcionaba como una mina de esas que, al soltarla, se activaba. De pronto, todo el Panteón de los Recuerdos empezó a moverse, cambiando todo de lugar. Hasta ese momento, este cuarto no había sufrido modificaciones.

-Este es el Panteón de los Recuerdos de Johno.- dijo Krassus al mismo tiempo que ese cuarto se dividía en 5, yendo cada uno a un lugar distinto del laberinto que se había formado. Cada uno terminó en un cuarto distinto.

Janaan terminó un cuarto que parecía tener un rompecabezas de 50 piezas que parecía tener una imagen dispersados por el suelo. En el medio del cuarto había un lugar para el rompecabezas. Atrás había una puerta que parecía pesada para moverla y solo se abriría de manera especial. Arcânus fue enviado a un cuarto donde había una hidra con 5 cabezas. Atrás de ésta había una puerta que decía adivina cuál cabeza piensa mejor.

-------------------------------------------------------------------------
(En la realidad)

-Tú amo si que es tonto, Alphamon.- dijo Koriastrazs mientras tomaba el cuerpo de Janaan. Sacó la Nanotool para golpearlo. Dorugoramon se interpuso para evitar que el caballero negro. -No pensó que nosotros esperábamos que hiciera lo que hizo al ver la "recuperación momentánea" del control por parte de Johno.-

(en la realidad)

-Debo acordarme de que éste no es lo que aparente.- comprendió Kurai, observando el cuerpo de Janaan. Luego miró con atención al Alphamon con cierta maldad y al mismo tiempo, pena y burla. Debido a esto le decidió explicar. -A través del lazo que tiene Johno con ella,- la señaló. -Nosotros podremos influirla hasta el punto de llegar a controlarla.- Luego de haber terminado de decirlo, esbozó una sonrisa. Y con un gesto de su brazo le ordenó: -¡Mátalo!- Al mismo tiempo, el Knightmon terminó de desaparecer. De los ojos de Dorugoramon brotó agua.

               ----------------------------------------------
(En la mente)

Janaan parecía estar a medio camino de completar el rompecabezas. En dicho juego había una frase en letra cursiva que decía "setenta veces siete". La puerta solo se abriría completando el rompecabezas, ya que, una vez puesto en su lugar, se activaría un mecanismo que abriría la puerta. En el cuarto tras ésta había siete puertas.

Mientras tanto, con Arcânus, dos de las cabezas, las más cercanas hacía donde lanzó el protector, descartando el hecho de que tuviesen inteligencia. La de al lado de la del medio, que no se distrajo, no dijo nada y se quedó fijamente al intruso. La cabeza del medio se rió del acto de aquel sujeto. La de la izquierda giró, dejando su derecha arriba y su izquierda abajo, a modo de expresar desentendimiento.

(En la realidad)

Dorugoramon se tranquilizó un poco al escuchar las palabras de Alphamon, aunque no hizo que se sintiera más feliz por ello. Sentía una pena por no poder hacer nada, solo ver lo que estaba haciendo. Tal era la pena que aún se notaba la tristeza que ella poseía. Mientras tanto, Kurai, que en ese momento aún controlaba mi cuerpo, se deleitaba del hecho de que obligaba a mi camarada a atacar con arañazos y puñetazos al caballero de armadura negra.
---------------------------------------------
(En la mente)

Janaan se había equivocado. De la puerta que el había abierto empezaron a salir manos, una veintena de manos, manos de muertos, manos de desesperación. Esas manos salian del otro lado de ese abismo tras la puerta, el cual poseía forma de un portal oscuro. Trataron de obligarlo a entrar, que conozca como es del otro lado, como era el Mundo de la Desesperación. Arriba de la puerta que Janaan había abierto había una X.
En cada una de las puertas de esa habitación había símbolos. En la primera puerta había un crusifijo. En la segunda, el número romano VII. En la tercera, el símbolo del infinito. En la cuarta, la imagen de una montaña. En la quinta el sol. en la sexta, la cual ya está Janaan, una X. Por último, en la séptima, una copa yacía dibujada. La puerta por la que el albino había entrado ya no se encontraba.

Mientras tanto, con Arcanus, la hydra se dispuso a atacar al ente. Lanzó las cuatro cabezas una tras otra. La quinta esperaba atraparlo con la guardia baja mientras el intruso se distraía con las cabezas secundarias.

(En la realidad)
Ante la acción de Alphamon, Dorugoramon, recordando lo que su bufanda podía hacer, decidió retroceder. Estaba preocupada por algo sobre esa bufanda, aunque no recordaba qué. Kurai miraba sin emoción lo que el Caballero Negro hacía. -¿Acaso tienes miedo de que tu "Amo" salga lastimado o muerto,- dijo con una sonrisa de crueldad en los labios, agregando: -y de que luego tu "hermano" se enoje y te "reprenda" por ello?- hizo énfasis en "amo", "hermano" y "reprender" para molestarlo.

------------------------------------------------------
(En la mente)

Con Janaan. Otra vez se había equivocado. En ese cuarto había muchas armaduras con diferentes armas, alabardas, espadas largas y cortas, de dos manos también, hachas de guerra, etc. Al fondo había un cofre que decía:"para Janaan".

Con Arcanus. Justo detrás de la cabeza de en medio, donde se encontraba El Oscuro, había una especie de llave insertada, como si hiciera funcionar a la bestia. Era la misma llave para la puerta.

(En la realidad)
-Veo que le tienes miedo.- se burló Kurai mientras Dorugoramon empezaba a reunir energía para lanzar varios Doru Dinn pero sin lanzarlos. Luego, aquel ser que controlaba mi cuero se siguió mofando: -No eres más que un intento de guerrero, y eso es mucho elogio para tí.- y al terminar de hablar, Dorugoramon lanzó sus ataques.

--------------------------------------------------
(En la mente)

Con Janaan. Del otro lado de la puerta había una especie de salón de entrenamiento. En el costado de la arena que había en este se hallaba alguien. Un personaje salido de cuentos de hadas parecía. Parecía humano, pero a su vez rasgos élficos, como orejas puntiagudas y cara angulosa. Esta combinación le hacía ver extrañamente hermoso. Se encontraba sentado sobre sus talones, como si estuviese meditando. Poseía una armadura ligera pero resistente.Tenía los ojos cerrados, pero los abrió en cuanto el albino entró.
-Hasta que al fin encontraste la puerta verdadera.- dijo el joven chico de 18 años. -Como verás, no hay puerta, ya que solo aparecerá cuando me derrotes.- le dijo con cortesía mientras se levantaba. Al pararse, dejó mostrar una espada en su vaina, ubicado en la cintura, del lado derecho del muchacho. Dicha arma demostraba también una belleza diferente, además de demostrar un gran poder oculto. el filo parecía tener un brillo azulino y parecía diseñado para el combate de una y dos manos, siendo no muy largo ni muy corto. En la cara plana había una marca que significaba "fuego". La empuñadura poseía un safiro de buen tamaño incrustado en él.

Con Arcânus. En la siguiente habitación había un montón de teletubies y ositos cariñositos. En en el techo se puede llegar a leer: "¿Dónde está el portero?". De pronto, esos osos y "bebitos tamaño normal" se le empezaron a acercar a Arcanus diciendo "abrazo abrazo". La puerta estará en algún lugar, pero su portero no aparece por ningún lado.

(En la realidad)

Dorugoramon seguía atacando de la misma manera al escudo Alphamon, esperando a que se debilitara con el paso del tiempo y con el gasto de energía. Mientras tanto, Kurai esperaba impaciente...

---------------------------------------------
(En la mente)

-Mi nombre es Eragon Asesino de Sombras y Asesino de reyes.- le dijo aquel personaje literario con rasgos de mitología mientras levantaba su espada frente a Janaan sin atacar. -Tú eres Janaan, ¿no es así?- le preguntó para sacarse la duda si era a quién debía enfrentar.

-Somos los Ositos Cariñositos.- le dijo el osito que fue detenido por Arcânus. -Y ellos son los Teletubies.- le comentó otro señalando a un bebé enorme de color amarillo, que se acercaba con actitud de "abrazo abrazo" junto a otros diez ositos. Luego el primero, que Arcânus había detenido le terminó diciendo -Si quieres que te digamos quien es el portero, debes ganarnos en un concurso de.... ¡RIMAS!-

En algún otro lado, Krassus y Aaron estaban hablando:

-Será mejor de que sea Kurai el primero,- indicó Aaron al ver que el albino y el otro había acabado de superar la primera prueba. -Yo tomaré su lugar mientras el se encarga.-

-Yo me quedaré vigilando la prisión de Johno.- aclaró Krassus. Luego de terminar de conversar, ambos atravesaron juntos la Puerta Doble que solo dos seres juntos podían abrir.

(En la realidad)

Al ver que era Dynasmon quién la atacó, Dorugoramon decidió esperar a seguir atacando. Kurai, que había estado esperando la intervención del Blanco. -Yo pienso eso de tu frágil hermanito.- le dijo con una mueca de diversión en su rostro. Luego, por un momento, la expresión quedó en blanco. Al mismo tiempo, Dorugoramon sacudió su cabeza de izquierda a derecha y de derecha a izquierda varias veces, como tratando de liberarse de una confusión en su vista o su mente.

---------------------------------------------
(En la mente)

-El placer espero que sea mutuo.- sinceró Eragon devolviéndole la reverencia. Luego se preparó para un rápido ataque por varios frentes para probar la defensa de su adversario sin ser un ataque realmente. A pesar de esto, y debido a su fuerza y agilidad élfica, la cual era mayor a la de un ser humano ordinario, podía parecer un ataque de verdad.

-Tu adversario será el Osito Rimador.- le aclaró el primero de los Ositos Cariñositos, mostrando a un oso de felpa de color gris que en su panza tenía una hoja de papel dibujada.

(En la realidad)

-Veo que Kurai se la ha pasado hablando como siempre.- aclaró Aaron, quien ahora controlaba mi cuerpo. Luego de decir eso se dedicó a observar con atención y cuidado la situación, tanto del lugar como de sus oponentes. Llegó a la conclusión de que no podría pelear contra ambos Megas al mismo tiempo, pero se acordó de algo. -Recuerdo que ustedes siguen el Código de Caballería debido a su naturaleza.- les dijo en forma de hacérselos recordar. -Pero si uno de ustedes protege a su amo, Dorugoramon peleará con el otro, ¿no les parece bien?.- les propuso tranquilamente aquella personalidad investigadora. Luego concluyó diciendo: -Así cumplen con dicho Código y ese tal Janaan no sufre daño.-

-------------------------------------------
(En la mente)

-Al menos me llevo un recuerdo.- le susurró Eragon a Janaan, tocándole del lado interior de la pierna izquierda con la espada. Esto ocurrió cuando el albino se corrió, momento en el cual, el Jinete se dedicó a girar la espada hasta dejarla apuntando hacia atrás del lado izquierdo. Para cuando Janaan puso ambos filos, el de la daga y el de la guadaña, en el cuello, el otro ya lo tenía entre la entrepierna. -Haz un movimiento imprudente y yo actuaré a la misma velocidad.- le advirtió el Jinete.
Detrás de ellos apareció una figura, vestido con una túnica con capucha de color claro y que lo cubría todo dejando solo ver guantes negros y una máscara de color verde con pintura celeste en donde estarían los ojos.

Mientras tanto, con los ositos cariñositos....

Todos los ositos se encontraban sentados esperando el show de rimas. frente a ellos había un 2 micrófonos, uno para cada uno de los participantes. Y el desafío comenzó con la voz aguda del Osito Rimador:

"Tú tienes negro el corazón,
por eso vas a perder perder.
No lo haces por querer,
sea cual sea tu razón."

"Tienes mucho cerebro,
pero poco corazón.
Por eso a mi abrazo
no le encuentras razón"

"No quiero que así seas
por eso te doy este abrigo,
que cuando lo tengas,
querrás ser nuestro amigo"

Luego de esas rimas, Rimador le da un abrigo en color lila con letras en rosa en el frente que dice "amigo". Se escucharon bastantes vítores de los otros ositos. Los Teletubies, para ese momento, habían desaparecido. De los 100 ositos cariñositos, incluyendo Rimador, solo habían 99...

(En la realidad)

-Aunque lo normal para atacar una ciudad es traer un ejército,- empezó a decir Aaron con toda calma, pensando de por qué el resto de dicha fuerza no ha atacado. -nuestros aliados se han visto ocupados por razones de mayor importancia que los afectaba solamente a ellos.- le indicó, haciendo referencia de que estaba solo y de que nadie más atacaría la ciudad. -Si eso no te convence, quizás deba ir a "preguntarle" a los Digimon que rescataste.- le dije con cierta ironía, haciendo énfasis en la palabra preguntarle, como si realmente no les fuese a preguntar, sino que a hacerles algo más a los inocentes...

----------------------------------------
(En la mente)

Eragon, al ver que Janaan no hacía nada y solo se mofaba, dijo algo, en un idioma poco conocido pero que todos sabían lo que decía y que era cierto, y de pronto, con la misma postura que estaba recién, apareció dos metros a la derecha. Se le notó un poco agitado, pero se recuperó, al utilizar un pequeño anillo con un diamante extraño y de máxima pureza de color bordo muy oscuro y traslúcido. Su tamaño era menor al de una aspirina. Su forma era circular pero con apariencia cristalizada, como cualquier gema. Se notaba que se había extraído gran cantidad de energía de ella para esto, aunque solo haya sido el 10% del total que poseía.
Luego de recuperarse, Eragon dijo a la entidad mirándola: -¿Tú que haces aquí?-
-Vengo a decirle al intr[/b]uso que matar no significa aprobar.- le respondió y, pocos momentos después, desapareció. Su voz era bastante familiar...

Todos los ositos se emocionaron por lo que Arcânus había contado en sus versos. Pero antes de que empezara la segunda ronda, algunos de los que estaban en el público gritaron "secuestraron al portero, secuestraron al portero". Y luego otros asumieron "debieron ser los Malditos Cuatro"*. Al mismo tiempo, en algún lado de la habitación, los Teletubies forzaban al portero a abrir la puerta, pero este no sabía cual era la llave.

(En la realidad)

-Te equivocas Caballero Wyvern.- le dijo Aaron demostrándolo con una simple razón. -Tenemos el control. El control de este cuerpo y de haber decidido quién hacía qué cosa. La única personalidad que está en desacuerdo es la de Johno, por eso lo tenemos aprisionados.- seguía diciendo la informativa personalidad con un grado de seriedad y de interés notables. -Además, no creo que sepas sobre la mente, porque ni siquiera conoces la tuya.- habló tranquilamente al Blanco, recalcando su falta de memoria de antes de conocer a Janaan. -Bueno, ya basta de diplomacia, encárgate del Negro.- le ordenó a Dorugoramon, la cual se dudó un segundo en acatar dichas órdenes. Al final las cumplió, arremetiendo contra Alphamon para llevárselo a a ciento veinte metros de distancia, encima de algunos edificios bajos. En ese momento algo le ocurría.

------------------------------------------
(En la mente)

-Muy amable de tu parte.- dijo el Jinete rechazando la tela. En ese momento el ya se estaba curando las heridas con sus manos utilizando un hechizo que permitía restaurar heridas superficiales. Luego, mirándolo divertido le respondió mostrándole la sangre en la punta de su espada. -Yo que usted miraría las heridas propias antes que las del oponente.-

-Abre la maldita puerta.- le dijo un Teletubie que en vez de Azul era Naranja y tenía los ojos Blancos. El portero, lleno de miedo, salió huyendo por una puerta que hizo aparecer cerca de allí. Los Malditos Cuatros fueron tras él en este orden, del de mayor altura a menor. Primero fue el Naranja, luego el Violeta, Luego el Rosa y al final el Negro.

Frente a una enorme Puerta Doble se encontraba Kurai parado, observando y esperando a que le abriesen la puerta. El salón era alargado y en las paredes había un variopinto de armaduras de distintas épocas y culturas. Entre ellas destacaban aztecas, europeas, japonesas, árabes y vikingas, entre otras. También había algunas armaduras de razas mitológicas, ya sean de elfos, enanos, orcos y otras menos conocidas. El portal parecía estar hecho de un metal precioso, quizás oro. Medía cuatro metros hasta su punto más alto y metro y medio de lado a lado. En la parte de arriba había un grabado. Frente a él Kurai esperaba a la llegada de los intrusos.

(En la realidad)

Dorugoramon sintió el ataque de Dynasmon, con el cual la logró apartar de Alphamon. Ella parecía estar actuando extraño, agitando su cabeza de derecha a izquierda sucesivamente. Parecía estar tratando de aclarar la visión o las ideas. Por otro lado, quizás debido al ataque, mi cuerpo no mostró presencia ocupándolo.

-------------------------------------------
(En la mente)

-Eres noble.- le confesó el joven Jinete bajando su espada. Luego se dio vuelta y caminó hasta una pared y con Brisingr prendida fuego se dispuso a abrirla. El fuego que emanaba era entre azul y celeste. Al golpear el muro, este se empieza a abrir, revelando ser una ilusión, y que detrás de ésta había una parte oculta y vacía de la habitación,. Al fondo estaba la puerta para la siguiente. Eragon se dio vuelta para ver a Janaan. -Toma, llévate esta espada. La necesitarás.- le dijo señalandole con el indice izquierdo una espada enfundada. Dicha arma tenia forma similar a Brisingr, pero era de color sangre y poseía un Rubí en el mango en vez de un Zafiro. -Su nombre es Zar'roc y signifca Suplicio. Es poderosa pero temida, debido a que fue usada para el mal.- terminó diciendo. Luego de haber dicho esto, el Jinete se empezó s hacer traslúcido, luego transparente y al final desapareció.

En el cuarto detrás de la puerta se encontraba una especie de pasillo lleno de armaduras, había armaduras de toda clase, tanto mitólogicas como históricas. Todas se encontraban pegadas a las paredes. Al final del pasillo se encontraba una puerta que era idéntica a la que Eragon había revelado. En mitad del cuarto, pegada contra la pared, había una Puerta Doble, hecha de oro y plata de gran tamaño. Encima de esta decía "Algunas puertas son para dos". Además de eso, la habitación parecía vacía.


Al final del pasillo se encontraban los dos Teletubies restantes dandole una buena al Portero, quien se cubría con sus brazitos y piecitos para no sufrir tanto daño. De pronto, detrás de Arcânus, un brazo rosa lo atacó. Era el Horrortubie que se había levantado. Tenía los ojos rojos y una mirada perdida. En ese momento, y también con ojos rojos, se empezó a levantar el otro.

(En la realidad)

-Es cierto,- dijo Dorugoramon temerosa. A pesar de estar en su forma Mega, se podía ver el miedo en su rostro. Miedo y preocupación. -lo peor no ha iniciado.- continuó diciendo, ahora un poco más calmada. -Ustedes no han sentido lo que yo.- terminó de forma tajante la Mega.

                     -------------------------------------------
(En la mente)

-Pero tu desafío acá es descubrir cual es la llave.- dijo el osito cuyo gorro tenía forma de F. Al terminar de hablar le entregó un manojo con siete llaves. Mientras tanto los Horrortubies se acercaban de manera implacable.

(En la realidad/ perspectiva de Dorugoramon)

-Yo hablo en general.- le respondí, sintiendo un repentino escalofrío. Al parecer a ambos sentíamos que algo malo iba a ocurrir y que nada podíamos hacer. Luego agregué en tono de resignación: -Y sí, lo único que podemos hacer es esperar.-

------------------------------------------
(En la mente)

-Es que ni así puedo dejarte pasar, solo debes la llave correcta encontrar.- le terminó respondiendo el osito cariñosito. Los Horrortubies casi estaban sobre ellos...

(En la realidad)

No decidí comentar nada más. No quería aumentar la preocupación de ambos caballeros por lo que podría pasar a continuación, ni con Johno ni con Janaan. Yo tambien me encontraba muy angustiada, pero no me agradaba la situación actual, ni el hecho de haber matado a sangre fría a ese Knightmon. Ojalá que se pudiese volver el tiempo atrás. Pero no se podía, ahora tenía las manos manchadas por mis actos. Crucé mis brazos formando una X y clavando mis garras en los hombros, hasta el punto de hacerme sangrar.

-------------------------------------------
(En la mente)

-Si lo rompes, quedarás atrapado acá en este cuarto al igual que los Malditos Cuatro.- se le escapó decir al osito con su inocencia. En ese momento, los Horrortubies se avalanzaron sobre Arcânus, dispuesto a sacarles el gorro por cualquier método.

Con Janaan. En algún lugar oculto de la habitación, sin llamar la atención ni moverse, alguien observaba al albino y se regocijaba de su dolor y tristeza...

(En la realidad)

-¿Entonces puedo matar a diestra y siniestra sin que me importe?- pregunté con tono irritado por la respuesta, mientras saca rápidamente las garras de mis heridas, las cuales emitieron un pequeño chorro de sangre de cada uno. Aunque era cierto que los Digimon renacían, no significaba que dejara de ser culpable por las muertes que causé. -¡No!- me autorrespondí, aún con cierto enojo para conmigo mismo. -no expía mis culpas que puedan revivir.- terminé diciendo mientras mis ojos brillaban de tristeza.

------------------------------------------------
(En la mente)

Nadie respondía, se movía o se descubría. Quien estuviese con Janaan, no le interesaba interactuar, solo observar.

Los Horrortubies se trataron de levantar, pero fueron detenidos por los verdaderos Teletubies. -Bueno, te lo abriré.- dijo el Portero, tomando el gorro y haciendolo encajar en el pomo de la puerta. Esta se abrió. Al abrirse, el Portero, los Teletubies, los Horrortubies y los Ositos Cariñositos desaparecieron. En la siguiente habitación se encontraba Janaan...

(En la realidad)

-Eso solo me hará vivir con pena.- les respondí triste y resignada a ambos. No me gustaba esto, pero ellos tenían razón, no podía estar pensando en ello. En cuanto tenga la oportunidad de redimirme, lo haré. Al pensar en ello me sentí feliz, esperanzada.

                    ------------------------------------------------
(En la mente)

Kurai observaba tranquilamente que aquellos dos abrieran la puerta. Esperaba pacientemente, a que hubiera suficiente espacio. Cuando lo hubo, salió disparado de su escondite en una armadura medieval con un visor utilizado en las justas. Se apresuró para llegar rápidamente al siguiente cuarto. De pronto, y como recuerdo del Maldito, las armaduras cobraron vida y se disponían a atacar ambos.

Dicha habitación era extraña, parecía una dimensión diferente. Había un único pasillo largo compuesto por cristal de alta resistencia y de un grosor considerable. las paredes con respecto al piso y al techo tenían un ángulo recto. Fuera del vidrio había una enorme luz que le faltaba poco para encandilar. Al final del pasillo había un cuarto que, a diferencia del resto del lugar, estaba compuesto por vidrio polarizado, que impedía la entrada de aquella luz y por ende, solo había oscuridad. En esa habitación había entrado Kurai...

(En la realidad)

No sabía que responder a todo lo que había dicho Dynasmon. Sentía tristeza pero aún así no me dejaría vencer por ella. Johno también quizo luchar junto a mi. Pero igual, había algo en que si lo podía convencer para que no hable del tema. -Pero yo no soy tú.- le aclaré finalmente al Caballero Blanco.

-----------------------------------------------
(En la mente)

En la habitación en la que Janaan y Arcânus habían entrado no había nada. Nada salvo una inmensa oscuridad. Parecía como si estuviesen en el Vacío del espacio, pero sin estrellas. A pesar de estas Tinieblas se podía ver, al menos en ese cuarto, el cual estaba recubierto por el vidrio polarizado. Allí se encontraba Kurai, de brazos cruzados y sonrisa macabra. -Bienvenidos a mi pequeña sala.- les recibió de manera burlona el Oscuro.

(En la mente)

-Reglas, querrás decir regla.- le aclaró Kurai con un tono molesto y burlón. -La única regla es vencerme para salir de este cuarto y llegar al siguiente o morir en el intento.- le terminó de aclarar el Maldito. Aquella personalidad ocultaba más que lo que mostraba. -Bueno Arcânus, ¿prefieres que Janaan vea esta foto tuya abrazando a un osito cariñosito o vendrás a sacármela?- lo provocó, mostrando un papel de foto.

--------------------------------------------
(En la realidad)

-No sé por qué deduces que no quiero vivir.- le respondí con furia al Wyvern humanoide con armadura. Me había molestado que llegue a pensar eso de mí. -Yo si tengo muchas ganas de vivir, pero no quita el hecho de que me encuentre sufriendo.- le dije enfada. Luego de terminar de hablar, motivada por estos impulsos y pensamientos, me empecé a alejar de la ciudad.