La Horrible Verdad.

Estuvieron viajando por la zona Área Glacial con el propósito de conseguir esa información del origen de los Digimon desgraciadamente no encontraron nada más que la nieve y recibiendo los vientos fríos. El chico de la gorra tenía sus manos frotando sus hombros al poco rato, soplaba sus manos y los volvía a frotarlo esperaba recibir suficiente calor para estar cómodo ante el ambiente pero no lo lograba. Su compañero Agumon se sentía a gusto y no le fastidiaba para nada el frio.

-Ush… Fru…. Fue una mala idea ir aquí… Hemos caminado por horas y solo hay nieve por todos lados…-Se quejo el humano deteniéndose a reposar.

-¡Graaaaaaah!-Rugio Agumon resonando por todo el lugar, esperando que alguien escuchara y los encontrara pero no recibimos respuestas.

-Buen intento…-Lo animo su compañero.- No se en que rayos pensábamos en ir aquí… No me gusta para nada el frio.-Samuel, con la mirada baja desanimado volvió a suspirar y vio su Digivice 01.

-Es un Glacial… No íbamos a encontrar gran cosa de todas maneras.-Dijo el digimon.

-Si tienes razón… Mejor sigamos caminando para encontrar una salida.-Le sugirió su compañero empezando a caminar de nuevo.

La muchacha de cabellos rubios iba enfundada en un pesado abrigo de color crema, con piel en las mangas y en el cuello para reducir la perdida de calor en esas zonas. Además de que le llegaba por debajo de las rodillas, y unas botas la cubrían hasta las rodillas, evitando que perdiera calor por las piernas. En la cabeza unas orejeras de color blanco.
Esa era la única manera que ella conocía de que las bajas temperaturas la dañaran. No por nada había nacido en uno de los países más fríos del mundo, sabía como sobrevivir a ellos. Al menos en lo referente al frío, que era su mayor problema cada invierno puesto que no tenía ninguna casa a la que regresar.

Suspiró resignada. Odiaba la nieve, siempre que la veía sentía que comenzaba una dura batalla entre seguir viva y morir helada. Todos los años la misma historia, y ella había tenido suerte, puesto que muchos de sus antiguos compañeros habían muerto por las duras condiciones.

- ¿Cuánto tiempo más estaremos en esta zona?- preguntó a su acompañante.

Una mujer de cabellos rojos, que casualmente había conocido en su ciudad natal a finales del invierno. Aunque en aquél entonces había tratado de matarla para comerla, o a saber qué. Puesto que había aparecido como una leona de pelaje rojizo.
Sin embargo ahora, estaba dispuesta a dejar su vida en esas manos... Lo que cambian las cosas con el tiempo.

No prestó atención a la contestación, porque un grito/rugido se escuchó en el limpio aire de la zona. Al parecer había alguien por la zona, y sabiendo que podía ser un niño elegido que había caido por accidente en esa zona, quizás se estaba helando. Lo único que podía pensar era en ayudar a la persona en cuestión. Odiaba que la gente muriera por culpa del frío, y haría lo que fuese por evitarlo.

- Voy a ver qué es lo que ha gritado. ¿No te importa?

Preguntó a Zayyn, puesto que no quería que se enfadara con ella. Aunque lo haría de todas formas, pero al menos informándola podía tratar de convencerla.

Tras un rato de caminata logramos ver unas 2 siluetas lejos de nosotros parecían siluetas femeninas podían ser personas que recién llegaron al Digimundo por la desgracia, tuvieron la mala suerte de parar aquí, de seguro necesitan ayuda y aquí estamos nosotros, ayudarlo para que no sufran.

-Quiénes serán? Vamos Agumon, a darle la bienvenida… Espero.-No estaba muy seguro si son nuevos o antiguos, no lograba ver muy bien desde aquí.

Agumon gruñe en silencio captaba una presencia no muy confiable, pero no estaba seguro y me siguió de todos modos. Cada vez que me acercaba, lograba ver un punto amarillo de seguro la chica es una rubia y levanto la mano en ambos lados.

-¡Eh! ¡Por aquí!-Grito esperando que lograra verme.

-No te apresures… No es lindo lo que viene.-Me advierte mi compañero y ahí me confundió… ¿Serán enemigos? Me puse atento por si acaso.

Suspiró sin saber qué hacer. Zayyn no era una persona de trato fácil y eso lo sabía. Normalmente con otra persona con resaca le hubiera cuidado más de lo que hacía con ella, pero es normal, nada le aseguraba que la pelirroja no la maltratara porque la hubiese molestado.

- Si te sientes muy mal, entonces quédate en el sitio. Te prometo que regresaré a buscarte. Si quieres déjame a Blackgatomon, para que tengas la certeza de que vuelvo... Pero nada de que la evoluciones a la forma de motera.- Los celos que sentía hacia la compañera no habían disminuido, aunque sí su capacidad de aceptarla cerca de ella.

Fuese cual fuese la respuesta de Zayyn, Natasha se acercaría a darla un beso en la mejilla, puesto que por altura le era más fácil acceder ahí que a la frente. Y continuaría caminando hasta ver dos formas. Una más alta que la otra, una humana y la otra seguramente de un digimon. El viento que levantaba la nieve del suelo no era una ayuda, precisamente, puesto que distorsionaba las formas y los colores.
Pero parecía que el digimon era anaranjado, o de algún color llamativo. Quizás fuese un agumon, era un compañero muy habitual entre los niños elegidos.

- ¡Ahora vamos!- gritó para que la otra persona supiera que estaban yendo hacia allá y que les habían oido. En caso de que Zayyn la acompañara, añadiría lo siguiente:- Lo siento por gritar. ¿Te sigue doliendo mucho? Quizás ellos tengan una aspirina para la cabeza.

Y sin saber con quién se encontrarían, se dispuso a seguir caminando en la nieve para llegar a las misteriosas figuras en la nieve.

Los gritos de la mujer resonaban ante nuestros oídos me hacía muy familiar… Mas el cabello rubio me puse a pensar en mis recuerdos las mujeres (Que casi no me encuentro con ninguna) Rubias que nos encontramos… Ahm… Sinceramente solo fue con Natasha así que de seguro es ella. Lo cual me puse contento en volverme a encontrarme con ella, camine más rápido entre las nieves para apresurarme, Agumon me seguía muy inseguro.

-No no me duele nada, tranquila Natasha, mi Agumon solo quería ver si hay alguien más aquí que noso…tros… ¿Ehhh?-Lo que veía a su lado no lo pude creer, es decir… ¿! Que demonios hace con esa arpía?! ¿No sabe que ella la quiso matar…? ¡2! La verdad, no sabia cuantas veces se encontraron pero ella… Dios, me venía muchos recuerdos frustrante en mi último encuentro con ella y dijo que la ‘‘Hizo’’ Con ella me desagradaba cada vez que recuerdo esa frasesita de Zayyn. Solo me quede atónito con los ojos bien abiertos.

-¡Coooomooo! ¿Qué haces con ELLAAAA! Ella nos quisooooooooooooo matarnosssssss-Le pregunta impactado Agumon señalando con sus zarpas a la pelirroja.

Unos segundos después me puse enojado, me acerque sin vacilar hacia Natasha.- ¿Qué demonios, cara… Haces con esa? ¡No te das cuenta que ella, quiso, mas de una vez, asesinarte, despezarte sin piedad! ¿Acaso ya no te acuerdas?-Le pregunta sin creérmelo es que… ¡Es ilógico que este con ella!

Se sobresaltó al notar que su compañera sabía quién era la persona delante. Aunque si lo pensaba tranquilamente eso era normal, a fin de cuentas no era humana y sus sentidos estaban más agudizados. Casi tendría envidia de ella, si no fuera porque esa agudeza sería una maldición cuando se tuviera resaca como ahora.
El cuerpo de la rubia recibió dos tirones, el primero deteniéndola, y el siguiente para arrastrarla en dirección de la misteriosa persona.

Cuando cobro nitidez, la chica sonrió alegremente. Era Samuel, el chico con el que se había topado la primera vez que supo algo del mundo digital. Casi podría considerarle la persona más cercana a ella, si ahora no contábamos con Zayyn.

- ¡Sam! Me alegro de verte- sin embargo esa alegría le desapareció cuando Agumon y Samuel se escandalizaron de que estuviese con Zayyn.
- ¡Aleluya! Por fin alguien con cerebro que ve esta relación como una cosa mala. A ver si tienes más suerte que yo con la empresa de que te haga caso- la voz de la guerrera resonó limpia y pura en el frío aire.

Natasha se cruzó de brazos dispuesta a irse. Estaba harta de que la gente no lo entendiese. Aunque si lo pensaba, era normal que les pareciera extraño. A ella misma se lo parecía en ocasiones, pero sabía que era imposible oponerse a los designios del amor.

- Ahora soy feliz, y eso es lo que tenéis que aceptar. Nada más.

Lo que declaro Natasha era estacas en mi corazón y comenzaba a sentirme desilusionado… Es cierto las cosas que Zayyn nos dijo en nuestro último encuentro en la Ciudad File… ¿Por qué Natasha se une a ella? Esas preguntas no paraban de resonar en mi cabeza, además estaba muy de acuerdo con su espíritu digital o ella conmigo. Agumon se enfurece con ella al corregirle y con las ganas de darle unos zarpazos a su inocente cara (A Zayyn) Solo segui mirando atónitos, como Esa tocaba la espalda a Natasha y dándole un… ¡Beso! Eso ya me pone furioso.

-¡Tu…!-Miro a Natasha preocupado, no sé cómo reaccionaría si me ve gritarle a Zayyn.- ¡Tsk!, Natasha perdonadme por cómo me comporte con ella pero compréndenos… Estas siguiendo una asesina que además hizo un intento de asesinarnos a Agumon y a mi otra vez en la Ciudad File, hizo que un amigo mío se hiciera su aliado y para arruinarlo matar a Fary ¿Eso no es prueba suficiente de hacerte entender que ella no es que un demonio en vida?-Le replicaba desesperadamente a que me comprendiera y hacerle entender, que todo lo que hace está muy mal.

La muchacha sintió un escalofrío cuando su pareja la dio un pequeño beso, pero inmediatamente sonrió ampliamente, demostrando claramente que era feliz recibiendo el cariño de la persona que había estado a punto de matarla apenas unos meses atrás. Sujetó su mano con dulzura, entrelazando los dedos con la típica sonrisa de enamorado, esa que es amplia y que puede verse un tanto estúpida. Sin embargo, eso no parecía convencer al joven de cabellos castaños de que ella estaba bien y conforme.

- Ya sé que no es una buena persona, en general. Pero conmigo sí que lo es, además el amor no se puede elegir. Aparece y solo puedes aceptarlo.
- ¡Ah! Eso explica todo. Sobre todo el que mientras que te torturaba era una buena persona contigo, claro, claro. - el tono sarcástico hizo presencia en la habitual voz monocorde de la guerrera.

La rubia volvió a tensarse, ahí no había sido buena al principio, pero al final había sido la que la había salvado de su profundo pozo de desesperación y soledad. Si no lo hubiese hecho, habría acabado muerta. Tanto si hubiese sido salvada por alguien como si no, a fin de cuentas, en esos instantes estaba muerta por dentro.

- Tú no sabes lo que pasó ahí- le dijo más a la guerrera, pero podía ser aplicable también a Samuel y Agumon.

No comprendía el sentido de Natasha con su extraña relación con Zayyn ¿Aparece como si nada el amor?, si el amor si se puede escoger o eso supongo… Baje la mirada un poco indeciso respecto lo que dijo Natasha levanto lentamente la cabeza mirando a Zayyn con desagrado y odio en mis ojos, con ganas de pegarle de lo que dijo sobre Dansher y Zayyn es una desquiciada sin control alguna… pero es obvio que Natasha no le gustaría y me lo impediría por lo que decidí jugarle una pequeña broma.

-¡No le digas eso a Sam, ya verás lo que te hare gusana de pacotilla!-Agumon estaba a punto de lanzarse sobre Zayyn pero rápidamente le agarre de su cola, reteniéndolo.- ¿Queee?-Pregunto extrañado.

-No vale la pena Agumon, es mejor ser ‘’amables’ Con Ella Por hoy… ¿Quieres una aspirina? Con gusto te lo daré…-Busque en mi mochila una cosa, no era la aspirina nunca tenia uno solo quiero provocarle más dolor de cabeza a Zayyn y saque el objeto indicado… ¡Un Reproductor de música! Disimuladamente presione el botón de reproducción y se oyó todo una música roquera a todo volumen.- Ah perdón, por accidente…-Agregue un tono de sarcástico.- Lo presione… No sé cómo apagarlo..-Me acerque cada vez a Zayyn.

Naty observó a la mayor sorprendida. No sabía que por buscarla había manipulado y herido a otras personas. Sí que tenía importancia para Z, o al menos eso pensó ella, porque su mente enfermiza transformó el que la buscaba para matarla en algo bueno. Locos, ¿quién los entiende?

- Sí, Sam, dáselo, por favor. A la pobre le duele mucho la cabeza.- rogó pensando en que la gente iba a ser buena.

Ese aspecto de su personalidad la hacía parecer extremadamente inocente. Hasta que le cambiaba bruscamente la "personalidad", momento en el que sabía que todos iban a causar daño alguno. Aunque no quisiesen hacerlo.
Sonrió ampliamente cuando Samuel accedio, reprendiendo levemente a Agumon.

- Hay que ser buenos con los demás, no se les puede martirizar solo por unos cuantos erro... ¡¿Qué haces, Samuel?! Vas a hacer que la duela más la cabeza.

Se puso nerviosa con la última acción del joven, porque Zayyn enfadada no era buena para ella. Y si Sele creía que ella o un inocente iba a estar en peligro, tomarían el control de su cuerpo, obligándola a evolucionar y enfrentándose a la pelirroja. Volviéndolas a separar... Su única opción era separarse del dispositivo, pero eso conllevaba muchos riesgos para ella, porque si Zayyn la abandonaba, quedaría completamente indefensa en ese mundo.
En un movimiento por procurar evitar esa tragedia, intento quitarle el objeto al chico para luego tirarlo al suelo y enterrarlo dentro de la nieve, esperando que la humedad estropeara el dispositivo.

- Definitivamente, el humano es el que mejor me cae del lugar.

Sonreí levemente, mirando con malicia a Samuel, y rodeando a Natasha en un abrazo posesivo. La solté un momento, y le revolví un poco el pelo, pero mi sonrisa se vio sustituida por una mueca de dolor cuando ese enano sacó un mp3 y lo encendió a todo volúmen. Chasqueé la lengua, mirándole con odio, y avancé un paso, en actitud amenazadora. Gruñí, e hice ademán de arrebatarle el reproductor, pero entonces Natasha se me adelantó, y enterró el aparato en la nieve. Abrí los ojos, anonadada, y la miré fijamente, con sorpresa. No obstante, al mirar de reojo a Samuel sonreí.

- Gracias, Love ~-le murmuré a la rusa, llamándola por primera vez de manera cariñosa-. Aunque creo que me odia y que por eso me provoca... para alejarme de tí.

Miré a Samuel de nuevo, girando la cabeza, de manera acusadora. No tenía ni idea de con quién estaba jugando, pero tenía todas las de perder, porque ya no iba a dejarme molestar por sus palabras y por sus acciones. A fin de cuentas solo era un humano. Natasha también lo era, pero la diferencia estaba en que ella era mía, y si me metía con ella era solo para picarla, porque me gustaba ese lado obsesivo/posesivo/loco/agresivo que sacaba a veces a la luz. Como cuando me apuntó con el tenedor, o cuando me rompió la nariz. Y todos los insultos que le decía no iban en serio... al menos no completamente..

Me rei fuertemente viendo la mueca de dolor de Zayyn por el ruido de mi Mp3 se lo tenia bien merecido ¡Ja! Ni una porquería sere amable con ella con todo o que me hizo o como dice Natasha ‘‘Cuantos Errores! Si errores seria matar a unos de mis mejores amigos, ser malo a alguien y conseguir de alguna forma que Natasha también se uniera a ella dios… Viendo como Natasha me arrebata mi Mp3 y lo tiro al suelo… Dañándolo… Dinero perdido, me hizo dar cuenta de mi acto inmaduro y agito la cabeza parpadeando varias veces sorprendido.

-….-No tenía nada que decir respecto como trata a Natasha como su muñeca de satisfacción emocional o físicamente…-Bien… Perdóname Natasha por lo que hice… Déjame ver si de verdad tengo una aspirina.-Dije de mala gana, tire al suelo mi mochila agachando revise los bolsillos, la principal donde tenía más cosas guardadas solo eran objetos útiles de nuestros viaje, reviso el bolsillo derecho y resulta que si poseía una aspirina.- Ten.-Extiendo mi mano la aspirina para que lo cogiera y lo hago mirándolo de manera desagradable.

Agumon por otra parte también se rio por lo que hice pero rápidamente cambio de expresión a vigilante si Zayyn hiciera algo malo conmigo.

La rusa quedó anonadada por el apodo amable de Zayyn. Nunca le había dicho nada como eso, y ya se esperaba que nunca se los dijera, era algo normal. La mayor tenía que aparentar que era una mala persona y esas cosas, para que nadie perdiera el respeto que la tenían por ser una de las malas (?) del mundo digital. Por ello, a la rubia le daba igual que las cosas cariñosas solo fuesen en soledad y con tranquilidad, es más, así le parecían más especiales.

- ¡Awwww! ¡Qué cosas más bonitas me dices!- prácticamente saltó para abrazar-besar a la mayor. Las opciones desencadenadas de eso podían ser que Zayyn se apartara, que consiguiera sujetarla, o que por no esperarse el salto-abrazo/beso acabaran las dos en el suelo.

Naty miró a Samuel cuando se disculpó, sonrojándose un poco por haberse dejado llevar delante de otras personas y haber saltado sobre Z. Seguro que luego Zayyn la regañaba por dicha acción, puesto que era reservada con esas cosas.

- Ves, no es tan difícil ser buena persona. Ella funciona igual que los animales, si eres buena con ella acaba portandose bien contigo.- inocencia... Es la única manera para poder explicar que hubiese dicho que Zayyn era como un animalito, delante suya.
- Pero no te acobardes, ¡sigue molestando a la pelirroja!- Selene de nuevo metiendo baza.- Humanos... Siempre débiles.

Desvié la mirada molesto por esa escena tan… Para ellas les significa ‘‘Ternura’’ Para nosotros rareza y muy extraño… No quise ver como esa Zayyn restriega su verdad en mi rostro aunque haría lo mismo si yo hubiera tenido la razón pero da igual, es muy fastidioso y sobretodo que Natasha me anda diciendo lo positivo de Zayyn si claro, de intentar matarme más de una vez es algo tan positivo… Vuelvo a mirar a Zayyn sin mostrar una pisca de miedo en mis ojos fue desafiante, mirarla, quise que supiera que no tengo miedo a una bruja sádica de extrañas conducta. Ya pongo mis manos en los bolsillos delanteros de mi chaqueta cuando Zayyn tomo la aspirina.

-…. Si de nada, te di mi última aspirina que me queda…-Me quejo con voz baja con la mirada abajo, muy desanimado ahora, Agumon y yo estuvimos obligados a caminar adelante con esa Zayyn y nuestra amiga Natasha en nuestras espaldas, Agumon siempre atento a cualquier movimiento sobretodo de Salamon.

OHhh, pongo expresión desagrado y vergonzoso de mi mismo teniendo la obligación de aceptar la verdad… Zayyn tenía razón ¿De qué voy a protestar? Suelto un suspiro de frustración y sin mirar a Zayyn (Disimulando patear la nieve)-¿Qué quieres que diga?, si me siento muy desilusionado ser vencido por una bruja… Teniendo en cuenta, que Natasha te trata como su mascota… Si muy bello…-Le aclaro, divertido y seguimos caminando.

La rubia sonrió alegre al ser sostenida con facilidad por su pareja. No dudaba en que siempre que cayese ella la recogería. Y por supuesto, intentaría hacer lo mismo con ella, estar siempre que la necesitase. Pero en su caso, sus espíritus se dedicaban a meter baza y acabarían por separarlas. Quizás definitivamente lo mejor que podía hacer era guardar el dispositivo en algún lugar seguro y confiar en que la pelirroja la iba a proteger siempre.

- Bueno, no todo lo perfecto puede durar eternamente. La próxima vez intentaré tenerlo grabado. - bromeó la rubia. Aunque acabaría haciéndolo para ponérselo de tono de llamada (?) ¡Ay! Si supiera los nuevos métodos de comunicación a través de un terminal móvil. Ahí definitivamente acabaría puesto como sonido de entrada de los mensajes.

Se quedó en silencio mientras que Zayyn y Samuel hablaban, o fingían hacerlo mientras que se lanzaban pullas el uno al otro de manera no tan directa como antes. O al menos, la pelirroja era la que hacía tales acciones. Natasha al estar más atontada que de costumbre por las palabras cariñosas que la dirigieron antes, no se percato de eso. Pero de haberlo hecho hubiera sermoneado levemente a Zayyn sobre eso. No estaba bien decir cosas de ese tipo a alguien que había accedido a ayudarla.
Se dejó guiar como un cordero al matadero, confiando plenamente en la dirección que tomasen el resto de las personas.

Por su lado Selenemon estaba que echaba chispas dentro del dispositivo. No podía creerse que ese humano hubiese perdido su voluntad de pelear contra la pelirroja, aún siendo una arpía que merecía padecer los mayores sufrimientos antes de morir. En ese instante con tan solo arrebatarla a Natasha para siempre se daría por satisfecha. Pero por ahora parecía que iba a ser factible.

Sin embargo, la muchacha, parpadeó. Despertando del trance al escuchar las palabras de los dos. Casi parecían que habían apostado si de verdad ella quería a Zayyn o no. Y eso la hizo replantearse que quizás la mayor tan solo la había utilizado para llevar la razón, y para nada más. Los ojos se le pusieron más acuosos que de costumbre. Miró a su pareja esperando ver algo que la consolara, pero no. La mueca maligna, a pesar de no estar dirigida para ella, fue como si le dijera que solo la había usado como un objeto.

- ¿Me has engañado solo para ganar una apuesta? No me esperaba eso de ti, pensé que de verdad me querías y que te había dolido mi pérdida. Pero ya veo que solo querías recuperarme para restregarle que tenías razón a Samuel- una cristalina gota rodó por su mejilla antes de caer congelada al suelo.

Giro de pronto escuchando la decepción de Natasha al pensar que Zayyn solo quiso obtenerla para ganar una supuesta apuesta que hizo conmigo lo cual me dejo sorprendido ya que jamás he hecho una apuesta, contra Zayyn solo intente verle una ‘‘Realidad’’ De lo que ocurrió cuando la secuestro, sin vacilar dejándome llevar por mis impulso por la furia que ahora me gobernaba… ¿Cómo se atreve a usarla, para una estúpida opuesta que ni hice? Esta vez, apuesto que Zayyn la engaña con su jueguito de ser la inocente y excelente actriz.

-¡Tú la utilizaste para tus meritos!-Le doy un fuerte empujón para que se aleje de Natasha.- ¡Ya verás lo que te hare, por utilizar a Natasha para una apuesta que ni hice contigo!-Le grito enfurecido.

Las palabras de Zayyn, pudieron haber salvado la situación incompletas como estaban, pero el comentario de Samuel no hizo más que añadir leña al fuego. La rubia permitió que el castaño alejara a la mayor antes de abrazarla, y aun en el caso de que este no lo hiciera, ella se apartaría un par de pasos.
Cerró los ojos para tratar de calmarse y no llorar; o para que la parte más oscura en su alma saliera a la superficie. Cuando abrió los ojos no había tristeza ni pena ni nada parecido. Sólo fría expectación hacia unas palabras que jamás le habían dicho. Sólo una vez había estado cerca de decirle lo que no se había atrevido a completar. Y para más inri, se había equivocado con las palabras y estaba ebria. Y aunque se dijera que los borrachos y los niños siempre decían la verdad, también soltaban muchas incoherencias y estupideces. Quizás en ese momento le pareció algo muy gracioso a la pelirroja.

- Termina la frase. Porque a mi no me cuesta decir te quiero delante de los demás, es más disfruto haciéndolo porque así demuestro lo que de verdad siento y les demuestro a los demás que ahora estas conmigo.  Si no lo haces, espero que estés dispuesta a una guerra más encarnizada que antes por haberme utilizado y jugado con mis sentimientos.

Cruzó los brazos sin apartar la mirada ni un milímetro de ella. Se enfrentaría a la pelirroja si hiciese falta, pero tardaría un tiempo. Sabía que estaría meses o semanas llorando hasta que la decisión de apagar todo brillo de vida en ella fuese mayor que las ansias de que la correspondiera un beso. El resto ya solo era conservar el cadáver para cada vez que quisiese ver a la mayor. ¿Se ha dicho alguna vez que la rusa necesita ayuda psicológica?

Dentro del dispositivo de la rubia, debían estar teniendo una fiesta por el hecho de estar tan cerca de que Natasha dejase a Zayyn. Y lo mejor de todo, había sido la propia pelirroja con su despiste la que lo había causado solita. Ahora solo había que esperar que fuese tan orgullosa como de costumbre, y que prefiriera no decirle el te quiero.

Tocar a Zayyn fue tocar una serpiente muy asqueroso es la primera vez que la toco con mis manos, ahora que lo pienso debí tocarla con un palo… Miro a Zayyn cabreada, tan enfadada que me devolvió otro poderoso empujón la fuerza de Zayyn era sobrehumana, me dolió mucho que estuve quieto intentando recuperar la respiración pero no tuve tiempo ya que recibo un fuerte golpe en el mentó que salo volando, por suerte Agumon me salvo antes de aterrizar en la nieve bueno me hubiera quedado en las profundidades de la nieve y me moría del frio.

-Auch… Gracias amigo…. ¿Ahora quieres luchar Salamon?-Agradezco a mi compañero terminando de incorporarme aun con varios dolores en mi cuerpo pero decidí intentar ignorar esas sensaciones, e intento acercarme la suficiente y Agumon estando frente a frente con Salamon.

¿Con que la llama Naty, su sobrenombre o algo así? Y que la quiere… Un momento… ¿Es Bisexual o Heterosexual? Oh genial, y yo que pensé que era esas chicas que le gusta manipular a los hombres… Debí suponerlo por el encuentro que tuvimos en Ciudad File.- ¡No la escuches Natasha!, ¿Por qué solo encuentras a Zayyn tu mejor amiga? ¿Acaso te olvidaste de nosotros, tus otros amigos? ¿¡Quieres ser amiga de una mujer, que solo quiere la destrucción de todos!?-Le grito a Natasha a que no se fie más de Zayyn.

Naty miró con frialdad a la pelirroja cuando la sujetó las manos. Pero con más frialdad había mirado antes los golpes que le había propinado al chico, en ese momento solo quería respuestas, no la interesaban las personas que había allí. Esperó expectante hasta que la pelirroja dejara de hablar. Aunque a cada palabra que decía una sonrisa aparecía en el rostro de la rubia, a la vez que sus ojos mostraban más calidez.

En cuanto terminó de hablar, se abalanzó sobre ella a abrazarla.

- Perdóname por desconfiar de ti. No te merezco después de haberlo hecho... Pero si no quieres tenerme cerca, no me acercaré. Pero te perseguiré allí donde vayas para que no te sientas sola.- también habría más bien un para que no te acuestes con cualquiera. Pero ya sabemos que la rubia bien de la cabeza no está.

Hecho eso, escuchó las palabras de Samuel y sonrió divertida. Acercándose a él hasta quedar enfrente. También para evitar posibles matanzas entre los dos digimons. Aunque sabía que Salamon estaría encantada de sacársela de encima en cuanto pudiera, sin embargo, cabrear a Z por atacar accidentalmente a Agumon cuando la rubia estaba claramente delante, solo haría que la mayor se enfadase.

- No quiero a Zayyn como mi mejor y única amiga, la quiero como mi pareja. Tú eres mi mejor amigo en este mundo, siempre y cuando no me digas que hacer con mi pareja. Además, ella no es tan mala como piensas, es solo que ha tenido una vida difícil. Pero si bien hace daño, también sabe proteger lo que la importa muy bien. Así que estoy segura con ella.- habló de manera calmada, pero alegre.- No te voy a obligar a llevarte bien con ella, pero déjala estar. Si no la molestas y la ignoras acabará pasando de ti y no te molestará... Y si sigue haciéndolo, siempre puedes contármelo, que ya me encargaré yo de regañarla.

Estuve cerca de poder entrar en razón a Natasha sintiéndome disgustado ver el abrazo e incomodo ver a tu peor enemigo abrazando como si nada a tu mejor amiga, y respirando hondo intentando superar esa furia que me provoca Zayyn se que no le importa demostrarle afecto a Natasha frente a nosotros como si quisiera presumir… Meto mis bolsillos y con un ligero giro en mi cabeza mirando para un lado enojado.

Volteo a ver a mi amiga explicando que lo considera… Una… Pareja… ¡Bah! Ya estas condiciones creo que Natasha tendrá razón si soy su mejor amigo me siento conmovido por considerarme su amigo que la sonrió un poco, creo que no tendré que ser papel de padre malo y dejarla divertirse.- Dale, supongo que tendrás razón… Naty… ¿Qué le pasa a tu…? ¿Amiga? Esta como a punto de explotar de dolor, y su tono cambio… Algo malo le pasa-La curiosidad me invadió con las ganas de acercarme a Zayyn viéndola como una muñeca tirada de rodillas, ¿Le pasara algo grave? No me alarmaba, ni nada porque la verdad ella me daba igual. Apuesto que Natasha, se sentirá desesperada de saber que le ocurre por lo que me acerco lentamente y extendiendo mi brazo tocándole el hombro, y la zarandee a ver si reacciona.-¿Alguien está en casa?-Pregunto esperando respuestas.

Agumon quien gruñía, amenazando sus garras con la intenciones de clavárselo en esa perruna cara vio lo que ocurrió.- ¡Mira! Tu compañera se muere.-Le aviso señalando con sus zarpas a la digimon.

Incluso antes de que Samuel avisara a la rubia de que algo iba mal, ella ya lo había sentido. Estar ligado a una persona a veces te hace ser capaz de saber si algo iba mal con una persona que te importaba. Y por eso, ya estaba mirándola cuando cayó a la nieve de rodillas.

- ¡Zayyn!- corrió a su lado, tratando de ser la primera, aunque tuviese que patear a Salamon lejos para serlo. -¿Qué te pasa? ¿Estás bien?

Se arrodilló junto a ella, sujetándola de los hombros, mientras que la mayor solo soltaba suaves risitas. Estaba preocupándose mucho, nunca había hecho esa clase de cosas. ¿Y si el alcohol la sentaba tan mal que la volvía loca? A fin de cuentas, antes la llamaba loca, por lo que era posible que realmente estuviese loca. Pero había ignorado eso, la quería demasiado... Y en el fondo, sabía que estaba más loca que la pelirroja.
Se asustó cuando esta levantó la vista y sus ojos eran distintos, tan claros que no parecían tener color. Al borde estuvo de soltarse al verlos, pero se contuvo a tiempo, y la zarandeó levemente para llamar la atención.

- Zayyn, por favor, dime algo.
<< Natasha, apártate de ahí ahora. Hay algo que no está bien con ella... Peor que de costumbre. No nos obligues a salir y a alejarte, porque sabes que lo haremos si consideramos que estás en peligro. >>

Natasha miró asustada y angustiada a Zayyn. Si la reconocía, no tenía problemas en apartarse a un lado... Pero ¿y si no lo hacía? ¿Sería temporal o no? Porque no estaba dispuesta a que la abandonara... Si se atrevía a hacerlo, se encargaría de matarla. El cadáver nunca podría huir de ella.[/b]

Mirando fijamente a la muchacha actúa de manera demente ya con una risita maniática, quito mi mano de su hombro y sin apartarme vemos como pronuncia su propio nombre esto ya se está pasando a raro a algo muy grave, ¿Ya rápido quiso ser la loca que yo y Agumon conocemos?- ¡Ehh! Somos nosotros tu pareja Natasha, tu enemigo Samuel, tu compañera Salamon y mi compañero Agumon… ¿Qué ya no nos recuerda…? ¡Espera!-Sin poder seguir mi frase siento como la velocidad increíble de Zayyn nos sobrepasa a nosotros alejándose como si no nos reconociera, ni tampoco le atraemos atención alguna.

-Y ese es la Zayyn que tanto conocemos… Y la que tanto odiamos.-Comenta cruzándose de brazos molesto mirando a Salamon.- Tu amiga se salió de control… ¿Es la primera vez que pasa, o ya es la…? ¿Decima vez que sucede? Jajaja.-Pregunta para provocarle a Salamon con una sonrisa burlona.

-Si si, la que odiamos Agumon, pero vamos no hay que perderle de vista tuvo que volverse de ese modo por alguna razón, ¡Corre!-Y automáticamente nosotros corrimos a toda nuestra velocidad sin intentar perder a la vista a Zayyn Modo Loca.

La rubia no sabía que es lo que pasaba, su pareja estaba muy rara. Riéndose de manera cruel, como si se estuviera riendo de los presentes. Como si supiera algo que los demás no. ¿Podría ser que de verdad no hubiese jugado con ella? Que se pusiera así en ese momento, era demasiado sospechoso, y como muchas veces le decían sus espíritus, las coincidencias no existían. Hace unos minutos acababan de pasar por un momento tenso en el que la mayor podía haberla estado engañando todo el tiempo. Y después se reía de ellos... Sospechoso, demasiado sospechoso.
Incluso Salamon parecía sorprendida. Pero eso no podía ser más que una actuación del chucho para hacer creíble que lo que la pasaba a Zayyn no estaba planeado. Sin embargo, no podía ser cierto. Ella creía haber llegado al corazón de la pelirroja.

Sin embargo, el beso que la dio, la hizo querer apartarse de ella. No era la misma forma de besarla. Esta parecía ser degradante, como si solo fuese un mero objeto. Lo que cabreó a la rusa, ¿se atrevía a reírse de ella? La empujó, para alejarla de sí, mirándola con rabia en sus ojos. Pero antes de que pudiera increparla, la pelirroja salió corriendo hacia delante. Sabía por experiencia propia que era imposible seguirla ese endemoniado ritmo más que unos metros.
¿Por qué la hacía esto de repente? Se preguntaba una y otra vez la rubia. ¿Tan estúpida era que confiaba ciegamente en ella? Sus ojos se empañaron de cálidas lágrimas. Sin embargo, ninguna gota iba a caer, no iba a permitirse llorar por alguien que solo disfrutaba de jugar y destruir sus sueños e ilusiones.

<< Vamos, Naty. No llores. Te lo dijimos de muchas formas, pero decidiste que era mejor seguir creyendo que de verdad te quería. Recuerda esto, somos los espíritus de las estrellas y en ellas se dice que está escrita la historia. Nosotras podemos saber qué es lo que pasará. >>
<< Siento no haberte hecho caso, Selene... Tenías razón desde el principio. La estúpida he sido yo por creerla... ¿Podréis perdonarme?>>
<< No, ahora no te perdonamos. >> la voz de la dragona era resonante, pero había cierto tono de broma. << Claro que lo haremos pequeña, somos estrellas. Entendemos que te guste soñar con las cosas, pero no hay que dejarse cegar toda la vida, hay que despertar y obligar a que las cosas sean reales. Y para hacerlo, primero hay que eliminar a los mentirosos...>>

La rubia suspiró aliviada por ser perdonada por los dos espíritus. De nuevo volvía a sentirse tranquila con ellas, triste por la pérdida de alguien que llenara ese hueco de su corazón. Pero de nuevo sentía a sus hermanas junto a ella, y eso era algo que la consolaba en gran medida.

- Déjala Samuel, no podrás alcanzarla... Lo mejor es dejar que se vaya a jugar con otras personas. Tiene que disfrutar del poco tiempo que la queda de vida.- No había ninguna expresión en el rostro de la rusa, sin embargo sus palabras destilaban veneno contra la mayor. No iba a dejar las cosas así, se vengaría por haber jugado con ella hasta el punto de defenderla de los demás.

Su cuerpo quedó rodeado por miles de datos digitales, haciendo que su cuerpo creciera exponencialmente. No iba a ir en búsqueda de la pelirroja, sino que la esperaría en un terreno favorable para ella. Pero primero necesitaría un cebo para atraerla. En cuanto los datos desaparecieron, una mujer sustituyó a Natasha. Era rubia al igual que ella, pero sus manos y pies eran garras azuladas, dos alas surgían de su espalda con la misma forma que las de un murciélago y mediría entre tres y cinco metros.

- Pero antes que nada, tú te vienes conmigo. Hay cosas de las que la humana quiere hablar contigo.

Su gran garra se cerró alrededor de Salamon. En cuanto tuvo a la cachorra entre sus zarpas desplegó las alas y se elevó ligeramente para despedirse de Samuel, y dirigirse a algún lugar más cálido y más despejado.

- Ha sido un placer volver a verte. Espero poder encontrarte de nuevo... Eso es lo que dice la humana, joven mortal.

A fin de cuentas, Eosmon era tan perdurable en el tiempo como lo fuesen los espíritus digitales. Y por tanto, todos los demás le parecía que tenían existencias muy cortas. Quizás ella no fuese inmortal, puesto que si los espíritus pudieron ser creados, también podrían destruirse. Pero no era una tarea fácil.