Encuentro oscuro

Veemon y yo por alguna extraña razón habíamos acabado en lugar muy poco común, un bosque el cual era muy oscuro, y en cierta forma transmitía cierta sensación de miedo.

-Ojalá supiera la salida de éste lugar- Comenté a Veemon.

-Sí, pero por ahora tendremos que seguir caminando por este oscuro lugar para encontrar la salida- Dijo Veemon algo desmotivado, y a lo lejos pudimos observar un castillo, que su apariencia no era nada distinta al bosque, también transmitía algo de miedo, pero por lo menos allí podíamos resguardarnos y pensar en que hacer

-Vamos a haya Veemon- Comenté a Veemon.

-Sí Dansher- Respondió afirmativamente Veemon y sin más corrimos hacia aquel castillo. Una vez afuera del castillo tocamos la puerta y esperamos a ver si algún digimon o alguien nos abriera, de lo contrario entraríamos a la fuerza.

Luego de mi encuentro con aquella peliroja, que no fue completamente satisfactorio, comencé a vagar sin rumbo investigando la misma isla en la que nos habíamos unido, y por fortuna encontré aún más digimons femeninas con quienes satisfacer mis ansiedades. Luego de ello volví a esta parte del digimundo, uno de los muchos continentes conocidos, pero no sabía que debía hacer, no tenía un objetivo, no tenía una meta ni compañía, estaba solo, nuevamente solo, intrigado por la desaparición de aquella que me había hecho sentir especial, todas mis necesidades podían ser satisfechas facilmente, comida, cama, compañía, todo podía obtenerlo a la fuerza, pero algo faltaba, quería un lugar que controlar, donde hacer o destruir a mi haber, donde realizar mis deseos, un lugar para dejar de vagar... y recordé a lilithmon, recordé el castillo en el que nos había encerrado a mí y a mi amante... donde nos conocimos.
Caminé hasta él, lo creía vacío, pero me equivoqué, digimons oscuros habían tomado control de él, mas no fue gran problema deshacerme de ellos, quedandome con el control del castillo, solo yo, nadie más, casi completamente vacío excepto por mi compañero, un zorrito que me seguía a todas partes desde hace mucho tiempo.
Por semanas controlé el lugar y en mi soledad dejé a mi compañero digievolucionar, y al igual que yo hacer lo que desease dentro de este lugubre pero comodo lugar, nuestro nuevo hogar. Con este permiso mi pequeño amigo se convirtió en un poderozo zorro azulado, y usando una de sus multiples habilidades invocó 10 zorros anaranjados de tamaño similar al mío, los cuales vagan ahora por los pasillos del castillo, aguardando que alguna pobre alma caiga en este trampa con apariencia de mansión.
El toque de la puerta fue completamente ignorado, en ese instante no había nada cerca de la entrada principal, lo cual, de momento, podía ser una gran ventaja para aquella persona o digimon que descuidadamente se acercaba al peligro.

Toqué la puerta un par de veces y nada, nada resultó, por lo que pensé que el castillo estaba abandonado y no pasaría nada si yo entrase. Al principio pensé en derrumbar la puerta, pero si lo hacía había probabilidades de que si pasaramos la noche allí, otros digimons aprovecharían la puerta abierta y entrarían, entonces observé bien el castillo y vi unos cuantos ventanales.

-Veemon, te digievolucionaré a AeroVeedramon, y luego nos dirigiremos a aquellas ventanas del castillo para entrar- Comenté a Veemon, el cual afirmó con la cabeza -Cambio de carta: Evolución Matrix- Pasé la carta y Veemon digievolucionó a AeroVeedramon.

-Dansher, ahora sube y te llevaré hasta la ventana- Dijo Aero -Ok- Respondí y me subí en él para que me dejase en la ventana. Una vez que me dejó cerca de la ventana brinqué hacia el interior y después AeroVeedramon volvió a convertirse en Veemon y por poco caía de la ventana, pero lo logré sujetar y meterlo dentro del castillo -Bueno, ya llegamos- Comenté a Veemon y al mirar al rededor vimos unos zorros color anaranjado.

-Son marcianos- Dijo Veemon en voz baja. -Pues no sé que sean, pero no pasemos cerca de ellos- Susurré a Veemon intentando salir de aquella habitación donde había esa infección de zorros.

OFF:

El castillo era gigantesco, lo suficiente como para que los zorros hiciesen sus rondas sin encontrarse, incluso dejando muchos lugares sin vigilancia como antes había pasado con la puerta principal. Habían inumerables ventanas, la mayoria abiertas o incluso sin vidrios debido a que nadie se ocupaba de ellas, incluso habían orificios en algunas paredes, a nadie le importaba repararlo.
En el momento que el desafortunado humano entró por la ventana del castillo 2 de los zorros habían cruzado sus caminos, enfrascandose en una pequeña batalla y entrando a la habitación, sus largas colas se sacudían con fiereza golpeando el suelo y las paredes, dejando poderosas marcas, esta era la manera en que las bestias pasaban el tiempo, rondaban el castillo con poco animo, y se enfrentaban con lo que encontrasen siendo intrusos o no.
La pelea terminó en poco tiempo, las ordenes no eran destrozarse entre ellos, cada encuentro era básicamente una entretención, un escape a la monotonía, al finalizar salieron de la habitación, primero un zorro, luego el otro el cual se detuvo en la puerta y giró a la ventana creyendo haber visto algo.
No había otra salida de esa habitación, solo la ventana o la puerta por la que los zorros salían, largas y viejas cortinas caían a los lados de la ventana, además de una cama bastante cutre y un closet en un respectivo lado del lugar.

Mientras Veemon y yo estábamos en la habitación, esos dos zorros anaranjados se peleaban, por lo visto por diversión, ya que así se divertían los animales.

-Sinceramente dudo que sean digimons- Me susurró Veemon. -Lo sé, pero son gigantescos, si nos ven estamos perdidos- Susurré a Veemon. Y después observé que cerca de nosotros había una cama y un closet, eso no serviría para escondernos de aquellos zorros mutantes -Ven, escondamonos- Dije a Veemon tomándolo del brazo y entrando los dos al closet, el cual abrí con mucho silencio y al cerrarlo igual, traté de producir el menor ruido posible -Ahora solo hay que guardar silencio y cuando se vayan, investigaremos más este castillo- Comenté a Veemon en voz baja esperando a que los zorros se retiraran poniendo mi oreja en un costado del closet.

Esperaba en el hall del castillo, sentado en mi trono, solo aguardando con mi azulado compañero de 9 colas a un lado mientras los zorros continuaban sus rondas, si me aburría demasiado podía salir en busca de diversión dejando a las bestias a cargo, normalmente lo hacía, si no alguna de ellas iría por comida, datos o hembras dependiendo de la necesidad a satisfacer.
En cuanto el anaranjado zorro volteó a la vetana en busca de alguna extraña sombra, Kyukazemon, mi compañero, levantó su cabeza y movió sus orejas, tenía unos sentidos muy desarrollados y no dejaría escapar a una probable presa.
- grrrr... -
Gruñó el anaranjo cuadrupedo entrando nuevamente a la habitación, curioseando el sitio con bastante ánimo sin dejar de gruñir, sus 9 colas se movían sin descanso golpeando descuidadamente las cosas mientras la bestia caminaba hasta la ventana, una de ellas golpeó el closet, no muy fuerte, pero sacudiendo lo que dentro hubiera
- grrrr.... -
Repitió nuevamente la abominación olfateando el sitio en donde había visto la sombra, reconociendo 2 olores, y siguiendo su rastro hasta el closet.
Sus pisadas se escuchaban cada vez con más fuerza hasta detenerse frente al mueble, sus colas comenzaron dar pequeños golpes a la puerta del mismo, aumentando en fuerza a los segundos, obviamente el zorro jugaba con su nueva presa.
Kyukazemon me miró en ese momento, una de las bestias habia encontrado algo interesante, y al saberlo sonreí oscuramente.
- que no lo dañe, pero que no le permita escapar, entró por una razón, quiero saberla, mueve también a los demás -
Ordené mostrando un colmillo.
Y así se hizo, con un aullido de kyukazemon el anaranjado zorro dejó de golpear el mueble con mala cara y se dirijió a la ventana, tapando el paso hacia ella, la puerta por otro lado se encontraba libre y asi sería el resto del camino, habitaciones o pasillos en los que ese humano y su digimon no debían entrar estaría un zorro esperandolos, avanzarían por el oscuro castillo directo hasta mí si todo salía bien.

Después de entrar al closet, Veemon y yo sentimos como uno de los zorros golpeaba el armario de forma juguetona, por lo visto ya nos había descubierto, lo único que quería era que no pudiese abrir la puerta.

-Estate quietecito Veemon, si no hacemos nada se irá- Comenté a Veemon y éste asintió con la cabeza. Y al poco rato aquel zorro dejó de golpear el closet y abrí un poco la puerta del mismo para asegurarme que se haya ido -Creo que ya se fue, por que la puerta está despejada, ve Veemon- Dije a Veemon y éste me siguió hasta la puerta que conducía a los pasillos -Bien, ahora tenemos que buscar un lugar donde haya una cama y no esten esos zorros para que podamos descansar- Comenté a Veemon.

-¿Y vamos a poder dormir tranquilos sabiendo que zorros mutantes merodean éste lugar?- Preguntó Veemon de forma sarcástica, y al pensarlo, era muy cierto lo que decía.

-Bueno, pues echemos un vistazo a este lugar, quien sabe quizás haya un lugar en donde no haya zorros- Entonces sin más comenzamos a caminar por allí, y vimos una habitación cerca de donde estábamos e intenté entrar, pero un zorro nos impidió entrar y nos asunstamos y corrimos por el camino del pasillo -Será muy difícil encontrar un lugar en donde no haya zorros- Comentó Veemon suspirando por aquel susto.

El pasillo continuaba largamente, pasando por varias habitaciones, todas resguardadas por un zorro listo para atacar si intentaban acercarsele, al final del pasillo había una larga escalera que descendía en círculos, conectandose a otros pásillos los cuales se encontraban también vigilados por aquellos extraños y tenebrosos cuadrupedos, mientras más se bajaba, más marcas de coletazos se dibujaban en las paredes, y un extraño tono rojizo adornaba las mismas, cada vez en mayor cantidad y con mayor fuerza, un color escarlata, oscuro... seco...
Al terminar las escaleras (volviendo al primer piso) se encontraba un nuevo pasillo, qeu pasaba junto a las gigantescas puertas principales que anteriormente habían sido mencionadas, no había problema con ellas, estaban inutilizadas, eran tan pesadas que nadie normal las podría abrir. Luego de ella, se encontraba una gran entrada a una nueva habitación, era la entrada a la camara principal, la habitación del trono.
EL pasillo seguía adelante despues de eso, pero un zorro interrumpía el paso, el chico y su digimon debían entrar a la sala del trono, eran sus ordenes.

Veemon y yo seguimos corriendo por el pasillo, y al final notamos que se encontraban unas escaleras en forma de caracol.

-¿Crees que debamos de bajar?- Preguntó Veemon.

-Pues no hay de otra, tendremos que bajar- Comenté a Veemon y sin más bajamos por aquellas escaleras, pero cada vez que bajábamos se podía notar un color cada vez más rojo oscuro.

-Éste lugar si que es algo tenebroso, ahora solo quiero salir de aquí- Comentó Veemon en voz baja -Yo igual Veemon, yo igual..- Dije a Veemon. Y al bajar al vestíbulo observamos la puerta de la entrada -Podemos salir por la puerta- Dijo Veemon algo enérgico y corrimos hacia la puerta de entrada e intentarla abrir, pero era demasiado pesada como para poder abrirla -Es inútil, no se puede abrir- Dije a Veemon -Pues puedes digievolucionarme a AeroVeedramon y puedo intentar derrumbarla- Comentó Veemon algo esperanzado y en eso observé una puerta que estaba en ese primer piso, era algo misteriosa, así que decidí ir hacia aquel lugar -Ven Veemon, veamos que hay en esa puerta y si hay más zorros salimos volando de aquí- Expliqué a Veemon, y él y yo nos dirigimos hacia esa puerta y la abrimos. Lo primero de lo que nos percatamos que había allí era un zorro de color azul y un sujeto sentado en la silla que ya había visto con anterioridad.

AL fin veía al instruso, gran sorpresa fue la mía al darme cuenta que lo conocía con anterioridad, un humano del que no recordaba el nombre.
- Bienvenido a mis territorios -
Saludé con una sonrisa sin levantarme de mi trono.
Desde la entrada, donde se encontraban el humano y su digimon, había una larga alfombra roja, orillada por orgullozas armaduras de guerreros antiguos, que se erguían preparados para nuevas batallas, para la gloria con sus relucientes espadas en mano.
Al final de la alfombra habían 5 escalones, los cuales subían alcanzando la plataforma en la que se encontraba el trono, en el me sentaba, y a mis pies kyukazemon, mirando también a los intrusos.
- acércate sin temor humano -
ordené a dansher mientras los zorros naranjos comenzaban a reunirse lentamente colocandose a las orillas de la alfombra al igual que las armaduras.

Entré a aquel cuarto y esa persona que habíamos visto antes nos pidió que que nos acercáramos, aunque si los zorros de color naranja eran feos y daban algo de miedo, el que tenía él a sus pies era mucho más tenebroso que los anteriores y era de un color azul.

-Dansher, tú y tus corazonadas, ahora nos encontramos con ese sujeto- Susurró Veemon algo enfadado.

-Tranquilo, solo nos acercáremos y después nos iremos como si nada- Dije a Veemon con una sonrisa -Bueno, pues vayamos hacia donde está- Y sin más Veemon y yo comenzamos a caminar a dirección con la persona que estaba sentada en un trono -Disculpa, creo que anteriormente no mencionaste tú nombre, ¿cuál es tú nombre?- Pregunté a aquel chico esperando una respuesta.

Mi expresión pasó de sonriente a malhumorado mientras el individuo se acercaba, me recargué en el trono con la cabeza de medio lado apoyada sobre mi surda, escuchando el atrevido tono con el que hablaba aquel misero pedazo de carne.
- Creo que no entiendes como son las cosas aqui! -
Comenté altamente, mi voz retumbaba dentro del salón, y los zorritos naranjos parecían temblar ante ella
- Cuando te dirijes al rey de un castillo debes postrarte y mostrar respeto! -
Ordené levantando 2 dedos de mi diestra en dirección a dansher y haciendolos descender bruscamente, en seguida luego de este movimiento una poderosa e invisible fuerza presionó los hombros de dansher adelante y abajo, obligandolo a agacharse ante mí.
Los zorros naranjos se emocionaban ante la idea de la sangre, por eso mismo el salón del trono se encontraba aún más rojo qeu el resto del castillo, era la sangre seca de digimons que anteriormente habían entrado y no habían tenido la suerte de salir.
- ahora bien... mi nombre... -
Volví a hablar al humano pero fui interrumpido por uno de los zorros, el cual pareció no soportar sus ansias de sangre y saltó directo a veemon
- ... -
Con los ojos enrojesidos ante tal falta de respeto moví nuevamente mi diestra, aunque esta vez solo un dedo... el zorro sin respeto fue decapitado en el acto por algo invisible, su cuerpo inerte cayó al suelo y su cabeza rodó hasta las manos de dansher, con ojos apagados y la lengua afuera, manchando en sangre la alfombra que anteriormente ya era bastante roja.
- volviendo a lo nuestro... - Continué - por qué debería decirte mi nombre? -
Sonreí a la vez que el resto de los zorros anaranjados se abalanzaban sobre el cadaver del recién asesinado, debían terminar de comer antes que se hiciese datos.
- te gusta eso? - apunté a los zorros alimentandose - es algo muy común en mi reino -
Comenté divertido levantandome del trono y bajando los escalones
- dime... que hace un ser endeble como tú en este lugar?

Al pasar, aquel chico sentado en el trono se enojó por la manera en la que me dirigí hacía él, y decía algo de que debo de dirigirme con respeto al reí y cosas así.

-Ehmmm, bueno, es que no sabía que eras Rey, además la vez anterior que nos encontramos no me pediste tal cosa- Comenté a aquel chico. Y al poco tiempo, por una extraña razón caí hacia el suelo quedando arrodillado -¿Pero qué rayos pasó?- Me preguntaba.

-¡Dansher!- Veemon se preocupó tras ver el azotón que me dí, y después observó a uno de los zorros que se dirigía hacia él, se puso algo nervioso, ya que yo no tenía el tiempo suficiente para reaccionar y usar una carta, pero todo fue silencio cuando el cuerpo sin vida del zorro cayó y una cabeza rodó a donde yo estaba hincado -......- Veemon quedó en shock, al igual que yo, jamás habíamos visto brotar sangre y ver una escena así jamás.

-¿Cómo....es que tú.....?- Preguntaba tartamudeando un poco, me sentía muy nervioso, no se si por ver tal cantidad de sangre o por ver la cabeza de aquel zorro tan cerca de mi. Luego observé que otros zorros se comían a su compañero caído, Veemon y yo aún seguíamos desconcertados. -¿Qué si me gusta esto......no...?- Respondí con un tono de voz muy bajo. -Lo único que queríamos era refugiarnos en éste lugar ya que no habíamos perdido- Dije estando nervioso y tratando de levantarme.

Luego de bajar los escalones caminé por la alfombra directo hacia dansher, los zorros naranja se hacían a un lado para no impedir mi paso, y los restos del anteriormente asesinado se volvían datos paulatinamente.
- asi que refugio... -
Sonreí amablemente una vez más, la fuerza que presionaba al humano contra el suelo había desaparecido permitiendole levantar.
- haz elegido el lugar correcto -
dije acercandome aún más a él y su digimón descuidadamente, no tenía motivos para preocuparme, los sabía débiles, indefensos, había notado el miedo en su actitud, en sus ojos, quizas no hacia mí, pero si al acto cometido.
- ingenuidad... -
Comenté casualmente junto a ellos
- esta clase de cosas sucede diariamente en el digimundo y tambien en el mundo humano, paralizarte como un idiota no es la respuesta -
sonreí burlonamente.

Escuchaba aquellas palabras del individuo, sinceramente me había arrepentido totalmente por haberme quedado en ese castillo, pero al escuchar como comentaba sobre que los asesinatos sucedían de manera cotidiana en el mundo humano y en el digimundo, me sentía algo mal, algo de lo que decía era cierto, todos esos eventos sucedían diariamente, pero ¿cómo hacer para no sentir dolor o miedo?.

-¿Y cómo rayos puedes tener ese carácter tan muerto para no poder sentir dolor o miedo ante esos eventoS?, por ejemplo, era tú zorro, alguien que quizás te tuvo afecto, y tú, simplemente le mataste sin más, ¿cómo no puedes sentir algo?- Pregunté algo serio a aquel chico mientras por fin pude levantarme.

Veemon por su parte estaba algo nervioso por la actitud de aquel chico, y a quien engaño, yo también, pero el pobre no pensaba en otra cosa más que irse, no quería que aquel sujeto nos hiciera daño o mandara a sus zorros por la comida, pero le enojó el comentario sobre mi, el de que era un idiota -No le faltes el respeto a Dansher, él no es idiota, nosotros tenemos sentimientos- Respondió Veemon en un tono bajo.

-Veemon, por favor, shh- Comenté a Veemon en voz baja y poniendo mi dedo en mis labios para indicarle que no hablara más, ambos queríamos irnos de allí, pero a mi me preocupaba que a mi camarada le sucediese algo.

Sonreí gustoso al notar el temor de ambos individuos, y no mencioné lo extraño que me pareció que a pesar de dicho miedo no se alejasen a medida que me acercaba, pues me era de utilidad para lo que quería realizar.
- el miedo es la respuesta sensible a una situación desconocida, o eso tengo entendido -
Comenté acercandome un poco más, parandome amigablemente frente a ambos, con una idea malevola en mi cabeza.
- Hagamos un experimento -
Dije con una sonrisa, levanté mi diestra y la espada de una de las armaduras flotó mágicamente. Esto no lo hice solo para jactarme de mi poder, también lo usé como distracción, mientras dansher y veemon se encontraban atentos a ello, a la vez que la espada flotaba, aproveché mi cercanía para con mi surda soltar un pañuelo negro sobre el pequeño digimon azulado, transformandolo en un llaverito. Todo esto habrá sucedido en un máximo de 2 segundos. De la misma manera con un movimiento rápido de mi surda el pañuelo y el llavero volvieron a mi mano izquierda, asi como la espada anteriormente mencionada flotaba hasta mi diestra aún levantada.
- quiero jugar a un juego -
Sonreí lugubremente, mientras mi voz se volvía oscura, y los zorros se paralizaban como congelados en el tiempo.
- las reglas del juego son sencillas si quieres recuperar a tu compañero... -
Propuse entregando la espada a dansher y alejandome nuevamente hacia mi trono mientras hablaba, si dansher tratase de atacarme con dicha espada, la misma se paralizaria en el aire incapaz de hacerme daño.
- ...debes asesinar a uno de estos zorros naranjas -
Comenté acariciando la cabeza del muñequito Veemon, para que el humano tuviese claro que no bromeaba, si intentaba algo, el muñequito sería decapitado.
- ellos pemanezerán inmoviles, paralizados por 15 segundos -
Mencioné sentandome en el trono
- cuando el tiempo termine... destrozaré este muñequito y los zorros despertarán para asesinarte -
Ppresionando el pecho del pequeño llaverito digimon.
- ... que comienze el juego -
Sonreí con sorna y comenzé la cuenta regresiva con fuerza, esperando ver al desesperación en la que caería el humano.
- 15...14...13... -


OFF: sorry por no dejarte esquivar el pañuelo con veemon, si te parece mala situacion luego lo hablamos y lo edito, es que no veía como separarte de él, y me pareció buena oportunidad que no se alejaran cuando me acerqué xD.
OFF: lo que haga dansher va a estar dentro de los 15 segundos de plazo, si no asesinas a ninguno me tocara postear cuando la cuenta llegue a 0.

Aquel chico se acercaba más y más hacía dónde Veemon y yo estábamos, sinceramente no teníamos ni idea de que era lo que planeaba a hacer con nosotros, sentimos algo de temor por él, después de ver lo que le hacía a alguien de los suyos, ¿qué no le hará a alguien desconocido?. Después aquel chico hizo flotar una espada que llamó la atención de Veemon y la mía, probablemente planeba lanzar esa espada contra nosotros o algo por el estilo, en eso observé como se dirigía a él y cuando volteé Veemon ya no estaba a mi lado.

-¿Veemon, dónde estás?- Pregunté preocupado y volteando a todos lados buscando a Veemon. Y luego escuché a aquel sujeto de pelo rubio y fije mi atención a él, en sus manos tenía un muñeco de Veemon, totalmente igual a mi Veemon.....¡Era él!, ¿pero cómo?, ¿a qué hora?, me sentía muy horrible, en tan solo segundos mi camarada ya no estaba a mi lado y en peligro de muerte con aquel sujeto zafado. Luego mencionó algo de unas reglas de un juego si quería recuperar a Veemon -¿Cuál juego, haré lo que quieras, pero regresame a Veemon- Pregunté a aquel chico con desesperación, no confiaba que él o alguien más tuviera a Veemon en sus manos, y menos de esa forma, indefenso y sin movimiento.
Me dio una espada y escuché con atención sus instrucciones, pero al terminar de dar la instrucción...quedé sin pensar un momento...¿matar uno de sus zorros?....era cierto que antes había utilizado mi espada de la amistad para asesinar a un digimon, pero fue en una sola ocasión y con un digimon que nos atacaba, pero éstos zorros no me habían hecho algo, solo asustarme, pero no pasó de allí, además era uno de sus zorros, y por si fuera poco había más de ellos en esa misma sala..no tenía las agallas para asesinar a uno, aunque estuviesen paralizados, dudaría en matar a uno, es más era muy probable que no lo hiciera. Cuando comencé a escuchar la cuenta regresiva de aquel chico y con mi Veemon en sus manos, sabía que no era broma que le asesinaría si no hacía algo, entonces me acerqué indeciso a uno de los zorros, le miraba..y aunque no tuviera una linda apariencia aún no me cabía en la mente asesinarlo. Me quedé reflexivo unos segundos hasta que escuché que la cuenta regresiva se estaba acabando, en ese momento pensé ¿o Veemon, o el zorro?, desvié la mirada hacía la derecha y cerrando los ojos -Lo lamento....en serio, perdón- Dije a aquel zorrito cerrando mis ojos y pasando la espada sobre su cuello, al terminar lancé la espada lejos de mi vista y me tiré incandome al suelo -¿Pero qué e hecho?....- Dije mientras unas lágrimas me brotaban y ponía mis manos en mi rostro.

Sonreí complacido por lo que acababa de precensiar, por un momento creí que tedría que asesinar al humano, mas no fue así, y me brindó un pequeño espectáculo mientras sus creencias se deshacían, sus reglas se rompían, su línea límite entre el bien y el mal se diluía combinando lo blanco y lo negro en un bizarro gris.
- bravo! -
Aplaudí en cuanto lo vi llorar y los zorros volvían a moverse
- te has ganado tu estadía en el castillo -
Comenté con una sonrísa lanzando el pequeño juguete veemon hacia dansher, éste rebotó en el suelo sin romperse y cayó cerca del chico, la espada flotó de vuelta a la armadura en que se encontraba.
- si quieres protejer a tus seres amados aprende esta lección -
Dije tronando 2 dedos, al hacerlo veemon volvió a su forma original
- debes acabar con todo posible peligro para ellos -
Hablé poderosamente, casi gritando con los ojos muy abiertos, seguro de tener la razón, el fin de mi frase fue subrayado por un poderoso trueno que cayó en ese mismo momento fuera del castillo y dió inicio a una fuerte tormenta.

Me había arrepentido de lo que había hecho, pero escuché que algo arrojó, y al chasquear sus dedos observé el muñeco de Veemon que volvía a la normalidad.

-Veemon, estás bien- Le dije a Veemon con felicidad y le abracé.

-Dansher, qué bueno que no te sucedió nada, y si, estoy muy bien- Comentó Veemon respondiendo al abrazo.

Cuando el chico me comentó sobre que abría que proteger a los seres queridos, a veces hay que recurrir a este tipo de circunstancias, y de hecho lo que decía no era mentira, es más, al reflexionar un poco llegué a la conclusión de que esto lo hice para salvar a Veemon, aunque si esos zorros nos hubieran atacado, entonces si era necesario llegar a esos extremos, pero para mi asesinar a aquel zorro de esa manera fue sin sentido, ya que ellos no nos hicieron daño, pero ya estaba aliviado de ver conmigo a Veemon.

-¿Estadia?, después de todo ¿si nos dejarás quedar en el castillo?- Pregunté algo nervioso al chico, Veemon y yo ya queríamos huir de aquel lugar, y él insistió en dejarnos quedar en el castillo, si me contestaba algo como que nos quedaríamos a la fuerza, Veemon y yo nos hecharíamos a correr hasta la puerta y huir de aquel castillo, pero algo desafortunado sucedió.....una tormenta comenzó haya afuera, ahora nos quedaríamos en el castillo...si..o...si.

-¿Una tormenta?, rayos, no puede ser- Comenté en voz baja.

- claro que pueden - Afirmé amablemente - no recuerdo haberselos prohibido -
Abrí y levante los brazos de manera amigable, no era mi intención que se alejasen, eran mi diversión temporal, mi entretención, no quería dejarlos ir, no les dejaría salir, y al parecer el clima me apoyaba.
- vaya!, que temporal -
Comenté con sorna devolviendo los brazos a las mangas del trono.
- creo que es momento de mostrarles sus aposentos -
Con un movimiento de muñeca mi zorruno compañero se levantó y majestuosamente caminó hasta las desdichadas víctimas de mi locura, su azulado pelaje brillaba con la luz de las pocas antorchas que habían en la sala del trono, se movía lentamente, pasos cortos y agiles lo hacían parecer liviano a pesar de su tamaño, una vez junto a los visitantes se comprobó la diferencia de estaturas, era enorme, con suerte dansher alcancaria el lomo de la bestia estirando su brazo.
- él los llevará a sus aposentos -
Dije con una sonrisa
- ah!, pero antes tengo una enorme duda -
miré al moreno directamente con ojos penetrantes, ojos claros y a la vez profundos, que parecían poder revelar los mas oscuros secretos de aquellos a en los que se posaban.
- cómo entraste a mi castillo? -
Inquirí entrelazando los dedos de ambas manos, mirandolo cómo la primera vez que nos encontramos, analizandolo, esperando su respuesta como si ya sospechase cual sería.

Aquel chico después de todo, nos iba a dejar quedar en su castillo, cosa que a Veemon y a mi no nos parecía bien, pero por azares del destino, y del clima era la única opción que teníamos por el momento, aunque desde luego no me sentiría tan seguro con esos zorros merodeando el lugar.
Veemon y yo observamos como el zorro más grande y distinto a los demás se acercaba a nosotros, según el chico, nos llevaría hacía nuestros aposentos.

-Está muy grande como para alcanzarlo- Pensé.

-No confió en estos animales, con el que me quería atacar fue suficiente para perderles la confianza- Pensó Veemon y justo cuando empezaba a mirar la forma para que Veemon y yo nos subiéramos a aquella bestia de enorme tamaño, nos preguntó sobre como entramos al castillo.

-¿Cómo entramos?- Repetí la pregunta que el chico nos hizo -Bueno, debido a que la puerta no se podía abrir por fuera, evolucioné a Veemon para que volara y pudiéramos entrar por una de las ventanas del castillo- Respondí al chico de manera seria ante su cuestión y tratando de desviar la mirada que tenía sobre mis ojos, ya que su mirada la sentía algo pesada.

En ese momento me levanté de mi trono nuevamente, suponía que algo así había pasado para que el moreno y su compañero se encontrasen en un piso tan alto del castillo al ser descubiertos.
- asi que veemon tiene alas al evolucionar... -
Concluí separando los manos y moviendo los dedos, mi sonrisa una vez más se había borrado de mi cara, disgustado al saber que podían alejar por aire. Caminé hacia el par de visitantes, mi cabello se sacudía con suavidad por sobre mis hombros, a veces tapando mis ojos, a veces despejando mi cara, pero nunca impidiendmo mi visión, mi sudadera una vez más caía sensualmente por mis brazos, se me hacía molesto acomodarla así que solo la dejaba estar, bajé lentamente por los escalones y atravecé la alfombra carmesí a la misma velocidad, siempre mirandolos, a ambos.
- no quiero evoluciones mientras se encuentran dentro de mi castillo, si se les ocurre volar por las ventanas podría pasarles algo -
Dije a veemon mientras caminaba, intente decirlo de manera que pareciese estarme preocupando por su seguridad, pero sonó más como una amenaza. Los zorros naranjos se alejaban con temor al yo acercarme, mas no así el zorro azulado, que me miraba desafiante a un lado del moreno y su digimon.
- muestrame tu digivice... -
ordené a dansher, sin alcanzarlos aún.

Justo cuando Veemon y yo íbamos a tratar de subirnos en aquel zorro bestia de 1 piso de alto, el chico se volvió a dirigir hacía nosotros.

-¿Otra vez?, me pregunto ahora ¿qué sucede?- Me pregunté mientras aquel chico se acercaba y Veemon y yo escuchamos con atención sus atenciones, ya que por lo visto no quería que Veemon digievolucionara dentro del castillo -¿No digievoluciones?.....está bien- Comenté algo disgustado, ya que sinceramente si algo sucedería no iba a dudar a usar el dispositivo para digievolucionar a Veemon.

-Dansher, ¿qué te sucede?- Me preguntó Veemon en voz baja por lo que le había comentado al chico, pero con rapidez volteé y le guiñe el ojo para que se tranquilizara, en eso Veemon entendió que no obedecería del todo esa orden, claro, dependiera de la situación.

-¿Mi digivice?....¿Para qué?, es el mismo de la otra vez en el bosque, el que no servía para teletransportarme al mundo humano por medio de computadoras u otros aparatos electrónicos- Expliqué al chico, pero para que no se enfadara le mostré mi dispositivo a lo lejos, tomándolo con fuerza en mi mano por que quería evitar a toda costa que lo tomase.

No estaba lo suficientemente cerca del chico como para arrebatarle el digivice con la mano, aún así en cuano lo mostró intenté obtenerlo en base a otros medios. Una fuerza misteriosa tiro de él, mas no pudo arrebatarle el objeto de sus firmes manos
- ...sé que es el mismo, solo quiero evitar que lo uses -
Miré al zorro azulado a un lado de los chicos
- hazlo... -
Con un movimiento casi instantaneo kyukazemon usó su hocico intentando rodear la mano del moreno, para aplastarsela entre las muelas, a tan corta distancia parecía imposible evitarlo, además de que la extraña fuerza seguia tirando dedesde el digivice hacia mí, lo cual imposibilitaba algunos movimientos de dansher.

Después de que mostré mi dispositivo, llegaba a sentir que algo jalaba al mismo, no podía saber que era por que el chico estaba a cierta distancia mía, en eso pensé que era otro de sus poderes sobrenaturales como el que había hecho hace rato con la armadura.

-Oye espera, el dispositivo es mío- Comenté al rubio -Dansher, no lo sueltes- Comentó Veemon y comenzó a jalar mi mano hacía nuestra dirección, pero en eso el rubio ordenó a su lobo algo, yo solo pude observar que aquella bestia se lanzaba hacía mi y mordió mi mano entre sus muelas...y sentí un gran dolor al igual que se escuchó un sonido -Suéltame...¡AGHHH!- Grité quejándome y sin sentir mi mano y no sabía si mi dispositivo aún lo tenía, solo sentí un gran dolor y quería que esa bestia dejara de morderme.

-¡Dansher, ¿estás bien!?- Preguntó Veemon muy preocupado e intentado golpear a la bestia con un V-Cabezazo, pero parecía que no funcionaba.

OFF:

- Puedes soltarlo -
indiqué a mi azulado compañero, el cual obedeció al instante, dejando salir la maltrecha mano de dansher de su hocico, obviamente rota y sangrante, pero con el digivice todavía entre sus dedos.
- Tienes una gran fuerza de voluntad humano -
Comenté ya frente a él y a su digimon.
- dejaré que te quedes con la "maquina" - dije refiriendome al digivice - pero si se te ocurre usarla te arrancaré ambas manos -
Amenazé con mala expresión ordenando nuevamente a kyukazemon (el zorro azulado) que les guíase, no que les llevase encima, sino que indicase el camino a seguir.
- sigan a este zorro, los llevará a sus aposentos -
Sonreí esta vez mientras kyukaze se encaminaba por la puerta, saliendo por la puerta de la recamara del trono, esperando que le siguiesen.

Después de que el zorro soltó mi mano, soló observé sangre que brotaba de mi mano, afortunadamente mi dispositivo seguía allí, pero no sentía mi mano y si un gran dolor, además me preocupaba que siguiera sangrante.

-Dansher, deben de atenderte la mano- Comentó Veemon algo preocupado -¿Por qué tuviste que usar al zorro para tomar el dispositivo?- Preguntó Veemon algo serio y preocupado al chico rubio, en eso, con mi mano izquierda le puse mi dedo índice cercano a sus labios para que no siguiera hablando, si el era capaz de dañar a alguien de su especie, no dudaría que le hiciera algo a Veemon.

-Duele- Susurré con mi mano algo temblante por la mordida -Lo seguiré a ''nuestros'' aposentos, ¿pero no tienes algo que pueda usar para curarme la herida de la mano?- Pregunté al rubio en un tono normal, no quería que actuase de otra manera violenta. No pedía de mirada al zorro azulado por sí lo perdíamos de vista -Sí, nosotros le seguiremos- Comenté.

El zorro caminó fuera, obviamente esperando ser seguido, mientras que yo respondía a la última pregunta del moreno
- pff esa herida no es nada, ya sanará -
Comenté dandole poca importancia y sabiendola rota, era su mano derecha, su mano principal, aquella con la que había tomado el digivice, dicho esto volví por mis pasos hacia el trono, dejandolos salir de la recamara.
Kyukazemon, el zorro azul, una vez estuvo en el pasillo junto a dansher y veemon, si es que estos lo siguieron claro, fuera del alcanze de mis ojos, entabló dialogo con las víctimas.
- siento lo de la mordida... -
Habló amablemente la majestuosa bestia mientras aceleraba el paso
- no tenemos tiempo para charlar, si quieren salir de aquí es mejor que se apresuren -
Advirtió el enorme zorro azulado.

El chico de pelo rubio me comentó que la herida sanaría, que no era grave, por un momento me despreocupe, pero aún así quería atenderme la mano que se veía sangrante y no la sentía por completo, además de tener algunos dolores, pero creí que de nada serviría insistir le, ya que no me daría nada.

-Está bien- Comenté algo en desacuerdo, pero en fin, no se podía hacer gran cosa, y sin más, Veemon y yo comenzamos a seguir a aquel gran zorro azulado hasta el pasillo, y fue un momento en el que quedé impactado y tremendamente confundido, el zorro azul...¿se disculpo y me quería ayudar a huir?

-Ehmmm....está bien, acepto tus disculpas- Le disculpe algo confundido -Espera un momento, ¿nos quieres ayudar a escapar de aquí?- Le pregunté susurrando a la bestia azulada.

-No estoy seguro de eso, eres la mano derecha de esa persona mala, ¿cómo podríamos creer que nos quieres ayudar?- Le preguntó Veemon al zorro azulado, ya que ni él ni yo le creíamos, pero...una nunca sabe.

- no tienen otra opcion -
La majestuosa bestia no miro hacia atras, en vez de eso aceleró el pasó mientras con una suave luz de-evolucionaba en un pequeño zorrito naranja, la cosa más hermosa y felpudita jamas vista en el mundo digimon *O*
- compartimos mentes, mientras más cerca de él estoy más sabemos el uno del otro U.u -
dijo el pequeñin con pesar
- usualmente me manipula, pero puedo escapar a su control si me alejo mucho, o él baja su guardia - mencionó corriendo a prisa por los pasillos y bajando escaleras hasta un extraño y largo pasaje iluminado por luces electricas, de paredes rojisas, sin ventanas ni entradas o salidas, solo una extraña puerta al final del mismo pasaje.
- antes había alguien que mantenía la bondad de vice en su corazon, y me era sensillo expresarme... ahora es casi imposible -
Comenzó a correr por el pasaje anteriormente mencionado esperando ser seguido por dansher y su digimon, sin dejar de hablar
- la extraño ;n; -

Escuchamos al gran zorro, según él ''no teníamos otra opción'', aunque si lo pensaba era cierto, sí intentábamos salir por nuestra cuenta lo más probable es que fallaríamos, entonces seguimos al zorro azulado que caminó un poco más lejos de la localización del chico rubio y volvió a una forma de un pequeño zorro rojo, que sinceramente tenía apariencia tierna.

-Vaya, así te ves menos...serio- Comentó Veemon -Es cierto, deberías de estar en esa forma menos amenazadora más amenudo jeje- Igual comenté con una sonrisa.

Después, sólo me propuse a escuchar todo lo que el pequeño zorro nos decía, para saber un poco más sobre él, y quizás así nos ayudaría a salir del castillo. Además de perseguirlo cuando caminaba hacía otros lugares del castillo.

-¿Y éste cuarto rojizo?, ¿tiene algo que ver con esa persona que mantenía la bondad de...''Vice''- Pregunté al zorrito algo curioso, el cual volvió a correr por el pasadizo y a Veemon y a mí no nos quedó de otra más que seguir lo y esperar recibir respuesta.

-¿Y quién es ''ella''?- Igual preguntó Veemon algo curioso hacía el pequeño zorro.

- este largo pasillo lleva auna puerta oculta, la que ves al final -
respondió el pequeño
- ella... -
repitió el zorrito con pesar sin dejar de correr por el largo pasillo iluminado por luz electrica
- Elian... U.u, era buena conmigo y con Vice -
Comentó el zorrito tristón, sin detenerse
- gracias a ella tengo personalidad propia, si no... sería una parte más de mi compañero ;n; -
Todo parecía normal, hasta que el pequeño chibikyubimon dejó de hablar y se detuvo, aguantanto la respiración, como un niño al ser descubierto en una maldad.
- o no... -
Gimió mirando a la puerta que aún quedaba algo lejos
- me ha descubierto D:!!! -
Dijo alterado el pequeño animal.
La luz del pasillo comenzó a fallar, hasta que por un momento se apagó por completo, y al encenderse había alguien en el fondo del pasillo, tapando la puerta de salida, mirando a los que intentaban huir.

Veemon y yo seguíamos escuchando al pequeño zorrito, parecía que aquel rubio tuvo grandes momentos en que no era tan frío y la relación con ese zorrito era más confiable.

-Ya veo, ¿qué hay en el pasillo de al final?- Pregunté curioso, por que quería saber hacía que nos dirigíamos, y que había detrás de esa puerta que era ''oculta''.

-Espero que Elian vuelva con ustedes, sería bueno que la relación entre ella, él y tú se fortalezca. La confianza es la mayor fuente de felicidad y seguridad- Comentó Veemon con una sonrisa hacía el pequeño zorro.

Después, las luces del lugar comenzaron a encenderse y apagarse mutuamente, y el zorrito parecía algo alterado.

-¿Qué sucede?- Pregunté con algo de angustia -¿Nos a descubierto el chico rubio?- Preguntó Veemon estando alerta.

El pequeño zorrito afirmó con la cabeza a veemon, no podía hablar, no quedaba mucho para alcanzar la puerta, pero delante de ellos se encontraba una prueba muy dificil de superar.
- para donde van? -
preguntó friamente la persona delante de ellos, que sin duda era identico al rubio que conocían, pero... había algo... algo extraño en él.... más extraño de lo regular.
- a...a... -
Repetía el zorrito intentando inventar alguna escusa, sabía que no podía ocultarle nada al chico pero tampoco tenía la intención de simplemente develar sus intenciones.

Estábamos a punto de llegar a aquella puerta a la que el pequeño zorrito nos encaminaba, no sabíamos si era la salida o algún lugar de interés que quería que viéramos, pero definitivamente era mejor que estar cerca de aquel chico rubio...cuando de la nada éste se apareció obstaculizando el paso.

-Nosotros, estábamos dando un recorrido al castillo. Además, no sé hacía donde conduce esa puerta- Comenté un poco nervioso al chico rubio, pero no quería que el pequeño zorrito fuera regañado.

-Es cierto, le pedimos que nos diera un pequeño recorrido. Y queríamos buscar algo de vendas o antisépticos para curar la herida de Dansher- Comentó Veemon observando igual nervioso al chico rubio.

Ante la respuesta del moreno las luces volvieron a fallar, apagandose por un segundo, al siguiente se encendieron y vice, o algo similar a él se encontraba a un paso de los chicos que intentaban escapar
Era vice, sin duda lo era, pero... no tenía ojos, en vez de eso tenía un par de agujeros sangrantes sobre las mejillas, a traves de los cuales se podía ver la carne y el resto del interior, su cuerpo se encontraba ensangrentado, con los tatuajes extrañamente desconectados, pareciendo circuitos rotos.
- porque mientes? -
preguntó la aparición levantando la diestra y rápidamente haciendola decender para dañar el ojo izquierdo del moreno como castigo, dejando un visible corte que por fortuna no daó el globo ocular.

En el pasillo la luz comenzaba a ir y venir, no sabía las causas, pero lo más probable es que era culpa de aquel rubio, pero o sorpresa, cuando se fue la luz y luego regresó, allí estaba su silueta perfectamente dibujada, pero el rubio tenía una apariencia demasiada siniestra a la vez anterior, no tenía ojos y tenía unos agujeros en sus mejillas que provocaba a los presentes un terror como si estuvieras en un videojuego de miedo.

-¿Qué rayos es eso?- Dije asustado ante lo que veía, parecía un personaje de terror sacado de alguna película.

-Dansher, parece un zombie- Dijo Veemon algo nervioso.

En eso, sólo sentí como sin tocarme me llegó a herir alrededor del ojo izquierdo, no sabía como, pero si sentía un dolor de ardor y como si me hubiera cortado esa parte con la hoja de un cuaderno. Evité tocarme la herida para no infectarla, aunque si me preocupé por la sangre que ahora me brotaba de allí.

-¿Por qué me hieres cada vez que puedes?, y por cierto, ¿qué te sucedió?, ahora das más miedo que antes- Comenté algo nervioso, pero serio, ya que no quería que les hiciera daño a ninguno de ellos dos.

La luz se volvió a cortar por un instante, al volver el "fantasma" se encontraba nuevamente lejos de dansher, veemon y el pequeño zorrito, en vez de eso tapaba la puerta de salida, sin una expresión clara en el rostro y esta vez con un par de gigantescos cuernos en la frente y la piel completamente rojiza.
- el lo sabe... esa puerta oculta tras él es la salida... -
Comentó chibi colocandose delante del humano y su compañero, apretando los dientes y decidido a protejerlos.
- tienen que pasar por esa puerta -
Dijo destellando y evolucionando nuevamente en aquel enorme zorro azulado.
- lo detendré cuanto pueda... -
Declaró preparandose para la lucha, pero estaban claros sus nervios, sus 9 colas se sacudían presurosamente, era probable que no saliese vivo de una batalla contra tal demonio.

El chico rubio solo parecía que quería jugar con nuestras mentes, ya que cada vez que la luz se iba por completo y luego volvía a regresar, él cambiaba de forma y apariencia totalmente. No sabía como hacía eso, pero comenzaba a asustarme, ya quería salir de aquel lugar que parecía un manicomio.

-Rayos, él está demente...- Comenté en voz baja cuando escuché la voz de Kyuzakemon digievolucionando al zorro azulado que habíamos visto con anterioridad y pidiéndonos que saliéramos de aquel lugar -¿Y qué hay de ti?- Pregunté preocupado por él.

-Es cierto, ¿cómo podrás contra él?- Preguntó igual Veemon.

- no podré contra él... -
Aseguro el majestuoso zorro
- no me matará... me necesita -
Dijo comenzando a avanzar hacia el demonio
- y no puedo alejarme de él... siempr eme encontraría, vería a traves de mis ojos... como ahora lo ha hecho... -
Sus colas se sacudieron poderosamente, emitiendo un poderoso viento en toda dirección.
- salgan por esa puerta, rápido!, o todo habrá sido en vano D: -
Alegó el zorro dando un debil salto, el cual en un instante lo llevó a taclear a su oponente, arrastrandolo por el suelo, fuertes vientos asotaban el pasaje, provinientes del cuerpo del azulado zorro.

Veemon y yo nos preocupabamos por aquel zorro, el chico rubio era muy malo y dudaba que lograse hacerle gran cosa.

-Entonces el puede ver en donde estas...- Comente en voz baja y algo sorprendido por todo lo que aquel chico rubio lograba hacer, todas sus habilidades. Pensar en pelear con el seria como un suicidio, ir hacia la muerte.

-¡Dansher, hay que irnos!- Grito Veemon para aprovechar de la situacion y huir de ese lugar de una vez por todas.

-Esta bien Veemon. Muchas gracias por toda la ayuda. Suerte...- Agradecía a aquel zorro por habernos ayudado en muchas cosas y salimos por la puerta que nos había indicado.

-Mira Dansher, un portal- Dijo Veemon señalando un portal que había no muy lejos del castillo del cual habíamos salido -Si, lo veo...vamos hacia allá- Le dije a Veemon ya algo cansado, solo quería escapar y olvidar todo lo que había sucedido el dia de hoy. Y sin mas, entramos a aquel portal que nos llevaría a otro lugar del digimundo; lejos de aquel rubio y su tenebroso castillo.

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