Extraños objetos y criaturas.

La mujer suspiró, aburrida. Observaba la calle desde su mesa, pegada al enorme ventanal. Las personas se arremolinaban en la calle, alrededor de varios coches de policía y una ambulancia. El motivo, sencillo, alguien había tratado de suicidarse. Sí simplemente tratado, porque en el último instante tuvo la "fortuna" de que alguien arrastrara un colchón, para llevarlo a un punto limpio, y cayó sobre la blanda superficie. Sólo unas cuantas contusiones...

- Tsk...- la mujer se mordió el labio, molesta.

Habían sido unos meses de tratar de convencer a esa persona a través de chat para hacerlo. Y ya simplemente para rematarlo, sus últimas palabras en personas habían provocado que esa persona decidiera hacerlo. Le encantaba jugar así con los humanos, era divertido ver cuales eran sus reacciones, especialmente cuando hacían lo que predecía.

El teléfono sonó. Contestó inmediatamente pagando y saliendo del restaurante mientras que hablaba sobre un "encargo". Pasó cerca del accidente, internándose por un callejón oscuro y sin luz. Sin embargo, ella no sentía miedo alguno, estaba acostumbrada a esos ambientes, además de que escondía más de una navaja en su abrigo. Un objeto tirado en mitad del suelo, resplandecía levemente. Curiosa, se acercó a ver. Era un aparato, similar a un teléfono de dos tapas.

- No parece un móvil normal...- comentó con seriedad, abriéndolo y mirando la pantalla.

Me encontraba en la Ciudad de Shinjuku, es una ciudad horrible, toda calmada y con buena gente, había una especie de accidente por el lugar, es triste ya que no fui yo quien lo causo. Bueno regresando al tema, estaba en ese lugar porque había encontrado la forma de rastrear otros celulares como el que tenia, al parecer estaban echo de un código binario muy raro, mi segunda computadora se formateo después de ubicar uno de esos celulares, era el colmo ya que una desapareció y la otra se formateo pero al menos creo haber encontrado por fin a mi hermano.

Logre imprimir un plano donde estaba localizado el celular, eso me llevo a un tejado donde daba a un callejón vació, haciendo énfasis en VACIÓ. Al rato de esperar un poco me aburrí y decidí irme pero alguien había llegado.

-¿Quien es ella?- decía la bolita roja saliendo de la nada sin mi permiso.

-¡¡¿Quién te dejo salir del celular? ¿Qué no sabes lo que me tarde en descubrir eso?!!-grite repetidas veces enojado con Gigimon, pensé haberme librado de el pero descubrió como hacerme enojar cada vez mas.

Un sonido la alertó de que no estaba sola en esas oscuras calles. Sin embargo, ¿quién sería tan estúpido de atacar al informante? Porque no, no era de ninguna de las mafias o bandas de la zona, las tenía muy controladas. Sin embargo solo había dos opciones que fuera ese pesado de Shizu-chan intentando matarla por enésima vez, o alguien que no conocía de nada. Se decantó por la segunda opción, la otra persona nunca había destacado por su sutileza al sentirla cerca.

Guardó el aparato en el bolsillo del abrigo.

- ¿Quién hay ahí?- preguntó en tono alegre junto con una enorme sonrisa tatuada en el rostro. Haciendola parecer algo estúpida por tanta alegría.

Se fue acercando con pasos perfectamente bien calculados, aunque la otra persona los percibiría como saltos alegres de una chica demasiado feliz. Pero contrariamente a ese aspecto, su mente seguía atenta a todos los movimientos que hubiera en el callejón. Dispuesta a acabar con la vida de la otra persona, si se veía demasiado presionada, o a huir de ella y conseguir que la mafia se encargara de ella. Teniendo un aspecto sabría buscar todo lo relacionado con su asaltante.

-Con que no sabes quienes somos-dije haciendo una voz de confianza y maldad-Pues no nos dejaremos ver hasta que nos digas donde esta el chico del parche-dije intentando hacer que mi hermano saliera de su escondite, si él estaba allí como decía mi computadora, entonces sabia que saldría si hacia algo-Haz que salga o la pagaras-.

-No lo escuches, él no puede hacer nada-gritó Gigimon queriendo arruinar mi plan, pero él no sabia que yo tenia un haz bajo la manga.

La voz estuvo a punto de hacerla caerse al suelo del ataque de risa. Pero consiguió controlarlo antes de que eso ocurriera. Aunque algunas carcajadas resonaron en las paredes de los edificios. Haría falta más que una voz para que empezara a tener miedo, sobre todo de alguien joven, por el tono de la voz.

"Ni idea de quién será el chico del parche... Quizás le debe dinero, aunque quiere matarlo; dudo que sea por dinero entonces, a menos que sea mucho. Interesante... Quizás debería saber más del tema." Pensó la mujer.

- ¡Qué miedo! ¡Qué miedo!- respondió con sorna, aunque no lo pareciera era considerada una de las mujeres más peligrosas de Tokio- No tengo ni idea de quién hablas, así que me voy

Se dio la vuelta para marcharse por donde había venido haciendo ondear su abrigo, caminando de nuevo de manera infantil, con los brazos extendidos a los lados, para mantener el equilibrio, mientras que caminaba sobre una línea invisible. Si el chico quería saber ahora algo estaría obligado a salir de su escondite.

Esa chica parecía estar retandome a una pelea, si eso es lo que quiere eso tendría, yo no dejaría esto así solo porque es una chica-Ey no me subestimes con tus bromas, soy mas fuerte de lo que parezco-agito el D-Cyber, la funciones que había descubierto en la computadora habían servido y mucho.

-Hot Bite-Gigimon salta desde el tejado con los dientes en llamas directo a la chica que se encontraba abajo.

-Toma eso por molesta-me regodee por mi idea improvisada, y por haber atacado a esa creída.

off:

El sonido a su espalda la hizo volverse, para ver una especie de esfera en llamas, sin perder tiempo, usando ya el anterior movimiento de darse la vuelta, siguió girando. Saliendo de esa forma de la trayectoria del proyectil incandescente. Hay que decir, que estaba bastante acostumbrada a esquivar tanto puñetazos como ataques más punzantes, así que tenía una buena comunicación ojo- cuerpo.
No se dio cuenta de que ese proyectil, no era una bola de papel, como había pensado en un principio. Sino un ser vivo.

-Eso ha sido peligroso. No te lo niego- replicó con una sonrisa juguetona en el rostro.- Sin embargo no me gusta que intenten agredirme~

Sacó uno de sus cuchillos, y lo lanzó con una temible precisión hacia el chico. Que si no se movía tan solo le cortaría algunos cabellos del lado izquierdo de su cara. Si se movía, ya no podría asegurar completamente su integridad física. La utilidad del ataque era demostrar que no estaba tan indefensa como parecía.
Pero en ese momento de calcular la distancia a la que estaba el chico, pudo ver que en sus manos tenía un objeto como el teléfono que acababa de encontrar.

Un cuchillo fue hacia mi en un abrir y cerrar de ojos, utilice el D-Cyber para bloquear el ataque, ya que es indestructible (es marca nokia XD). Agite de nuevo el D-Cyber mientras me volvía hacia atrás por donde subí para encontrarme cara a cara con esa chica.

-Hot Bite-Gigimon mordió de la pierna a esa chica con una mordida muy peligrosa y malvada (punto para Nate ).

Me apresure a bajar por la escalera que daba a la calle de enfrente mientras Gigimon se encargaba de ella, llegue al callejón y grite-¡ Aquí estoy y ahora dime donde esta el chico del parche o el celular azul que localiza!-.

Off: Jajajaja me has matado de risa con lo del nokia.

On:
La mujer quedó sorprendida al ver que el teléfono conseguía detener su afilada cuchilla; ni un nokia ni un alcatel (en serio, con esta marca trata de tirarlo por un barranco, seguro que rebota y regresa a tus manos) podían haber aguantado el golpe de manera tan espectacular. Lo normal es que hubieran sido atravesados. No que rebotara.

Sin embargo eso fue lo último de lo que se preocupó, puesto que un dolor punzante seguido de una quemazón en su gemelo, la hizo postrarse en el suelo.

-Tch...

Un brillo de ira se reflejó en sus orbes rojos, mientras que una de sus manos sacaba otra navaja del bolsillo del abrigo. Iba a acuchillar eso que la había mordido hasta desear no haber nacido. Pero algo la detuvo a escasos centímetros de la piel de la criatura. Y es que eso no era de este mundo.

-¿Qué narices eres tú? Debería llevarte a que te hagan una disección~. Seguro que pagan bien- comentó con su habitual tono juguetón, mientras que ahora sí clavaba la punta del arma en la pequeña criatura. Ignorando completamente a Nate, puesto que el peligro venía de esa cosa roja, no del humano.

Off rol: si tiro un nokia desde un barranco atravesaría el mundo haciendo como en la película, Gran Impacto.

On rol: -¡Ya basta solo yo puedo hacerle daño!-el D-Cyber brillo y brillo, era algo que me entretuvo lo suficiente para no darme cuenta que Gigimon también.

-Gigimon... ¡Shinka!-un color negro rodeo a la criatura roja-¡DarkGuilmon!-el digimon negro se lanzo sobre la chica, muerde el cuchillo rompiéndolo y escupiendolo lejos hacia el callejón-Looking to my eyes!-grito, de repente lo veo, mi cara de estupefacto solo fue reemplazada por una leve risa malvada que empezó a brotar de mi.

Izaya parpadeó sorprendida por el hecho de que la pequeña bola rojiza de repente brilló convirtiéndose en un dinosaurio negro. Por primera vez en su vida y en la de muchos podía decirse que estaba completamente sorprendida.
No entendía para nada la situación. Que hubiera mutantes era una cosa que no la sorprendería mucho, puesto que había mucho científico loco por la zona. Pero no que además se transformaran. Eso ya llegaba a puntos de surrealismo absurdamente elevados.

Comenzó a reírse con su risa, algo molesta y condescendiente. Divertida e incrédula de la situación. Se llevó uno de los brazos al rostro para intentar contener las carcajadas, que con un dinosaurio encima hacían que el aire escapara más rápidamente de sus pulmones.

- Sois muy buenos... No sé en que momento me habéis inoculado los alucinógenos. Mis felicitaciones.- dijo entre risas aún. No había otra explicación racional para ver eso.

-Jajaja me rió, ¿ Alucinógenos? Para nada, lo que ves es lo que hay-dije muy macabramente y con tono de vendedor de puerta en puerta, saque mi D-Cyber y lo puse sobre la cara de la chica-¿Donde esta el chico con mi mismo rostro y con un celular así, donde?-la tenia acorralada, ella tendría que decirme todo lo que sepa cueste lo que cueste.

DarkGuilmon empezaba a babear del hambre que empozo a darle al oler a un humano de tan cerca-¿Comida?-DG se tentaba de la mínima idea de comerse a la chica pero no se lo permitiría ya que sabe el paradero de mi hermano.

Abrió los ojos sorprendida por las palabras del joven. ¿Esto era real? Se rió, la realidad era sorprendente, superaba a la ficción con creces. Estaba excesivamente tranquila, dejando a un lado sus ataques de risa, para la situación en la que se encontraba.

- Sorprendente~ - aunque frunció un poco el ceño ante la pregunta.- Delante de mí, ¿eso era una pregunta real? Además de que no puedo ver el teléfono bien~- se refirió al propio Nate, no había indicado nada más que esos dos detalles. Por lo que la respuesta era válida.

Movió las piernas arriba y abajo como una niña pequeña, sobre todo para que el dinosaurio no la cortara la circulación de sus extremidades. Aunque aún sentía el dolor del mordisco anteriormente dado.

- Ah y dile a Dino-chan~ que no me babeé encima. - dijo de forma desinteresada.

*Chasqueo de dedos*-Ya bájate de la chica emo-DarkGuilmon se bajo de la chica como le dije, él parecía escucharme por fin, como si todo hubiera cambia de un segundo a otro, eso me gustaba y mucho, por fin tenia una maquina asesina a mi disposición.

-Comida-DG seguía con ganas de comerse a la chica aunque eso estropearía mis planes.

-Bien ahora que puedes ver bien, dime donde esta el chico con este celular que se parece a mi-extendí el brazo mostrando el D-Cyber.

Ella se incorporó, quedando sentada en el suelo. Sacudiéndose el polvo que pudiera haber quedado en su abrigo.

-Thank you~- canturreó, algo divertida por la situación.-Tengo una pregunta, ¿por qué crees que sé donde está ese chico?

Por primera vez se la veía realmente seria. No por nada se la llamaba la informante. Pero siempre que eran personas normales no solía interesarse por ellas, a menos que obtuviera algo divertido de interactuar. Sin embargo, era la primera vez que veía a alguien con la fisionomía de Nate.

- Lo único que sé sobre el teléfono que tienes en tus manos es que había uno igual en el callejón sobre el suelo. Y que ahora está en mi poder~- sacó dicho aparato del bolsillo, mostrándoselo al chico delante de ella.

-¿Que...? Pero tu ogh...-me tire al suelo del callejón y repose la espalda contra la pared, me lleve la mano a la cara, si solo era el celular solo entonces quiere decir que Fary no se encontraba en el lugar y que mi computadora había sido formateada sin razón aparente.

DarkGuilmon se me acerco haciendo mucho sonido al caminar, me sorprende que nadie pasara y dijera ''¡Corran un monstruo!'' o que esa chica se espantase, en cambio parecía desierta la ciudad mientras ella se moría de risa.

-Fary... Nate... Tail-la voz de DarkGuilmon era rara, muy monstruosa por un sentido pero con sentimiento de tristeza por el otro, puse mi mano que estaba sobre mi cara en la de DG y sonreí levemente, mi hermano no aparecía pero creo que por fin acepte que este digimon este junto a mi.

-Bueno hora de acabar con los testigos-me levante y apunte hacia la chica-Ahí tienes tu cena-DG empezó a babear llenando de desesperación sus ojos.

No perdió el tiempo en levantarse. Se imaginaba algo como lo que hizo el moreno a continuación. Era lo más "humano" para un humano de ese tipo.

- vaya~ Una lástima que uno de los mejores informantes de la ciudad vaya a desaparecer. Dejando a un posible cliente sin su información... Una lástima por otra parte porque el posible cliente no sepa dar bien los datos de lo que quiere.- comentó de manera juguetona mientras que se alejaba andando hacia atrás- ¿No crees?

Sus ojos rojos brillaban con algo de malicia. Esperaba que el humano se interesase de nuevo... Sino sólo tendría que correr por esas calles que conocía como si fuesen su propia casa. De cualquier forma se libraría de él. Ganando el chico algo con eso o no... Todo quedaba en su decisión; ella nunca forzaba a nadie a hacer algo que no quería.

-Wait-dije deteniendo a DG-Creo que podríamos llegar a un trata que beneficie a los dos-sonreí como el gato rison de Alicia en el País de las Maravillas.

DarkGuilmon no parecía confiar en ella después de todo le empezó a gruñir apenas oyó lo que me dijo, pero no le di importancia, ella me ayudaría y yo la dejaría vivir otro día para que haga lo que sea que haga.

-Bueno bueno, dime ¿Como haces tu trabajo y como me ayudaras a encontrar a mi hermano?-en el momento que esta chica me dejara de funcionar la mataría sin problemas, no importa que ella sea de este lugar mientras tenga a DG no tengo rival alguno para vencer a los que traten de pasar sobre mi.

La morena también sonrió con una amplia sonrisa, aunque en su caso una mueca traviesa, dándola así el aspecto de un pequeño duendecillo. El moreno había caído en sus redes.

- Elección correcta~ Mi trabajo es simple buscar, pagar y extorsionar a todo aquél que sepa sobre tu hermano. Y luego comenzar a cercar su localización tras las últimas veces que ha sido visto. Aunque para empezar necesito su nombre y toda la información que sepas. - dijo rápidamente y sorprendentemente de manera profesional.- Aunque... Siempre hay un precio. Ya sea dinero u otro tipo de información... Como qué son esas criaturas y como se usan esos teléfonos.

Había visto que cada vez que Nate hacía algún movimiento con el teléfono el lagarto hacía movimientos fuera de lo normal. Además de que cuando había mutado el aparato había brillado.

Aún estaba atenta a que el humano decidiera volver a dejar al lagarto a hacer algo. Ese era otro motivo por el cual amaba a los humanos, eran tan inútiles que solos no podían hacer nada.

-Si me ayudas a encontrar a mi hermano, no solo te explicare lo que quieras sino que te enseñare un camino hacia un mundo regido por estas criaturas-*ajusto la voz tosiendo levemente*-Mi hermano es Fary Tail, edad 15 años, nacido en la ciudad de Yokohama, Japón, tiene mi misma apariencia pero su ojo izquierdo es como el de cualquiera y usa un parche en el derecho, usa ropas de gala en todo momento, sus padres son Duke Salazar Tail y Constanza Aluizia Brigitte de Tail.-di tanta información como se me venia a la mente, mi hermano no era alguien que hiciera mucho.

Mire a DG, él aun no estaba seguro, los animales saben presentar cosas y yo lo sabia pero como rastrear otros D-Cyber ya no era una opción solo me quedaba la salida del cobarde y hacer un trato con la comida.

Izaya silbó, sorprendida de que la persona que tuviera que investigar fuera un Tail. No por nada conocía los nombres de las personas con mucho dinero, aunque no fuesen de la ciudad de Tokio.
Ese trabajo le iba a costar más de un desplazamiento. Aunque al menos sería entretenido. No todos los días tenía ese tipo de encargos. Ni todos los días descubría que había otro mundo. Aunque no tenía por qué no creérselo, a fin de cuentas tenía una mente bastante abierta... Cuando no estaba siendo amenazada.

- Yare, yare~ No sabía que tenía a un señorito delante de mis narices. Siento que mi comportamiento anterior no haya sido muy acorde con el tipo de vida que posees~ ¿O me equivoco?- dijo con sorna, mientras que hacía una leve reverencia.- No tengo problemas en investigarlos, así que... Trato hecho~

Extendió su mano para cerrar ese trato.

-No soy de ese mundo ya que yo... Soy el hijo secreto de los Tail-le di la mano a la chica para cerrar el trato, DarkGuilmon pone su mano sobre las nuestras como para casarlo después pero termina haciendo otra cosa.

-Virus Breath-DarkGuilmon nos quemo la mano con un fuego negro y con varios bytes en el.

-Itai-mire mal a DarkGuilmon y le dije-Cálmate o no te dejare comer mas humanos-lo tranquilice pero no creo que funcionase del todo.

Una sonrisa socarrona apareció en su delicado rostro. Así que el hijo secreto. Y además gemelo del hijo real; normal que ahora lo buscara. Casi le entra un ataque de risa a la morena, su plan no podía ser más obvio: suplantar a su hermano. Pero para hacer un intercambio había eliminar al objetivo a suplantar. Quizás pudiera divertirse de algún modo con esa historia.

Apretó la mano de Nate, para cerrar el trato. Pero no pudo realizar esa tarea tranquila, puesto que la maldita lagartija negra estaba haciendo de las suyas. En esta ocasión no fue un mordisco ni tampoco un babeo con salto de regalo; no. Esta vez fue una llamarada.

-Tch... Deberías amaestrar mejor a la lagartija esa. Pero pensé que sólo podía hacer esas cosas cuando agitabas el aparato.- sacudió la mano soplándola con suavidad para reducir el ardor. - Y cuéntame algo más sobre esas criaturas. ¿Son todas cómo tu compañero?

No solo se refería a la apariencia externa, sino también al cerebro. Que en el caso del dinosaurio frente a ella parecía ser extremadamente escaso.

-Kukuku-la voz de Nate era baja y diabolica-De echo lo que ahce el aparato es activar habilidades especiales o no comunes, es decir los ataques mas poderosos o aumentar los existentes-mire el D-Cyber aunque me seguía doliendo un poco la mano-Y si lo educara ya no me serviría como maquina sanguinaria y no se mucho sobre los Digimons puesto que solo eh visto tres pero los demás parecían unos debiluchos- empece a acariciar a DG cuando se me vino en mente la idea de una maquina asesina a mi disposición, tan solo espero que Fary no haya conseguido una propia o al menos una mas fuerte que la mía-Bueno creo que ya nos vemos, tu investiga y contactarme cuando encuentres algo-apunte el D-Cyber hacia DG e hice que se guardara en el Digivice, me di media vuelta y levantando la mano me despedía de la despreciable futura comida de mi digimon.

escuchó con atención a Nate, mostrando su sonrisa infantil en el rostro. Lo bueno, es que el moreno no parecía mentir, puesto que ella normalmente sabía ese tipo de cosas. Mucha costumbre a tratar con mentirosos.

- Tú tranquilo, ya te avisaré cuando tenga algo~ Aunque parece que tu hermano es todo un maestro del escondite.- comenzó a reírse con una molesta y peculiar risa.

Esperó a que ambos se fueran, para darse la vuelta y continuar andando por las calles de la ciudad. Claro que investigaría, no tenía nada mejor que hacer. Pero ¿por qué solo quedarse en uno de los dos? ¿Por qué no la familia al completo?
Nate había decidido que no era peligrosa, puesto que físicamente él tenía las de ganar con la lagartija. Pero la información es la que mueve al mundo, y ella era una de las personas que mejor controlaba ese flujo.