Llegada...y busqueda.

Aquel portal que apareciera frente suyo cuando realizaba uno de los tricks que había aprendido recientemente, le hacia caer ahora hacia una zona con agua bastante sucia, su cuerpo atrapado por la gravedad de lo que aun consideraba la tierra, caía arqueado con la espalda hacia abajo y brazos y piernas extendidos hacia arriba, tan solo echando una mirada hacia abajo le hacía saber que no seria muy bueno lo que pasaría.

Segundos después de una gran salpicadera de aguas negras, se arrastro a la orilla entre agradecido y maldiciendo su suerte, no había resultado herido al caer en agua, pero ahora apestaba demasiado y un poco de esta había entrado en su boca por lo que se encontraba tosiendo – Diablos…esto es horrible – exclama ya fuera del agua, a gatas en el suelo aun tosiendo y escupiendo, mientras un pequeño ruido a su costado le hace girar la cabeza.

Tras salir del agua, a un costado suyo escucho un pequeño ruido, tan sutil que cualquiera lo hubiera tomado por inexistente, mas ikki logro percibirlo y curioso como era, se acerco donde había escuchado aquello, viendo un huevo de considerable tamaño roto mas no había nada en su interior, mas bien, pareciera que algo había salido de allí - ¿Un avestruz? – pregunto en voz baja mientras comenzó a andar por el lugar, por suerte sus patines no habían resultado dañados.

Tras caminar un rato, un pequeño quejido le hizo dar vuelta, encontrando frente a su rostro a una pequeña bola con escamas, volando tranquila tras de él, sus alas se movían con suavidad y gracia, sus enormes ojos no se apartaban del joven - …que… ¿que eres tu? – alcanzo a preguntar antes de echarse ligeramente hacia atrás.

Saltando emocionada, esa pequeña bola con escamas empezó a brillar para sorpresa del pelinegro quien retrocedió lentamente hasta que el brillo cesara y se transformara en una especie de caballito de mar verde y con cuernos sobresaliendo de su cabeza – Yo soy Babymon, y soy tu compañero digimon – responde sumamente animado, cosa que ni la cara de incomprensión del chico no quito. Analizándole unos segundos, Ikki no logro entender que pasaba….seguro se había dado muy fuerte en la cabeza y ya imaginaba cosas.

Decidiendo que era una invención de su cerebro, se alejó de allí a velocidad lenta, deslizándose por el suelo mientras buscaba algo que le ayudara a descubrir en donde estaba – Itsuki…..Itsuki no te vayas – escuchaba decir a esa cosa que se había presentado como su compañero poco antes, si bien el escuchar que le llamara de la nada por su nombre le sorprendió, mas al recordar que le tomo por invención de su mente supuso que por eso también sabia su nombre.

Ignorándole un poco más, lentamente fue acercándose a una de las fábricas de la zona.

Ignorándole, siguió avanzando por el lugar, haciendo que sus ruedas rodaran lenta y suavemente sobre el frio camino metálico que cubría el lugar, aquella fabrica estaba muy oscura por lo que se planteaba regresar en otro momento, mas era esa opción o quedarse fuera y ya estaba anocheciendo por lo que podía ver afuera.

Buscando en su mochila, sonrió al comprobar que llevaba con él una pequeña linterna la cual encendió prontamente, alumbrando mas adelante continuando con su avance mientras esa cosita trataba de detenerle – No vayas…hay digimons malos allí – el chico se volteo a verle unos segundos, no sabia que eran lo que esa cosa llamo digimons, aunque tal vez se refería a otros como él, de ser así no habría ningún problema.