Haseo (sexy) VS Yuu (no sexy)

Habían pasado algunos días luego de mi entrenamiento con sakura y de mejoramiento de la pelea utilizando a Ulforce en vez de la forma fusionada. Había programado una pelea contra un sujeto para probar las habilidades de mis digimons, según unos rumores era uno de los sujetos que habían salvado al mundo en el pasado. Ni que realmente hubiese sido mucho, solo derrotado a un digimon, pero bueno, iba a evaluar el poder de pelea de sus digimons. Tenia un loader por lo cual tenia una cantidad indeterminada de digimons.

Simplemente me encontraba sentado en una roca gigante en medio de un desierto digital esperando por el sujeto, a mi lado estaba durmiendo Ulforce en su forma de Demyveemon esperando por el enemigo para poder jugar. A la izquierda estaba Wormon calmado tomando sol como si nada.

Había estado viajando durante ya un tiempo según algunos aldeanos un tipo extraño anda buscándome sin siquiera conocer al tipo ni siquiera sin saber su nombre me di a la tarea de buscarlo para saber con qué motivo quería verme, el tiempo me llego a un desierto digital que no había ninguna sobra entonces empecé pensar que esto seria un perdida de tiempo.

Según el analizador del digivice del muchacho, el cual en este caso se veía reflejado en el aire como la ilusión en 3º de una plataforma terrestre, réplica idéntica de la tierra en la cual se encontraba. 3 puntos destacaban en este radar, eran los puntos de origen formados por Haseo, Wormon y Demiveemon. Durante el primer rato de uso de dicho instrumento similar a una brújula, el radar captó otro punto, el punto que estaba esperando. No era mucho, tamaño posiblemente de un simple humano, pero si tenía suerte era su objetivo.

Presionó fuertemente el digivice con sus puños aprisionando al objeto metálico fuertemente - Es hora.... - Comentó en un susurro con una voz melodiosa que solo podía ser comparada con la de los ángeles aunque claramente en esta aquella apertura del silencio se resaltaba un deje de maldad. La distancia entre ambos sujetos era de aproximadamente entre 95 y 100 metros, distancia límite de su radar del digivice D-arc, digivice con el cual había sido asignado en sus tempranos años.

La mano del peliblanco bajó rápidamente hacia una funda de cuero sobre la cual poseía sus cartas guardadas, empezaría con lo más simple. Desabrochó la funda mediante un botón y agarró con el dedo índice y anular de un lado y el pulgar del otro una carta. Antes de que ese segundo terminase el ojirrojo pasó una carta por el digivice, solo una carta bastaba para realizar lo que quería, la digievolución. El lector de la carta leyó su identificación, similar a un código de barras, y envió la información hacia sus 2 "mascotas".

Su maestro ya se encontraba erguido en una roca de gran tamaño, casi en el borde de esta, y las 2 criaturas brillaban de un azul celeste fuerte caracterisado por su gran brillo. Si no hubiese estado en ese momento delante de ellos, por el brillo que emitían fácilmente hubiese podido ser cegado por sus mascotas. 2 brazos salieron casi inmediatamente del brillo, el primero era azul, tenía una armadura de este color y un brazalete que parecía de aluminio y reflejaba el sol fácilmente. Por otro lado un brazo negro terminado en garra de lo que parecía ser un insecto robot gigante con 2 alas en forma de boomerangs que juntas en su espalda se mimetizaban con las élises de los aviones.



El primer digimon era un Guerrero Santo aunque no ejercía mucho su "profesión" sus 2 cuchillas de energía estaban desactivadas y la armadura estaba firmemente en su cuerpo como siempre. Tenía el brazo levantado apuntando hacia donde se perdía la vista del humano. Su pierna derecha estaba delante de la izquierda por lo cual se encontraba en posición de batalla, preparado para cualquier cosa.



El otro era prácticamente un robot creado unicamente para desgarrar a sus enemigos, era el águila del mundo digimon. Sus 2 garras eran lo suficientemente potentes como para cortar el diamante y su cuerpo, aunque carente de alas a veces, tenía una velocidad sorprendente, casi tanto como la de su compañero. Los 2 brazos del digimon estaban cruzados y elevados a la altura de su rostro dando la sensación de que si era visto desde adelante se veían sus 6 garras cada una sobre la otra y sus ojos rojos al final.

- Es momento... -

Pasar una carta en ese momento era algo que no iba a hacer ya que no le veía la intención, simplemente Ulforce salió volando hacia arriba al mismo tiempo que Grandis con una perfecta coordinación en aquel baile celestial llamado pelea. Grandis a lo lejos ya pudo visualizar al humano más Ulforce tardó en realizar eso unos segundos más, podrían fácilmente eliminarlo con un ataque desde esa distancia pero prefirieron realizar otra cosa. La "V" del pecho de Ulforceveedramon comenzó a brillar y una V de energía salió volando, esta impactó delante del Xros, Yuu Amano. Con esto lograría llamar su atención para que fuese donde estaban ellos y pudiesen desarrollar aquella pelea que esperaba con ansias.