Corazones oscuros, súbdito y maestra

Me encontraba en la Dark Area, ya por fin había recuperado a mí Veemon, y no sólo eso, también mí pequeño Monodramon, por fin me podía sentir completo, el vacío que se encontraba en mí corazón, volvía a estar completo, al final, también, aunque las cosas no fueron como esperaba, de algún modo Zerker y yo volvimos a recobrar esa amistad que teníamos, tal vez no sea como antes, pero estoy seguro que conforme pase el tiempo, tal vez la amistad que teníamos se restablecerá.

-Bien, aquí estamos chicos, la base de Zayyn- comenté a mí Veemon y Monodramon -Dansher, ya tiene un tiempo desde que no vemos a Zayyn, ¿estás seguro?- dijo muy cuestionable Veemon -¿Quién es esa tal Zayyn?- también preguntaba Monodramon -Veemon, estoy seguro, además, tengo algunas cosas que preguntarle a Zayyn que necesito que me aclare- respondí a mí pequeño Veemon mientras le miraba -Zayyn, es una larga historia Monodramon, creo que es mejor que la conozcas, ella es mí maestra- respondí a Monodramon y sin más comenzamos a caminar por el enorme pasillo, todo este dominio de Zayyn era demasiado enorme -Guau, de seguro debe de ser una Reyna o un puesto importante del digimundo para tener un lugar así de grande y bonito- comentaba Monodramon demasiado emocionado, no lo culpo, no había conocido mucho de mí vida o del digimundo como Veemon y yo.

Cuando después de una gran caminata llegamos a la puerta suspiré -Aquí vamos- toqué el portón con fuerza para que se escuchara que había alguien a la puerta -Dansher, ¿le preguntarás sobre Zerker a Zayyn?- me cuestionaba Veemon algo preocupado -Sí, y algunas cosas más Veemon- respondí esperando la respuesta.

Las puertas se abrieron, ante el retumbante sonido de los golpes sobre la enorme puerta de metal. El aire se agitó levemente, revolviendo los cabellos de los tres visitantes, antes de que, con un sonoro chirrido, las puertas principales del gran castillo se abrieran hacia adentro, sin que nadie las hubiera movido. Estas, mostraron una entrada amplia, muy oscura, y redonda, con escaleras a los lados que alzaban hasta los pisos superiores. En la parte frontal, un arco punteado, llevando hasta un largo pasillo, únicamente iluminado por candelabros fríos y antiguos... Toda la estructura estaba hecha de hielo, pero no parecía que el fuego que iluminaba un poco ese corredor, pudiera derretir la estructura.

El silencio era evidente en el interior del edificio. Cuando los tres visitantes entraran en el recibidor, las puertas grandes de la entrada se cerrarían, impidiendo el escape de así desearlo, y sumiéndoles en la oscuridad...


- Al final, siempre me siento mejor cuando vengo aquí...-susurré por lo bajo, inclinándome hacia delante en mi asiento y apoyando los brazos en las piernas-. Estúpidos... Mi humor empeoró...

Llevé una mano a los labios, colocando así un cigarro encendido entre ellos y dando una calada. Desde hacía días, cuando descubrí que Misaka había muerto, llevaba con un humor de perros. Reconocía que saber de su muerte me había alegrado, pero apenas había durado un suspiro... La estúpida y entrometida de Norn tuvo que aparecer, y revivirla... << Bueno... Tampoco es algo que destroce mis planes iniciales... Y otro pilar ha caído... Pero habría estado tan bien tener su alma en mi poder.... >> Di un suspiro, mirándome las botas, y profundí el ceño, enterrando la otra mano entre el denso cabello rojo.

"Bum bum bum"

Apenas parpadeé cuando los sonoros golpes resonaron por toda la planta baja del castillo. No alcé la mirada, estaba demasiado cansada como para siquiera prestar atención a algo tan mundano como unos golpes de cualquier intruso... Pero tampoco oodía dejarlo estar. Extrajé los dedos de entre mi cabello e hice un gesto con ellos. Pude notar el asentimiento de una oscura figura a unos metros de mí, que desapareció rápidamente, como si nunca hubiera estado allí, vigilándome.

- Lo que faltaba...

Inspiré hondo, resignada, pero me erguí en el trono de hielo, apoyándome en el respaldo, y crucé una pierna por encima de la otra.

Las puertas inexplicablemente se abrieron, no me sorprendía, después de todo era Zayyn, era demasiado obvio que le diera un toque lúgubre al castillo, y eso que sólo iba a ser el inicio de esta increíble estructura de hielo, sinceramente, no me molestaría quedarme aquí un par de tiempo, y sin dudarlo más, entramos.

Tras entrar a aquel lugar, las puertas se cerraron repentinamente -Predescible de Z- sin en cambio, el lugar estaba demasiado oscuro después de que el gran portón se cerrara -Dansher, está muy oscuro, ¿cómo encontraremos a Z?, además el lugar es grande- comentaba Veemon pensando en que podríamos hacer -Dansher, Veemon, no veo nada- Monodramon estaba un poco asustado y me tomo de la gabardina.

Saqué mí espada de la amistad, y gracias a que tenía poder de la electricidad pude alumbrar un poco el lugar, y me percaté que habían unas enormes escaleras -Es probable que ella esté allá arriba- en eso le encargué que tomara la espada a Monodramon, y saque una carta -Dansher, no quisiera interrumpirte, pero siento una presencia muy oscura al final del pasillo, tal vez ella, esté allí adelante- escuché la recomendación de Veemon, creo que el tendría más razón, ya que al ser digimon, puede sentir la presencia de otros -Es cierto Dansher, yo también la siento- agregó Monodramon -Bien, entonces caminemos hacía allá- y sin más los 3 comenzamos a caminar en dirección del aura que mis digimon sentían -¿Y por qué tú maestra tiene un aura muy oscura Dansher?- preguntaba muy extrañado y preocupado Monodramon, pero no le quise responder, era algo que quizás no comprendería mi digimon por que no lo vivió.

Al llegar al lugar guardé mí espada de la amistad, estaba frente a mi maestra, después de tanto tiempo -Hola maestra Zayyn- conocía a Zayyn, así que al saludarla le hice una pequeña reverencia a lo que mis digimon igual lo hicieron -Lleva bastante tiempo que no nos veíamos, ¿cómo está?- pregunté a la pelirroja, la cual se veía diferente a la última vez que nos topamos.

Expulsé el humo del tabaco una vez di una calada, y moví los hombros en círculos para desentumecerlos, mientras continuaba mirando el suelo con pasotismo. Sin embargo, no pasaron ni cinco minutos mirando las grietas del hielo del suelo, cuando sentí una nueva... CUATRO nuevas presencias en la misma sala en donde me encontraba.

- ¿Esperabas visita?-la inconfundible voz del digimon que había estado allí apenas un rato antes se hizo reverberar en la sala redonda del trono... Alcé la mirada lo suficiente como para poder mirar a los ojos a los recien llegados.

En efecto, mi digimon estaba allí, pero como había sentido, no se encontraba solo... El Duskmon estaba detrás del humano y de sus digimons, amenazándoles con una de sus espadas rojas de sus brazos. Los ojos del digimon oscuro brillaron con el ansia de la sangre, pendiente de si le daba la orden o no de borrar del mapa a esos dos intrusos... Resoplé con cierta indignación y finalmente me incorporé, con pereza en el cuerpo. Me retiré el cigarro de los labios y lo sujeté con dos dedos.

- ¿Se puede saber... qué hacen estos tres roedores en mi castillo?

El muchacho, un humano de cabellos oscuros y ojos azules, uno de ellos, al igual que mí, surcado por una larga cicatriz... Se me hacía familiar. Los digimons, un veemon estándar y un monodramon, pequeños y frágiles al lado de Duskmon. Este, ante la pregunta, no respondió enseguida, se mantuvo en silencio por si alguno de los tres recién llegados abría ls boca.

- ¿Uh?-continué esperando su contestación, con expresión torva en el rostro

- Se colaron dentro...

- ¿Y para qué demonios estás tú, si no es para echarlos a patadas?-refunfuñé... Sí, se notaba que no estaba de muy buen humor-. Sácalos de mi vista.

Sin embargo, cuando ya el digimon oscuro iba a hacer su cometido, el muchacho habló diciéndo mi nombre... En otro tiempo me hubiera sorprendido que me conociera, pero habían pasado cosas... Ya no me era extraño que alguien hubiera escuchado esas cinco letras a lo largo del mundo. Aunque lo que sí que me llamó la atención, es que hiciera que nos conociéramos mútuamente.

- Lo siento, pero si te conociera creo que me acord...-y por un momento, la cara de ese fracasado de Zerker me vino a la mente, y momentos después, ciertos recuerdos a mi "anterior vida" estallaron en mi cabeza, como cuchillos atravesando mi cerebro. Gemí por el dolor, y me alejé hasta apoyarme en una columna cercana-. Ugh...

- ¡Zayyn!

Jadeé varias veces, oculté la mirada bajo el cabello, pero sonreí, al recordar al fin... Sabía aue había recuperado la mayoría de mis recuerdos, pero hasta entonces, todavía había algunos detalles que se me habían escapado. Alcé una mano, indicándole a Duskmon/Kali que todo estaba bien, y que no necesitaba que se preocupara por mí... No de momento. Dejé escapar una suave risa que aumentó de volumen a medida que se iba propagando por el edificio gracias al eco, y me erguí de nuevo, mirando, esta vez sí, con un brillo de reconocimiento en mis ojos verdes.

- Aaah... Por supuesto que te recuerdo... Dansher-volví a reir, con sarcasmo e ironía-. Perdona por casi olvidarme de tí... Pero tu amigo Samuel se tomó muuchas molestias para borrarme la memoria-aunque había pasado más de un año de aquello, todavía le segía guardando rencor por ello-. Aunque quizás también debiera de agradecérselo...

Me separé de la columna, y regresé a paso lento al trono para sentarme con total naturalidad. Dejé caer la colilla al suelo, y apoyé la cabeza en una mano con, el codo posado en el posabrazos.

- ¿Y qué te trae hasta mí, querido?

Sin que nos percatáramos una presencia estaba detrás de nosotros, no nos dimos cuenta hasta que aquel digimon habló por detrás nuestro, tomándonos por sorpresa a mis camaradas y a mí, así que saqué mí espada a respuesta de que ese digimon, Duskmon sacó sus espadas rojizas -¿Zayyn?, somos nosotros, que no ataque Duskmon- respondí algo sorprendido por el hecho mientras mis digimon también lo estaban, no quise realizar alguna acción apresurada, ya que no buscaba batalla con su digimon y mucho menos con Zayyn -Zayyn, no somos intrusos, Dansher y Veemon, ¡recuerda!- decía algo apresurado, ya que los movimientos de Z son bastante apresurados y sin dudarlo, y no quería digievolucionar a mis digimon para frenar el ataque de Duskmon.

Un poco después de lo que decía Zayyn, observé que ella comenzó a retorcerse y quejarse un poco, al parecer algún dolor le llegó al instante, así que guardé mí espada y me acerqué a la pelirroja -Zayyn, ¿te encuentras bien?- preguntaba a la pelirroja algo preocupado, después de todo, ahora que lo pensaba, no era extraño que no nos recordara, después de los que no contó Zerker, el cerebro de Zayyn había quedado como papilla por el cañonazo de ZeddGarurumon -Dansher, dile a Z que no nos ataque Duskmon- comentaba Veemon estando alerta -¿Por qué nos quieres hacer daño?, nosotros no hicimos nada- decía muy asustado el Monodramon haciéndose bolita.

Después de que Z se recuperara del dolor que le acogía, retornó a su silla y yo con mis digimon, y ella dándole la señal a Duskmon de que todo estaba bien, lo que tranquilizó a mis digimon y a mí -Claro que sé lo que te hizo Zerker, me lo contó todo, de hecho, vengo de donde me encontré con él, te manda saludos- comenté algo un poco bromista, pero ese era el mensaje que me había dado para ella -Veo que tienes un nuevo....camarada- lo dije mientras miraba a Duskmon -Pues Zayyn, ya llevaba bastante tiempo que no nos veíamos, quería ver como estaba mi maestra, después de tantos sucesos que han ocurrido ene ste tiempo- agregué mientras le mire fijamente -Y también...quisiera hacerte algunas preguntas respecto a Zerker- comenté a Zayyn, esperando no e enojase por escuchar y tocar el tema de Zerker.

Al escucharle decir que sabía de mis altercados con Zerker, no pude evitar entrecerrar los ojos de forma peligrosa. Vale que habíamos empezado a enfriarnos y a dejar a un lado algunas diferencias, pero eso no quitaba que siguiera mosqueada con él... Era un capullo, y aunque compartiera parte de mi sangre con él, siempre lo sería.

- Que le jodan-mascullé cuando recibí esos "recuerdos" enviados-. Si te lo contó todo, imagino que también sabrás cómo se convirtió en bio.

Cerré los ojos y recosté la espalda, tratando de relajarme y de mantenerme cómoda en el asiento. Bajo mis manos, sentí el frío tacto de la piedra escarchada... No puedo tener un castillo de hielo sin su "trono helado", ¿qué esperábais? ¿Eso me convierte en una reina de hielo? Esperaba que no me diese por crear muñecos de nieve idiotas... Como sea, aunque el título de reina de las nieves no era algo que me entusiasmara a pesar de ser la Novena Muerte y ser bastante consciente de la fríaldad de ciertos asuntos, me gustaba esa base, era grande, espaciosa y perfecta cuando quería relajarme un poco... La verdad es que tal parecía que algunos no eran conscientes de lo que significaban las vacaciones, pero meh... Tampoco era plan de poner un cartel en la puerta citando: "Estoy cansada, venga usted más tarde a tocarme los ovarios, gracias".

- ¿Nuevo camarada? Tengo varios, pero en teoría a ella ya la conoces-miré a Duskmon, hice un gesto con la mano envuelta en digisoul negro, y a la señal, el digimon oscuro se transformó en una motera rubia, vestida de cuero negro-. Kali, Dansher; Dansher, Kali, blablabla...

La susodicha no formuló palabra, simplemente inclinó la cabeza a modo de saludo y se quedó en un segundo plano observando, com la espada apoyada en la pared congelada de una columna.

- ¿Qué preguntas son esas?-quise saber entonces, cuando mencionó sus dudas acerca de Zerker, sin mucho interés, mientras me miraba las uñas de los dedos.

Al parecer Zayyn aún estaba algo enojada y sin querer hablar del tema respecto a Zerker, alcé la ceja mirando a Zayyn, seguía siendo bastante fría, aunque de hecho, la primera vez que me encontré con ella, fue menos cortante, pero era algo a lo que no le prestaba tanta atención, después de todo, sigue siendo mí maestra y le agradezco que me ayudara a ver la verdad.

-No me lo comentó todo, Zayyn. Es algo obvio que sólo me comentó sus ''victorias'', pero la razón del por que es un híbrido, como tú, me es un misterio- le respondí cerrando los ojos y pensando un poco respecto a todo eso -Además, no sé sí lo sepas, pero después de que se convirtió en un híbrido, o más bien una de las principales razones por las que se convirtió en un híbrido, era por ir tras mí cabeza- dije algo decepcionado de Zerker -Perdió totalmente la cordura- devolví la mirada a Zayyn, la cual parecía que no estaba tan de buen humor, pero tenía algunas preguntas que me eran de vital importancia que respondiera -Sí, además, a mí me secuestró. Durante una batalla me volvió digitama y me separó de Dansher- comentó Veemon algo enojado.

Observé como Zayyn sacó digisoul negro desde su mano para poder hacer digievolucionar a Duskmon en Beelkomon -Ah, es Beelkomon, un gusto verte de nuevo. ¿Pero a poco Beelkomon tampoco nos reconoció?- miré a Beelkomon con una expresión un poco más natural, ya que ya también había tenido el gusto de conocerla.

Monodramon se acercó inocentemente a Zayyn mirando su trono de hielo -Disculpe, ¿cómo es que consiguió este gran castillo de hielo?, ¿puede hacer nieve?- preguntó Monodramon muy inocente, para Monodramon muchas cosas de mí vida aún eran demasiado nuevas para él -Monodramon... no preguntes cosas así- baje mi cabeza y poniendo mí mano en mí frente (facepalm) -Bueno, ejem, regresando a eso. Todas estas preguntas me son de interés, ya que como sabes, dentro de todo esto siempre hay dos versiones, y cosas que no sé, y me agradaría que mi maestra me las pudiera aclarar- respondí a Zayyn mientras le miré.

Continué con la mirada perdida en el color rojo de mis uñas, un rojo brillante, como el de mis cabellos. Por un momento estuve tentada a ni hacerle demasiado caso al muchacho, y a simplemente ponerme a oensar en otras cosas mientras oía de fondo el sonido de su voz. No obstante, todavía estaba con la mente en la tierra cuando respondió que en realidad no tenía ni puñetera idea de cómo Samuel, un humano corriente y moliente, había acabado en convertirse en Zerker, y fuerte biohybrido. Me mantuve en silencio por unos segundos, mirándome todavía los dedos, pero finalmente sonreí ampliamente, como un tiburón ante una carnada, y miré a Dansher.

- Vaya... ¿Él no te lo dijo?-me incorporé con elegancia del trono, y comencé a bajar los escalones helados que llevaban hasta él-. Ya imagino el porqué... Seguramente vio muy interesante que yo te abriera los ojos..

Mis pasos resonaron en el hielo del suelo, varias veces, hasta quedarme a menos de un metro del muchacho y de sus compañeros digitales. Lo miré desde arriba, con una mirada cruel y arrogante, como si yo solo supiera el motivo del chiste que me estaba diviertiendo tanto. Despegué los labios, en la torcida sonrisa, y acerqué mi rostro al suyo... La verdad es que fue una imagen digna de admirar, maestra y alumno, reunidos de nuevo, y ambos portando una cicatriz en uno de nuestros ojos.

- La verdad...-comencé, lentamente-. Es que yo fui quien lo transformó en bio... A la fuerza, si se me permite añadir... Él nunca quiso... Pero bien que disfrutó después de su poder...-inspiré hondo, como si oliera el más delicioso de los manjares-. Disfruté taaaanto viéndole sufrir...

Zayyn parecía estar bastante concentrada en otras cosas, la verdad no sabía si estaba distraída, o si era apropósito el querer hacerme creer que no me está prestando atención, sólo lo miré de manera pensativa esperando respuesta de esta -No, no me lo contó, y sí, tal vez el que tú me explicaras de una mejor manera fue la razón por la que él no me lo dijo- respondí a la pelirroja.

Zayyn, después de eso comenzó a descender de su trono -Por fin- pensé mostrando una sonrisa en mí rostro, pensé que toda mi estadía aquí estaría sentada y pareciendo que en todo momento me daba el avión. Zayyn comenzó a acercarse cada vez más, no pude evitar sentir esa adrenalina que corría por mí, esa maldad, esa extraña pero increíble sensación que te hace sentir su presencia, pero, saber que estamos de un mismo lado, te hace sentir fuerte, después, terminamos mirándonos a los ojos el uno al otro, era una escena bastante épica, tenía tiempo que no la veía, y ahora, ambos hemos cambiado, hemos crecido, nuestra oscuridad se ha alimentado cada vez más de nosotros -Veo que te haz vuelto más fuerte y obtenido más experiencias, maestra. Pero no sólo tú haz crecido en la oscuridad y fuerza, espero que también puedas ver cuanto he cambiado desde la última vez que nos vimos- crucé un poco mis brazos sosteniéndole aún la mirada.

Monodramon y Veemon, sólo se mantenían detrás de mí, Veemon ya estaba acostumbrado a esto, aún no confiaba del todo en Zayyn, pero siempre hacía su intento, y Monodramon, sólo estaba muy confundido sin saber que era lo que pasaba del todo, así que se dirigió a Beelkomon -¿Tú le ayudaste a construir el castillo de hielo a Zayyn?- preguntó Monodramon a Beelkomon, siempre con su tono inocente -Por cierto Zayyn, creo que no te presenté a mi más reciente camarada, Monodramon- dije a Zayyn mientras le volteé la mirada por un momento a mi pequeño digimon morado.

Posteriormente, Zayyn por fin me empezaba a contestar respecto a mí pregunta que tenía que ver con Zerker -¿Para hacerlo sufrir?- le pregunté algo curioso -¿Qué fue lo que él te hizo a ti para que lo odiaras así? Y bueno, tiene bastante sentido lo que dices, por que supongo que Zerker quiere recuperar a su Agumon, cuando me lo encontré en el mundo Caleidoscopio, me dijo sobre un modo de poder separarse él de su Agumon- miré algo pensativo a la pelirroja.

Kali miró con gesto neutro al digimon morado ue le hablaba. Alzó una ceja, todavía cruzada de brazos, y no pudo evitar una sonrisa al escuchar la pregunta. Dio un resoplido con aire sarcástico y se separó de la pared con un leve impulso.

- El castillo ya estaba en pie cuando nosotras llegamos. Era un lugar enorme y abandonado, así que Zayyn decidió hacerla su base-respondió, encogiéndose de hombros.

La escuché comentarle al digimon de Dansher, y después di un leve suspiro al recordad los viejos tiempos... Habían pasado muchas cosas desde entonces, había visto muchos rostros desde ese momento... Y yo había cambiado. Sin embargo, el castillo estaba tal y como entonces, y había visto a demasiados pasar a través de sus grandes puertas...

- Desde entonces este lugar me pertenece, y no puedo perderlo, por nada del mundo. Las almas de los muertos se escuchan mejor en lugares fríos y deshabitados.

Metí la mano en el interior de mi chaqueta, y extraje de ahí mi propio dispositivo digital, un Digivice IC negro con detalles en rojo. Lo observé por un momento, y a los digimons que en su interior dormitaban, y después, hice surgir mi digisoul, un aura de datos roja y negra ue revoloteó hasta el aparato... Segundos después, dos digimons en sus etapas rockies aparecieron a mi lado.

Spoiler:

- Ellos son Rukriel y Fenrir-presenté a mis otros compañeros, una vez el joven lo hubo hecho.

El pequeño lobo soltó un bostezo y posteriormente un gruñido al haber sido despertado, pero el dragoncito rojo, animado y atolondrado como siempre, dio saltitos en torno a Dansher y sus compañeros, hasta colocarse justo enfrente de su igual pero azul Veemon.

- ¡Eres azul! ¡Eres raro!-exclamó, ignorando que en realidad, la rareza de la Naturaleza era él.

- Ignora al imbécil-gruñó entonces Kali-. Siempre necesita tener que llamar la atención.

- ¡Oyeee! ¡Imbécil tu prima!

- La tuya que es más capulla-respondió la motera, irritada.

- Ya basta-murmuré irritada, colocándome una mano en la frente-. Me dais dolor de cabeza...-miré a Dansher entonces cuando los dos hubieron cerrado el pico-. ¿Preguntas de verdad por qué lo odio? Me borró la memoria... Casi me mata, y no soy alguien que olvide las ofensas... Y me da igual lo que ese idiota de mi primo haga.

Monodramon escuchaba muy atentamente lo que decía Kali, para él, las anécdotas eran muy divertidas, y se imaginaba todo con mucha emoción, Monodramon también quería vivir en un castillo, tal vez no congelado, pero sí en uno -¿Entonces ya estaba este lugar cuando llegaron?- preguntó muy curioso -Entonces ella no puede hacer nieve- viendo a Zayyn.

Mientras tanto, ya que todo se había tranquilizado un poco, se puso a observar detenidamente el castillo, claro, lo que se podía llegar a ver, por que estaba algo oscuro -Este lugar, me recuerda a cundo teníamos la base del DD- comentó en voz baja Veemon recordando también cuando nosotros teníamos una base, la cual dudo siga en existencia.

-¿Y no han intentado atacar este lugar, Zayyn?- pregunté mirando a Zayyn, ya que al ser tan conocida, dudo que algunos otros niños elegidos no atacasen su fortaleza.

Poco después de eso, Zayyn me presentó a lo que parece ser sus otros dos camaradas, dos digimon más, eso me recuerda un poco a otro chico elegido que he conocido y también tenía 3 digimons -Con que tienes más digimon camaradas Zayyn, vaya que sorpresa- comenté mirando a aquellos dos, pero sobre todo, uno llamó más mi atención, aquel que se parece a Veemon pero en rojo -Es un Veemon, de tal maestra, tal alumno- dije en un tono de broma.

Veemon se quedó observando a aquel otro Veemon -¿Eh?, pero tú eres el de otro color, tú eres el raro- dijo Veemon con una mirada confundida y sorprendido por que Zayyn también tuviera un camarada Veemon -Bueno, al menos se ve que es juguetón- respondió Veemon ante el comentario de Kali.

Monodramon se acercó a Veemon y al Veemon de Z, parecía muy sorprendido -¡Son casi iguales!- dijo muy sorprendido Monodramon -Pero con el color los podré diferenciar- dijo en un tono apacible y se dirigió al BlackGabumon -Hola, yo soy Monodramon- saludó al BlackGabumon.

Al parecer a Zayyn le molestó un poco lo de la pequeña discusión entre Kali y su Veemon, pero me respondió lo de acerca de Zerker -Entonces, lo de que convertiste a Camilo en Zerker fue después de que te borrara la memoria. Y...¿primo?- pregunté curioso, ¿es que acaso Zayyn tiene lazos familiares con Zerker o qué? -Por cierto, jaja, ¿no tendré una habitación aquí en tú enorme base, Zayyn?- decía en un tono de juego mientras caminaba un poco por el pasillo de aquel castillo.

Me crucé de brazos sobre el pecho, observando como Rukriel continuaba dando saltos en torno a los "invitados". Posteriormente, el digimon rojo, decidió aprovechar que Fenrir estaba medio adormilado, para acercarse a él e incordiarle, subiéndose encima suyo.

- ¡Pulgoso!

-¡¡Grrr!!-el gabumon concentró aliento helado de su boca y se lo lanzó al dragoncito. La llamarada pasó de largo cuando el veemon rojo esquivó y salió corriendo y riendo de la sala, con el lobo gruñendo y corriendo en pos de él para darle caza-. ¡¡Esta vez si que te desescamo, cacho de imbécil!!

Aún se pudieron escuchar las ensordecedoras carcajadas de Rukriel y los furiosos rugidos de Fenrir mientras se alejaban. Miré a Kali un momento, y ella, poniendo los ojos en blanco, se separó de la columna y se fue a buscarles para separarles... Era muy seguro ue Fenrir intentara matar al otro.

- En fin... Ahora que estamos más tranquilos...-saqué un nuevo cigarro de una cajetilla y lo sostuve entre los dientes-. ¿Un cigarro?-ofrecí. Sin esperar una respuesta, me encendí el mio y tomé una calada, preparándome para responderle-. No, nadie intentó atacarla, y auqnue lo hicieran, después tendrían que pagar las consecuencias-dije con simpleza.

No temía que alguien fuera allí a reclamar o a destruir mi castillo. Adelante si había alguien que se sintiera capaz de hacerlo, pero no iba a permitir ninguna intromisión sin luchar... Esperaba que quien se atreviera a molestarme de esa forma tuviera bastante resistencia... Yo contaba con un pequeño ejército de digimons a mis órdenes, y pronto tendría a un nuevo integrante.

- Zerker es mi primo, ¿no te lo dijo? Nuestras madres eran hermanas... Parece que a ese idiota se le olvidan las cosas-sujeté el cigarro entre dos dedos, y alcé los brazos hacia arriba para estirarlos. Escuché su petición, pero no la confirme enseguida... Había pasado mucho tiempo desde la última vez que me había reunido con Dansher, y no estaba segura de su fidelidad-. ¿Para qué quieres una habitación aquí?

Al parecer el Veemon de color rojo estaba un poco imperativo, tal vez así sea siempre su manera de ser, yo lo veía con una cara algo fuera de lugar, hasta que logró molestar al BlackGabumon y este le comenzó a perseguir por el lugar. Monodramon se quedó un poco perplejado por el escenario y sin que el BlackGabumon se presentase ante él -Jeje, bueno, que estés bien- decía Monodramon sonriendo y regreando con Veemon.

Veemon y Monodramon comenzaban a caminar, tocando los pilares, viendo las escaleras, la arquitectura del lugar -No toquen nada- comenté a mis dos digimon, después de todo, este lugar era muy especial para Zayyn, y era muy lógico que quizás ni si quiera quisiese que tocaran algo -Claro Dansher, no te preocupes- respondió Veemon, el cual al poco tiempo regresó conmigo, pero Monodramon seguía observando y luego fue en busca del Veemon rojo y BlackGabumon.

Mi atención volvió hacía Zayyn, la cual se veía un poco más tranquilizada de que aquellos dos desaparecieran del lugar -No, gracias, no fumo- agradecí por la oferta de los cigarrillos, pero aún no entraba a esos gustos -Eso lo sé muy bien Zayyn, imagino el trabajo que te tomó encontrarla y también, mantenerla en pie- respondí, más sin en cambio, realmente era mi primera vez aquí, por ello es que hice la pregunta del dormitorio.

Sin embargo, una noticia hizo retumbar mis oídos -¿Zerker realmente es tú primo?- me entró bastante curiosidad e impresión eso, quedé un poco perplejo, pero posteriormente volví en mí -Sí, Zerker omitió bastantes cosas que ha vivido contigo. Qué bueno que vine aquí para que me aclarases algunos puntos- dije a Zayyn mirándola seriamente, hasta que me respondió lo de la habitación -Ah, sobre eso, era broma, pero aún así, pensé que al ser tú súbdito, tal vez tenía un lugar aquí- dije de manera de juego -Después de todo, ha pasado algo de tiempo y no creo que durante este tiempo yo sea el único que haz reclutado- comenté a mi maestra -Además, de igual manera, yo he intentado también abrirle los ojos a otros niños elegidos, como tú lo hiciste conmigo, puedo decir que ya tengo un súbdito que seguirá nuestro sendero, es un tamer y se llama Hiroto- No agregué nada más, simplemente volteé a ver a Veemon y me percaté de que Monodramon no estaba -¿Monodramon?-.

Expulsé el humo del cigarro, y me encaminé hacia el pasillo. Le indiqué con un gesto al muchacho que me siguiera, que caminara conmigo a través del corredor de hielo, hasta la sala principal de entrada. Allí, me coloqué en el centro, en donde una plataforma circular se encontraba elevada a unos centímetros del suelo. Le invité subir a Dansher, y cuando él ya estuviera a mi lado, dicha plataforma comenzaría a elevarse... Si miraba hacia el techo, comprobaría que en todos los pisos había un hueco del mismo tamaño, para hacer de ascensor.

- Sí... Ya te había notado "algo" ausente-enterré una mano entre el pelo y lo sacudí con un movimiento pedante, mientras sonreía con cierta... diversión-. Supones bien... Tengo una nueva aprendiz-le confirmé-. Pero no es momento de hablar de ella...

El ascensor ya había pasado un par de pisos. Sin embargo, todavía le quedaban unos cuantos más. Me crucé de brazos, y clavé mi mirada en el muchacho, con severidad. Le dejé hablar hasta terminar, si quería contarme sus experiencias, no le iba a decir que no... Pero después yo también tendría cosas que decir.

- Es... inspirador que ya estes reclutando-mis ojos brillaron como siempre que se avecinaba una advertencia-. Pero lo que realmente me interesa es si continuas en el mismo bando que yo. No me malinterpretes, no te reprocho nada... Pero ha pasado un tiempo, y me gustaría saber qué es lo ue pretendes... Hacia dónde vas a caminar.

Finalmente, el ascensor se detuvo en mitad de un cruce de pasillos, los cuales estaban cubiertos en paredes de puertas, que evidentemente, llevaban a otras habitaciones. Me bajé de la plataforma flotante y me quedé de espaldas, esperando su respuesta... Por su bien, esperaba que fuera la correcta.

Al parecer no había señales a primera vista sobre Monodramon, Veemon me hizo una seña de que él iría a buscarlo para ver a donde se había metido ese pequeño travieso, le afirmé con la cabeza, para posteriormente regresar al asunto que desarrollábamos Zayyn y yo.

Zayyn me indicó que la siguiera, sonreí levemente y comencé a seguir a mí maestra, al parecer quería charlar un poco más en privado o mostrarme algo -Vale, te sigo, Zayyn- confirmé mientras caminábamos por aquel pasillo de hielo, se podía notar que al exhalar, salía el típico humo frío de la boca como cuando hacía niebla y mucho frío, sinceramente, tenía una gran curiosidad por observar totalmente el castillo de Zayyn.

Caminamos hasta llegar a lo que parecía la sala principal, en la cual Zayyn se subió a una plataforma circular y subí con ella, para que pro sorpresa, fuera un elevador -Jaja, está increíble el elevador, piensas en todo, Zayyn- comenté positivamente a mí maestra, para después dirigir toda mí atención a ella y escuchar lo que tuviese que decirme -Sí bueno, he estado algo ocupado, ya sabes...encargándome de algunos niños elegidos y buscando a ese estúpido de Zerker que se llevó a mí Veemon- respondí algo pensativo y mirando hacía arriba -Pero esa ha sido la razón por la que he estado ausente sobre todo, pero ahora que ya he cumplido estos objetivos, es por ello que retomé algunos hábitos de antes, mantener las alianzas, aclarar algunas dudas y estructurar nuevos planes- respondí mientras me cruzaba de brazos y miraba el hielo de cada piso al que llegábamos, se podía observar el reflejo de ambos en el hielo -¿Ah?, ¿qué acaso tú nueva aprendiz es información clasificada? Jaja, está bien maestra, luego me platicarás- dije de forma juguetona.

Terminé de contarle a Zayyn, pero al parecer su mirada se volvió más penetradora, como sí tratase de decirme algo serio, o tal vez necesite que le brinde información importante, le sostuve la mirada, algo curioso de que era lo que me diría, hubo un pequeño momento de silencio, se escuchaba el crujir del frío hielo y se sentí como la brisa nos recorría -Sí, lo mejor ahora es obtener más elementos- comenté, cuando su siguiente comentario parecía llevar más profundidad en cuanto a lo que ella quería saber -Zayyn, claro que estoy del mismo bando que tú- respondí algo confuso, cuando terminé de escuchar lo demás -¿Qué es lo que quiero? Bueno, tengo varias cosas en mente- sonreí aún mirando a Zayyn -Por ejemplo, obtener el anticuerpo X, seguir reclutando gente hacía la ''verdad'' (maldad), atacar DATS, conquistar o destruir algunos lugares. Actualmente las fuerzas del ''bien'' están en un punto crítico, mi ex-equipo ''DD'' todos están separados, por su lado, independientes, y gracias a eso, sus fuerzas y objetivos están demasiado dispersos haciéndolos muy vulnerables, no podemos desaprovechar estas ventajas que tenemos ahora- respondí a Zayyn con una sonrisa dibujada en el rostro y acompañándola a bajar de aquel elevador -Después de todo, ahora que ya tengo a Veemon de vuelta y un compañero más que me ayude, puedo lograr más cosas y vencer a los tamers que se opongan con más facilidad, y no sólo eso, claro que sí hay algo en lo que pueda ayudarte, o tengas planeado, puedes contar conmigo, maestra- terminé de dar todo mí discurso mientras observaba alrededor el pasillo helado que tenía bastantes puertas.

- Ohhh...-no pude evitar sonreir al escuchar pronunciar la palabra "elemento"... ¿O quería decir símbolo? Me volví, de nuevo para mirarle, esta vez con un brillo de curiosidad en la mirada. Metí la mano en un bolsillo de mi chaqueta, y de ella extraje la terminal de batalla. Toqueteé un par de veces la pantalla para que mostrara un "holograma" de un Símbolo del Mal-. ¿Te refieres a esto? Al parecer ya has visto algunos...-levanté la barbilla y amplié mi sonrisa, mirandolo aún-. ¿Cuántos símbolos has recaudado, joven padawan?

Cerré la aplicación de la terminal y volví a guardar el dispositivo en el bolsillo. Me llevé una mano al pelo para mesarlo un poco, antes de pasar a su lado y empezar a recorrer uno de los pasillos, observando las puertas de las habitaciones. Me detuve justamente frente a la de Ada, a apenas un par de metros de la mía, que estaba más al fondo; pero tras mirarla unos segundos, me planté después ante la habitación de enfrente de la de la chica...

- Veemon está ahora contigo... Así que imagino que lograste vener a Zerker. ¿Lo venciste mientras era bio, o cuando todavía era un humano?-Aunque no lo pareciera, la respuesta a esa pregunta tenía cierto interés para mí... Si lo había vencido como humano... Bueno, podría ser poderoso... Pero si había sido después de que el idiota se hybridase, significaba que Dansher era más poderoso de lo que pensaba... Y eso lo hacía muy útil.

Posé una mano sobre el picaporte, lo hice girar y abrí, mostrando una habitación, si bien algo sucia, tan lujosa como la de Ada. Una cama grande, varios armarios, y unos ventanales con magníficas vistas del exterior. En el techo una elavorada y gran lámpara, en el suelo una extensa y bonita alfombra.

- Estos serán tus aposentos... Puedes venir siempre que quieras, pero ten cuidado en meter el hocico donde no te llaman. Alguien podría enfadarse... Y no hablo de mí-le indiqué que entrara, quedándome yo en el umbral a observar su reacción por tal habitación.

Al parecer a Zayyn le había agradado mí respuesta, después de todo es lo que yo buscaba, recobrar esa confianza que tenía mí maestra hacía mí, y demostrarle que me he vuelto mucho más fuerte que antes.

Aunque un poco después, ella sacó su terminal de batalla, al parecer la iba a usar para algo, ¿pero para qué? , y allí fue cuando Zayyn me enseñó un extraño símbolo de oscuridad, un símbolo que reconocí al instante ya que yo también tenía uno, así que instantáneamente saqué mí terminal de batalla y comencé a pincharle -No precisamente me refería a eso, pero, yo tengo uno de esos símbolos como el tuyo maestra- contesté a Zayyn, ya encontrando el símbolo de la oscuridad y enseñándoselo -¿Sabes a ciencia cierta para que son?- pregunté bastante curioso mientras le observaba.

Cuando Zayyn guardó su terminal, comencé a seguirla, al parecer aún había otra cosa que me quería enseñar, pero si, era bastante la curiosidad que me invadía al ver que aquella base tenía bastantes habitaciones, ¿qué contenían?, me preguntaba, pero no quería meterme con los asuntos de Zayyn, por que podría terminar mal, así que prefiero quedarme con la duda.

-La batalla no se concluyó, más sin embargo, derroté a Zerker 3 veces antes de que fuera Bio, él me venció una vez ya cuando era Bio, y posteriormente le iba ganando en esta última batalla aún siendo él un Bio- respondí a Zayyn aún observando curioso aquel símbolo de la Terminal de Batalla -¿Por qué Zayyn?- pregunté algo curioso y ya guardando la terminal.

Mí maestra se detuvo, al parecer habíamos llegado a aquel lugar que me quería enseñar, y la razón por la cual nos elevamos tantos pisos en la base, una habitación que era demasiado lujosa, muebles muy chulos, súper bien decorada, y que me agradaba bastante, a lo mejor estaba un poco sucia por que no le habían limpiado en tal vez años, pero anda que un poco de que hacer no arreglase.

-¿Qué?, ¿en serio son mis aposentos Zayyn?- pregunté asombrado mirando a mí maestra,  no me creía que me fuera a dar ese cuarto, después de todo el comentario de hace rato sobre mí propio cuarto era sólo una broma, no creía que realmente me daría uno -Qué amable es maestra. Muchas gracias- Y no, no te preocupes, no quiero llevarme sorpresas desagradables jaja- respondí mientras miraba asombrado aquella habitación.