encuentro predestinado

dulomon corria entre los coches y la gente, escondiendose y sin llamar la atencion. Solo de nuevo, pero esta vez en un mundo que no era el suyo. Estaba triste, hechaba de menos a Mashury. si hubiera confiado mas en Mashury, si la hubiera dejado coger a dragomon nada habria pasado. Pero el haberse vuelto su enemigo le habia hecho perder todo.
-Espero me perdones y podamos jugar otra vez...
Dijo en bajo mientras se tumbaba bajo un arbol en medio d eun parque medio abandonado.

La noche había caído velozmente en la ciudad. A fin de cuentas, ya era otoño cada día que pasaba el Sol duraba menos tiempo sobre el cielo. Las farolas comenzaron a encenderse mientras que una mujer de blancos cabellos, que podían llegar a ser de pura plata según el reflejo de los rayos de luz, caminaba por las calles silbando una melodía. Para cualquiera con una gran educación musical o al menos histórica, sabría que lo que silbaba no era más que la canción nacional de la antigua Prusia.
Se notaba a la lengua que ella no pertenecía a ese país, a fin de cuentas no contaba con ningún rasgo oriental, eran todos occidentales, más concretamente de Alemania. Aunque podía haber pertenecido a cualquier país, a fin de cuentas, ser albina te hace ser algo más internacional.

Podía parecer que avanzaba sola por las calles, pero a cualquier observador cuidadoso observaría como por algunas terrazas, muros y verjas se desplazaba una gata blanca con la misma dirección que la humana. Aunque si eras más observador te darías cuenta de que esa gata no era normal, no parecía ser un animal normal. Y sí, hubieses acertado, puesto que ni tan siquiera era un animal: era un digimon.

La humana se dirigió hacia un parque. No tenía ganas de coger el avión al día siguiente, a pesar de que se moría de ganas de ver a su hermano pequeño. Pero es que perder un montón de horas no la gustaba nada. Así que, cuanto más retrasara su vuelta al hospital, mejor. Más horas para ser libre tenía.

Dentro del propio parque, se dejó caer contra uno de los bancos con pesadez. Unas cuantas horas antes había estado jugando al fútbol y ahora estaba claramente agotada. ¡Maldita anemia! Todo eso por culpa de la pérdida de sangre que había sufrido al salir del mundo digital. Y lo peor de todo es que no había conseguido localizar a la castaña para devolverla el dinero por la operación y darla las gracias por sacarla de allí. A fin de cuentas, dudaba que el pelirrojo hubiese hecho mucho por ayudarla. Pero no recordaba mucho de lo que había pasado después de arrancarse el arma de la mano.

- Nya~ ¿Estás bien, Jul?- preguntó la gata al sentarse a su lado.
- Sí, no te preocupes. Es solo que tengo que descansar.- respondió rascándole entre las orejitas.
- ¿Quieres que vaya a por algo para comer?
- Sí, eso no estaría nada mal.
- Ahora vuelvo.

La gata se alejó de la humana. Pero el aire le trajo un olor que le era conocido y familiar. Y además, lo había olido hacía poco. Extrañada por el descubrimiento, se dirigió hacia donde había sentido eso. No iba a molestar a Julchen con algo como eso, y menos si estaba tan cansada.

- ¿Hay alguien?- preguntó en voz alta.

Estaba triste, mirando el horizonte y la poca gente que pasaba por alli. Cuando eso pasaba se escondia. Hasta que acabo por hacerse mas tarde y quedarse aun mas solo. Afortunadamente pare alguien se le acerco. Salio de unos matorrales y miro al digimon sorprendido.
-em...soy Dulomon...¿tu?
Pregunto sacudiendo la cabeza y mirando aver si habia algun humano cerca de ella

La gata olfateó el aire, notaba el olor de un animal cerca. Pero no uno normal y corriente, sino como ella, un digimon. No tardó demasiado en encontrarlo, pero claro está, fue porque este decidió salir frente a ella. Lo que la indicaba que en sí no tenía malas intenciones.

Sobre sus facciones felinas apareció una expresión de completa sorpresa, a causa de que le había reconocido. Era el pequeño compañero de esa chica castaña que había estado antes con Naois, a la que llamaba maestra. La gata frunció un poco el ceño y miró a su alrededor, no le había caído precisamente bien la humana del zorro, puesto que usaba la oscuridad. Incluso había intentado apreciarla por haberle pagado a su compañera el hospital. Pero era incapaz de hacerlo.

- Ya, ya te conozco de antes-nya~ ¿Dónde está tu humana?

Desde la posición en la que se encontraban, la albina no era visible, aunque quizás si el viento soplase en la dirección correcta podría llevarle el aroma de esta al zorrito. Recordandole a la "chica de nieve que el quería morder".

Dulomon miro a gatomon y se acerco a ella on los ojos llorosos.
-ya...ya no me quiere... Me dejo...solo...
Dijo casi llorando tumbanose en el suelo y poniendose las patas sobre la cabeza.
-estoy solo... Y no se volver a mi mundo...

La gata se quedó unos segundos sin saber qué hacer. A fin de cuentas, no se hubiese esperado una reacción tan negativa por parte del zorrillo... Jamás se le habría pasado por la cabeza que él hubiese sido abandonado como si no fuese más que un animal. Un digimon no era una mascota como cualquier otra como para que le fueran dejando en cualquier callejón oscuro.

- Yo... Lo siento, no pensé que hubiera ocurrido nada malo.- dijo un poco agobiadilla, sentándose a su lado y rodándole con la cola por encima a modo de abrazo.- Pero, no estás solo. Yo estoy aquí y Julchen también. Seguro que a ella no le importa que te quedes con nosotras un tiempo hasta que decidas estar seguro de ir al mundo digimon. O incluso, si quieres ir ahora mismo, creo que te podríamos ayudar a ir.

La gata esperaba que con esas palabras, al menos el zorro se animase lo suficiente como para que dejara de llorar. No le gustaba nada que los demás lloraran, y menos ese digimon con una apariencia tan tierna.

Estaba claro, en cuanto se sintio querido empezo a sonreir sin problemas. Ya podia soñar con un mundo mas feliz donde importaba a alguien. Aunque...quizas Mashu si le queria, e so no lograria entendrlo hasta otro momento. Lamio la cara de gatomon como agradeciimento y sonrio mas feliz.
-Pues..pues..me encantaria poder estar convosotros...yo.. a mi no me gusta estar solo.

off(resopndo este pokito k no ando inspirada)

La gata se rió por las cosquillas que le provocaba la lengua del pequeño zorrito en su piel. Le apartó cuando se sitió lo suficientemente empapada en babas, a fin de cuentas, como gata que era el agua no la gustaba demasiado, aunque dentro de ser un felino tenía un mayor aguante al líquido elemento.

- Estupendo, vamos a decirselo a Julchen. No te preocupes, seguro que al principio se niega y da un motivo absurdo. Si le insistes un poco más dirá algo en plan: "soy la más asombrosa del planeta" y ya te dejará estar con nosotras.- se notaba que la gata estaba resignada a la peculiar personalidad de su compañera humana.- A fin de cuentas, no puede dejar a nadie que lo necesite en la estacada, y menos si es un animal que le parece adorable.

Dicho eso, comenzó a caminar sin prisa, pero sin pausa hacia su humana. La cual estaba ya totalmente recostada en el banco, mirando al cielo nocturno a pesar de no haber ni una sola estrella en él.

Dulomon asintio feliz a Gatomon y comenzo a dar saltos de alegria.
-si, digamoslo a Julchen. Seguro que ya no estare mas solo. Segurisimo
Dijo corriendo tras gatomon. Cuando vio a la humana cerca y con los ojos abiertos decidio tirarse encima de ella y poniendo cara de perrito abandonado.
-Hola Señorita Jul...¿quieres adoptarme?>.<
Dijo super emocionado

La mala casualidad hizo que la humana tan metida en sus pensamientos y mucho más relajada que de costumbre a causa de los calmantes suministrados en el hospital, hizo que tuviera su guardia más baja y ni tan siquiera se percatara de que se habían acercado ambos digimons.
Por eso, cuando Dulomon se la subió encima, reaccionó velozmente por instinto, sujetando al animalito y lanzandolo para quitárselo de encima. Con la mala -o buena- suerte de que cayera encima de la gata lo que hizo que sufriera muy pocos daños.

- Mein Gott in Himmel!! - dijo cuando observó a la gata blanca.- ¿Se puede saber qué haces?
- Tranquila Julchen. No sé si te acordarás de Dulomon, pero era el viejo compañero de Mashury... Aunque ahora él está solo y nos pedía quedarse en casa.

La albina se cruzó de brazos, mirando a su alrededor, esperando a ver a la castaña para poder terminar el enfrentamiento pendiente entre ellas. Pero por mala suerte, no pudo ver a nadie cerca. La versión sobre que estaba solo debía ser cierta.
La humana se agachó para quedar cerca de la altura del zorrito y hablar más directamente.

- ¿Te abandonó o es que ha muerto?- no sabía que la había podido ocurrir.- Pero en cualquiera de los casos, puedes venirte a casa, siempre y cuando no te dé por atacar a mi hermanito. O no te importe convivir con tres perros.

Dulomon fue agarrado velozmente y lanzado contra el suelo sin nada de amor. Al igual que lo habria tratado mashury.Afortunadamente cayo encima de gatomon. Le miro sintiendose culpable y se levanto de ella rapidamente.
-Lo siento... mis disculpas.
Dijo volviendo a mirar a Julchen. Ella por su parte se acerco para mirarle de cerca y hablarle mejor. fue a responder a la primera pregunta cuando ella dijo que de todas formas podia quedarse. No le habia costado nada. Por lo que sonrio feliz.
-Muchisimas gracias^^. Pues pues... Mashury me abandono por chafarle un plan... no quiere verme mas por esoT:T....es tonta. Y..y... no.. me llevare bien con todos...¿me dejas ir contigo entonceS?..puedo?

La albina escuchó atentamente las palabras del pequeño zorrito, mientras que su compañera se frotaba el golpe en la cabeza. Tendría que explicarle en algún momento las cosas que no hay que hacer con la albina y los temas de los que no hay que hablar.

- No me gusta dejar abandonados a los demás, y menos si lo necesitan de verdad porque son débiles- y adorables, le falto añadir.- Aunque tan solo por fastidiar algo que yo sepa no es motivo de echar a la calle a alguien. Yo se lo suelo hacer mucho a mis padres, y a pesar de que no me quieren, aún no me han dado una patada fuera de casa... Bueno, eso no viene al caso.
- Claro que te puedes quedar, ya te lo ha dicho ella. Si tú no tienes problemas, entonces está todo bien. - le respondió la gata con una amable sonrisa.- Aunque tendrás que esperar a mañana para entrar a la casa, porque vivimos en Berlín, no en Tokio. Pero puedes venirte a dormir esta noche con nosotras al hospital.

Se sentia raro. No podia creerse que aquella chica le aceptase sin mas, mientras que Mashury le habia hechado. Porfin alguien le queria. Sonrio como nunca y asintio de buena gana. Estaba dispuesto a dormir en el hospital con ellas. Y luego ir a otra parte del mundo. Lejos de los recuerdos dolorosos
-Ire con vosotras, no hare ruido ni causare problemas. Me portare lo mejor posible y no hare nada malo. No creo que pueda evolucionar pero os ayudare igualmente a que esteis a salvo.
Dijo lleno de ilusion y felicidad

Julchen se quedó algo pensativa. Nunca se le hubiera ocurrido que un niño elegido podría dar de lado a su compañero digital, a fin de cuentas, estaban obligados a vagar los dos juntos. El universo, destino, o como quiera llamarse, les había obligado a caminar juntos para salvar el mundo. Es decir, que si os quería juntos, ya podrían tratar de alejarse lo más posible, que al final, acabarían juntos de nuevo. Aunque por el momento, mejor tenerlo con ella. Cuando estuvieran obligados a juntarse, ella estaría para una batalla asombrosamente épica contra la castaña. A fin de cuentas, las deudas han de cumplirse.

- No te preocupes si no puedes evolucionar, yo intentaré protegeros, y si no puedo, ya lo hará Gatomon.
- Correcto, no te preocupes por nosotras, somos fuertes. Aunque en ocasiones la humana se vuelve loca, en esos momentos es mejor que salgas por patas, no vaya a ser que focalice su locura en tí.- añadió lo último en un susurro.
- Bueno, vayámonos ya.

La chica se agachó para cargar al zorrito entre sus brazos, para que no pasara frío, puesto que había comenzado a levantarse un frío bastante incómodo. La gata se subió a la espalda de la albina como cierto ratón amarillo que lanza rayos de una serie de animación.
Hecho eso, se pusieron en camino hacia el hospital.