Wellcome back {Libre}

Sus padres había viajado de vuelta a Japón por temas de trabajo, por lo que Mimi también había aprovechado la oportunidad para ir a visitar a sus viejos camaradas. Estaba emocionada por volver a verlos a todos de nuevo y compartir con ellos sus experiencias y aventuras allí en miami. Con quien también tenia ganas de reunirse era con Palmon. Desde que Izzy había creado esa sala de descanso digimon, dejó a palmon allí junto con los demás digimon y según sabia, ya habían salido a la aventura. Habia deseado poder estar con su compañera digimon en esos momentos, pero los vuelos y el tiempo no estaba a su favor aquella vez. ¡Pero ya estaba de vuelta! Y pensaba quedarse por una buena temporada.

Sin avisar aun a sus amigos, aprovechó su visita para recorrerse las calles en busca de tiendas y ropa que comprar para poder llenar su armario una vez se instalara en algún piso de alquiler en Japon, no sin antes hacerse con un ordenador y así poder sacar a Palmon para que le acompañara a esas eternas compras que sin duda, ocuparían todo el día.

Entraron a un par de tiendas, llevandose unas cuantas bolsas que cargar cuando salian de ellas. Mimi y una tarjeta de credito en mano era algo peligroso, no se cansaba de comprar y comprar. -Aguarda - se paró en mitad de la calle dejando las bolsas en el suelo, sacó su móvil y marco un numero. Palmon se quedó observándola y podía saber exactamente a quien llamaba - Dese prisa - Colgó y volvió a meterse el móvil en el bolso. Habían parado frente a una heladería -¿Tienes hambre? -Palmon asintió y ambas entraron a la tienda. Por suerte, su compañera digimon iba de tal modo disfrazada que parecía ser una niña infante recién salida de una fiesta de disfraces. Nadie se daba cuenta de que era un digimon.

Un coche negro, lo mas parecido a una limusina, llegó a donde se encontraban. Mimi se apresuró a meter las bolsas de ropa en el asiento trasero y después volvió con su compañera digimon a seguir disfrutando del helado mientras que el coche se volvía a poner en marcha.
-¿volvemos a casa ya?- palmon le dio un lametazo al helado mientras esperaba una respuesta
- Tengo que comprar algo para los demás - Mimi negó con la cabeza y sonrió, acto seguido se levantó de la silla de aquella terraza donde estaban sentadas comiendo el helado. -Después podemos volver a casa y descansar

Se pusieron de nuevo en marcha pero algo sucedió, algo que no habían calculado que pasaría. Palmón tropezó con algo o alguien, tirándose el helado encima - ¡Palmon! - acudió al socorro de su compañera digimon, sacando un pañuelo de su bolso para quitarle los restos de helado - ¿Estas bien? - palmon recibió toda clase de mimos en esos momentos. Mimi alzó la mirada a alguien que también se hallaba en el suelo.-Lo siento, no vi por donde iba... - la digimon se disculpó con quien habia chocado, que resultó ser nada mas y nada menos que otro digimon. Mimi recordó al Wizarmon de sus tiempos, ese digimon bondadoso que dio su vida por proteger a Gatomon y Kari