El Mundo ha Cambiado: Restar

Digimundo - Alguna Parte de la Isla File - Antes de la caida de los Pilares

Ya hacia un par de semanas luego de nuestro regreso pero para desgracia aun no nos habíamos topado con ninguno de nuestros viejos amigos. Esta era una de las cosas que mas intranquilo me tenían. No sabia a que peligros se enfrentaba actualmente el digimundo. Dudaba firmemente que sean épocas de paz, nunca lo eran en el aquel mundo, siempre había algo que amenazaba la integridad de ambos mundos. Esto me llebo a preocuparme por mis viejos compañeros... ¿Y si están en peligro? o peor aun ¿Muertos? Al parecer mi cara de preocupación era notoria puesto que una voz hizo que mi vista volviera a aquel hermoso lugar en el que me encontraba. - ¿Jefesito se encuentra bien? - Volviendo en mi y abandonando, por lo menos un rato, aquellos pensamientos pude vislumbrar la copa de un gran árbol. Los pequeños rayos de luz provenientes del sol intentaban colarse entre la espesura de las hojas para caer encima de mi cuerpo y el de Doru, quien se encontraba recostado a mi lado y mirándome con cierta preocupación. -No es nada amigo - Dije aun recostado en el gran tronco de aquel dichoso árbol y regalandole una cálida sonrisa a mi compañero. Acto seguido recorri con mi vista para inspeccionar aquel hermoso lugar. Se trataba de un inmenso, su vegetación era abundante y de un verde brilloso que cautivaba la vista de cualquiera, pequeñas acumulaciones de arboles de gran tamaño se esparcían entre el amplio territorio, todo decorado con una armoniosa paz... el lugar perfecto. - Solo pensaba en los demas... es todo - Dicho esto Doru se acomodo nuevamente a mi lado y se dispuso a dormir, yo sabia que el también estaba preocupado y algo me decía que el suponía que le daría esa respuesta.

Al pazar un tiempo Dorumon se encontraba profundamente dormido, no era nada inesperado a decir verdad. A ambos nos encantaba este tipo de lugares, la tranquilidad, la paz. Siempre que podíamos intentábamos reposar en un lugar asi. Lo que si era raro es que yo no me encontrara roncando... y como hacerlo. Este ultimo tiempo varios pensamientos habían invadido mi cabeza. Hacia ya mucho tiempo que no iba a ver a mi madre al mundo humano, ella postrada en un hospital a causa de su maldita enfermedad y yo aquí perdiendo el tiempo. No puedo negarlo la culpa me consume y acompañada de ella vienen los recuerdos. Recuerdos de aquel pequeño problemático, recuerdos de un Matt mucho mas joven, intentando defender a niños de bravucones y resiviendo una golpiza a cambio. Recuerdos de un pequeño que llegaba magullado a su casa por la noche devido a que su madre estaba en un hospital, nadie lo controlaba. Recuerdos de andadas nocturnas por barrios marginales en los que solia andar. Recuerdo de un intenso entrenamiento a manos de un señor que fue como un padre para el, el que le enseño todo aserca de las artes marciales y donde por fin su vida cambio.¿Que por que digo todo esto ahora? Porque en instantes todo esos recuerdos se vieron alterados por los de una segunda vida. De un instante para otro una luz consumió aquel paradisíaco lugar. Mire a Dorumon pero en su lugar solo había luz.

Recuerdos, pensamientos, imagenes, ideas y conocimientos nuevos, que parecian agenos pero a la ves tan mios, atravesaron mi cabeza como flechas punzantes dejandome casi al borde del colapso. Dos vidas, eso sentía, que había vivido dos vidas. Lagrimas brotaban de mis ojos ante los nuevos recuerdos que afloraban en mi mente. Yo no podía ver mi llanto debido a la luz pero sabia que ahi se encontraban.

Flashback

Todo es tan confuso, puedo contemplar desde arriba una curiosa escena. Parece el departamento de mi infancia, antes que nos corrieran por no poder pagarlo. El apartamento se encuentra humildemente amueblado, como yo lo recordaba, pero mucho mas limpio que de costumbre. De pequeño no se me daba muy bien la limpieza y como mamá siempre estaba en el hospital, yo posponia dicha tarea. En lo que seria la sala comedor, se encontraba un pequeño sentado en el piso jugando con lo que parecia ser un Digimon PET.  El pequeñin de ojos verde esmeralda y cabellos castaños estaba muy concentrado y entretenido jugando. Era yo! Como es posible! Siempre supe que eran los Digimon PETs pero nunca pude tener uno hasta que... bueno encontré a Doru tirado en un callejón. El pequeño yo dio un respingue con cara de incredibilidad, acto seguido se paro y corrió hacia la pequeña cocina. -Mamá, mamá!!! Dorimon me hablo!!! Má!!!! - Al igual que la madre del joven no di crédito a sus palabras, no podía creer lo que estaban viendo mis ojos. Una mujer hermosa, de cabello largo color castaño y unos orbes color esmeralda que encandilaban, de figura esbelta, fina y delicada, se encontraba cocinando. Como era posible, mi madre estaba bien, casi estallo en llantos pero nadie podía oírme. La madre le dirigió una hermosa, dulce y amable sonrisa al niño. - Ahh ¿si? ¿y que te dijo?-Su voz era tan suave, dulce y especial como la recordaba aunque nada débil.

Intentaba entender lo ocurrido hasta que la información llego velozmente a mi cabeza. Habíamos conseguido el dinero para su tratamiento, no estaba curada del todo pero pronto lo estaría. Tanta felicidad no cabía en mi "cuerpo" hasta que, involuntariamente, mas información llego a mi cabeza. Las lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas, esta vez si pude verlas. Sabia exactamente lo que pasaría a continuación. El timbre de la casa sonó y la madre del chico abandono la conversación con el pequeño para disponerse a abrir. -Ohh señor Fuhjida! Pase, pase porfavor! - Invito amablemente mi madre, mis lagrimas seguían corriendo acompañadas de un sollozo que nadie oía. Un señor de vigotes, bastante anciano, de estatura baja y retacon entro acompañado de dos hombres vestidos de trajes idénticos y gafas de sol. - Déjeme decirle que no se como pagar lo que ha hecho por mi y por mi hijo, si no fuera por usted yo no estaría aquí cuidando a mi niño. - Agradecio mientras los invitaba a tomar asiento en un pequeño sofa que cabían tres personas. Los tres hombres se sentaron con total tranquilidad, sus rostros no mostraban preocupación alguna pero ninguno dijo nada. Mi furia se iba acrecentando mas y mas, intente interactuar con el habiente pero nada, es como si yo nunca hubiera estado ahi. Las lagrimas seguian brotando. -¿Que se lo trae por aquí?- En el rostro del maldito viejo se dibujo una macabra sonrisa.- Bien vera...- El señor se aclaro la garganta como para dar un discurso. - Nosotros ya hicimos algo por usted, es hora de que nos devuelva el favor. - El hombre continuaba sonriendo. El rostro de la madre del chico, de mi madre, se desdibujo, se le notaba tenso. - ¿A que se refiere? Yo le exprese desde un principio que no tenia dinero para pagarles...- La sonrisa del hombre se transformo mas y mas dejando una macabra mueca que siempre recordare. -No...No queremos su dinero... Nos llevaremos al joven Matt... - La mujer se levanto de golpe. - De ninguna manera! Tiene que ser una broma! No pueden hacerlo. - Los dos agentes solo miraban la escena mientras el viejo se disponia a hablar nuevamente. - Oh... en eso se equivoca, claro que podemos y lo aremos... debe tener mas cuidado con lo que firma en su lecho de muerte señora Akari.- Dicho esto el hombre chasqueo los dedos y sus dos acompañantes se pararon. - No lo aran!!! Tendran que pasar por mi...- Levantando la voz e interceptando el paso a la cocina la madre se situó frente a los agentes con los brazos extendidos.

El pequeño aun se encontraba en la cocina, ajeno a toda la problemática, centrado en lo que pasaba en su pequeño juego. - No te preocupes, yo te ayudare. -La pantalla del curioso artefacto comenzó a brillar mientras el joven se acercaba a la fatídica escena para comunicarle a su madre lo que estaba ocurriendo. -Jefe, hay actividad...- Comunico uno de los agentes al hombre mas anciano. -No hay tiempo acaben con esto!Tráiganlo!!! -Uno de los agentes sustrajo de sus ropas un arma calibre 9mm, apunto sin pensarlo y gatillo en dirección a la madre del pequeño. La bala impacto brutalmente en su cráneo haciendo que esta se desplome en un charco de su propia sangre. Grite, grite como si no hubiera un mañana, llorando desconsolado, situándome frente al anciano quien tenia sus ojos frente a mi pero no me veía. Mientras tanto el pequeño yo era auxiliado por un Dorumon, quien lo sujeto y esquivando balas propinadas por los agentes, se dio a la fuga saltando con el niño por una ventana sercana. Mientras tanto yo gritaba y maldecia al viejo- TE JURO QUE TE MATARE!!! TE ARRANCARE LA GARGANTA CON MIS PROPIAS MANOS!!! TE LO JURO!!!- El dolor, la ira y los llantos continuaron hasta que todo se volvio oscuro.

Actualidad: Mundo Humano - Japón - Centro de Tokio

Desde lo oscuro de un callejón, situado entre dos grandes edificios, me dispongo a observar atentamente una furgoneta de color negra que se encuentra en la acera de enfrente. Al parecer nadie me ha visto llegar y las sombras me cubren por completo. Mi mirada esta clavada en aquel vehículo el cual parece estar abandonado pero no es así. Al cabo de unos pocos minutos dos hombres armados con lo que parece ser pistolas del calibre 9mm bajan de dicha furgoneta. Se encuentran uniformados como los de aquella vez, traje negro y gafas de sol pero esta vez añaden una particularidad... Digivices, ambos portan uno. Los dos agentes se disponen a irrumpir violentamente en el edificio de enfrente a mi posición. Pueden escucharse disparos e insultos provenir desde dentro y pasado unos diez, tal vez quince, minutos los dos salen pero esta vez uno trae a un pequeñuelo de unos ocho o nueve años sujetado por los pelos. Me crujo los nudillos y comienzo a caminar lentamente hacia los dos "agentes".

Oigan... no creen que están grandes para jugar con niños. - Mi tono de voz es tranquilo y mi mirada se clava fija en ellos.- Tal vez encuentren mas diversión... con alguien de su edad.- El pequeño sollozaba pero rápidamente fue silenciado por una bofetada de su captor. Eso provoco que se me hirviera la sangre, tense mis dos puños apretándolos fuertemente hasta hacerme daño pero no me dieron tiempo a agregar nada mas. El agente que se encontraba libre es decir el que no tenia al joven comenzó a caminar de manera desafiante en direccion a mi. Una ves se encontro frente a mi, sustrajo su arma. - ¿Que dijiste gusano? Anda repitelo!!! - Coloco el cañon de su arma en mi frente.- ¿Sabes acaso quienes somos? - Una sonrisa de total autoritarismo se dibujaba en sus labios. - Arrodillate y pideme que no te mate! - El otro contemplaba la escena, disfrutandola casi tanto como su ejecutor, el niño cerraba fuertemente sus ojos, no quería ver. Yo en cambio, tenia el rostro inexpresivo,  mi mirada se clavaba fija en sus ojos, fria. De un momento para otro en un abrir y serrar de ojos sujete el cañon del arma con mi mano izquierda sacándolo, hacia la misma dirección, de la linea de mi cuerpo. El disparo salio hacia mis espaldas impactando en una lejana pared. Con un simple movimiento luxe el brazo de mi agresor en direcciones contrarias provocando así una ruptura en  la unión del antebrazo. El chillido de dolor fue callado por una patada lateral directa a la mandibula del agente propinada por mi pie derecho. La maniobra había sido un éxito sin embargo el segundo agente estaba  a unos siete metros, no podia actuar contra el. Este soltó al niño y con su arma apunto en dirección a mi pero...-Metal Cannon!!!- Una bola de acero a alta velocidad impacto brutalmente en el brazo de aquel tipo, probablemente rompiéndolo. Desde el callejón un sombra mas pequeña emergio, se trataba de Dorumon. Me acerque al segundo agresor, quien se encontraba en el suelo retorciéndose de dolor y le propine un golpe para noquearlo. Por ultimo me dirijo al pequeño y le entrego una pequeña bolsa con comestibles y agua. -Vete de aquí, escóndete y recuerda que si te quieren es porque eres alguien especial.- Tal vez el pequeñín no tenia ni idea de que le hablaba pero por lo menos corrió a ocultarse. Todo habia salido bien, no les dimos tiempo a que utilicen sus digivices pero eran solo dos y cada ves había mas casos en esta zona, con Doru no dábamos a basto...necesitábamos ayuda, un equipo. De cualquier forma, tenemos que salir de aqui, prontro llegaran refuerzos. Caminamos lentamente hacia los callejones formados por los edificios.

El mundo se ha ido al carajo... Los están casando... solo son niños pero claro eso les importa un comino. Las ciudades están "tranquilas" claro no muchos se atreven a salirse de las normas. Solo algunos valientes se atreven a revelarse, algunos por soñar con la libertad y otros para proteger a sus seres queridos pero al precio de su muerte. Están en todos lados y su mayor arma de control es el miedo. Por eso soy libre... "Yo no les temo."

Vale... Veamos, he caminado tres calles rectas y luego he girado a la derecha. ¡No, no! ¡Espera! Era en la segunda a la izquierda y luego a la derecha... Eh... Sí, eso creo... O no... No lo sé... Creo que me he perdido. Aunque tan solo una sido unos minutos sin que Nik me vigile. Creo...

<< Tú siempre te pierdes, princesita>> como no, las amables palabras de Tasia no tardaron en hacer acto de presencia en mi cabeza. Pero lo peor de todo es que no la podía rebatir, no soy la persona con mejor orientación del planeta.

- Así no ayudas- gruñí entre dientes, sin embargo, no era necesario pronunciar, tan solo hacer la acción de hablar, así podía trasmitir con claridad mis pensamientos a mis hermnas.

<< Conmigo no hace falta hacer eso, os puedo leer como si os estuviese haciendo un análisis cerebral, aunque supongo que a la imbécil hay que darle las cosas muy claras, vaya a ser que se confunda... >> observó con ese tono de "yo sé la verdad del mundo", agotador, pero supongo que poco puedo hacer, ella es así, además tampoco es que me caiga mal del todo, solo que a veces dan ganas de que me golpéen con un madero en la cara para hacer que se calle. << Así es, no puedes hacer nada para cambiarme y la violencia no creo que sea necesaria, además, siendo tú la que controla el cuerpo en este momento, serías la damnificada >>

Lo que tiene que soportar una...

Creo que pensar eso no me va a dar la solución al problema, así que, volví a mirar la calle. Sin embargo el nombre que aparecía en ella no me sonaba de nada, ni tan siquiera de alguna cercana al hotel donde me estaba alojando por este viaje de negocios. Tampoco me sonaba de nada la zona a mi alrededor, no eran los elevados rascacielos del centro de la ciudad, sino que eran casas con un aspecto algo deprorable y hasta podría decir que ruinoso. Como si eso fuera un área marginal a las afueras de la gran urbe nipona. Supogno que no es raro... Siempre que me pierdo aparezco en las zonas más raras de las ciudades.

Y casi siempre era por lo mismo, cuando iba de compras acababa cargando tanto a mi ayudante, Nikolay, que él tenía que volver a la habitación -si estaba cerca- o bien ir hasta el coche. En esos minutos en los que me encontraba sola y sin nadie que me guiase, siempre me dedicaba a ver tiendas y sin saber muy bien cómo, de andar acababa llegando varios kilómetros lejos.

- Chicas - llamé tensándome al ver a un extraño mirarme fijamente antes de desaparecer por una calle oscura. Supongo que las caras prendas que llevaba me delataban entre tanta pobreza-. ¿Sabéis dónde estamos?- lo bueno es que al alzar la mirada podía ver los enormes edificios que conformarían el núcleo urbano, pero que los viese no era indicativo de nada, sigo siendo especialista de perderme incluso con un mapa hecho para niños.

<< No me he molestado en analizar la ruta que has tomado, de todas formas es inútil, siempre acabas perdida. Y la cerebro de nieve está ahora mismo dormitando, dudo que se haya enterado de nada >> no era extraño que mientras que no teníamos que usar el cuerpo alguna de las otras personalidades desconectara. Digamos que era algo así como quedarse dormida. << Natasha... ¡NATASHA! >> ¡Ouch! Ese grito había dolido, algo que se reflejó incluso en mi rostro. Que te "griten" dentro de la cabeza no es cómodo. << Ngggh... ¡Eh!¿Eh? ¡¿Oh?! ¿Qué? ¿Qué paaaaaa... >> bostezó << ...saaaaa? >>

- Estamos perdidas... Aunque no te preocupes, sigue durmiendo, ya vendrá Nik en algún momento, o si no, siempre puedo pedirle ayuda a Selene para volver a casa- murmuré, caminando más rápido. Creo que tengo que buscar algún lugar medianamente seguro. No me gusta nada la pinta de la gente, y cada vez parece que hay menos luz. ¡No quiero estar aquí cuando anochezca!

Pero por culpa de avanzar tan rápido, mis pies decidieron liarse el uno con el otro y tropecé. Bueno, acabé por los suelos, pero estoy tan acostumbrada a estas situaciones que ya ni tan siquiera el orgullo acaba herido. Me levanté sacudiendome los bonitos vaqueros de diseño para retirarles el polvo que hubiesen podido adquirir. Volví a dirigir la mirada hacia el frente y pude ver a un extraño hombre bien vestido con un traje negro hablando algo alterado por el teléfono. No hizo falta mucho para saber quién era, ese aspecto resaltaba demasiado, sobre todo, si sabías a quién pertentecia.

- "DATS" - una etérea voz resonó en mi mente, pero esta vez no había nada de natural en ella como sucedía con Tasia y Tasha, esta era de una entidad externa a mi cuerpo. Aunque con tantos años de convivencia casi podría decirse que era una ampliación de mí misma.

<< Creo que lo mejor es que controle yo, por si han venido a buscarnos >> había antipación en la voz de mi hermanita, sin duda tiene ganas de pelear, pero no creo que sea lo más correcto porque... << Nunca han averiguado que nosotras tenemos que ver con el mundo digital, ni tan siquiera Nikolay ha dejado pruebas de lo que es. No pueden saberlo y en todo caso, sería raro que los hubiesen enviado a Japón, cuando es más sencillo encontrarnos en Moscú>> reprendió Tasia a Tasha. << Oh, por lo que más quieras, ¿quieres callarte y dejarme en paz? Eres molesta >> Oh, otra vez no... No quiero que empiecen a discutir sin sentido.

- No os peleéis- ordené con toda la seriedad que podía dotarle al tono sin pronunciar-. Vamos a ver a por quienes van. Recuerdo que nosotroas estamos más acostumbrados a los exploradores de campo, no a la "infiltrada". No creo que esto sea porque haya digimons salvajes, sino por la presencia de humanos relacionados con el digimundo. Tratemos de ayudarles a escapar, pero primero vigilemos, a ver qué es lo que ocurre, ¿vale?- no disfruto siendo autoritaria con extensiones de mi propia mente, pero es necesario si quiero vivir en paz.

<< Está bien>> contestaron las dos a la vez.

Así es como trate de mantenerme detrás del hombre de traje. Aunque reconozco que no soy la mejor espía, porque eso de ser sigilosa no es lo mío y menos con tacones. Por lo que el hombre, no tardó en detenerse y mirar tras él, por los pelos había conseguido esconderme, pero me quedé helada cuando escuché sus pasos acercarse hacía mí. ¿Qué debía decir? No era muy normal una mujer tan bien vestida en este lugar de la ciudad, y menos siguiéndole... Sobre todo porque los de DATS no son precisamente hermanitas de la caridad y esto me podía salir caro, creyera la mentira que iba a usar como si no.

off:

El sol se ponía rápidamente oscureciendo progresivamente la zona. Al parecer quedaba como mucho media hora de luz pero la oscuridad no es lo que me preocupaba, mas bien lo era lo que pasa en aquella parte marginal de la ciudad a esas horas. El territorio de por si era hostil sin embargo a la noche las cosas empeoraban y no era solo de DATS que había que cuidarse... A quien íbamos a engañar, me sentía como en casa. Toda mi vida había vivido en las zonas peligrosas, Doru y yo, cuidándonos las espaldas mutuamente solo que ahora ayudábamos a quien lo necesite y de pasada le arruinábamos los planes a DATS. ¿Que si me gusta ponerme en el papel de héroe? Tal vez un poco.

Ya hacia rato que no descansábamos bien por lo que decidimos resguardarnos en un viejo edificio sin terminar el cual se encontraba abandonado. Nos encontrábamos en el segundo y ultimo piso de este sentados frente a una ventana sin vidrios que daba a calle. Las paredes del interior se encontraban gastadas, algunas sin pintar, grafiteadas y hasta con algunas groserías inscritas. - Bien, veamos que tenemos... - Mi mano hurgaba los interiores de una estropeada mochila.- Este es para ti... - Saque un pan que se encontraba envuelto en un film para que no se estropease y se lo di a Doru quien, en segundos, elimino todo rastro de su existencia engullendolo de un solo bocado. Su cara denotaba una inmensa felicidad...como cada vez que comía.-Podrías haberle quitado la envoltura...- Le diriji una calida sonrisa cerrando mis ojos al mismo tiempo que sacaba otro pan igual al anterior. Lentamente retire el film y me dispuse a cortar un pedazo mas para Dorumon quien nuevamente se lo comió.- Gracias Jefecito! - Lleve el pan a mi boca pero antes de que logre si quiera tocar las comisuras de mis labios algo llama mi atención. En la acera de enfrente, una joven.

Evidentemente no se trataba de alguien de por aquí, era una chica finamente arreglada y cuidada en su aspecto. Resaltaba dramáticamente por el contraste que hacia con aquel abandonado entorno. Se trataba de una chica de cabellos rubios platinados y piel blanca como la mismísima nieve. Muy bella eh de decir, no era del tipo de gente que se veía por estos alrededores y evidentemente capto mi atención.- Limpiese la baba Jefe - Dijo Dorumon en tono burlón y dejando escapar una pequeña risita.- Callate! No me dejas escuchar... - Parecía que la joven hablaba con ¿alguien? Por lo menos yo no pude distinguir desde mi posición a nadie mas. Mas haya de todo esto ¿que hace aquí una chica como ella? Probablemente este perdida, no seria la primera vez que alguien se pierde en estas zonas y termina estafado, robado, muerto o peor en manos de DATS.

Ya había decidido ayudarla, estaba apunto de gritarle desde mi ubicación, lo cual no hubiera sido un comienzo tan bueno para iniciar una conversación, pero algo llamo la atención de la chica de cabellos rubios. Me dispuse a guardar silencio una vez mas, mi compañero digimon se situó a mi lado y ambos miramos la escena. Y ahí lo vimos, otro agente de DATS y se encontraba muy cerca de ella, no pude evitar apretar fuertemente mis puños y controlar el impulso a querer lanzarme hacia allí. Al parecer no se habia percatado de la presencia de la chica, lo que fue un pequeño alivio a mi pecho, pero ¿Que esta haciendo? ¿Por que lo sigue? Es peligroso. Se notaba que la chica no era exactamente una ninja, por lo menos no estaba vestida para actuar como tal. ¿Tacones? ¿Como puedes espiar de tacones? Maldición se dio cuenta, ¿que diablos estoy esperando? ¿Acaso no te gusta ser un héroe?

Salte sin pensarlo desde el segundo piso de aquel mugroso edificio, no sin antes hacer que Dorumon entre en el digivices. Se sintió un gran estruendo cuando cai arrodillado sobre un pie en el duro piso. Mi cuerpo había soportado cosas peores que esa caida por lo cual me puse de pue rápidamente. DATS sabia quienes eramos, desde que era pequeño no dejaban de buscarme y tal vez tengan identificado mi rostro ademas les he pateado el trasero a un par de sus oficiales...Lo mas probable es que si. No se si era prudente iniciar una conversación con aquel sujeto pero si podíamos pasar de la violencia por mi mejor.- Hoooola!!! - Grite mientras levantaba una de mis manos saludando desde lejos al mismo tiempo que me acercaba. Era obvio que quería sacar la atención del agente de la dirección de la joven. Lo mas probable es que el agente me reconociera y, como de costumbre, las cosas se pondrían feas.- ¿Que hace por aqui oficial? Este lugar es muy peligroso a estas horas. - Mostré una relajada sonrisa que dejaba ver unos blancos dientes mientras que dejaba recostar mi nuca en las dos manos que lleve hacia atrás de mi cabeza. Tal vez si mi actitud era relajada, seria mas convincente o ¿No?

OFF:

Oh, oh, me estaban a punto de pillar. Yo lo sé, el hombre de DATS también lo sabe, los ladrillos lo saben y ese gato negro que no para de mirarme, lo sabe...

<< ¡Un gato negro! Vamos a morir aquí>> Tasha es "adorable" con sus ataques de superstición. Aunque en esta situación es algo bastante acertado. Tonto y casual, pero acertado. << Oh, por favor, la suerte no existe. Tan solo probabilidades de que ocurra una cosa. Fin. Y mucho menos va a tener que ver un felino de pelaje oscuro >> supongo que ahora se dedicarán a pelear. Quizás resultaría molesto para cualquiera, pero llevo tanto tiempo soportando esto, que la verdad, ya soy capaz de dejarlas como si fuesen ruido ambiente.

Pero centrándome en la situación actual, pensé en tratar de esconderme en un cubo de la basura. Lo malo es que con mi habilidad lo más probable que es que lo acabase lanzando por el suelo, lo que provocaría un sonido muy delatador. Y que, es un cubo de basura, ¡es asqueroso!

Por eso, es que no me lo pude creer cuando escuché el golpe sordo de alguien al caer desde las alturas. Al otro lado de la calle, podía ver a un muchacho de cabellos verdes que debía haber saltado desde la ventana del edificio abandonado -si no lo era, estaba muy mal cuidado-, aunque debo decir que no tenía mucho sentido eso, es decir, lanzarte ante las narices de una persona de traje negro y un aspecto bastante amenazante, no era muy inteligente. Su mejor opción era haberse quedado oculto... No venir a socorrerme. Casi me siento mal por arriesgar la vida de otra persona...

<< Oh, "querida", no deberías sentirte mal porque haya hecho eso, sabes que nos viene estupendamente para huir >> me reprendió, o algo así, Tasia. Pero a pesar de que sí, dicho acto era lo que mejor nos convenía para mantenernos ocultas, a la vez me hacía sentir en deuda, porque había sido un gesto desinteresado. << Yo también se bajar desde un maldito segundo sin hacerme nada. ¿Qué se cree? ¿Que me va a impresionar? No, señor>> cada loco con su tema...

- No podemos dejarle así. Nadie le ha obligado a socorrernos, pero seguro que ha visto la situación y ha decidido interceder en nuestro favor- dije para tratar de centrarlas a todas ellas-. Aunque también es cierto que la caridad no sería una característica muy común del extrarradio... ¿Quizás tenga algún interés oculto?- musité pensando en algo que se me acababa de ocurrir...

<< Sí, claro que tiene un interés oculto: Robarnos>> la confianza de mi hermana en los demás es abrumadora. << La gente no es tan mala como tú, espina de hielo. Si bien creo que ha intentado impresionarme con eso de manera inútil, creo que hay que socorrerlo, no quiero contar en mi consciencia con la muerte de alguien desconocer lo peligrosos que son los de DATS>>

- Pero ¿realmente desconoce de la existencia de DATS?- inquirí causando una pequeña laguna de silencio en mi mente. Pero por más que había tratado de analizar ese comportamiento, no creo que alguien que ha tenido que aprender a sobrevivir se arriesgue así como así a salvar a alguien que no conoce. Por mucho que se pueda decir que quizás lo haga esperando una recompensa por mi parte, dudo mucho que eso sea suficiente motivo. Lo que solo me queda un interés personal en acribillar a alguien de DATS. Ellos no son precisamente una "compañía" que regale amor a todos los demás y enemigos no les faltan por todo el planeta.

Y mi teoría se confirmó cuando el agente lanzó un grito:

- ¡Tú! ¡Te estaba buscando! Te haré pagar por lo que le hiciste a mis compañeros- creo que nunca he escuchado a un agente de DATS diciendo algo con un tono, al menos, amable -Ve por él, Titamon.

Spoiler:

Mal asunto, ¡un digimon! Aunque... No sé de que nivel, creo que nunca me he topado con uno de ellos antes, aunque por el nombre, supongo que no debe ser de nivel bajo... "Un debilucho de nivel Mega. Si me dejaras salir lo achicharraría en un instante". El gruñido de la voz de la forma animal del espíritu resonó por nuestra cabeza. Tan belicosa siempre... Sin embargo, sigo negándome a evolucionar. Es mi as en la manga, mi carta de la victoria. Y es importante mantenerlo en secreto.

El ser surgió en apenas un instante, haciendo que todo temblase ante su presencia, sus pasos conseguían hacer vibrar la ciudad, como si no fuese más que un terremoto. Aunque totalmente antinatural. ¡Suerte que estábamos en Japón! Sus edificios están diseñados para aguantar esos embates. Espero que el chico sea capaz de encargarse de ese digimon -supongo que debe tener uno, porque por algo debería buscarlo DATS- porque si no, me tocará entrar en batalla.

De momento, aprovechando todo el ruido que hacía el mastodóntico digimon, me oculté tras un muro. Vigilando para saber cuando entrar en escena... Aunque rogaba porque apareciese Nikolay. Con él al menos, podría hacer algo más... Además, me siento mucho más tranquila a su lado.

off:

Solo en mi cabeza cabía que mi plan de hacerme pasar por un ciudadano normal para mediar con el agente iba a funcionar ¿Quien demonios se lanza de un edificio para hablar? Ademas de esto, el agente me había identificado. Bueno, las cosas no habían salido tan mal después de todo. Mientras el agente de DATS lanzaba amenazas a mi, yo me encontraba aun sonriente de manera despreocupada pero no dejaba de observar por el rabillo del ojo a la joven. "Vamos ya, vete!" pensé para mis adentros.

Ve por él, Titamon. - Fue lo ultimo que escuche antes de que un digimon de gran tamaño apareciera frente a mi causando un sismo que hizo que me tambalease un poco y diera unos cuantos pasos atrás. Al parecer la joven aprovecho el alboroto para ponerse a cubierto, lo que me dio un poco mas de tranquilidad.- Veo que me reconociste. - No podía desdibujar la sonrisa de mi rostro, era como si estuviera recordando un buen chiste, se trataba de la adrenalina la cual recorría todo mi cuerpo. Tendría que pelear y eso me emocionaba.- Bien, te daré la oportunidad de que te vallas... - Tenia muy en claro que no aceptaria mi propuesta por dos simples razones, una era que no tenia un compañero digimon cerca que me proteja, lo que tal vez diera la impresión de que me encuentro indefenso. Y la segunda es que aquel inmenso digimon  parecía que estuviera esperando una orden para despedazarme cual perro guardián... y así era.

Acabalo ahora! - Grito el hombre no sin antes lanzar una burlona y estrepitosa riza ante mi comentario. Era de suponerse ¿No?

Por fin mi rostro se dispuso a cambiar a uno mas serio, cual iba acorde al combate. Mi mando derecha no llego a tomar el digivice antes de que Titamon lance un corte horizontal en dirección a mi pecho. Tuve que saltar hacia atrás para que su ataque no me alcanzara y me partiera al medio sin embargo la punta de su aterradora espada rasgo mi playera y la onda expansiva me lanzo hacia un contenedor de basura en la acera de enfrente impactando bruscamente contra este y derribandolo. - Maldición... era mi remera preferida... - Comente mientras me levantaba lentamente por el golpe reciente y me sacudía un poco la tierra. Para sorpresa de mi agresor mi digivice se encontraba en mi mano. - Dorumon Re-Charge!!! - Alce el dispositivo en direccion a nuestro oponente y desde un destello de luz , unos datos incorpóreos tomaron la forma de mi compañero quedando este en medio del combate. - Grrrrrrrhhh!!! - El digimon de color violacio se encontraba con su pelaje erizado y sus pupilas dilatadas como las de una bestia felina lista para atacar.

Mientras masajeaba mi adolorido hombro mi mirada se clavo en el cuello del digimon atacante, un curioso objeto en forma de collar negro rodeaba la garganta de nuestro adversario "¿Utilizaran eso para controlarlos? o peor amansarlos hasta que obedezcan por voluntad propia quizás " No había tiempo, se disponían a atacar de nuevo. - Doru, su cuello... - Sin sacar la vista de Titamon respondió -Lo vi jefe!!! ¿Codigo Alpha? - Nuestra mejor arma aun era desconocida por DATS, lo mejor es que se mantenga así. Si la necesitábamos la usaremos de lo contrario.- No! Plan A! Digisoul Charge!!! Overdrive!!! - Me encanta esto de hablar en código. Un aura amarilla emergió de mi cuerpo, llenando de luz la escena hasta que toda esa energía fue consumida por el digivice provocando que Dorumon se vea envuelto en datos. - Dorumon Shinka! Dorugoramon! - Una vez disipada la gran columna de datos que lo envolvía se dejo ver al nuevo digimon dragón.

Dorugoramon:

Pero ya no había tiempo Titamon se dirigía con todo hacia Dorugoramon, lanzando nuevamente un corte pero esta vez vertical y en dirección a la cabeza de Doru. El gran dragón metálico, sin necesidad de que se lo ordene, intercepto el ataque atrapando la espada con sus afiladas garras y acto seguido con su mano libre propino un golpe directo al pecho del digimon de aspecto maligno alejándolo varios metros hacia atrás.

Al mismo tiempo que las dos colosales criaturas intercambiaban golpes decidi actuar. Mientras se realizaba el duelo de titanes me dispuse a desplazarme rápidamente por el lateral izquierdo del combate. La calle estaba quedando devastada por los golpes, pisadas y azotes de los dos digimon. Varios pedazos de escombro volaban a mi dirección pero pude esquivarlas con facilidad. Mi objetivo era claro, si podiamos derrotar al agente Titamon ya no seria un problema... o eso espero. - Oye tu!!! - Grite alzando mi puño a lo lejos, como si mi ataque tomara impulso desde la distancia, no fue muy inteligente. Cuando me encontraba lo suficientemente cerca el agente de DATS sustrajo una pistola la cual acciono en dirección a mi. Tres disparos sordos salieron del cañón del arma. Pude lanzarme al suelo para evitar morir aunque no pude evitar que uno de las balas impactara en mi hombro derecho. La dolorosa punzada lo dijo todo... Maldición. Muy a pesar del dolor busque cobertura en una de las aglomeraciones rocosas formadas por el combate de Dorugoramon y Titamon. La sangre cubría el hombro de mi rasgada remera, la herida no se veía bien pero sobreviviré.

Dorugoramon forcejeaba firmemente con Titamon pero el reciente accidente pareció distraerlo y el digimon enemigo aprovecho la oportunidad para conectar un golpe y derribar a Doru. - DOOORU!!!! - Tome mi digivice y realice unos movimientos agitándolo, lo que parecía fortalecer a Dorugoramon y justo en el momento que Titamon iba a atravezar con su espada al caido digimon... -DORU DIN!!! -  Un potente rayo de energía se propaga desde la mano de Dorugoramon e impacta directamente en Titamon enviándolo directo contra el edificio abandonado desplomando toda la estructura de este encima de el. Eso le dará un tiempo a Doru para recomponerse. En cuanto a mi aun me encontraba cubierto pensando en como salir de ahí sin recibir un balazo. Veamos su arma era una Beretta M9, por lo tanto de 15 proyectiles deben quedar 12... aun posee muchas para hacer una locura. ¿ Que hago? ¿Se estará aproximando? Desde esta posicion no puedo verlo, estoy en una clara desventaja.... Demonios!

OFF:

Odio cuando la gente se ríe como si fuese superior a otra persona, nunca lo eres, tan solo puedes tener más dinero o más poder, pero no eres más que los demás. Aunque supongo que queda bastante hipócrita decirlo de mi parte, yo que podría ser considerada alguien de los "importantes" de este mundo, tan solo por haber tenido más suerte que otros tantos.

<< ¡Cuán pequeña eres, querida! Somos mejores que los demás, es una realidad, aunque no por nuestro dinero, sino por toda la capacidad que tenemos >> ¿Qué podía esperar de mi personalidad más narcisista? Lo peor de todo es que según su lógica es irrebatible, así que, es imposible tratar de convencerla de otra cosa. << Pero sí, esa risa es bastante ruidosa, nada perfecta >> Bueno, eso es toda lo que vamos a poder sacarla para demostrar su disgusto con algo.

Me asomé ligeramente, curiosa para ver la situación, aunque no había mucho que ver salvo una mole gigantesca de color verde, al hombre de traje negro. Y supongo que al lado contrario de la pared estará el chico... O debía estarlo, porque nada más asomar la cara una fuerte onda de viento me revolvió el cabello, sacando más cabellos fuera de la desordenada trenza que llevaba. Titamon había atacado, y lo más probable es que el castaño no fuese más que una masa sanguinolienta en el suelo. ¡Ugh! ¡Qué asco! Pensar en eso me dan ganas de vomitar, pero debo mantenerme firme, devolver no era nada bonito y muy asqueroso. Nada que una dama deba hacer.

<< Espero que estéis orgullosas, alguien que no tenía nada que ver con nosotras ha acabado muerto. Uno más para la lista de gente inocente que debería seguir viva >> rezongó Tasha, bastante enfadada con nosotras. Yo por mi parte me sentí culpable. Era cierto, nadie le había pedido que se metiera.

Es por eso, que suspiré aliviada cuando le escuché de nuevo, además bromeando. Aún me encontraba cerca de ellos dos, probablemente en una posición peligrosa si ocurría un combate ahí delante. Pero no me veo con la suficiente frialdad como para marcharme de ahí sin mirar atrás. Estoy en deuda con el muchacho, de alguna manera deberé recompensarselo... << No hace falta eso, cámbiame el cuerpo y ya me encargaré yo de sacarnos de aquí sin tanto sentimentalismo inútil >> << ¡Venga ya! ¡No jodas! Es el turno de Talia, no el tuyo, ¡maldita aprovechada, más asquerosa que una lamprea! Quédate callada un rato, que SOBRAS >> sí, por supuesto que empezó una discusión dentro de mi cabeza. Al punto de que tuve que llevarme las manos a las sienes para tratar de remitir la molestia. Cualquiera tendría jaqueca si tienes a dos personas "lanzándose muebles" ahí dentro.

El sonido de algo pesado siendo arrastrado por el suelo fue lo que consiguió hacer que reaccionara, recordando la situación en la que estaba. ¡La pelea continuaba! Al asomarme de nuevo, pude ver a otro digimon entrando al combate, no era uno que hubiese visto antes, pero podía decir que pertenecía a la clase dragón. Esas alas eran bastante inconfundibles.
Pero aún así, la pelea mental no remitía y con un quejido, cerré los ojos, volviendo a abandonar lo que me rodeaba. ¡¿Es que esas dos no pueden comportarse hasta que no tengamos riesgo de morir?!

- ¡PARAD YA! - las rugí al perder los papeles-. ¡Dejad de pelearos las dos! ¿No veis que estamos en una situación bastante tensa?- estaba tan ocupada en detener ese constante martilleo en la cabeza, que no me había percatado que se me habría escuchado en toda la zona... Incluyendo a los dos caballeros que peleaban.

- Vaya, parece que no estamos solos- incluso a pesar de no verlo, me puedo imaginar la desagradable expresión que acaba de poner.

Asomé un poco la cabeza del sitio, pero por poco una bala no me acierta. La fortuna quiso que chocase contra la pared. Por supuesto, no pude evitar soltar un gritito de terror, quedándome bloqueada durante un segundo, lo que se ganó otro tiro. Lo único bueno que tiene esto es que debía tener una puntería peor que la mía, porque tampoco consiguió darme. Y ese fue el incentivo para que me moviese de nuevo, tras la pared y buscase otra zona tras la que esconderme para despistarle. ¿Quizás detrás de ese apestoso contenedor? Eran apenas cinco metros, pero capaz soy de caerme en medio del camino.

off:

Ahí me encontraba, pensando la manera de salir de ahí y no recibir un disparo entre medio de las cejas. Podía escucharlo, inclusive entre el medio del bullicio ocasionado por los dos grandes, aproximándose lentamente por uno de los laterales. Él tenia las cosas muy fáciles, me encontraba desarmado y herido de un hombro, solo tenia que colocarse en una distancia prudente en dirección a mi, apretar el gatillo y pum... adiós Matt.

¡PARAD YA! - Al fin escuchaba claramente la voz de la joven la cual había roto el ruidoso "silencio" de la escena, pero a ¿quien se refería? Estaba hablándole a mi agresor, no pude seguir la siguiente oración de la joven rubia. "¿Pero por que? ¿Que hiciste? Acabas de darle la localización a este tipo, espero que no te haya escu..."- Vaya, parece que no estamos solos - Maldición! La escuchó. No hay tiempo, tengo que actuar, este tipo es muy peligroso. Ya era momento de moverme, no había tiempo. Mire mi hombro dañado y rápidamente rasgue un pedazo de mi remera para hacer un torniquete. Sentí un punzante dolor el cual era de esperarse, no había sacado el proyectil de adentro de la herida así que simplemente trate de ignorarlo. Llene mis pulmones de aire en un profundo suspiro y justo cuando estaba a punto de lanzarme hacia el agente de DATS,  dos disparos se  escuchan lo que provoca que salga corriendo de mi lugar de cobertura en dirección al atacante. "Espero que no la haya lastimado!"

Para mi sorpresa el panorama que me encontré era fortuito, mientras avanzaba a toda velocidad hacia el hombre de traje me dispuse a ver la escena e intentar planear algo. Lo primero que busque con la mirada fue a la chica, la cual no se encontraba a simple vista, parecencia que había vuelto a cubierto y no había señales de heridas ni sangre derramada en el suelo. Acto seguido, mis dos orbes se dirigieron al agente. Se encontraba de espaldas a mi, con su mano derecha alzada sosteniendo su arma listo para disparar en dirección a la joven. Esta era mi oportunidad, podia intentar tomarlo por la espalda. Seguí corriendo a toda velocidad, con mi brazo lastimado haciendo peso muerto y tirándose hacia atrás por la inercia provocada por el movimiento. Eso seria una clara desventaja para intentar someterlo, contaba con un brazo menos... "No importa, se que lo lograre." Ya me encontraba cerca pero él no es sordo, comenzó a darse vuelta, seguramente se percato de que alguien corría en dirección a el. Sin embargo cuando pensaba que recibiría un balazo en la cabeza... llegue!

Puede atrapar con mi brazo sano el brazo armado del agente provocando que un disparo se escapase en dirección a la nada.  - ¿Que? - Pareciese que no esperaba que salga de donde estaba para hacerle frente e intentar socorrer a la chica de cabellos rubios. El agente habia llegado a darse vuelta pero no consiguió interrumpir el agarre de mi parte. A pesar de el hombre armado aun tenia un brazo libre con el cual se dispuso a propinarme reiteradas veces puñetazos a las costillas. El primer golpe de todos me tomo por sorpresa provocando que afloje un poco el agarre pero enseguida volví a sostenerlo con fuerza, recibiendo de igual manera la ráfaga de golpes. - Vamos! que estas esperando! Vete! - Por primera ves me dirigía a la joven y no es que me gustara ser maleducado pero es que la situación a meritaba ese tono de voz imperativo. Me dispuse a lanzar un cabezazo, el cual impacto de lleno en la nariz del miembro de DATS, para que los golpes cesaran  un tiempo y pueda reponer el aire así como también darle tiempo a la chica para escapar.

Mientras toda esta escena ocurría los últimos rayos de luz se esfumaban dando paso a la oscuridad de la noche. Esto no impedía que las dos bestias titanicas dejaran de intercambiar golpes de manera brutal. El ultimo golpe por parte te Titamon provoco que ambos digimon tomaran una distancia considerable y en ese instante fue cuando Dorugoramon alzo una de sus manos, abriendo sus garras  y mostrando la palma de esta. Una esfera de energía comenzó a gestarse en el medio de esta. Se trataba del devastador ataque de Dorugoramon sin embargo Titamon fue mas inteligente, este se coloco frente a uno de los edificios aledaños, sabiendo que si el digimon dragon atacaba afectaría a quienes residirían ahí. El ataque de Doru cesó, ocasión que aprovecho la gigantesca mole verde para atacarlo nuevamente con su espada y causarle un gran corte en su armadura. Las cosas se veían malas en todos lados, teníamos que cambiar de estrategia "Tal vez Grademon... Pero así no puedo hacer que evolucione..."    

OFF:

Aún me encontraba optando entre la opción de lanzarme al contenedor -siendo apoyada por una de mis hermanas y negada por parte de la otra- cuando el sonido de un disparo resonó de nuevo. Dejé de morderme el labio en ese momento -una mala costumbre cuando estoy nerviosa- no pudiendo evitar recordar que el muchacho estaba allí. Chert!* Seguro que le ha disparado por mi estupidez. No es que tener una vida más en mi conciencia sea algo molesto, pero no me gusta que haya sido por culpa de mi estupidez.

<< No deberías pensar así, aunque sí que es cierto que es por culpa de tu estupidez, pero él solo es una entidad que podemos usar a nuestro favor>> Sinceramente, las palabras de Tasia, a pesar de que trataba de que fuesen de apoyo, no me estaban ayudando en nada. Su extrema frialdad no era precisamente consuelo. << Bueno, para tí cualquier ser vivo es una herramienta, ni tan siquiera tenías respeto alguno por padre>> Como no, la recriminación por parte de la deportista no tardo en llegar. Supongo que evitar que las dos discutan constantemente es algo imposible. << ¿Lo dices porque estaría emparentado sanguineamente? ¡Ja! ¿Tengo que recordarte lo que nos hizo ese bastardo que se hacía llamar hermano? >>
Respiré hondo. Eso no es algo que quiero recordar... Tengo que centrarme en lo que ocurre ahora. No pienese en eso... No pienses...

- ¡Vamos! ¡Qué estas esperando! ¡Vete! - la voz del muchacho, o eso creo, fue la ayuda que necesitaba para evitar entrar en pensamientos espirales.

Parece ser que sigue vivo. Me alegro.

Aunque eso no quita que siga sin saber qué hacer. Moverme puede ser peligroso, sobre todo porque no sé en qué estado se encuentra él, ni si puede contenerlo lo suficiente como para permitirme una apertura para escapar. Pero aunque se diese ese caso, ¿sería capaz de dejarlo abandonado a su suerte? Detesto ponerme en esta clase de tesituras. No es mi estilo abandonar a la gente que tiene un alma tan generosa para sacrificarse por otros sin recibir nada a cambio. Pero a su vez, no tengo intención alguna de morir antes de tiempo.
El tiempo corre y tengo que tomar una decisión, la cual, no es para nada de mi agrado. Cerre mis ojos como si eso pudiese ayudarme a Ojala estuviese Nikolay, él siempre sabe lo que hacer en esta clase de situaciones...

- Al fin os encuentro, señorita- estoy tan desesperada porque él se encuentre aquí que ya hasta le escucho-. No debería tardar mucho en abandonar el área, no es para nada segura- sí, mi mente puede ser tan retorcida a veces, le está imitando totalmente a la perfección... ¡Espera!

Abrí los ojos para toparme con la imagen de mi mayordomo, un "humano" joven de cabellos que podría decirse que son de una extraña mezcla entre el plateado y el marrón y unos melancólicos ojos marrones. O quizás debería decir ojo, puesto que el izquierdo se halla oculto tras la cortina de pelo que es su flequillo. Su expresión es serena, quizás pudiendo ser algo seria. Aunque sus vestimentas no son precisamente sobrias o si quiera elegantes... Supongo que no puedo hacer nada con esa manía suya de "disfrazarse" de vez en cuando, y en cuanto se enteró de que nos íbamos al país del Sol naciente, optó por sacar un estrafalario atuendo. Se podría decir que era un traje típico de la región, ese que usaban los espadachines: pantalones anchos en blanco y encima un kimono también blanco, pero con detalles en rojo y en dorado. Aunque lo más destacable  eran las esponjosas "colas" que salía por detrás del traje. ¿He dicho ya que mi mayordomo tiene algunas cosas un tanto raras? Por fortuna, sus servicios y comportamiento son impecables, al punto de que acepte ese gusto por trajes raros.

- Le recomiendo que se aleje lo suficiente, no solo hay un digimon en la zona- siguió hablando mientras que tendía una mano para ayudarme a levantarme, gesto que acepté inmediatamente.

- ¿No hay solo uno? - pregunté incrédula, repitiendo sus palabras. Cosa que fue respondida por un simple asentimiento por su parte-. Tenemos que ayudar a ese joven, me ha salvado antes- señalé al otro lado del muro, donde debía encontrarse ese muchacho-. No me parece justo dejarle abandonado- no sé por qué me justifico. Pero supongo que es porque Nik verá como algo absurdo el quedarnos.

Él asintió lentamente, pero me indicó con un gesto que me marchara.

- Está bien, supongo que es lo más socialmente aceptado, aunque no necesariamente correcto- accedió a su modo-. Yo ayudaré al humano. Sin embargo, por lo que he podido ver, su compañero digital quizás requiera ayuda de alguien mucho más... Discreto. Titamon se está aprovechando de la existencia de inocentes en el área para evitar que el otro le ataque. Sin embargo, en su cuello se encuentra un anillo negro. Destruido este, la situación debería verse completamente a nuestro favor- indicó con ese tono impersonal tan propio de él.

Aunque debo decir, que eso me encanta. Sin duda por algo es mi mayordomo. Y es que él conoce mi incapacidad para tomar algunas decisiones y siempre me "sugiere" mis siguientes movimientos. Cosa que me ha dejado bastante clara, tratar de ayudar al digimon del chico usando para ello a Selene. "¿Eh? ¿Cómo que ella? ¡La discreta aquí soy yo!". Como no, Helia tenía que dejar clara su posición, aunque no me hizo falta contestarla, ya se encargó su contraparte humana: " Sabes que en cuestiones de tamaño soy más idónea para algunas tareas, cedeme la posición esta vez". Correcta y concisa, pero al grano del asunto y, sobre todo, capaz de controlar a la dragona.

- Gracias por la información. Ten cuidado - le ordené. No está bien visto que un mayordomo herido sirva a una joven de mi posición.

- Como deseéis- hizo una leve inclinación y aunque no pude verlo bien, creo que el amago de una sonrisa apareció entre sus labios.

Y con eso, me aleje corriendo -o intentándolo, porque los tacones no son lo mejor para darse una carrera- para alcanzar una zona desde la que pudiera ver bien la pelea entre los dos digimons para optar en qué momento sería conveniente una intervención por mi parte. Quizás ni tan siquiera eso fuese necesario.


En cuanto la humana comenzó a correr, el "humano" salió del escondite, portando una expresión nula en el rostro y una pose relajada. Como si delante de él no hubiese dos personas dándose golpes como dos colegiales que pelean sin sentido alguno. A su modo de ver, eso eran los humanos... Salvo porque uno de ellos no era tan humano como aparentaba.

No medió palabra, simplemente entró en combate, pateando al hombre con traje, lanzandole a una distancia que comunmente no sería nada normal. Aunque claro, siendo un digimon de tipo físico en nivel campeón -a pesar de no poder usar sus poderes por culpa de ese aspecto que tenía para "camuflarse", sí que podía seguir usando su fuerza intrinseca-, un humano pocas veces podría serle un impedimento. Aunque en este caso, ya sabía de antemano que no iba a salir tan bien parado, aunque es lo normal cuando contra el que te enfrentas también tiene datos en su ADN.

- ¿Te encuentras bien? - preguntó al muchacho que la rubía decia que le había ayudado. Tenían un poco de tiempo hasta que su enemigo decidise ponerse en marcha.

off:

Después de aquel cabezazo propinado al agente de DATS, que me otorgo unos segundos de descanso, la ráfaga de golpes propinadas por el hombre trajeado retomo acción contra mi, y esta vez con fuerza y ferocidad que la vez anterior. Nuestro enemigo atacaba ahora , intercambiando aleatoriamente, el hígado, costillas y rostro.  El primer golpe en el ojo fue letal, sentí primero un punzante dolor, luego un pequeño hilo de sangre caer por mis mejillas y luego ver como este se cerraba disminuyendo mi visión. Sin embargo no tuve tiempo  de preocuparme si quiera, puesto que rápidamente el dolor fue opacado por un gancho que impacto directamente en mi hígado, el cual provoco que me quedara sin aire. Y así repetidos puñetazos que impactaban dejando tras de si moretones, cortes y fracturas. Al cabo de unos cuantos minutos me encontraba fatal, el agarre que lo mantenía aferrado a mi se debilitaba y perdía eficacia con cada golpe. Ya no sabia cuanto mas aguantaría...

Mis ojos cerrados, mi cuerpo aguantando, me faltaba el aire y sentía un dolor constante en el lado derecho. "Creo que rompió una de mis costillas" Debía aguantar un poco mas, darle a la chica un poco mas de tiempo. Ya no lograba aislar el dolor de mi cabeza y justo cuando pensaba que todo iba a acabar... Una ráfaga de viento revolvió mis cabellos y me lanzo hacia atrás como si algo muy rápido hubiera pasado entre medio del hombre que me atacaba y mi persona.  Caí arrodillado al piso, fatigado y sumamente dolorido. Aun no entendía lo ocurrido.

Lentamente abrí mi ojo sano, y por mas raro que parezca, mi primera reacción no fue ver que sucedió sino comprobar que la chica se encontrase bien y para mi completa felicidad ella se estaba alejando de la escena. - Que lastima... Y yo que quería invitarla a cenar... - Bromee para mi mismo, mi voz se notaba débil y agitada, ademas de estar interrumpida por sangre que brotaba de la comisura de mis labios.

Ahora si, mi vista se enfoco en lo ocurrido y para mi sorpresa un sujeto de aspecto extraño había aparecido de la nada. Su actitud era, por así decirlo, relajada y sus vestimentas eran muy extrañas. Vamos, eran tradicionales del lugar pero no es algo que la gente use todos los días. Unos cuantos metros mas atrás, se encontraba el agente el cual había impactado contra el muro cercano. Al parecer el "tipo" de cabellera clara era muy fuerte y se encontraba de nuestro lado, a estas cosas me refiero cuando digo que Doru y yo tenemos suerte. Por lo visto el hombre había mandado a volar a nuestro atacante dándome tiempo para reponerme.

Me levante del suelo lentamente a causa del dolor de las heridas y mire al nuevo participe del combate quien nos pregunto acerca de nuestro estado. Escupí un poco de sangre al suelo y pase mi antebrazo por la boca para limpiar los vestigios de esta y responderle. - Me encuentro bien... te... lo agradezco mucho... - Dirigí una sonrisa con mi rostro machucado con la cual no estoy seguro de haber echo llegar mis intenciones de agradecimiento. - Soy Matt...

Una carcajada interrumpió mi presentación, una carcajada que provenía de la dirección del agente de DATS, una carcajada que se hacia cada vez mas aguda y aterradora. Lentamente y sin parar de reír como un completo maníaco, el hombre de traje comenzó a levantarse de manera muy extraña. - Idiotas... - Su cuerpo se retorcía de manera extraña pero el no paraba de reír. - En verdad... creen... que tienen oportunidad...  -  Su traje comenzó a romperse y una gran cantidad de datos de color anaranjado se dirigieron a el, envolviéndolo y tapando por completo su figura.  Pasados unos segundos la figura de lo que había sido un hombre había cambiado por completo dejando ver....    

Spoiler:

¿Por que tan serios? - Dijo Piedmon con una aterradora voz chillona y los ojos desorbitados.

Como si ya no teníamos suficientes problemas, ahora esto. Para empeorar la situación Titamon terminaba de conectar otro espadazo a Dorugoramon derribandolo y provocando que caiga a mi lado en su etapa rockie.  - Lo siento Jefe! - Acaricie su cabeza en señal de que se despreocupase y este se levanto con dificultad para ponerse a mi lado. - Creo que tenemos que... pelear en serio... - Doru me miro con un brillo en sus ojos y tan solo asintió. Ambos sabíamos que debido a nuestro estado físico nuestro "plan" no seria tan efectivo pero era todo lo que teníamos.  

Tome mi digivice con mi mano sana y lo abrí extendiendo la pantalla en dirección a Piedmon. - Te mostraremos... de lo que somos capases! - Mi voz aun sonaba debil pero decidida. Segundos mas tarde, mi cuerpo comenzo a brillar en un color dorado amarillezco y se intensificaba cada vez mas creciendo de sobremanera. - Digisoul Charge! Overdrive!!! Matrix Evolution!!! - Dicho esto, Dorumon se convirtió en datos que se mezclaron con el resplandor intensificandolo aun mas.

Spoiler:

Lentamente la luz que cubrió todo el lugar fue esfumándose dejando lugar a un imponente ser de armadura negra y dorada quien rompio el silencio para dirigirse al personaje de cabellos blancos. - ¿Alguna idea?

Ahora Dorumon y yo eramos uno y el poder que corría por dentro nuestro era abrumador sin embargo no podíamos evitar sentirnos fatigados por nuestro anterior desempeño en combate, no sabíamos cuanto tiempo podíamos mantener la Matrix Evolution en este estado, por lo que debíamos acabar con esto cuanto antes.

OFF:

Al modo de ver de Nik, ese humano no estaba en buenas condiciones. Tan solo por el aspecto de su rostro podía suponer que incluso si salía del combate iba a estar mucho tiempo hasta que se recuperarse completamente del encontronazo, y eso si no se había roto nada. Aunque no le podía negar el humor que tenía al bromear con respecto a Natalia.

- Supongo que es una manera correcta de que la señorita te pague por haber sacrificado tu integridad- replicó el de cabellos plateados con suavidad. No estaba en contra de dejarla cenar con un extraño que tenía una capacidad de sacrificio tan grande, siempre y cuando estuviese él presente, claro.

Mientras que el muchacho se levantaba y escupía sangre, él dirigió la atención de nuevo hacia el agente de DATS, esperando que en cualquier momento su cuerpo estallase. No sabía qué nivel poseía, si sería un campeón o un mega. El baremo era demasiado amplio, pero esperaba poder resistir al menos hasta la llegada de Selene en caso de que las cosas fuesen demasiado complicadas para él solo. Porque con un humano apenas podía contar para combatir.
Metió parte del brazo derecho en la manga del izquierdo, todavía manteniendo esa compostura relajada. Aunque no le gustó la sonrisa del sujeto tirado junto a la pared. Frunció el ceño, aunque para los demás presentes no habría cambiado de expresión. Así estaba, cuando el chico decidió hablar.

- Me alegro de que sea así- replicó, aunque algo irónico. Estaba bastante seguro de que el humano no estaba en buenas condiciones. Pero tampoco era nadie para llevarle la contraria, si no quería reconocer que estaba herido, no iba a decir nada.

Y no dio tiempo a nada más, tan solo a que el muchacho se presentase como Matt, pero ahí entró el tercero en discordia, alzándose desde el suelo con una risa que hizo que se le erizara el pelo de la nuca. Tenía una mala sensación con respecto a eso, esperaba que Natalia se diese prisa o iban a tener serios problemas por allí.

- Un piedmon... - murmuró para sí mismo. Habían tenido mala fortuna. Ese era uno de los megas más poderosos con los que podían toparse. Y él no alcanzaba más allá de nivel campeón. Podía casi dar por perdido el combate por su parte. Aunque la "fortuna" quiso que el compañero de Matt cayese del cielo a su lado-. Lo lamento, pero no soy una persona muy risueña- contestó al payaso, sin cambiar su postura.

Aunque la alegría le duró poco, ya que el digimon mega pasó a ser roockie. Si no tenían más energía, ya podía despedirse. Estaba dispuesto a ayudar, pero la orden principal era la de que tuviese cuidado. Si tenía que abandonarlos allí, lo haría. El remordimiento era algo que ya apenas le afectaba.

Y escogiendo qué momento sería el más óptimo para desaparecer sin dejar rastro, fue cuando se quedó muy sorprendido por lo que pasaba. El chico resplandecía como si fuese una pequeña estrella. Aunque no pudo mirar mucho, la luz nunca había sido precisamente su aliada y tuvo que cerrar los ojos, dependiendo del resto de sus sentidos para procurar evitar cualquier ataque. Aunque parece ser que el Piedmon tampoco estaba  en condiciones de atacar, porque no notó nada fuera de lugar hasta que el resplandor se acabó. Abrió los ojos castaños lentamente, parpadeando mucho para procurar recuperar la vista lo más rápido posible.
Y finalmente pudo ver: En el lugar donde debía haber dos entidades ya solo quedaba una. Un Alphamon. Eso podía ser la carta de la victoria.

- ¿Idea? Supongo que me decanto por la opción más sencilla de derrotarle- sacó la mano de la manga, señalando con ella al Piedmon, que puso una mueca bastante poco agradable al escucharle.

- Jie jie- rió de manera maniática y extraña-. ¿Eso sencillo? Creo que te falta un tornillo, somo dos contra un chico vestido de forma rarita y un solo mega debilitado ¿qué podéis hacer?

Nik se encogió de hombros de manera bastante indolente. No le gustaban demasiado las personas que hablaban de más solo por creer que no les iba a pasar nada. Como era el caso de ese Piedmon. Siempre se les olvidaba mirar a sus espaldas, o arriba. Aunque en este caso, habría que combinar ambas cosas, puesto que en el cielo había habido un pequeño resplandor azul.

- Ya he dicho lo que podemos hacer nosotros, por tu parte, deberías aprender a contar mejor contra cuanta gente te enfrentas- cerró la mano llevándola hacia el lóbulo de la oreja y desprendiendo el pendiente que llevaba. La forma humana titiló antes de convertirse en un oso de pelaje purpúreo-azulado con unas grandes garras introducidas en unos "guantes" rojizos. Un Gryzmon.

Gryzmon:

No lo había hecho para asustar o lucirse, sino simplemente para continuar distrayendo al payaso durante unos segundos más, antes de que dos ondas azuladas le golpearan por la espalda, causándole un daño directo, aunque sin eliminarlo. Pocas veces un mega podía acabar con otro de un solo golpe. Aunque antes de que el payaso pudiese mirar a alguien, un enorme puño impacto en el lugar donde estaba. Tan solo la fortuna había hecho que pudiese saltar para evitar el ataque de Titamon, que volvía a tener el control de sí mismo. Y no parecía precisamente feliz con él.

- Si le matamos en esa forma, conseguiremos separar los datos del Piedmon del humano, y así podremos devolverlo al mundo digital. Con el humano, podéis hacer lo que queráis- indicó a Alphamon.


- ¡Spirit evolution!

A pocos metros de la zona de batalla ocurrió un hecho que para muchos podía estar sacado de un manga shojo sobre chicas mágicas, puesto que una mujer rubia había hecho aparecer un disco de color azulado alrededor de su mano. Disco que movió por un aparato, haciendo que este se estirase aumentando su tamaño y comenzando a rotar a su alrededor, cambiando su aspecto. Si bien el tamaño no cambió en nada, el cabello antes platino y recogido se soltó y alargó volviendose completamente oscuro. Las prendas caras y elegantes se transformaron en un ajustado traje de cuero negro y blanco. Y dos katanas aparecieron colgando a su espalda.

selenemon:

- Selenemon- la nueva mujer abrió sus ojos, dejando a la vista unos orbes plateados que reflejaban el paso de mucho tiempo.

Pero antes de que nadie pudiese ver algo más, la figura desapareció, reapareciendo en una terraza, desde la cual saltó a un saliente. Trepando y saltando consiguió alcanzar la cima de uno de los edificios al lado del enorme titán. Justo a tiempo, porque el Dorugoramon había sido lanzado contra el suelo.

<< No llegamos a tiempo... >> una de las voces humanas de su interior se sentía apenada, aunque para Selene no podía haber habido mejor momento que ese para llegar. << No, no podíamos haber llegado en mejor momento, ahora mismo estará atento a lo que hay abajo de él, no al mínimo cosquilleo de su brazo>>

Porque sí, eso es lo que estaba haciendo ahora el espíritu humano, corría en dirrección al cuello para seccionar el anillo con una de sus katanas. Fue relativamente sencillo -excepto por los bamboleos que daba al caminar en dirección al compañero del humano- llegar y con la técnica de alguien que está acostumbrado a desenvainar y volver a envainar rápidamente, cortó el aro. El digimon gigante se detuvo, mirando a su alrededor confuso.

- ¿Eeeeeeh? ¿Dónde estoy?- su voz era grave y muy pausada. Muy acorde a alguien de ese tamaño, para qué engañarse.

- Disculpa - llamó la "mujer", pero al ver que el otro era incapaz de localizarla suspiró-. En tu hombro- indicó. Lo que se ganó una mirada confusa antes de pasar a furibunda en cuanto fue localizada-. Supongo que te sentirás confuso ahora mismo, pero no tengo mucho tiempo para explicartelo todo. Hace unos minutos estabas controlado por culpa de un anillo oscuro, pero te he liberado de su control.

- ¿Un anillo? Apenas puedo recordar nada.... Pero ahora que lo dices, sí que recuerdo a una criatura pequeñita con una cosa circular entre sus manos- asintió-. De momento te creeré,.

- Gracias- murmuró la guardiana-. Pero antes de irte, deberías saber dos cosas, no estás en el mundo digital, sino en el humano. Y el culpable de todos tus males ese ese de ahí, el... ¿Payaso?- acabó de manera no muy segura. Supuso que tenía que ser él, ya que el Alphamon cuadraba más con el chico humano. Aunque desde esa altura no tenía una buena vista de todo lo del suelo. Si estuviese en forma animal, no tendría problema alguno para contar la cantidad de cabellos de cada uno-. Me gustaría pedirte ayuda para librarnos de él, ya que está intentando matar o controlar a mis amigos y eso no puedo permitirlo- hizo una pequeña pausa-. ¿Me ayudarás?

- Claro que sí, supongo que te debo el volver a pensar.

- Perfecto- sonrió antes de saltar hacia el vacío, sacando ambas espadas-. глубокая рана Лунный- el filo de las armas se iluminó con un brillo azulado antes de que cortara el aire con ellas. El filo pareció quedar marcado en él y avanzó en dirección al Piedmon.

Hecho eso, la mujer entrecerró los ojos y de nuevo el anillo de datos la rodeó, aunque está vez por todo el cuerpo, aumenanto de tamaño.

- Animal mode... Heliamon- los datos comenzaron a esparcirse, pero nada quedó a la vista-. Невидимый вуаль.

La dragona en su forma invisible planeó por encima de ellos, observando cuál sería el mejor momento para caer sobre el payaso y hundirle las uñas profundamente en su cuerpo.

ataques:

off:

Alphamon permanecía ahí, estático. En esta forma no solíamos ser muy expresivos, mas aya de nuestros ojos los cuales siempre representaban lo que sentíamos. A pesar de esto se podía notar al gran caballero digital con un cierto aire de fatiga en si. Sus ojos contemplaban la escena en completo silencio... tampoco era de muchas palabras, pero tal vez esto se debía a la conversación entre dos entidades dentro de el.

Dentro del digimon de armadura negra se encontraban las conciencias mía y de Doru. El lugar era un vació completamente oscuro,  a no ser por un intenso resplandor en el centro que se perdía en la oscuridad desapareciendo lentamente. Situado allí, me encontraba yo, completamente desnudo pero cubierto por una luz que emergía de mi cuerpo. Me encontraba parado de la misma manera que Alphamon lo hacia, como si hubiera una sincronía entre los movimientos del digimon y los míos. Era inexplicable la sensación de fusionarse con Dorumon, primero que nada una inmensa y abrumadora fuerza recorría por nuestro cuerpo y digo "nuestro"  por que es la única manera de explicarlo que se me ocurre. En este estado Dorumon sentia lo mismo que yo y viceversa aunque también podiamos darnos espacios como este para discutir entre nosotros, ya que no dejabamos de ser dos seres distintos. Se trataba de una conexión muy especial.

Jefe ¿Tienes algún plan? - La voz de Doru resonó en aquel espacio infinito dibujando una sonrisa en mi rostro. - Pensaba que ibas a darme tu una solución. -  Ambos eramos consientes de nuestro estado, no hacia falta que lo conversemos. Habíamos entrenado mucho con esta etapa y en los mejores casos habíamos logrado ¿Que? ¿Unos treinta minutos? En nuestras condiciones es sabido que es cuestión de tiempo en que nuestros poderes se esfumen. En ese sentido estábamos, como decirlo ¿Jodidos? Pero era sabido que jamas lo escucharían de nuestras bocas. - Tendremos que llegar al limite ¿Verdad? - El silencio tras mi cuestionamiento solo duro unos pocos segundos. - ¿Estas seguro Jefe? Solo lo hemos echo una vez... y eso te afecta mas a ti... en este estado no sabemos las consecuencias. - Sin embargo Doru sabia que era una decisión tomada prácticamente.

No podía culpar a Doru por su preocupación, pero las cosas no pintaban nada bien ahí "afuera", si tenia que hacerlo lo haría. Todo sucedía muy rápido, los expresivos ojos de Alphamon contemplaron de refilon la acción tras las palabras de aquel sujeto que me había salvado. Sustrajo algo de su oreja y inmediatamente su apariencia cambio por la de un Gryzmon, eso explicaba su fuerza, se trataba de un digimon disfrazado. Las cosas iban mejorando, ahora eramos dos contra Piedmon y... ¡Titamon!

Lo había olvidado por completo, Titamon era también parte de nuestros problemas pero a pesar de ello lo que ocurrió a continuación me sorprendió aun mas. Piedmon fue derribado por dos ondas de color azul. Nuestra vista busco inmediatamente de donde provenía dicho ataque y entre la oscuridad del cielo pude vislumbrar la figura de una mujer de cabellos y vestida de forma... como explicarlo... ¿Llamativa?  El echo es que capto toda mi atención en ese momento.

Jefe! Concetrate! - Rezongo Doru en nuestro interior. - Oye! Podría morir hoy! Por lo menos déjame ver... - Respondí bromeando con mi compañero aunque no pareció gustarle el chiste acerca de mi muerte. - Ademas... estoy casi seguro que es ella... - Refiriéndome a la chica de cabellos rubios que habíamos visto anteriormente. - Una corazonada...  

Pero tan rápido como apareció,  así se esfumo de nuestra vista. Aunque los acontecimientos no daban tiempo para preguntar adonde había ido puesto que seguido de aquel ataque, Titamon conecto un golpe a Piedmon. Por lo visto el gran digimon había escapado del control de aquel tipo. El juego comenzaba a ponerse a nuestro favor por suerte. Escuche atentamente las palabras del Gryzmon, acerca de lo que debiamos hacer y comencé a trazar algún plan.

Piedmon comenzaba a levantarse y a reponerse del ataque recientemente conectado, riendo con su chillona voz maníaca. -Malditos... Tenia planes de matarlos rápidamente, pero ahora los haré sufrir. - Su mirada estaba completamente perdida en la nada. - Y a ti bueno para nada... seras el primero en morir. - Grito señalando a Titamon.

Habia que ponerlo a prueba, ver de que era capas. Alphamon extendió su mano izquierda, perfilando un poco su cuerpo, en dirección a Piedmon. - Digitalize of Soul!!! - Exclamo el digimon caballero, al mismo tiempo que un circulo de energía color verde tapaba la palma de su mano y de este comenzaban a salir varios ases de luz a una velocidad impresionante hacia nuestro enemigo. - Idiota...

De un instante a otro Piedmon, no se encontraba allí provocando que el ataque pasase de largo. Ahora nuevamente estábamos en desventaja porque a pesar de ser mayor cantidad, no conocíamos su paradero. Si el enemigo poseía la habilidad de teletransportarse a voluntad, estábamos en una situación claramente desfavorable.

Escuchen.... - comenzo a hablar Alphamon hacia los otros dos digimon, ya que desconociamos el paradero de la joven quien habia desaparecido tambien.  - Creo tener un plan, si todo sale bien podremos vencerlo o por lo menos estará muy debilitado para que ustedes liquiden el trabajo... - Una leve pausa agrego un poco de suspenso a la charla. - Sin embargo hay dos contras, primero que ustedes deben intentar retenerlo para que este ataque funcione y ademas debo reunir un poco de fuerza... y por ultimo después de este ataque ya no podrán contar con mi ayuda... - Sabia que exponer esto no era la mejor forma de tratar con un enemigo, pero no había otra forma de comunicárselos. Con un poco de suerte, desde donde Piedmon este escondido, no pueda oír esto. - De cualquier forma... a la brevedad seremos inútiles así que queremos ayudar de esta manera...

Ataques:

OFF: