¿Creyendo en los dioses?[Europa(Efeso)]

Suspire suavemente, entré en un profundo sueño luego de cavilar un rato, no tenía mucho que hacer y mis ganas de leer se habían desvanecido. Supuse que sonaría con mis camaradas, siempre lo hacía...Ellos ahora estaban siguiendo a Arturius y a Caley hacia la sala del trono, a ambos les pareció mala idea llevar al digimon que literalmente dejó inconsciente al Dynasmon con tan sólo caerle encima pero ninguno protestó teniendo en cuenta que no era su morada y que quizás hubieran hecho lo mismo si estuvieran en una situación así, lo habían estado y así se habían conocido. Al llegar el albino se acercó presuroso de saber el estado de ambos digimon, Azrael se acercó quedando a una distancia prudente para no interrumpir a Caley el cual al llegar se había encargado junto a Arturius de bajar a los digimon que llevaban en brazos para recostarlos. El serafín dejó su forma humana para volver a ser un Angemon y luego evolucionar en MagnaAngemon. El arcángel de, extrañamente, cabellos negros comenzó a sanar a Wizardmon y Monodramon. Selene suspiró, hace mucho no se veía involucrada en circunstancias normales, solo cuando trabajaba y no es que no le gustara, sino que sabía que por ser lo que era no viviría una vida "normal", sin embargo, le encantaba ser digimon era algo que jamás cambiaría aunque pudiera pues se sentía diferente y eso le gustaba. La digimon observó como Caley sanaba a Myrddhin y a su nuevo invitado, la digimon deseaba poder sanar sin tener que evolucionar pero no le era posible, al menos no de momento.

Ambos tomaron forma de humanos, Myrddhin lucía como siempre, aunque dormido tenía un semblante mas pacífico mientras que el otro digimon ahora lucía un semblante algo molesto, poco relajado, lucía cabello rojo sangriento como los ojos que recién acababa de abrir súbitamente. El mega se movió tan rápido que Selene y Azrael no tuvieron tiempo a reaccionar, al menos Selene ya que Azrael se llevó su espada a la boca abriendo un estrepitoso portal y se dejó caer en el para luego dejar que se cerrara ¿A donde iba? La diosa digimon se sobresaltó al ver al humano pelirrojo coger al albino del cuello y levantarlo violentamente, el mega hablaba en otro idioma, era extraño no poder entenderlo pues por lo general los digimon entendían la mayoría de las lenguas sino nos sabrían de que hablan sus humanos o los otros, al menos eso supuse. Detrás del agresor se abrió un portal del que salió el arcángel negro el cual cogió las muñecas del pelirrojo con fuerza y pasó su espada por la nuez de Adán del mismo, sin lastimarlo, así que eso planeaba, no sabía si exactamente el de ojos sangre tuviera otra ruta de escape- Sh...Sueltalo. -Articuló como pudo al tener la espada en la boca.

El arcángel negro gruñó y abrió bien los ojos al ver como el "humano" de cabellos rojos le cogía del cabello tirando hacia adelante para alejar la espada de su cuello, tiró hacia atrás de las muñecas del de ojos rojos acercando la espada como podía. Apretó los dientes por el dolor del tirón además estaba furioso ¿Cómo un digimon en forma humana por mas mega que sea podía forzarlo de esa manera? Soltó la espada y le mordió el brazo clavándole sus colmillos. Azrael estaba sorprendido por la velocidad con la que fue forzado a moverse ¡Y por un humano! ¡Un digimon con forma de humano! ¡¿Qué rayos tenía?! ¿Acaso tenía mas testosterona que un humano normal?... Eso explicaba la reacción salvaje y estúpida que había tenido. El de ojos ambarinos fluorescente en si detestaba a los humanos pero se había acostumbrado sin embargo éste le sacaría de sus casillas probablemente. Desvío sus ojos hacia su hermana la cual no sabía que hacer, se acercó a Myrddhin para defenderle, entendía su acción después de todo era su pareja y deseaba protegerla mientras no estuviese consciente, Arturius permanecía de la misma forma, estaba planeando al parecer usar su bufanda, no sabía demasiado para que le servía al mega pero no quería averiguarlo siendo parte de esa "prueba".

Al ver que el pelirrojo soltó a Janaan aflojó su mordida y dejó al de ojos rojos irse, le escuchaba hablar en un idioma que en aquel momento poco le interesaba. Se acercó al albino y se agachó a revisar a ojiamatista, vio las marcas en el cuello y frotó suavemente su mano- ¿Estás bien? -Sanó aquella zona para que no quedasen marcas notorias, habló con demasiada naturalidad o familiaridad, no conocía bien al albino personalmente, indirectamente si pues anteriormente lo conocía al ser mi consciencia pero directamente no por lo que generó algo de inseguridad al preguntar por su estado físico. Ayudó al albino a levantarse y miró al de cabellos rojos, ahora arrodillado frente a Myrddhin, Selene arqueó una ceja bajo su máscara y miró a su hermano, también lucía extrañada, se recogió de hombros en señal de no saber nada- Orokana. Watashi wa kare no atama o kiriotoshi. -Escupió en su idioma natal el arcángel negro mientras que la diosa al oírlo frunció el ceño e hizo una mueca de disgusto, a pesar de que era normal muchas veces escucharle decir cosas como esas... La digimon escuchó con su agudo oído lo que el de cabellos rojos dijo y puso atención "sabio" era del mundo de Myrddhin por lo que miró al susodicho y ladeó la cabeza ¿Porqué había un digimon de su mundo allí? ¿No es que era demasiado difícil entrar y salir de su dimensión?

Azrael se frotaba el cabello y la cabeza, aun le quedaba la sensación de comezón y del tirón que había recibido, maldito digimon en forma de humano, gruñó sin contenerse y reviró los ojos hacia Selene, estaba bien y con eso le bastaba, suspiró suavemente al notar aquello. La espada se desmaterializó posteriormente por lo cual no era necesario para Azrael recogerla.

Azrael suspiró suavemente y le sonrió al de ojos amatistas, si, le agradaba ya que no tenía una imagen amenazante en aquel momento, sabía que el albo era sincero y serio en cuanto a sus comentarios pero nadie aun le había agradecido por sus acciones mas que unas cuantas personas en las que él estaba incluido. El arcángel negro le sonrió suavemente para no parecer mal educado, sus sonrisas si no eran controladas solían ser pervertidas o traviesas- Douitashimashite...Es decir, da nada. -Dijo cuando se levantó y dejó pasar al serafín el cual se notaba preocupado, tanto como el lo estaba por mi, Selene también estaba preocupada pero ninguno de los dos lo demostraba sus sentimientos para no alterar a nadie...Ambos debían resolver sus problemas entre ellos. Los ojos heterogéneos y ambarinos fluorescente se cruzaron, Selene suspiró ya que adivinó los pensamientos de su hermano, no le sorprendía. Por su parte Azrael supo que Selene estaba preocupada por, ahora y sumando todas sus preocupaciones, Myrddhin, sin embargo no quería molestarlo. El arcángel negro gruñó al escuchar las palabras del de ojos sangre, no le importaba si lo entendía o no, ese digimon los hubiese atacado a todos si Myrddhin no despertaba y eso incluía a Selene- Mejor...Esa es ma idea...No dejaré que mi hermana menor esté en peligro por bestialidad de otros. -Soltó un resoplido de molestia bien definida, sus palabras eran afiladas y si seguían así serían mas que venenosas. Comenzó una explicación del de ojos sangre al pelirrojo mientras Azrael se acercaba a su hermana con preocupación antes de dirigir su mirada a Myrddhin ¿Amia? No le interesaba pero pronto cruzó sus ojos con los de Dynasmon y escuchó la charla sobre las dimensiones que había, nada interesante hasta el momento, solo le traía curiosidad el mundo de Myrddhin, cuando escuchó al mismo gritar y deducir el paso del tiempo en las dimensiones, el arcángel negro apoyó una mano en su cintura- Omae....Eso es obvio, no soy sabio y no tengo los mejores conocimientos pero el paso del tiempo en las dimensiones obviamente no es el mismo, las dimensiones no son rectas, hay curvas, remolinos, y si hubiera dimensiones iguales o mundos iguales... Mmm, toma como ejemplo la rotación de los planetas solo que quizás haya una dimensión al lado en la cual el paso del tiempo es mas apresurado o mas lento... Eso lo pasan en un anime infantil. -Comentó soltando su característica risa eléctrica y pícara.

Selene suspiró divertida y se encogió de hombros tratando de expresar un "No tienes remedio" la diosa digimon escuchó a Myrddhin y comenzó otra explicación en la que Azrael quiso sentarse pero no podía, se dejó levitar mientras escuchaba pero a diferencia de su hermano mayor, Selene escuchaba la historia con cierto interés que pronto se volvió fácil de deducir ya que la historia era similar a la de Myrddhin. Su hermano mayor la miró desde donde estaba y sonrió soltando una suave risa que Selene tomó como un "Vaya parecido con su historia" la de ojos heterogéneos reviró los ojos hacia Myrddhin y sonrió suavemente a Atlas, con saber que aquel pelirrojo cuidaba de Dynasmon estaba mas segura, sin embargo sabía que podía cuidarse solo sin problema alguno. Al escuchar la teoría del de ojos sangre suspiró suavemente desinteresado pero si era por su hermana intentaría armar alguna charla- Si, eso lo noté, últimamente hay muchos portales aleatorios, eso me extraña pero ya entiendo como van y vienen los tamers. -El de ojos ambarinos fluorescentes se recogió de hombros mostrando ligero desinterés por la deducción del mega, Selene encarnó una ceja mirando a su hermano y luego a Atlas- Gracias por cuidar a Fëanor, Atlas. Es un gusto conocerte. -No tardó demasiado en tomar forma humana, portaba un kimono mas grande de lo normal, cubría sus pies, estaba cerrado sobre el pecho y abierto en el cuello, el maala que Myrddhin le regaló se asomaba por allí.

Las mangas del kimono eran acampanadas y colgaban de las muñecas de la digimon, el cabello estaba típicamente suelto. Azrael bajó y la imitó, su forma humana era diferente en facciones a su forma digimon pero conservaba el cabello azabache y los ojos ambarinos fluorescentes, sin embargo su cuerpo estaba cubierto de tatuajes negros, llevaba una camisa negra abierta, sin botones ni cierre, su pantalón era negro de cuero como sus zapatos- Mmm, te ves bien con la ropa. -Informó orgullosa de sus trabajos, tanto de kimono como de la ropa de Azrael. Selene rió ante la reacción de Arturius y su cubrió los labios con una mano- Supongo que tendrán que esperar para volver a su mundo, lamento la crudeza de mis palabras. -Sonrió suavemente e hizo una mueca leve.

Azrael ignoró el hecho de que le dirigieran malas miradas, ya estaba suficientemente acostumbrado a aquel tipo de miradas por lo que simplemente se restregó un ojo con el puño, en su forma humana sentía todo el peso del cansancio, no era lo mismo siendo digimon, suspiró, se le había ido el hambre con todo lo sucedido y que estaba sintiéndose... Molesto, por lo que proliferó un suave gruñido de molestia revirando los ojos hacia el trono e inspeccionándolo con la mirada, era de los típicos tronos para los reyes, le recordaba al rey Arturo y a sus caballeros. Estaba algo irritado e irritable, no le gustaba la idea de estar allí, se sentía fuera de lugar, el era un digimon que había llegado en segundo lugar, no conocía demasiado a los residentes del castillo, no es que yo o Selene les conociéramos a todos pero si a los principales, sin embargo, Azrael no figuraba en el registro visual de nadie y a pesar de ser aceptado con gusto no dejó de pensar que debía apartarse, eso haría en cuanto salieran, iría a por mi, yo debía comer y el arcángel sabía que el comer solo afectaba su forma humana o al menos eso suponía- Lo siento, me altere... -Se disculpó sincero pero con pocas ganas de estar allí, Selene notó lo incómodo en su hermano pero no dijo nada, era él después de todo y quería que resolviera las cosas solo,quizás le daría algo de ayuda si se lo pedía o si en verdad estaba necesitado. Azrael hizo caso omiso metiéndose en sus pensamientos, apoyó el dorso de su dedo índice en sus labios y cogió su codo con su mano libre ¿Qué debía hacer conmigo como digimon elegido? Si, me preguntaba lo mismo, estaba algo anémico al no comer demasiado, nadie en la casa descansaba bien, ni siquiera Selene pero eso solo se notaba al tener forma humana ya que como había notado anteriormente eran casi humanos y había cosas que tenían mas efecto en esa formas.

Selene prestaba mayor atención a la corta charla que entablaron, tampoco sentía apetito, miró a su hermano entendiendo su rostro y luego a Myrddhin, seguro querría estar con Atlas, después de todo era de su mundo- Espíritu de Fuego, eso significa Fëanor. -Informó la digimon sonriendo suavemente, en el fondo estaba cansada pero nunca estaba demás demostrar una sonrisa a las personas. Selene miró a su hermano y él a ella, sabía que estaban charlando mediante miradas mientras ella escuchaba y él cavilaba- Perdí el apetito... -La diosa digimon negó con la cabeza y lo miró algo enfadada, sabía que tenía hambre pero que se sentía demás junto a ellos al no ser conocido pero era normal sentirse así, lo había sentido en sus primeros meses como digimon elegido, había preferido encerrarse en si misma por un tiempo y pensar las cosas- Nosotros también somos familia y por cierto, Azrael...Ponle algo de ánimos. -El arcángel negro frunció algo el ceño y asintió molesto, actuaba como niño pero no sera entera su culpa haberse quedado en la etapa adolescente de Luka, era solo un efecto que dejaría con el tiempo, sin embargo solo se quedaría con los restos de la sexualidad de su niño elegido, no podía ver a las mujeres y los hombres del mismo modo.

Selene ser sorprendió al estar tan distraída y ni haber sentido a Rosemon acercarse, después de todo era una digimon mega, suspiró y escuchó a Janaan, no sabía como me traería a comer- Quizás te haga caso,...Está un poco anémico pero empezó a comer ayer, hace una semana que no come, intenté que comiera pero es un hueso duro de roer...No podía obligarlo. Disculpa las molestias Janaan. -Comentó ciertamente preocupada por el estado de su camarada y apenada por causar molestias.

Por mi parte...Estaba en la cama, me había acurrucado a pensar y sumergirme en mis recuerdos y pensamientos, me quedé pensando en las personas con las que había estado, aun sentía un interés amoroso por uno de ellos, uno que no estaba en mi pasado lejano pero que no había vuelto a ver...Todos se iban y no les volvía a ver...

Selene sonrió ante la risa que provocó en Atlas y la mirada que Myrddhin le dirigió, se notaba en ella alegría y agradecimiento hacia la diosa digimon la cual dejó de lado la preocupación que nacía en su interior, aquella que la hacía saber siempre que Myrddhin se iría en cualquier momento y que quizás Atlas era una señal de que aquel hecho estaba cerca de protagonizar una de las partes de su vida y de aquellos mega que tenía a su lado. Mantuvo su sonrisa amplia y dulce hacia el Myrddhin. Selene miró a su hermano el cual era suavemente empujado por un infantil Arturius, Azrael gruñó un poco al igual que su estómago, deseaba comer pero....No estaba cómodo molestando a los moradores de la casa, sin embargo, uno de ellos le estaba incitándolo a comer aunque sea un poco, la diosa digimon se sintió un poco ofendida por lo de la dieta, ella estaba en forma sin mencionar que en forma humana había dejado que la gimnasia hiciera su trabajo junto al boxeo que practicaba con su hermano, cosa que explicaba porque el torso del mayor estaba "trabajado". El arcángel negro cedió al empujón y suspiró suavemente con una sonrisa leve- ¿Cuentan los gays en la dieta? -Preguntó en forma de burla y diversión mientras caminaba al ritmo que Arturius marcaba e iba bastante rápido hacia el Gran Comedor, el de ojos ambarinos fluorescentes sentía que se perdía de algo, miró a Selene y ladeó la cabeza preguntando, la digimon solo asintió y el mayor cogió la muñeca de Arturius y comenzó a correr hacia el Gran Comedor siguiendo el aroma a la comida, siempre había disfrutado mucho de comer- ¡Pues vamos, eres lento! -Le dijo Azrael al menor y continuó corriendo como un niño hacia el Gran Comedor.

Selene los miró de repente dando un suave brinco por la sorpresa de verlos reír, jamás había oído la risa del Dynasmon, mordió su labio inferior en una sonrisa al verlos felices a ambos, le llenaba el alma de cierta forma, le hacía feliz ver a Myrddhin reír de alegría aunque fuera por las bromas de Arturius. Sintió la mano de Myrddhin acariciarle el cabello y se ruborizó al mirar al de ojos sangre, sonrió mirando levemente hacia abajo, cuando el mega le ofreció el brazo se sorprendió pero lo tomó suavemente y se aferró a él sonriendo, se sentía extraño ir del brazo con alguien. Comenzó a caminar hacia el Gran Comedor al paso que marcaba Myrddhin- Son amigos desde jóvenes ¿Verdad? -Preguntó como un aura típicamente curiosa de los demás, aunque este comportamiento solo se daba a ojos de personas que conocía, la diosa digimon era arisca y tenía poco tacto con los demás.

Escuché que llamaban a la puerta, levanté mi brazo para destaparme los ojos y me enderece en la cama, un suspiro se escapó de mis labios y me frote los ojos con pereza, pensé que quien tocaba la puerta era Selene pero olfatee y el aroma que entró a mi nariz era a vino, papel y acero, el aroma de Selene era de cerezos, lirios y sándalo, sin mencionar la tela, sin embargo el aroma era muy conocido por lo que me levanté y al abrir la puerta me encontré al albino- Buenas....¿Noches? Me dormí. -Sonreí suavemente y respiré profundamente.

Azrael escuchó la explicación que le daba Arturius sobre los metrosexuales, travestís y los afeminados, la charla le recordaba al tamer de su hermano Mika, Keith. El hombre era joven de unos 19 años directo a cumplir los 20 pero aun en su juventud lucía como una muchacha muy hermosa, no lo era tanto como Yuki, la hermana de Luka o al menos no tanto, tenían una naturaleza tan delicada y frágil, el problema era que Yuki si había tenido problemas de presión, era demasiado torpe y propensa a desmayarse, una muchacha inocente que adoraba a su hermano o al menos lo había adorado cuando estaba viva, sabía que aun en la muerte la muchacha de cabellos rosa claro y piel nívea apoyaba a su hermano y buscaba que siempre fuera así. El arcángel negro se puso a comparar a Yuki con Keith mientras escuchaba a Arturius y notó que Keith había aparecido luego de Luka con una apariencia fémina y mismos problemas de torpeza, el problema es que aunque creyera que la chica había reencarnado o algo similar no había encontrado su alma y Myrddhin jamás había dicho de verla cerca de Luka, quizás para no empeorar las cosas o por las razones que fueran pero el de ojos ambarinos fluorescentes no sentía que estuviese a su lado, ni siquiera cerca. Algo en el arcángel se sintió vacío y quebradizo, como si también extrañase a Yuki...Y lo hacía, la extrañaba pues había sido también como su hermana. Escuchó a Arturius lo que lo hizo dar un brinco leve mirándolo para responder- Si. Yo no lo soy...Me cuido pero no a esas alturas, además me gusta mucho el boxeo y entrenar con Selene en forma digimon es divertido. Ahora vamos. -Continuó con su carrera hacia el Gran Comedor y al entrar prácticamente le brillaron los ojos y saltó de alegría- Wow.....¿Puedo comer lo que sea? -Preguntó a Arturius mirándole cómo niño en tienda de golosinas y agitando, ahora, ambas manos, tanto las suyas como las de Arturius las cuales tenía sujetas. A pesar de parecer un niño no lo era en semblante.

Parecía un hombre de 19 a 20 años de ojos ambarinos fluorescentes con pupilas felinas, colmillos superiores e inferiores similares a los de un vampiro, uñas naturalmente negras y largas como garras, lleno de runas negras en todo el cuerpo hasta el cuello que en su forma digimon no se veían por la ropa- Hace mucho no me sentía así de feliz ni veía a Selene con una sonrisa plasmada en el rostro, no como aquella. Arigato....Este lugar es enorme, es un ambiente bastante familiar. -Comentó y caminó por el lugar mirando las mesas, el techo, las luces y por último los ventanales los cuales deban a los balcones, era un ambiente muy familiar a su parecer y eso....Lo calmaba tanto, lo emocionaba y volvía un niño. El arcángel negro sintió nostalgia y sonrió suavemente acercándose al fuego de la chimenea, la sangre tiñó su piel nívea de carmín por el calor, si tuviera orejas el de cabellos negros las movería y sería como un gatito malcriado que espera a su amo en la chimenea para ser mimado.

Selene miró a Myrddhin mientras este le hablaba, se alegraba de verlo y escucharlo por lo que prestó atención a la historia que el mega le contaba, pero a estas alturas no podía decir que era mega pues...Los tres lo eran, a Selene le gustaba estar en su etapa mega y más ahora que había recobrado su natural color blanquecino y azul. Sonrió al ver que al parecer Myrddhin se encontraba con sus seres mas cercanos en las circunstancias mas extrañas, graciosas, peligrosas y algo destructivas. Al parecer o Atlas era mas antiguo o mas poderoso que Myrddhin ya que recordaba que Strikerdramon era un digimon del nivel ultra- Comenzaré a pensar que eso de conocer personas en circunstancias extrañas, peligrosas y cómicas es un hábito tuyo.... Creo que la segunda vez que nos vimos tampoco se la hice pasar bien a Myrddhin... Mmm no sé que hubiese sido peor en aquel entonces -Solo se recogió de un solo hombro y continuó caminando hasta el Gran Comedor donde vio a su hermano calentándose junto a la chimenea.

Miré al albino y sonreí suavemente mirando hacia el interior de la habitación, solté un suspiro y volví mi mirada al dueño del lugar- Vale, pero... No es que tenga demasiada hambre. -Sin embargo mi estómago hizo acto de presencia soltando un gruñido de advertencia sobre el hambre que sentía, miré mi estómago- Traidor...Vale, iré a comer. -Lo primero se lo había dicho a su estómago y en segundo lugar al albino, salí del cuarto cerrando la puerta y le dejé pasar primero.

Azrael vio reír a Arturius por su comportamiento, hace mucho no parecía un niño pequeño pues debía ocuparse de cosas mas importantes, muchas necesitaban de un lado serio o ortodoxo y eso hacía que contuviera su excitación infantil lo cual le disgustaba ya que él quería divertirse un poco mas como todos. Escuchó las palabras de Alphamon entendió el concepto, era normal, después de todo uno que no vivía en una casa no entraba a otra para comer. Miró a Arturius extrañado, al parecer no había entendido a que se refería cuando decía que era un lugar familiar- Quiero decir que parece el típico lugar donde se reuniría una familia, el ambiente entre Atlas, Myrddhin y Selene fue también bastante ameno, hace mucho tiempo no la veía sonreír de esa forma y estar tan despejada, últimamente tiene los nervios demasiado crispados.... Su atención está dividida en muchas cosas. Básicamente está intranquila y eso nos pone bastante nerviosos a todos, mas considerando que su Darkness Mode es un dragón de 25 metros que quemó gran parte del bosque la semana pasada. -Comentó el arcángel de manera despreocupada y se recogió de hombros mientras sus mejillas tomaban algo de color- Queremos volver a Japón pues allá hay mas espacio y tenemos una barrera preparada para los intrusos, eso la pone mas tranquila en especial porque podrá separarse del digi tama sin ponerse histérica, ahora no lo está porque se siente segura con Myrddhin, hay cosas que la hacen sentir mas seguras que otras.... Cuando Horus nazca la paranoia se irá y volverá a estar calmada... Maternidad se podría llamar. -Suspiró y sonrió volteando a mirar al de ojos dorados levantando suavemente los brazos y encaminándose a tomar algo para comer, a medio camino se detuvo suponiendo que debía esperar a todos para comer.

Selene en verdad comenzaba a pensar que el pelearse con las personas antes de conocer a alguien que sería importante en su vida era una curiosa coincidencia de su pareja, al menos eso quería creer, dándole segundo lugar al karma como completo culpable de dichos sucesos, quizás solo era mala suerte pero como Myrddhin era albino... No tenía mucho que ver, sería solo el universo o el destino que buscaban algo para él al hacer que cada vez que peleara conociese a alguien nuevo, claro Arturius, supuso, era la excepción si se descontaban las discusiones que quizás hubo entre ellos los primeros días o meses- Karma u suerte, no se hasta que punto conocer a la gente importante en tu vida es una coincidencia. Tampoco pensé que eso sonría tanto a como cuando era Renamon, en Roma. -Comentó la digimon de forma divertida y algo maliciosa pero pronto solo dejó que fuera una sonrisa amena, hace mucho no se relajaba y apoyó su cabeza en el hombro del Dynasmon cuando los escuchó empezar a discutir sobre el suceso en Tumac y Hün pero pronto sintió a Myrddhin cambiar de humor y levantó la cabeza mirándolo- Yo lo hubiera hecho. Atlas te quiere, no solo te respeta. Sabes que quienes te quieren no les gustaría perderte, a mi no me gustaría. -Comentó y se sintió empalagosa por un momento, era extraño para la digimon ser dulce, no entraba en su personalidad, era maternal y eso la hacía cariñosa y suave pero no empalgosa.

Azrael frunció el ceño al ser llamado gato y masa cuando le dijeron angelito, por poco y convulsiona, subió sus manos hasta sus hombros y las doblo en pose de suplica soltando un "Nya". Selene trató de no reírse- Señor arcangelito para ti, salamandra. -Sonrió de forma traviesa el arcángel negro para luego observar la mesas mesas repletas de comestibles con el deseo de un niño.

Seguí al albino, tenía hambre pero a la vez no, olvidé mi depresión molesta dándole atención a lo hambriento que estaba y me palpé las costillas sobre la ropa, descendía demasiado rápido de peso pues sentía que cada vez que cogía aire las costillas se hacían mas notorias o al estirarme- No es que no tenga hambre...Pero cada vez que siento el aroma de la comida me dan nauseas. -Suspire resignado pues supuse que cuando llegase perdería el apetito debido a las nauseas que me provocaría la comida.

Azrael sonrió ante el comentario de Arturius y asintió mirando el lugar, estaba feliz, hace mucho no lograba dejarlos a todos felices, siempre lo intentaba pero no daba resultado aunque lo quisiera pues Selene aunque era su hermana y le agradaba su compañía, aun no le tenía suficiente confianza; eso decía ella, y yo por mi parte no había estado de humor en aquel tiempo, estaba demasiado depresivo, y el ayuno me había hecho algo débil, para Selene estar feliz sería verme comer, cosa que actualmente no había logrado nadie- Y yo.... Últimamente es lo que mas falta en casa. Veré si Janaan logra hacer que Luka coma y sacarle esa depresión que tiene encima. -El de ojos ambarinos fluorescente hizo una mueca suave, no muy perceptible. Se enderezó y se acercó a donde Arturius- Yo tampoco sé lo que es pero Selene si, al menos lo sabe porque lo será. -Me recogí de hombros y sonreí levemente tratando de calmarme a mi mismo, Selene estaba distraída por lo que el arcángel negro estaba mas atento y preocupado- ¿Puedo comer algo? -Preguntó con ojos saltones el mayor y sonrió tratando de sonar inocente, en verdad estaba hambriento, al menos quería un bocadillo para comer.

Selene arqueó una ceja ante la sincera confesión de Myrddhin, por alguna razón le sonaba a la confesión de un niño pequeño que había hecho una travesura sin darse cuenta, eso le extrañaba totalmente pero simplemente lo dejó pasar. La diosa digimon miró a Atlas y le sonrió, para luego mirar hacia abajo, se quedó pensando en que si ella lo desease iría con Myrddhin pero también estaban Azrael, Horus y yo, seguramente la necesitaríamos y de eso no había duda. Suspiró suavemente, dejar a Azrael a cargo era como dejar al apocalipsis en la casa, hizo una mueca de disgusto pero al ver que llegaban al Gran Comedor se limitó a sonreír para su hermano quien gruñó pues la había visto llegar algo cabizbaja y no le gustaba verla mal, había intentado verla mas feliz de lo que acostumbraba a aparentar y ya estaba haciendo eso nuevamente, aparentar- Seler ¿Pasa algo? -Ladeó la cabeza Azrael y Selene negó con la cabeza frunciendo el ceño hacia su hermano que levantó las manos en son de paz, su hermana podía liquidarlo si anunciaba que no estaba de humor o estaba mal, Azrael tenía una gran facilidad para descubrir como se sentía y no era nada raro siempre había podido hacerlo, después de todo la había criado- Me refiero a que eres en parte dragón. Y...Pues debo suponer que si Myrddhin apareció en el mismo lugar que Atlas, en aquel bosque, es porque cada cierto tiempo la barrera que separa los mundos se vuelve mas débil, en este caso 12 años aquí, uno allá. Supongo. -Selene se acercó a su hermano recogiéndose de hombros suavemente, quizás si tenía razón en cuanto a eso- Lee el libro. -El arcángel negro le sacó la lengua a su hermana, no estaba para enojarse en aquel momento que podían pasarla bien, Selene entornó los ojos con cierta molestia presente en su mirada.

Miré al albino, no era solo la comida escocesa la que me causaba nauseas, la depresión me generaba ese "efecto" en mi sistema- Mmm no es solo la comida escocesa... Es mi depresión supongo. -Suspire y escuché lo que el albino me dijo, Horus aun no había salido del huevo así que- Ash y Bäel hacen lo que quieren, probablemente hayan ido al pueblo mas cercano. -Hablaron al unísono Azrael y Selene y gruñeron al mismo tiempo debido a esa sincronía.

Azrael hizo una mueca suave de inconformidad, para él los milagros existían solo donde en verdad uno los merecía o en la dimensión caleidoscopio y aquello había sido solo suerte, la suerte siempre estaba mal repartida, por lo que les había tocado ir allí por coincidencias de la vida. Quien sabe porque había podido regresar, quizás el mundo le estaba dando otra oportunidad de cambiar y ser mejor digimon, no tenia idea. El arcángel por fin le regaló una sonrisa suave al de ojos oro y suspiró suavemente. Escuchó su anécdota y ladeó la cabeza para negar suavemente, no era eso o quizás solo un poco pero solo si se trataba de hijos adoptivos- Si encuentras un digi huevo es huérfano por lo que eres padre adoptivo, yo lo soy de cuatro digimon, Selene, Bäel, Ashley y Mikael, pero con el tiempo decidimos que lo mejor era ser hermanos. El digi huevo de Selene, literalmente es de ella, es su cría. Fui yo quien la destruyó hace años y cuando estábamos en la dimensión caleidoscopio.... -Azrael se abstuvo de decir las cosas por un momento pues podía perjudicar a su hermana y su relación con Dynasmon, suspiró con fuerza su hermana ya estaba allí así que decidió seguir- Yo decidí traerlo de nuevo, para que Selene estuviese mas tranquila, se lo merece. -Después de pedir a Arturius comer algo con su cara "inocente" interrumpida por tres individuos que habían llegado caminando.

Selene esbozó una sonrisa traviesa y burlona al igual que el mayor, al parecer aun quería vivir esos tiempos antiguos en que se hacían bromas- A mi también me has sorprendido, eres un caballero y sé que invitan a las damas a los bailes, no que las invitan a acostarse con ellos en la cama de un hospital. -Rebatió y sonrió burlona, recordaba aquel momento en que Myrddhin le había dicho que había suficientes camas ya que ella le había propuesto tener hijos, no esperaba que él le contestara de aquella forma, cosa que no solo la divirtió- Ni que, aún como caballero, sacarías a relucir tus celos. -Movió sus dedos por el brazo del mayor acariciándolo levemente. Al llegar quiso asesinar a su hermano, no le gustaba que hablara de su pasado por lo que prácticamente lo asesinó con la mirada a lo que Azrael sonrió- Mmm aunque Arturius como caballo iría con su personalidad, Myrddhin como... Una lobo, Selene es como un halcón y Atlas..... Me recuerdas a un conejo al que me gusta tirarle de las orejas y que muerde con intenciones de arrancarte un dedo. -El arcángel negro se acercó a la mesa con soltura dejando a su hermana tentada a exterminarlo, sabía que luego le haría trampas con las que tendría su lección después de todo tenía vigentes 18 años de venganza, dulce venganza.

Miré a ambos hermanos, su sincronía a veces asustaba pero era lo que había, tenía las mejillas aun un poco ruborizadas por el beso en la frente, solo mi hermana hacía eso y que lo hiciera un hombre... Me ponía o me extrañaba- Mmm...Gracias. -Murmuré suavemente y me examine a donde Selene la cual me miraba como si intentase atravesarme con la mirada- No me mires así, Horus está bien. Deberías preocuparte por tu trabajo y hablar con Jem, él es quien compra los diseños. -Selene frunció el ceño y arquee una ceja con cierta diversión, por supuesto, Jem había comenzado a comprar los diseños de la digimon hace poco, manejaba una empresa de la moda por supuesto lo habíamos visto y era joven- Vamos a comer ¿O no? -Gruño el arcángel negro y luego su estómago lo hizo levemente.