En búsqueda de un espíritu combativo...

Me encontraba perdido, mi Digimon, a pesar de que pude convencerla de que gracias a Janaan me había liberado de mis personalidades y de que éstas, estando débiles, no me controlarían, se mantenía reticente. Yo me encontraba tan gris como el día que se presentaba hoy, sin ánimos de volver a combatir luego del mal que, aunque no fue consciente, había provocado en la Ciudad File. Ahora, cerca de la casa de Dansher, pensaba si alguna vez podría recuperarme por completo de tales y horribles actos. El viento emanaba mi tristeza y anunciaba que pronto llegaría la lluvia.

-¿Alguna vez lograré ser uno conmigo mismo?- me pregunté en voz alta. Tenía la voz un poco ronca por la amargura que sentía. Dorumon, que se encontraba apartada de mi, esperaba a ese chico Alec Lighthood, Lightblood o como se llame. Le debía pedir disculpas por lo que pasó en la aldea de los juguetes. Lo habíamos llamado por la red de niños elegidos que existía desde hace ya tiempo...

- No hagas tanto ruido.... quiero dormir... - las palabras se originaron desde un árbol cercano, en el cual el muchacho de ojos como el cielo trataba de dormir, al parecer las palabras de Johno lo habían despertado. Casi cayéndose del árbol se sentó en la rama en la cual se encontraba y miró hacia abajo y hacia la izquierda, observando al muchacho que lo había llamado.  Alec bostezó tapándose la boca y volvió a hablar, esperando que para ese momento ya hubiese sido identificado por el otro tamer - Me llamaste? - dijo antes de soltar otro bostezo.

-Si, fui yo quién te llamé.- le contesté con algo de tristeza cuando me acerqué. No me había percatado de que estaba acá desde hace rato, tal vez por mi amargura no me di cuenta de ello. Sin dar muchos rodeos, me disculpé: -Lamento por el mal que hice en la Ciudad de los Juguetes.- Luego miré a la distante Dorumon. Aunque no se hallase lejos de mí, emocionalmente me era distante. -Ella no tuvo nada que ver con lo que pasó allí.-

-El problema es que tú tampoco, ¿no?- agregó mi camarada con cierto tono de desdén y burla. Después de todo lo que pasó, nuestra relación estaba muy tensa.

- No entiendo nada de lo que está pasando... - dijo con un rostro calmado mientras lo observaba desde el árbol. Le tiró un malvavisco hacia la cabeza esperando no que lo agarre si no que golpease esta - No se supone que debes estar tratando de destruir todo el lugar y yo debo detenerte o algo así? - luego de eso comió uno de sus malvaviscos - rico... ¿Que se supone que te pasa? - manteniendo ese tono infantil que siempre utilizaba para las situaciones normales dijo estas palabras, como si no considerase al tema importante.

-Si que eres insolente.- le contesté algo molesto pero al mismo tiempo desganado. No tenía ya más interés en pelear con nadie, y mucho menos si no tenía motivo para ello. -Trato de pedirte disculpas por lo que pasó antes y tú ni te interesa.- le reprendí, aún con desgano en mi tono de voz. Me molestaba el hecho de que no me tomase en serio. Por todo esto más lo que recuerdo de aquella vez le pregunté: -¿Hay algo que te importe a vos, además de vos mismo?- Dorumon no dijo nada ni me miró a mí, sino al infinito y hacia diversos lugares.


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[OFF]

EDIT:

DEBIDO A VARIAS CIRCUNSTANCIAS DOY POR CANCELADO EL TEMA