La Secta Oscura [Misión]

Alyria se arrebujó más en la chaqueta. A pesar de que no hacía frío, esa zona la provocaba escalofríos; la luz que llegaba era más morada que blanca, y las sombras dominaban toda la zona. Y eso que era por la mañana, quizá por la noches no se pudiera ver nada.
Al contrario que ella su compañero estaba casi a sus anchas en aquel lugar. No por algo su linea evolutiva era de esa zona, casi no se le veía la cola de lo contento que estaba. Le había costado mucho que Aly aceptara ayudarle a cumplir una misión que les había encargado un digimon. Pero finalmente había aceptado.
- Lo primero será infiltrarnos allí. Si hacemos eso será más fácil movernos que ir atacando a todos los que nos encontremos por delante, sobre todo porque somos nosotros dos. - planteó Labramon, que a pesar de no ser muy listo, sabía planear los combates de alguna manera.
- Como tu digas. Sabes más de esto que yo.... Pero era necesario tener que ayudar en una misión así, teniendo que ir a por un arma perdida en cualquier lugar.
- Piensa que si de verdad es un arma peligrosa, si la sacamos de allí o la destruimos, habremos salvado a muchos digimons inocentes
- Puede ser... - la chica suspiró.

Volvieron a ponerse en marcha buscando a miembros de la secta. Al parecer llevaban unas ropas únicas, y con eso sería más fácil la infiltración. Labramon, como buen perro que era, iba olfateando el aire; a ver si conseguía encontrar el rastro que lo llevara hasta alguien de esa sociedad.

El Dark Area, como siempre, despedía oscuridad y maldad por los cuatro costados. A lo lejos podía vislumbrarse el firmamento, el cual gracias al sol se tornaba de un tenebroso color morado...

A medida que Alyria y Labramon avanzaban la oscuridad y el terror era más notorio, acercándose más y más al origen de aquella maldad inusitada y repentina. Las montañas se iban alzando cada vez más y más. Pronto pudo notarse que se podía pasar a través por un paso rocoso... el cual parecía ligeramente vigilado.

Había una muchacha, de pelo corto y gris, ataviada con una oscura túnica con capucha. Iba acompañada por un digimon gato, de aspecto felino.

- Nee... Paine... ¿me recuerdas otra vez por qué estamos aquí?-inquirió gatomon.

La tal Paine puso cara de desagrado y se cruzo de brazos.

- Porque a los jefes les dio la gana, son unos vagos... Y no me lo recuerdes... aún ando con resaca... (?)

OFF: La tía xD

Y la túnica
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Labramon continuó olfateando, hasta que una ráfaga de viento le llevó el olor de una humana y de un gato... Un gato que daba la casualidad que era uno que le encantaba molestar.
- Más adelante hay malos. Así que te recomendaría que esperaras oculta y ahora volveré. Si hay suerte, puede que tenga capas. Pero será mejor que me hagas evolucionar ahora.

La chica suspiró. El dispositivo que llevaba a la cintura se ilumino, mientras que Labramon pasaba primero a su etapa campeón y después a la Ultra. Un Cerberumon. Que mejor que un digimon de la zona para pasar más o menos desapercibido.
- Ten cuidado- dijo Aly mientras que iban acercandose a la zona donde estaban los sectarios.

Poco antes de llegar, en un recodo, Aly se escondió. Mientras que Cerbe se acercó a las dos féminas. A pesar de todo, se acercó sin perderles de vista. Dado que quizá pudieran evolucionar más.
- Buenos días- saludó a las dos, mostrando una ancha sonrisa. Y un brillo de cruel diversión, a ver cuanto duraba el pequeño gato entre sus garras.

Gatomon se rió de su compañera, pero alzó la cabeza rápidamente.

- Paine... -dijo moviendo el hocico-. Tenemos compañía.

- ¿Aaah?-inquirió esta mirando a lo lejos. Al final, vió a una silueta de gran tamaño, un cancerbero negro se acercaba a ellas-. Gato, evoluciona.
El digimon asintió y comenzó a cambiar, tomando aspecto de mujer demonio vestida de negro.

- Alto, ¿quién va? -inquirió LadyDevimon.

Cerberumon frunció el ceño decepcionado. Así ya no era divertido jugar con el digimon, jugar con un gatomon era una cosa; pero una Ladydevimon era muy aburrido. A fin de cuentas ya no era un gato y por tanto dejaba de ser un objetivo al que molestar, por uno al que matar.
- Alguien- respondió escuetamente.

Abrió las fauces y dejó que las llamas esmeraldas sugieran de ellas. Movió la cabeza trazando una línea contra el suelo, provocando así que no le vieran. Después se lanzó contra las llamas directamente, oculto por ellas, y se lanzó contra Ladydevimon, con las garras incandescentes por el fuego, aunque se protegiera, lo que usara acabaría cercenado, dado que sus uñas eran capaces de atravesar el chrome normal de baja pureza. Su armadura, también se quemó levemente, pero era capaz de regenerarse así que no le presuponía ningún problema.

Off:
*Llamarada: lanza fuego por su boca en circulo

LadyDevimon reaccionó rápido. Cuando vió que por la boca del digimon cánido empezaban a aparecer llamas, agarró a su compañera y alzó el vuelo, esquivando así la embestida del enemigo.

- Intrusos-comprendió Paine-. Acaba con ellos, Lady.

La interpelada esbozó una mordaz sonrisa y alzó sus brazos hacia Cerberusmon mientras su compañera se agarraba a su espalda.

- ¡Onda de la Oscuridad!-rugió, lanzando miles de murciélagos de sus manos hacia su oponente.

OFF: Onda de la Oscuridad: Desencadena una ola de oscuridad ya sea en forma de murciélagos, o el láser de los ojos.

- -.-" Aburrido

Dijo con absoluto desdén y volvió a lanzar llamas, ahora de color rojo mucho más ardientes en dirección de la digimon, y por tanto quemando a los murciélagos. Lo bueno de bichos voladores y llamas es que perdían el control, e iban prendiéndose unos a otros.
Comenzaba a aburrirse soberanamente con su rival. Siempre eran los mismos combates, la única dificultad era no cargarse la capa.
Al ser capaz de regenerarse era muy difícil que el combate contra él fuera corto, solo digimons de niveles superiores podrían hacerlo.

Off:
*Fuego Infernal: Arroja un chorro de llamas de color rojo vivo.

LadyDevimon voló hacia un risco y dejó a su compañera en un saliente. Luego se volvíó hacia el perro.

- ¡Melodía Mortal!

En esta ocasión invocó a menos murciélados, pero con ellos viajaban lenguas de fuego.

- ¡Acaba con él!-gritaba la humana desde el risco, dando puñetazos al aire.

LadyDevimon sonrió y continuó lanzando su ataque de murciélagos combinados con llamas.

OFF: Melodía Mortal: Es parecido a la Onda de La Oscuridad sólo que son menos murciélagos y con fuego.

Cerberumon observó con absoluto y total desdén los nuevos murciélagos. Que ahora venían con llamas ellos mismos. Resopló, tumbándose en el suelo y exponiendo su armadura no sería tocado por esas asquerosas criaturas. Además de que con el calor de las llamas, la armadura se recalentaría, provocándoles quemazones cada vez que se acercaran a él.

Esperó a que se acercaran más, a una distancia donde les fuera difícil reaccionar, mientras que en el suelo aparecían símbolos. Poniendo los ojos en blanco saltó a la derecha a la vez que abría un portal allí donde había estado él, todo para que al pasar por encima, los murciélagos y las llamas fueran atraídas por él y lanzados a una zona aleatoria del Dark Area.

LadyDevimon sonrió al ver al digimon contrincante despistado y tan confiado. Por un instante, sus ojos resplandecieron con un peligroso brillo rojo escarlata. Rió y anunció su ataque.

- ¡Virus!

El resplandor de sus ojos se lanzó contra Cerberusmon rápidamente. Solo necesitaba tocarle, daba igual que la armadura le protegiera. Con solo rozarle, el digimon ya estaría en sus garras.

OFF: Virus: De sus ojos salen 2 rayos rojos que infectan al enemigo haciendo que pase a ser un digimon de oscuridad.

Cerbe no se apartó seguro como estaba de su invulnerabilidad. Pero al tocarle los rayos, algo cambio... Todo se torno extraño, veía a Lady como una compañera. ¿Lo era o no lo era?

Se la quedó mirando confuso, había algo que le decía que no era del todo su amiga. Quizá Alfa le solucionara la duda cuando le viera.

Lady alzó la barbilla y miró a Cerberusmon con una sonrisa cruel y despectiva. Se acercó a Paine y la agarró. Después, el digimon demonio aterrizó junto a Cerberus, dejando a su compañera a su lado.

- ¿Nos llevarás con tu antiguo amo?-inquirió Lady.

A su lado, Paine sonreía, orgullosa de su compañera, y se cruzó de brazos.

- Solo queremos saludarlo y darle nuestra bienvenida a estas tierras.

Lo de antiguo le sonó extraño, pero se dio la vuelta dirigiéndose hacia donde le esperaba Alyria.
La chica estaba mirándose las uñas, observando que tenía una rota, cuando le vio acercarse. Salió a su encuentro. Aunque se detuvo, mirando a las dos recién llegadas: una Ladydevimon y una humana de pelo gris muy corto. La humana vestía con la túnica.
La peliazul entrecerró los ojos, había algo que no le cuadraba en esa situación; sobre todo la mirada vidriosa de su compañero.

- ¿Qué pasa aquí?- preguntó ligeramente asustada.

El perro comenzó a guiarlas hacia su amo, y LadyDevimon y Paine lo siguieron. Tras caminar un rato, finalmente llegaron. Y su amo era nada más y nada menos que una niña elegida. Y al parecer una niña elegida asustada, por lo que pudo percibir LadyDevimon con su olfato.

- Adelante, Lady-dijo Paine con una sonrisa-. Dale a la chica la bienvenida... Mátala

El digimon demonio sonrió siniestramente y, acercándose a la otra humana, transformó su brazo en una lanza afilada y peligrosa.

- Lanza de la oscuridad-anunció elevando el brazo para deshacerse de la humana.

OFF: Lanza de la oscuridad: Transforma en lanza su brazo y perfora el enemigo.

Se molestó al ver que sus sospechas de que Labra había sido poseído eran ciertas. Pero había una leve norma llamada lealtad de un perro al perro alfa de la manada, que no habían tenido en cuenta. Y ella era la jefa de Labramon.

- Cerberumon, Angriffe!- la orden en alemán era simple: ¡Ataca!

Alyria por primera vez se mostro enfadada, su expresión era seria y casi indiferente. No la gustaba el sitio, no la gustaba el lugar y sobre todo no le gustaba que intentaran quitarle a su digimon.
Cerberumon se lanzó sobre Lady velozmente y la cerceno de lado a lado con sus garras.
Aly sonrió levemente, aunque la alegría era inexistente.
- Si no quieres acabar como tu compañera, será mejor que me des la capa- pronunció con suavidad.

No la gustaba tener que amenazar, pero quería acabar cuanto antes.

En un abrir y cerrar de ojos, el cánido se dió la vuelta y saltó sobre LadyDevimon rajandola por la mitad y convirtiéndola en datos que se acercaron rápidamente a Cerberusmon. Paine abrió los ojos considerablemente, del puro terror.

- ¡NOO!-chilló, y cayó de rodillas, al ver como su compañera, su única amiga, desaparecía de la faz del Digimundo.

Comenzó a hiperventilar y a mirar a un lugar al infinito, sin darse cuenta de que le resbalaban lagrimas por las mejillas. Ignoró por completo la petición que la humana había dado. Ahora solo había lugar para la desesperación y el dolor.

Cerbe ignoró los datos que se acercaban, permitiendo que apareciera un huevo. Como prole de un Anubismon, dejaba que su propia familia decidiera si el digimon merecía revivir en digihuevo o no.
Sacudió la cabeza regresando a la realidad. Ahora libre del influjo de la digimon. Observó a la humana destrozada, y acercó el huevo a ella, dando golpecitos con el morro.
- No ha pasado nada, ella sigue aquí

Aly se acercó a la chica, arrodillándose a su lado, ahora triste por las consecuencias de su orden.
- Podéis volver a empezar, pero no desperdicies su vida metiéndose en estas cosas. Las sectas no son la solución. Has tenido suerte de que fuera yo... Otros niños elegidos te la hubieran quitado para siempre.
- Ahora será mejor que salgas de esa secta, y para empezar deberías quitarte esa capa

Paine abrazó con fuerza al huevo, quitándose antes la capa. No por que quisiera dejar la secta, sino porque quería tener a su compañera lo más cerca de ella, sin barreras ni nada que la separara unos milímetros de ella.

- Gatomon...

Tras eso, al sentir a la otra humana a su lado se volvió y retrocedió, mirándola con desconfianza y recelo, y abrazando aún más su digihuevo.

Se quedó allí sentada, sin levantarse ni moverse. Había visto desaparecer a LAdyDevimon, no había sido una experiencia agradable...

Aly se levanto y sonrió cogiendo la capa.
- Gracias por todo n.n- se vistió con la capa mientras tanto, y hecho a andar hacia el paso.

Cerberumon se acercó a la humana y sonrió gruñendola.
- Si por algún casual sigues aqui en diez segundos, y sobre todo si no te vas en dirección contraria a donde esta la Secta. O quizá ellos se enteran de que hay infiltrados, iré a buscarte y te haré ver la muerte de compañera una y otra y otra vez; sin que puedas evitarlo.

Se dió la vuelta trotando hacia Aly, esperando que su amenaza sirviera para disuadir a la otra chica de cualquier cosa. Sino... Bueno, no le gustaba quedar de mentiroso.

Los dos andaron hacia el paso, atravesándolo (?). Aunque atentos a cualquier movimiento que pudiera ser peligrosos contra ellos.

Paine siguió sentada en el suelo, sin enterarse de las amenazas del cánido. En esos momentos solo estaba pendiente del huevo.

~~~~~~~~

A medida que Aly y Cerberusmon avanzaban un campamento con decenas de tiendas moradas se extendía ante ellos.

Cerbe regresó a la forma de Labramon, para disimular más en la zona. Al parecer si sólo habían puesto un gatomon en la entrada, eso significaba que dentro de la secta la gente llevaba a su digimon en formas básicas y/o pequeñas.

Aly se caló la capucha, ocultando su pelo azul; por si acaso había alguien que se ponía a hacer preguntas porque no recordaba a nadie con el pelo de ese color. Oculto dentro de la prenda llevaba el dispositivo, cerca de ella por si era necesario para que evolucionara Labramon en caso de que los pillaran.

Las tiendas moradas se acercaban cada vez más, hasta que, al salir del paso rocoso, pudo verse el panorama. Eran muchísimas tiendas, quizá cientos de ellas. En el exterior caminaban digimons y humanos ataviados con túnicas, apresurándose a hacer sus tareas como sectarios. Además, los digimons estaban evolucionados, como mínimo, a la etapa campeón. Parecía claro que allí no querían debiluchos.

Y en el centro de todas esas tiendas, se elevaba una enorme torre, la cual parecía despedir un aura oscura y siniestra, más que la propia Dark Área.

Más tiendas a lo lejos. Aly ya se hartaba de ese paisaje, lo único llamativo era una torre negra en su centro. Donde lo más probable es que estuviera el arma. Esas cosas siempre eran las mismas, edificio grande en mitad de un campamento, sitio en el que buscar a los malos y sus objetos.

- ¿No podríamos ir volando? Estoy harta de caminar
- Eres una vaga, que te conste. Y quizá volando llamemos mucho la atención.
- Pero estoy cansada - repitió haciendo un puchero.
- -.- Pues me haces evolucionar tu sola, que a mi me aburre. Pero me niego a ir volando
- Soso

El dispositivo brilló dentro de la capa dejando ver a Dobermon. La chica se subió a su lomo feliz y prosiguieron el viaje internándose ahora en el campamento.

Off: Que como no lo ponga, a este paso no llego en la viiiida.

- ¡Eh, tú!-dijo un digimon.

Un Raidramon se acercó a ellos, gruñendo.

- ¿Ya habéis vigilado el paso? No quiero ver a nadie haciendo el vago. Si no, el maestro se pondrá furioso...

Dobermon tomó las riendas de la situación y miró al otro digimon.
- Creo que te equivocas de persona. La que estaba destinada a ese trabajo tenía un precioso y lindo minino para cuidar el paso- dijo con voz afectada, tratando de apelar a ese compañerismo canino contra los gatos- Diría que sería mejor un digimon cánido para esa misión, los misifús están mejor de decoración.

Aly se quedó en silencio observando qué es lo que ocurriría con la conversación. Dado que Dober trataba de hacerle una tangente para que se olvidara del tema del paso.

Raidramon resopló, pero se dio la vuelta, dándoles la espalda.

- Lo que sea, pero... ¡no hagáis el vago!-dicho eso, salió trotando de allí, a hacer sus quehaceres.

Los digimons sectarios caminaban por entre las tiendas. De repente un digimon enorme con aspecto de dinosaurio apareció cerca.

- Permisooooo...graciaaaaaaaaaaaaas...-dijo BlackGreymon pisando fuertemente cerca de Aly y Cerbe.

- Tranquilo, ahora nos ponemos a trabajar- ciertamente, eso es lo que iban a hacer. Aunque quizá no fueran los trabajos que les interesaran a los sectarios.

Al irse Raidramon, Dober le guiñó el ojo a Aly, y continuó avanzando. Pero al frente apareció un Blackgreymon pisando fuertemente. Dober se hizo a un lado, lo suficiente como para no ser aplastado, ignorando al reptil.
Aly comenzaba a ponerse nerviosa con tanto enemigo a su alrededor. Por ahora habían salido bien parados.
Continuaron internándose por el campamento.

A medida que se acercaban a la torre la vigilancia era mayor, en numero y en poder. Alrededor del gran edificio había digimons aleatorios custodiándola, asegurándose de que nadie entraba en la torre sin un permiso.

El edificio cada vez se veía más y mas tenebroso. Algo malo estaba a punto de ocurrir.

Al parecer había muchísima gente en la zona. Cuanto más cerca cada vez había más. Y alrededor de la torre había más digimons. Dober dio varias vueltas antes de decantarse por una entrada pequeña, custodiada sólo por un digimon. Quizá desembocara a una escalera auxiliar.

Se acercaron al digimon aleatorio (xD) allí apostado.
- Es tu hora de descanso, te vengo a sustituir yo. Aprovecha para relajarte antes de que el Maestro te requiera para otra importante misión. - dijo Dober tratando de engañarle.

Puppetmon miró a Cerberusmon un momento desconfiado, pero luego se encogió de hombros y con su voz chillona dijo:

- Ah, por supuesto, este cuerpo de madera necesita descansar un poco... Las termitas cada día cansan más (?)

Dicho eso, se quitó de su puesto y sin dudarlo se fue a su tienda (?) a hacer lo que le habían mandado, dejando libre el camino para Alyria y su digimon.

Esto empezaba a ser terriblemente fácil, como si fuera una trampa. O simplemente es que eran demasiado idiotas para razonar mínimamente. Pero eso era lo que más les convenía a ellos.

Aly se desmontó de Dobermon y abrió la puerta, mirando dentro por si había problemas. Si no había nada entrarían y buscarían una escalera.

Nada más abrir la puerta, Alyria y Cerberusmon se toparon con una escena escalofríante.

Fente a ellos, en mitad de la estancia, había un pequeño digimon blanco, sostenido en el aire, en el interior de una extraña barrera esférica. De su pequeño cuerpo surgían, o más bien salían, tentáculos de energía, que iban a parar a 4 pilares aposentados en las esquinas de la torre. 4 canalizadores de poder que llevaban la energía a la cúspide de la torre.


Si se acercaban un poco a observar al pequeño digimon, podrían observar su expresión de absoluto sufrimiento y dolor.

Aly se quedó pálida de la impresión, tenía que sacar a ese pequeño digimon de esa horrible máquina. Le daba igual que fuera o no fuera el arma. Sólo quería sacarlo de allí cuanto antes.

Se acercó a la máquina rápidamente para ver que podía hacer para sacarlo.
- No te preocupes, ahora te sacaré de ahí.

Dober a punto estuvo de hacer un faceplam. Cómo se la ocurría acercarse tan directa sin mirar las cámaras. Regresó a la forma de Labra para luego pasar a la forma Mega por si tenía que pelear contra alguien. AncientSphinxmon miró la sala con calma, esperando a ver que debía hacer.

Calumon continuaba sufriendo en su prisión, sintiendo como su energía se le escapaba rápidamente. Tenía los ojos cerrados, lo que hacía de la situación más apremiante y terrible.

Podían escucharse golpes de los pisos superiores de la aguja, golpes que podrían entrar en la estancia por unas escaleras de caracol situadas en las paredes, como si se tratara de una serpiente que trepara por la estructura.

Ancient miró a su alrededor. Al parecer no había cámaras, sólo ese extraño ruido, quizá de algún digimon, pero no parecían ser muchos.
Suspiró, Aly quería sacar a Calumon, y estaba dando pataditas a uno de los pilares. Como si una humana pudiera hacerlo.
- Aly, aléjate de ahí.- ronroneó Ancient.

La chica asintió alejándose de la columna y volviendo cerca de Calumon.
AncientSphinxmon respiró hondo y abrió las fauces, soltando un disparo hacia cada columna.
Aly miró hacia arriba para ver si el pequeño digimon blanco salía de su cárcel.

Off:
*Ráfaga Oscura/Disparo Oscuro: Ráfaga de disparos que son difíciles de esquivar.

Las cuatro columnas estallaron en miles de pedruscos por todos lados, y el escudo que retenía a Calumon desaparecio, al igual que los tentáculos de energía. El pequeño digimon cayó al suelo, desmayado todavía.

Entonces, se oyó un potente y furioso rugido, procedente de alguna parte. La torre comenzó a tambalearse. Se iba a derrumbar.

Aly cogió a Calumon antes de que cayera al suelo, y se acercó hacia Ancient. El cual miraba al techo, del que empezaron a caer cascotes tras el rugido. Al parecer algo se había enfadado.
- Sube... Al parecer esto va a estar movidito.

La chica asintió subiendo al lomo de su compañero, con Calumon en brazos.
- ¿Estás bien?- le preguntó al pequeño digimon blanco.

Ancient comenzó a trotar hacia la salida. No era buena idea quedarse en la torre. Sobre todo si esta se estaba a punto de caer.

Calumon apenas se movió cuando la muchacha le habló. Sus párpados temblaron, como si los ojos del digimon se movieran de lado a lado, nervioso. Se dejó coger en brazos, mientras que la humana se subía encima del digimon.

Ancient comenzó a correr hacia la salida, pero las piedras de la torre caían por doquier, dificultándole el camino. Finalmente, consiguieron salir al exterior, justo cuando la torre se derrumbaba por completo. En un abrir y cerrar los ojos, de la increible aguja ya no quedaba nada más que un monton de escombros.

- ¡¿Quién ha osado interponerse en mi camino?!-rugió el Maestro desde el cielo.

Al salir al exterior, Ancient no perdió el tiempo y comenzó a correr, rápidamente. Tratando de alejarse todo lo posible de allí, antes de que la confusión de la caída de la torre permitiera que fuera fácilmente visto.

Entonces se oyó el rugido del jefe de aquel sitio.
- Anda que esperar que le conteste alguien... Hay que ser idiota
- ¿Por qué no hechas a volar?- preguntó Aly
- Sería llamativo y un objetivo más fácil de ver, así que con la nube de polvo de la torre y la gente del campamento, tardará más en encontrarme. Además por la potencia de los pulmones diria que el jefe es bastante grande; con lo que nos será fácil saber si nos ataca.

- ¡Dragon Breath Tonic Fire!-gritó el digimon, y lanzó un poderoso ataque de fuego hacia delante de los que habían desbaratado sus planes.

el fuego prendió en la hierba, en las tiendas y en todo lo que pillaba, alimentándose y alzándose, y cortándoles el paso. Dorbickmon se alzó sobre ellos.

- Malditos infelices... tengo en mi interior energía de ese enano, se donde os encontráis...

Dió un rugido, demostrando que así era. No en vano, había absorbido la energía de Calumon. Una energía capaz de permitir la digievolucion.

Ancient se detuvo en seco ante las llamas, después miró hacia arriba.
- Entonces pá qué preguntas, es tonteria. Si ya sabes quién lo ha provocado -.-"

Dicho esto abrió las fauces enviando una ráfaga de disparos sombríos contra el digimon encima suya.
- Ráfaga Oscura

Off:
*Ráfaga Oscura/Disparo Oscuro: Ráfaga de disparos que son difíciles de esquivar.

El Maestro abrió la boca y lanzó un rayo de ella hacia la ráfaga de Ancient, con el propósito de bloquearlo.

- ¡Burning the Dragon!

Después de ese ataque, lanzó una nueva llamarada como la de antes hacia el suelo, para crear neblina, rebotando en el y saliendo disparados en varias direcciones.

OFF: Se me olvido poner los ataques, ya los pongo

Burning the Dragon: lanza un potente rayo desde su boca,derribando a cualquiera que este en su paso

Dragon Breath Tonic Fire: lanza dos chorros de fuego que pueden rebotar en cualquier superficie

Dos ataques consecutivos, no había que quedarse atrás. Disparó una ráfaga donde estaba el Maestro, dado que la nube de polvo no le dejaba ver si se había movido. Aun así, ese campo le venía mejor a Ancient que a su riva, dado que estaba hecho en el suelo, y como él estaba allí, podría desaparecer con más facilidad.

Corrió hacia la derecha, de nuevo en dirección a la torre derruida, dirección que no tomaría dado que había dado a entender que huiría. Y finalmente alzó el vuelo, tratando de pasar desapercibido. Necesitaba estar a más altura que su enemigo.

El Maestro se sorprendió al ver el ataque de su adversario. Se movió rápidamente a un lado para evitarlo y, de un fuerte aleteo, desvaneció la neblina que él mismo había creado. Se encontró con que el digimon contrario ya no estaba allí, sino volando a la derecha, cerca de la torre. Rugió y lanzó otro rayo de su boca hacia ellos.

- ¡Burning the Dragon!

Se movió hacia la izquierda, esquivando las llamas. Y después simplemente se dejó caer, acelerando con las alas hacia el Maestro, a una velocidad que combinaba la gravedad y su propia aceleración. Además de esto, conjuntaba una gran potencia, el peso de la armadura más la velocidad. Con lo que si golpeaba cualquier superficie la armadura se quebraría, pero eso no importaba, si conseguía el golpe: Adios Maestro.

- Alas Oscuras

Off:
Alas oscuras: Vuela alto y cae embistiendo.

El golpe derribó al maestro, incrustándolo contra el suelo. Sus datos se esparcieron por doquier, mientras que sus seguidores miraban atónitos y aterrados la escena.

Además, la energía que el digimon rojo había robado, regresó a Calumon, haciéndole despertar de su profundo sueño.

- ¿Qué ha pasado, Calulu?

La armadura de las patas estaba rota, pero Ancient lo ignoró. No tenía tiempo para preocuparse por los trozos de metal que se le incrustaban. Como último esfuerzo saltó al aire para alejarse todo lo posible de allí. Volando al menos podría desplazarse con dolor, pero no a cada paso que diera.

- Poco... - respondió Aly sin ganas de hablar del tema, mientras que se quitaba la capa y la dejaba caer- Ahora eres libre, pequeñín n.n

Ancient se desplazó rápidamente hacia la zona donde estaban los que les encargaron la misión, pero a medio camino se puso a pensar. Compartió las dudas con sus dos pasajeros.
- Los que nos encargaron liberarte, Calumon, querían que llevaramos el "arma" que tenían los de la Secta. Ese arma eres tú. Pero quizá ellos también quieran usarte como arma.
- ¿Qué? No podemos dejarles que hagan eso. Es un ser vivo y no...
- Por eso lo digo, ¿qué quieres hacer Calumon? Arriesgarte a eso, o ser libre y posiblemente capturado en otra ocasión en el futuro.

Siguió volando en dirección al campamento.

Calumon ladeó la cabeza, intrigado.

- Calumon quiere ver a Commandramon-chaan ^O^-dijo moviendo las patitas-. Llevadme con eeel.

Ancient asintió en silencio, y aceleró el vuelo. Aly por su parte sonrió y se dedicó a hacerle carantoñas (???) a Calumon.

Finalmente aterrizaron del lugar donde partieron. Aunque más bien sería que AncientSphinxmon desapareció a pocos centímetros del suelo, regresando a la forma de Labramon. Cosa que hizo que Aly aterrizara de culo en el suelo.
- Itte... ¡Labraaa!- le gritó.

El perro mientras se reía de ella.

Calumon saltó al suelo de los brazos de Alyria y corrió en una dirección. Al instate, le salió al encuentro un digimon reptil, ataviado con ropas militares.

- ¡Caluuu!-gritó Commandramon.

- ¡Comaaan!

Corrieron ambos, como si nada más les importaba. Casi parecía que iban a camara lenta, pero desde la posición de Alyria y Dobermon, parecía más bien que estaban haciéndolo aposta.