[San francisco E.U.A] Posible amenza [Mision de Ryan Wright]

En las cañerías de San Francisco, se han reportado extraños ruidos y fallas en el curso del desagüe, como te encontrabas en las inmediaciones de la ciudad decides averiguar lo que esta pasando, ten cuidado, esas cañerías pueden ser peor que un laberinto, además de desconocer lo que ocurre dentro de este extraño sitio...

El joven pelirrojo se encontraba en San Francisco ¿Por qué?, simplemente porque quería conocer el lugar, pues nunca había viajado allí y quería saber como era el reconocido lugar, pues últimamente había oído mucho sobre las buenas y malas cosas del lugar, pero más que malas, habían muchas buenas razones para viajar. Llevaba a su compañero digimon dentro de una mochila, pues no era buena idea que vieran a alguien de su edad llevando algún peluche o parecido mientras caminaba por las calles de una ciudad así. Miró alrededor con gran ánimo, pues tenía una gran cantidad de lugares para visitar durante su estadía en aquel lugar. Se rascó la mejilla, pues no sabía por donde empezar en primer lugar, quizás sería buena idea preguntarle a su compañero, pero si le vieran hablar solo, le tomarían como un loco, además de que las calles estaban plagadas de personas, apenas se podía ver, y era un milagro pasar por dos o tres calles sin chocarse con absolutamente nadie. Algo le inquietaba, había un olor algo desagradable, miró a su alrededor esperando encontrar de donde venía tal repugnante olor, hasta lograr entrar una de las entradas al desagüe, era obvio que venía de allí, pero aún así, que hubiera tan mal olor, no era normal, suspiró con cierta molestia, quizás debiera averiguar el porque era así, cualquiera pensaría que era una idea descabellada, más que nada porque podría ser por cualquier razón natural.

Espero a que fuese de noche y bajó a lo que era el desagüe, y como era de esperar, tras apenas entrar allí, aquel horrible olor se hizo notar. Miró con repulsión todo lo que había alrededor, pero sentía que algo le faltaba... sentía un pequeño ruido, como una voz quejándose, y no era nada más ni nada menos que su compañero digimon, el cual evolucionó a Monodramon apenas tocar piso, pues le costaba mucho caminar estando en su Fase Bebé II, seguido eso, el digimon se tapó la nariz, al parecer tampoco resistía el olor. Ya era hora, habían bajado a aquel horrible lugar, ahora solo le quedaba ver que podía encontrar, pero algo le extrañaba... había mucho ruido, mucho, por lo cual no podía adivinar de donde venía exactamente el bullicio, terminó por tomar una ruta al azar, sin saber que se podía encontrar allí, en caso de que se encontrase con algo, avanzó con optimismo y seguridad, pues no le asustaba lo que se podría encontrar, incluso le parecía emocionante.

Al internarte al asar en las cañerías, en uno de los túneles puedes divisar un chispear eléctrico extraño, pero el túnel carece de iluminación, y solo la luz de la luna se filtra levemente por una tapa de cañería, aun así no te permite apreciar de donde vienen los chispazos

-¡je, JE!- se escucha una risa juguetona y alegre, al parecer proviene del mismo punto de donde vez los chispazos; de repente las luces de leed en los muros del canal se encienden, y les permite a tu camarada y a ti ver a un extraño ser maquina, con un parecido bastante ceñido a las pistolas de choques para aturdir mesclado con alguna clase de escarabajo, con una de sus tenazas conectada a lo que parece ser el sistema eléctrico del metro de San francisco -¡...!- al verlos rápidamente se desenchufa y se echa a correr asustado por uno de los túneles

Apenas se encendieron las luces, el pelirrojo y su compañero lograron observar a lo que parecía un Kokuwamon, un digimon que solo había visto un par de veces antes, ya que era bastante extraño encontrarse con uno. - ¿Qué hace un Kokuwamon en una alcanta...?.- No logró terminar la frase, ya que al hablar, el digimon había notado la presencia del joven y terminó huyendo... ¿Deberían seguirle?, no parecía estar haciendo absolutamente nada malo, pero no podían arriesgarse, quizás tan solo estaba fingiendo. - ¡Debemos detenerlo Monodramon!.- El digimon ya les llevaba cierta distancia, y corriendo seguramente no le atraparían, por lo que tendría que llevar a cabo algunas medidas "extremas". Sacó rápidamente su Digivice y una carta. - ¡Cambio de carta!: Conexión H de Supervelocidad.- Y tras usar la carta, el Monodramon gracias a un gran impulso de velocidad, se dispuso a alcanzar al Kokuwamon que se encontraba huyendo. -¡Adelante!, debemos intentar detenerlo, que no se te escape bajo ninguna medida!.- Por su parte, el joven pelirrojo también corrió lo más rápido que pudo, llevando su Digivice en mano y ya teniendo la carta guardada, pues perderle podría ser uno de los peores errores de su vida. Y tras no correr mucho, el Monodramon logró correr al mismo ritmo del Kokuwamon, y tras mucho esforzarse, Ryan también logró seguirles el ritmo. - ¡No es necesario que huyas!, si no hacias nada malo no tenemos porque hacerte daño!.- Gritó, intentando no perder mucho aire al correr.

carta usada:

Off: Te recuerdo que eres solo un humano, y si activaste la carta de conexión H de supervelocidad; te seria imposible para ti seguirles el paso, pues iría a la misma velocidad que un infantil ráfaga, menor a la de un campeón... además de que el suelo esta húmedo, tanto tu como tu digimon se resbalarían, no olvides que el escenario es toda la red de cañerías de San Francisco

On:

El digimon insecto metálico se asombro al ver que ya estabas tu y tu camarada junto a él, se asusto aun mas pero valiéndose de su magnetismo, el cual le prevenía resbalarse tontamente se freno de golpe y cambio de dirección a la primera oportunidad que tubo, yéndose por otro túnel, su desesperación era tal que prácticamente iba corriendo en uno de los muros cilíndricos, pues con su magnetismo, podía adherirse fácilmente a los metales presentes en el sitio....

El joven pelirrojo hizo variados intentos por hacer que aquel Digimon se detuviese tan solo para hacerle unas preguntas, lo cual terminó siendo un intento fallido, ya que después de tantos intentos, prefirió no seguir intentándolo, tan solo perdería aliento y haría que su rendimiento fuese menor al correr. - ¿Pero qué...?.- Algo le asombró un poco, el Kokuwamon había logrado detenerse pero había emprendido rumbo a otra dirección, y en un intento de detenerse igualmente, el tamer junto a su camarada, terminaron resbalándose, golpeándose contra una pared que había no muy lejos. - Genial. Y ahora tengo un dolor de cabeza terrible.- Hizo un intento para poder ver nuevamente, pues el golpe le había dejado parcialmente confuso. Tras abrir el único ojo con el que podía ver, sintió un mareo algo intenso, pues aquel golpe le había agitado completamente, se sobó la cabeza con la mano derecha y miró alrededor en busqueda de algo que le pudiera hacer sonreír, pero había sido completamente lo contrario, pues había perdido el rastro de lo que parecía un digimon asustado, se levantó y logró ver a su digimon compañero casi aplastado, al parecer había amortiguado un poco el impacto; le hacía cierta gracia, pero igualmente le preocupaba, no parecía algo muy serio, pero igualmente había quedado algo confuso. - ¿Esto es una broma?.- Tras mirar enfrente, logró observar una gran cantidad de lo que parecían caminos para seguir, terminó dando un largo suspiro, pues su trabajo se alargaría mucho más de lo que el quería. - ¿Acaso nada puede ser fácil?.- El joven miró a Monodramon y dio otro suspiro. - Oh. Son Digimon, claro que no puede ser fácil.-

Comenzó a caminar, pues no tenía ninguna otra opción. - Estuvo bastante cerca.- Mencionó el Monodramon con cierta decepción. - Tranquilo, lo encontraremos, tenemos todo el tiempo de el mundo.- Sonrió ladino, pero volteó la mirada un momento tan solo para mirar a uno de los lados, y logró ver, lo que parecía un esqueleto humano. - Oh bueno... quizás no todo el tiempo de el mundo.- Optó por seguir el camino contrario del donde se encontraba aquellos restos humanos. Tras un buen caminar, lograron llegar a un sitio sin salida, fuese a saber donde habían terminado tras tanto caminar, simplemente se rascó la nuca con la mano derecha y dio media vuelta, con la esperanza de encontrar alguna pista para volver a encontrar al digimon que huía de ellos. - Y ahora... nos perdimos.

Te diste cuenta que en las paredes, aparte de uno que otro mal grafiti, había marcas de quemaduras, pero no echas por fuego, sino por choques eléctricos, recordándote que el digimon insecto mecánico de hace unos momentos atrás tenia tenazas con las cuales le sería fácil dejar esas marcas

Después de analizar una de las marcas, te diste cuenta que seguían una especie de patrón no muy elaborado, como si fuesen marcas dejadas por alguna sociedad pequeña que quería evitar estar en tu situación actual. Parecían ser flechas, pero señalando en diferentes direcciones, acompañada de cada flecha venia una figura geométrica...

Ryan, tras casi rendirse por completo, decidió darse vuelta, pues el Monodramon parecía estar forcejeandole, y para cuando se dio cuenta, se encontraba mirando hacia la pared, unos grafitis mal hechos entre otras cosas, pero lo más extraño era una quemadura... pero no una quemadura normal, parecía ser que hubiera sido creada a base de electricidad, se rascó una mejilla, pensando, quizás podía ser aquella pista por la cual había estado rogando los últimos cinco minutos, pero tras mirar detenidamente cada una de todas aquellas cosas, encontró un especie de camino, la cual siguió hasta llegar a un camino derecho, que parecía separarse en unos cuantos más. - No estoy seguro si nos estamos acercando, o volviendo más al inicio.- Parcialmente había perdido la esperanza, pero siempre mantenía su buen humor. - Bueno, esto debe significar algo, ¿qué te parece si vamos por aquí?.- Apuntó a un camino con cierta seguridad, pero realmente no sentía ningún tipo entusiasmo por seguir por allí, habían muchos caminos, y tardaría mucho tiempo seguir un camino, sobretodo si dentro de ese camino habían muchos más, por lo que no tuvo más opción que analizar la situación detenidamente, tenía buena memoria, quizás algún lugar por el que había pasado antes tenía la clave para poder resolver aquello.

- Hmm... - Tomó la típica postura de detective, mirada baja, con la mano en el mentón, con los ojos cerrados, intentando pensar en algo para poder resolver el enigma, y tras abrir los ojos miró hacia arriba, para finalmente poder encontrar aquella pista que estaba buscando. Al parecer había una figura, para ser más exacto, un triangulo, y tras buscar el camino que tuviese una figura de triangulo, se decidió por seguir ese camino con total seguridad, pero sabía que ese apenas era el principio, y si quería encontrar a ese digimon, quizás por cuantas cosas tendría que pasar antes, ya sean más puzzles o digimon para enfrentar, pero lo que más le alertaba era... ¿Quién había dejado esa marca?

Las marcas se dividían en 3 figuras diferentes, un circulo, un triangulo y una cruz diagonal; al seguir por el camino de triángulos, después de recorrer el sistema de drenaje quizás por mas de una hora llegas a lo que parece ser una gran sala de maquinas

Te das cuenta que mas que ser del sistema operativo del desagüe, es del sistema de redes del Metro, además de que uno de los extraños ruidos, proviene de una especie de martilleo ocasionado por un digimon al fondo de la sala, el cual esta tan concentrado en su actividad que aun no nota la presencia tuya y de tu camarada

El digimon, al igual que el ultimo que perseguiste es un Kokuwamon, pero te das cuenta que a diferencia del anterior que parecía que poseía la psique de un niño pequeño, este parece mas centrado y ubicado en la realidad; su trabajo parece consistir en martillar y soldar con electricidad una maraya de cableado, como si quisiera hacer una gran extensión al desenredar dicha maraya de cableado
-solo un poco mas, y quedara listo...- susurro con entusiasmo para si mismo

Tras adentrarse por el camino por el cual conducía la ruta con la figura del triangulo, miró con cierto esplendor a su alrededor, habían especies de grabados, dibujos que parecían ser digimon, digimon que el jamás había visto hasta el momento, uno parecía un ojo gigante, con patas alrededor, otro una especie de vampiro, debían ser Digimon, después de todo, ¿qué más serían?, sonrió ladino, pues eso significa que aún le quedaba mucho más camino por recorrer junto a su camarada, que miraba con el mismo y pareciese que aún mucho más entusiasmo que el pelirrojo. Tras caminar otro buen rato, logró observar una especie de aviso, parecido a los que habían dentro de los túneles del metro, parpadeó un par de veces, ¿acaso había llegado a los tuneles del metro tras tanto caminar?, era posible, pero extraño, pero tras detenerse a pensarlo, pasados unos segundos terminó renegando, debía ser el sistema de redes, pues aquel cableado con el que estaba jugando el Kokuwamon estaba vinculado al sistema de cables del metro, tras unos momentos, algo le alertó, escuchaba algo, o por lo menos eso creía, era algo parecido a un martilleo, pero ¿quién lo estaría provocando?, el otro Kokuwamon ya se le había escapado y lo más idiota que podría hacer para seguir escapando sería provocar mucho ruido, por lo que el muchacho decidió acercarse al lugar del que provenía tal sonido que no podía pasar desapercibido.

Tras otro corto caminar logró observar no tan a la lejanía, lo que parecía otro Kokuwamon, pero este de un tamaño un poco superior al anterior, el incauto digimon no se había percatado de la presencia del pelirrojo y su compañero; ambos se acercaron muy lentamente, tratando de no provocar ruido alguno, quizás así no lo alarmarían. -¿Qué está haciendo?...- Pensó el joven, luego se detuvo y le miró por unos momentos, pero des-afortunadamente terminó tropezando con algo, no sabía con que, pero con algo se había tropezado, y tras caer, provocó tal sonido que el digimon al cual acechaban terminó percatándose de su presencia. - Genio...- Se golpeó levemente la frente y se levantó, miró al Kokuwamon y se cruzó de brazos.- ¿Qué estás haciendo?.- Mencionó con una leve sonrisa, quizás así no le atacarían o terminarían huyendo, como de costumbre.

Off: um... ya paso una semana... y no me avisaste por mp la razón de tu ausencia :v

El digimon se sorprende al escuchar el estruendo que provocaste, pero después suspira al verte a ti y tu camarada -no me des esos sustos humano- se aproxima a ti y te extiende la "mano" para ayudarte a levantar -lo que hago... no veo por que decírtelo...- después de ayudarte a levantar regresa a su trabajo anterior...

-MISION CERRDA-