Dragones en Tokio

Dejaba mi cabaña en el Monte Fuji para hacer un corto viaje al centro de Tokio, estaba alli para comprar provisiones y vender mis productos, flores y miel. Tenia mi espada envuelta en telas y amarrada en la espalda y también tenia un canasto en una mano donde llevaba a Pupumon además de un poco de comida que de seguro el pequeño debe estar devorando.
Apenas es medio día y mis negocios están listos, ya hable con el dueño de una tienda para vender mis productos y ahora solo falta que yo compre mis provisiones para regresar a casa, pero antes quiero divertirme un rato, asi que entro a un centro comercial, compro un chocolate y paseo por las tiendas.

En las costas de la India un barco mercante el cual iba dirigido a Japón decidió que por algunos cuantos pesos me llevaría hasta allí, hace mucho, desde el incidente en el metro no iba a Japón. Si bien sabia, esta era la tierra natal del ermitaño pero no la mía o al menos eso sabia. El barco atraco casi en la madrugada cerca a una costa de la capital, Tokio, unas personas del barco se dirigían allí para vender mercancía y fui junto a ellos hasta que llegamos a Tokio. Ubique el parque central e hice una especie de campamento para pasar la noche junto a un poco de fuego para calentarme ya que estaba haciendo mucho frió debido a la época.

A la mañana siguiente fui despertado muy temprano por unos policías los cuales me dijeron que no podía dormir allí y me toco levantarme. Con el dinero que me quedaba compre unas tartas y unos helados para comer, luego me dirigí a ver cosas en la plaza, mi atención fue llamada por dos seres que para los humanos normales parecían simples humanos pero yo no era un humano normal, era seguro que eran digimon, me dedique a seguirlos de lejos y comprobar si eran salvajes o tal vez eran compañeros de alguien.

Salgo del centro comercial con un par de bolsas de comprar, me distraje un poco de mi misión de comprar provisiones y me dedique a comprar libros y ropa abrigada por la época, como una bufanda que me coloco apenas salgo del edificio. Camino por las calles de la ciudad, pasando ocasionalmente por unas plazas. Entonces mi atención se centra en un cafetería, el lugar perfecto para pasar una tarde de invierno, pero entonces noto como Pupumon se asoma por el canasto y mira fijamente a dos personas sentadas en una mesa del café. -¡Puuu!- Dice el Digimon bebe cuya boca esta manchada de chocolate. Miro detenidamente a esas personas, lo único que podía decir Pupumon era “puu” y no suele decirlo a menos que sea importante y pronto me doy cuenta de por que. -Myrddhin- Digo tras acercarme a la mesa, identificando a uno de los individuos que esta sentado, el poderoso Digimon que hace ya varios días me ayudo y que también casi me mata de un susto.

Los digimon entraron en una cafetería, no se podía negar que tenían buen gusto en cuanto a comer ya que en una de estas solo encontrabas tartas, café, postres... Todo tipo de cosas dulces las cuales hacían que mi estomago crujiera de alegría. Para mi desgracia ya no me quedaba dinero, luego recordé el hoyo del pantalón en el cual metí la mano y salieron unas cuantas monedas, suficientes como para tomar un buen café pero no creo que alcanzara para el azúcar suficiente, total solo daban 4 o 5 cubos con el café cosa que no me gustaba. Entre detrás de los digimon y me senté en una silla algo apartada para que no me vieran. La camarera llego a tomar mi orden, -Solo un café... si puedes por favor tráeme unos 22 cubos de azúcar, si alcanzan a 25 no hay problema- dije moviendo la mano invitando a que la camarera se fuera por mi orden. Pude notar que ahora otro humano se acercaba a los digimon y este tambien tenia un digimon, aunque era de etapa bebe, seguí observando detenidamente sin llamar la atención.

- 3:00 pm el Día en tokio era de lo mas común, por estas épocas del año no debería haber mucha gente en la ciudad ya que estas no gustan del frió del invierno, pero al parecer había una gran cantidad de entidades presentes en el lugar, no se sabe si era por que estaban en la zona comercial de Tokio, o solo por masoquismo que salen a la calle a pasar frió. -

- Yaaaa, tengo sueño - Bostezaba una pequeña bola de color purpura con orejas puntiagudas, que reposaba sobre el hombro derecho de Daniel. - Calma Yaamon, *bosteza* ya casi llegamos al hotel. - Daniel y Yaamon venían del aeropuerto, muy somnolientos por el gran viaje que tuvieron que hacer desde el otro lado del plantea. - Recuerdame porque estamos aqui Dani Yaaa. - Yaamon pregunto mientras que con su nariz lograba olfatear algo delicioso en el ambiente. - Estamos aquí porque tenemos que... porque... Porque? bueno ya no recuerdo porque vinimos, solo se que debemos... - Las palabras de Daniel fueron interrumpidas por un repentino salto que dio su compañero digimon, que al pasar de estar camuflado sobre su hombro como un peluche, logro causar un gran alboroto al llegar a donde se encontraba una persona tomando un cafe, (Chihiro) que por el holor que se persivia desde lejos, estaba mas dulce de lo sano para una persona, Yaamon salto dentro de la tasa de aquel sujeto derramando todo el café y poniendo en vergüenza a Daniel. - Perdón Perdón, pagare por el café no hay problema? - Decía Daniel después de acercarse rápidamente para ver el desastre creado por su amigo, el cual había hecho salpicar el café hasta la mesa de al lado.

-Buenas tardes Myrddhin y Arcturius y gracias- Digo mientras me siento en la mesa al mismo tiempo que Pupumon salta del canasto para caer sobre la mesa y asi acercarse al par de Digimon a quienes empieza a olfatear. -Es una sorpresa volver a verlo... y ademas con su hermano, un gusto- Digo mientras tomo a Pupumon y alejarlo de los hermanos para que no moleste, pero tan pronto lo dejo en la mesa, el bebe vuelve a saltar hacia los Digimon a los que ve curioso. -¿Como están?- Alcanzo a decir antes de oir un estruendo para voltear la cabeza y percatarme de que a unas mesas de distancia, un turista acaba de tirar el café de un chico y se esta disculpando, hay dos cosas que llaman mi atención en la escena, la primera es el extraño "peluche" sobre la mesa y la otra es el chico sentado en ella, parece un cadáver, pálido, ojeroso y con el cabello desordenado, tétrico, pero no me sorprende si algo sobra en Japón es gente rara y excéntrica por no decir otras cosas.

La mesera por fin trajo mi café, estaba tal y como lo quería, sentado como solía sentarme, cuando por fin me disponía a empezar a beberlo un tipo con un digimon que pasaba en ese momento creo que descuido el digimon y este salto sobre mi café deramandolo todo. Aun sentado veía lo que el bebe digimon hacia, mil sentimientos y emociones pasaron por mi cabeza, ira, furia, rabia... El café que habría ordenado había sido derramado por un bebe digimon por eso no hice nada y cerré los ojos y di un respiro fuerte, -¿Sabes lo que tu digimon acaba de hacer?, arruino un perfecto café, una obra de arte, menos mal y me has tomado de buen humor, no toleraría esto-, me levante y tome el bebe digimon en mi mano izquierda observándolo detenidamente y luego volví a mirar al tipo aun con el digimon en la mano, -Ahora no solo tendrás que pagar mi café sino que tambien deberás comprarme al menos 5 helados, 3 tartas de fresa, 2 de vainilla, 7 de chocolate, 15 tazas de café y 2 bolsas de golosinas-.

El clima en general seguía asquerosa-mente frió como era de costumbre en esa época del año, pero debido a la incursión del digimon bebe (Yaamon), Los ánimos se calentaron un poco, y mucho mas después de que aquel sujeto de aspecto maquiavelista, el cual fue el principal afectado, ya que fue su café el que se derramo, pidiera de manera muy poco cortés que se le remunerara el producto derramado en forma no solo de café sino que ademas quiso 5 helados, 3 tartas de fresa, 2 de vainilla, 7 de chocolate y 2 bolsas de golosinas.

- Pero que carajos pasa por tu cabeza? crees de verdad que te comprare todo eso? - dijo el Tamer, que poco después saco su billetera y poso un billete de 5 Yenes en la mesa - Toma ya esta pago, y para la próxima cuida mejor tus palabras, tal vez yo no me encuentre de buen humor. -

- Dan me siento un poco observado- dijo Yaamon mientras le informaba a Daniel que a se derecha otro afectado por el derrame de café los observaba (Dynasmon).

Daniel al percatarse de eso se da cuenta de que el sujeto de blanco ropaje tenia una mancha de café en su abrigo, por el cual tal vez tendría que pagar.

- Genial ahora tengo que pagar un abrigo- Dijo mientras se acercaba a la mesa contigua - Bueno lamento lo del café derramado díganme cuanto tengo que pagar por el abrigo - dijo a manera de fastidio mientras miraba hacia otro lugar, evitando hacer contacto visual.

Pupumon muerde la cuchara de Alphamon y tira de ella para intentar quitársela al Digimon, pero en cuento llegan los pasteles que Dynasmon ordeno, Pupumon suelta la cuchara y se lanza contra el pastel para empezar a comerlo. -Muchas gracias- Le digo a Dynasmon antes de empezar a comer el pastel.
Mientras como, miro atentamente la escena del café la que también afecto a Dynasmon, no me atrevía a decir nada ya que los tres involucrados comenzaban a fastidiarse el uno al otro. Por su parte, Pupumon con todo el cuerpo manchado por el pastel, empieza a saltar alrededor de la mesa par luego fijar su atención en Yaamon, a quien empieza a lanzarle burbujas. Al ver esa acción y los ánimos, tomo a Pupumon con una servilleta para limpiarlo y además para alejarlo del posible conflicto.

El tipo me hablo de un tono el cual no fue de mi agrado, odiaba que me hablaran así y más, que no pagaran por sus acciones; solo puso 5 yenes en la mesa los quede mirando y los tome para luego romperlos, -Creo que tu no me entendiste muy, yo no te estaba pidiendo el favor, te estaba dando una orden- digo mientras tomo de nuevo el digimon bebe de el tipo para lanzarlo lejos, -por favor, no quiero que pasen cosas que no deberían pasar, así que dame lo que te pedí antes de que me enfurezca-, en ese momento uno de los digimon que estaba siguiendo se levanto e hizo algo como una onda para mostrar su fuerza y luego decirle al chico unas palabras retadoras, creo que al igual que yo este tambien esta molesto.

Daniel simplemente se decidió por dejar pasar al sujeto de blanco, que por la onda de poder que libero, esta le dio a entender al Tamer que no debía enfurecer mas al albino. El sujeto de feo aspecto (Chihiro), el mas implicado en el asunto logro sacar de quicio a Daniel, que solo dio un paso hacia atrás, re acomodo sus lentes y miro fijamente a Yaamon, quien sonrio un poco por las burbujas lanzadas por el otro bebe en la zona (El digi de Kenshi).

- Yaamon creo que apagare las luces a este sujeto- Dijo Daniel segundos antes de poner su mano en su bolsillo trasero, sacar su D-Arc y tomar una carta del mismo bolsillo.
- Cambio de Carta - Grito el joven de lentes, que con su movimiento hizo que Yaamon digievolucionara, elevándose sobre la mesa y girando para luego modificar sus datos y convertirse en...

- Impmon, ahora si te haré comer tus sucias palabras amante del caramelo- Dijo Impmon mientras juntaba sus manos para crear una esfera de energía, mas exactamente de fuego y de hielo, preparándose para lanzar su ataque cuando Daniel diera la orden.


Off: No e atacado, Impmon solo esta cargando su ataque.

Conjuro Máximo: Invoca a espíritus de fuego y hielo para crear una esfera muy poderosa.

La pelea ya empezó, Dynasmon se retiro para evitar el conflicto, pero el chico de los lentes y el escuálido ya están enfrentadose, el de los lentes incluso hace que su Digimon evolucione para atacar a ese chico sin Digimon acompañante, imperdonable, con el poder de esas criaturas de seguro el escuálido moriría, aunque creo que le haría un favor morir de esa manera y no de diabetes o de cualquier otra enfermedad que se produzca por comer tanto dulce. Pero la gota que derramo el baso es cuando aquel Digimon empieza a preparar su ataque, acción que hace que Pupumon se asuste y empiece a llorar, para luego acercarse a mi para resguardarse. -Caballero… por favor…- Digo antes de levantarme de mi asiento, para luego saltar sobre la mesa en la que Impmon esta parado al mismo tiempo que tomo mi espada para desenvolver la tela con la que esta cubierta, mientras hago eso, pateo al Digimon morado por la espalda para hacerlo caer o mínimo negar el ataque que esta preparando y ya terminada esa acción, bajo de la mesa y rápidamente desenfundo un poco mi espada para poner el filo sobre el cuello del chico con lentes. -Por favor… le pido que se abstenga de hacer ese tipo de cosas… asustas a mi Digimon bebe…- Miro serio al chico de los lentes sin bajar la guardia ni mi espada, esperando que el chico de los lentes no se de cuanta de que la espada esta roma, magullada y algo oxidada, era una espada vieja que ya no sirve para combate, sin embargo el factor miedo me debería favorecer.

El tipo compañero del digimon que regó mi café ya se había enfadado, ahora había evolucionado a su digimon a una forma un poco más fuerte y se decidía a atacarme mientras yo aun seguía sentado en la silla. Para cuando paso esto ya los de la otra mesa habían intervenido, uno pateando al digimon el cual me iba a atacar para luego amenazar al tipo con la espada y los otros digimon, uno saliendo de la tienda y el otro corriendo hacia donde estaba el que había salido, el temor de las demás personas se hacia inminente en el lugar tanto que algunos salieron despavoridos por donde pudieron, algunos hasta saltaron por las ventanas sin importar cortarse con los vidrios que había en estas.

-No te temo solo porque haz evolucionado a tu digimon, además vas a atacar a alguien que no tiene un compañero ni como defenderse, eso es ser cobarde...-dije mientras veía el lugar vaciarse para luego observar unas tartas solas e ir a por ellas para comerlas, despues de todo era comida gratis. Luego entro otro tipo alto de cabellos largos y blanco al cual nunca había visto, este llego gritando y tratando de evacuar a la gente, parecía de esos determinados y calmados aun gritando al llegar, lo observe mientras me comía las tartas.

Impmon recibe la patada, esto lo hace caer de frente con su ataque aun cargado, esto hace que el ataque se cancele, dejando a salvo a aquel sujeto de feo aspecto (Chihiro), pero el peligro no terminaba aqui, los papeles se habian intercambiado con un sujeto que se encontraba al lado de Daniel, este coloco su espada en el cuello del Tamer, haciendo que este pensara dos veces sus acciones.
- Lamento haber asustado a tu Digimon, y lamento el que Impmon Te atacara.-

-Disculpa aceptada- Digo al mismo tiempo que enfundo mi espada de golpe. -Le agradecería si se va a pelear a otro sitio…- Termino de decir antes de volver a guardar mi espada colgándola en mi espalda y regresar a mi asiento en la mesa donde Pupumon salta a mis brazos para asi poder tranquilizarlo para que deje de llorar. Noto que una nueva persona aparece en la escena, un hombre albino con cabello largo quien se ve notoriamente enojado, pero rápidamente lo ignoro y me dedico a limpiar el pastel y las lagrimas de Pupumon.

El que acababa de entrar dijo que tomara todo lo que quisiera, el lo pagaba, tome unas cuantas tartas de fresa y chocolate junto con un café con 20 cubos de azúcar y empece a comer y tomar de los dos mientras veía la escena y lo que sucedía con esos chicos que afirmativamente eran niños elegidos, cuando termine de comer eche varias cosas en mi bolsa, tartas, café granulado, azúcar, leche, varias golosinas y algunos litros de helado. -muchas gracias, ahora me iré- salí de la tienda caminando y seguí mi camino ya con la cena para esta noche.

Daniel gira lentam,ente su cabeza, mirando fijamente a su antiguo conocido, - Hola Jannan como estas- Decia mientras ponía su mano sobre su nuca, - Claro que se eso, lo que pasa es que aun no controlo mi ira, tengo que mejorar un poco eso- Daniel seguia hablando hasta que vio como aquel sujeto de aspecto raro salia de la tienda (Chihiro) - Hey espera, me gustaria saber cual es tu nombre y pedirte disculpas por lo sucedido, pero debes de tener en cuenta que fue grosero de tu parte romper los 5 yenes que te di-

Veo como el albino habla con los demás involucrados en la riña y además como el zombie recoge dulces para luego llevárselos, entonces el albino se acerca a mi y para mi sorpresa me llama por mi apellido y me hace una pregunta, le miro fijamente por unos instantes debido a la sorpresa de que me conociera antes de contestar. -Básicamente el no esta desarmado del todo, su compañero es un Digimon que por poco ataca a alguien que si estaba desarmado pero aun asi yo seguía teniendo la ventaja… el deber de un guerrero no es empezar guerras si no evitarlas ya sea por una buena diplomacia o- Dejo la frase a medias para lentamente levantar mi espada enfundada para abrirla unos centímetros, lo suficiente para dejar ver la oja del arma que esta roma, magullada y con restos de oxido entre las grietas y hendiduras, a pesar de eso el arma se ve bien mantenida pero no es apta para el combate. -Por el poder del miedo y la sugestión… lamento mucha haber hecho ese movimiento tan irresponsable pero al menos las cosas no se pusieron feas… además asustaron a mi Digimon- Vuelvo a enfundar mi espada y acaricio la cabeza de Pupumon quien esta nuevamente sonriente y feliz. -¿Puedo preguntar como es que sabe mi apellido? No recuerdo conocerlo de ninguna parte- Digo mirando fijamente al albino.

Justo cuando iba a salir el chico que no quiso responder por sus acciones el cual ahora me pedía disculpas y me reclamaba por haber roto el billete. -Disculpas aceptadas, pero ¿que crees que podre hacer con un billete de 5 yenes que no alcanza ni para el cubo de azúcar?-dije mientras los otros don chicos y los digimon hablaban entre si.

Cuando el digimon pregunto al que había llegado de ultimas sobre una estatuilla y este la saco de su mochila no me cupo la mínima duda de que en realidad esto era un digispirit, me acerque a este, -¿De donde la has sacado?, ¿sabes lo que es, verdad?- dije observando la estatuilla, era parecida a la que apareció cuando me convertí en Hakumon.

Daniel recordó que el valor del Yen era muy diferente a la moneda convencional de su país, por esto logro entender la razón por la cual el sujeto extraño rasgo el billete hasta romperlo. Los ánimos se habían calmado nuevamente, y el ambiente se había cargado con el olor de la curiosidad justo cuando Jannan enseño aquella figurilla, Daniel se acerco mientras que Impmon regresaba a ser Yaamon se se subía nuevamente al hombro de su compañero.

Miro serio a albino, yo siempre estoy serio es mi emoción por defecto y no significa que este enojado todo el tiempo aunque rara vez demuestre otra emoción, pero esta vez si estaba serio de molesto por lo que me decía aquel sujeto, no quería pelear con el ni menos iniciar una discusión, me aburre discutir con la gente sobre todo cuando no creo hacerlos cambiar de opinión. -Ok, como digas…- Digo mientras saco mi billetera de mi bolsillo dejo unos billetes sobre la mesa para pagar los pasteles que yo y Pupumon nos comimos, entonces me levanto de mi asiento con mi Digimon en brazos y salgo del café sin antes recoger del suelo el trozo de tela con que envuelvo mi espada. -Adiós... dale mis saludos a Myrddhin y a su hermano- Me alejo poco del café, ya que muy cerca hay un parque al que me dirijo para sentarme en una banca y asi volver a envolver mi espada para ponerla en mi espalda otra vez, mientras hago eso, Pupumon se mantiene a mi lado, jugando con la nieve acumulada arriba de la banca.

La luna azul... ¿Podría ser este mi digispirit bestia?, todo tenia sentido excepto el hecho de que mi digispirit es el de la luz lunar y no el de la luna azul, el tipo se disponía a guardarlo pero antes quería verlo de cerca -¿Podría verlo?- pregunte mientras aun seguía observando este, ignore el hecho de que según el tipo era el digispirit de la luna azul, tal vez tambien podría estar equivocado, Hakumon me había hablado que en la linea de la luz lunar el siguiente era el legendario Lightgarurumon, pero este había sido destruido en la batalla de la luna azul, tambien lo menciono aquella vez contra Karashimon, la evolución bestia de Kokuramon el cual pertenecía pertenecía a Karasu; de igual forma haría cualquier cosa para que mi digivice funcionara de nuevo y tener conexión nuevamente con Hakumon.

-Wow que interesante, pero tenemos cosas que hacer así que preferimos.irnos- Daniel e impmon quien habia regresado a su forma bebe emprendieron camini hacia el hotel ya que ese era su ibjetivo desde un principio. - Nos veremos despues Jannan- menciono Daniel como argumento final antes de desaparecer del lugar.


Off: salgo del tema.

Acabo de envolver mi espada y me la pongo otra vez en la espalda, ya hecho eso tomo a Pupumon para irme a comparar cosas para mi casa, pero entonces me doy cuenta de que me falta algo, la bufanda que acabo de comprar, suspiro pesadamente y regreso al café. -¿No vieron una?... olvídenlo- Digo apenas entro otra vez en el edificio pero entonces diviso mi bufanda arriba de la mesa en donde estaba sentado antes, por lo que me aproximo a la mesa para tomar la prenda y ponerla alrededor de mi cuello. Apenas hago eso, Pupumon empieza a saltar de mesa en mesa para acercarse más a Chihiro y a Janaan con sus Digimon. Pupumon se queda viendo fijamente a la estatuilla sin hacer mas movimientos.

-Bueno... como sea, no tengo razón por la cual pelear por algo que no me pertenece- dije mientras observaba a el digimon bebe del tipo que antes saco su espada, luego empece a acariciarlo rascando su vientre o bueno, la parte que aprecia ser su vientre, era una bola y no se sabia exactamente en donde quedaba y si siquiera tenia uno. En ese momento un nuevo brillo salio de mi digivice y una voz conocida en mi cabeza hablaba. ~Chihiro... ese dragón de nuevo ha nac...~, no pude escuchar más, era como cuando una llamada telefónica se corta, sabia que ese era la voz de Hakumon pero debía saber que era lo que quería, saque mi digivice y lo observe un momento pero no había señal de nada, si una vez más había funcionado de nuevo no servia para nada.