[Inglaterra (Londres)] ¿Jack el destripador?

En las oscuras calles de una Londres moderna, los jóvenes circulan libremente bajo el amparo de la noche iluminada por la mano del hombre. Los distintos antros nocturnos son centros llamativos para estas criaturas, tanto así que muchos especímenes tienden a visitarlos sin compañía alguna... un grave error por donde se le mire...

¿Acaso olvidaron que por esas mismas calles por las que transitan, hacía menos de 200 años, una mente desquiciada había hecho lo que muchos consideran un pecado?

Una tierna muchacha de no más de 20 años de edad claramente no recordaba esto...

Transitaba por una calle apenas iluminada, estaba algo ebria y por ende no poseía todas sus capacidades cognitivas. En su cabeza circulaba que había tenido una noche increíble, y que por suerte no su regreso a casa era tranquilo por que no se había topado con ningún alma hacía minutos. - Dios, no puedo esperar a llegar a mi departamento. - Dijo hiperextendiendo la cabeza. - Las plantas de los pies me están matando, y no debí beber tanto alcohol... -

- Si, no debiste... - De pronto una silueta negra salió de un callejón negro. Estaba vestido con un largo abrigo negro de cuero, unos guantes del mismo material pero tan opuestos en su color que sobresalían del conjunto, sobre la cabeza llevaba un atemporal sombrero del siglo XVII, pero lo más llamativo de todo era una extraña mascara de color blanco con detalles faciales de color negro.

- ¿eh? - La muchacha se detuvo y lo intentó mirar. - ¿Vienes de una fiesta de disfraces? No me imagino lo aburrido que sería ir a una donde no tengan bebidas. - Con su mano izquierda la chica se sujetó a un poste para no perder e equilibrio.

- No... voy a una disección anatómica... - Respondió el enmascarado dando unos lentos pero resonantes pasos en dirección a la mujer.

Al ver como el extraño sujeto se aproximaba hacia ella, la chica comenzó a retroceder. - ¿Con esa vestimenta? -

- No me importa mancharme con tu sangre... - Comentó sacando un cuchillo de entre los pliegues de su ropa.

Al ver como su vida corría peligro la muchacha intentó escapar corriendo, pero lamentablemente sus sentidos estaban tan perturbados, que trastabilló y terminó de bruces en el suelo.

- Te dije que no debiste beber tanto alcohol... - El cuchillo se aproximó lentamente al cuello de la chica, y la cual soltó un grito desgarrador para luego manchar el suelo de piedra con el liquido carmesí.

El día estaba frío. Toda la ciudad se estaba lamentando el haber creído que se trataba de una mera broma cuando estos actos comenzaron a suceder. ¿Cuantos iban ya? ¿12, 15 Personas? Todas de diferente sexo y características anatómicas diferentes.

En la vía publica se sentía una atmósfera de preocupación. Todos iban con las miradas bajas absortos en sus pensamientos. - "Tal vez mi hija sea la siguiente.", "Tal vez yo sea el siguiente..." - Las mentes de las personas estaban tan ocupadas de nadie se fijaba en el mismo individuo que la noche anterior había estado haciendo de las suyas...

El enmascarado llevaba las mismas vestimentas con las cuales había ejecutado el acto. Se encontraba con un recipiente plástico lleno de un químico muy conocido en anatomía, impregnando tanto su ropa, como el lugar por el que iba circulando. - ¿Es eso Formaldehído? - Preguntó un transeúnte al sentir el penetrante olor entrar en su cavidad nasal. - Dios, como apesta... -  

El enmascarado había robado dicho compuesto de la morgue de la ciudad. Un lugar donde el movimiento de dicho químico era tal, que nadie extrañaría un galón o dos.