¿Amigos para siempre?

Recibiste un misterioso correo anónimo que te informaba de un fragmento del Digimundo que traspaso las dimensiones. Este fragmento tenia la facultad de evolucionar a Digimon cercanos en versiones Armor. Tú, sin mayor información decidiste ir a investigar de que se trataba, con la esperanza de que sea un pequeño impulso que te ayude en tu viaje.

Después de cruzar la selva en la dirección que te dijeron ves un gran templo Maya, al cual entras sin pensar en los peligros que corres.

Condiciones :

Off: Para ahorrarme daño en las huellas dactilares lo hago corto

 On: El muchacho de cabellos oscuros llegó al templo y luego de subir unas escaleras ridículamente largas logró por fin entrar a dicho templo antiguo. Allí habían 2 antorchas que iluminaban levemente el lugar el cual tenía una extensión ridícula. Alec evolucionó a su Gabumon a Meramon para que de ese modo su cuerpo fuese capaz de emitir luz y luego comenzó a caminar a 5 metros detrás de ese digimon sabiendo que posiblemente algún paso activase un arma. Pisaba donde su compañero pisaba para de ese modo no pisar alguna trampa o similar

El digimon evoluciono, y gracias a esto se pudo ver que el trayecto era en descenso.

Al parecer el chico creía estar dentro de una película, ya tenia bien marcada la costumbre de las trampas.

Después de descender unos cuantos metros, llegaron a una encrucijada de direcciones opuestas (un camino a la derecha y el otro a la Izquierda). Con la Luz que proyectaba el Digimon los dos caminos parecían exactamente iguales ¿lo serán?

- Alec, puedo destruir ambos caminos? - el muchacho avanzó por el izquierdo ignorando lo que su compañero había dicho como si no hubiese siquiera hablado - La verdad que no, sería aburrido y se activarían trampas y la bola gigante nos mataría como en Indiana Jones - comentó con su tono de siempre mientras seguía caminando

el camino giro produciendo un circulo,hasta que finalmente se encontró con el que descendía por el lado derecho. Al parecer daba igual cual camino tomar, los llegaban al mismo punto.

Ahora se encontraba frente a una gran recamara, que fácilmente podría ser confundida con la habitación del trono de un rey... si los reyes fueran Mayas...

Amplia, de unos 20 metros de ancho, otros 20 de alto y de largo... la luz que emite Meramon no permite descifrarlo. Posee columnas a los dos lados para sostener el resto de la pirámide, de seguro cualquier perturbación en estos derrumbaría por completo la estancia.

Muy lejos se ve una luz azulada muy tenue.

Como es lo único que puede hacer, va y ve que es la luz usando la misma forma de caminar que antes dejando a meramon delante suyo.

 Off: Eso no te lo esperabas  ~

Al parecer el muchacho había perdido el miedo a las posibles trampas, eso tal vez le jugaría en contra.

Detrás de los pilares resonaban unos pasos muy veloces. Podrían ser de un individuo con muchas extremidades, o de muchos individuos juntos.

- Valorr... - La voz arrastro la "R" como si tuviera algún tipo de acento. Esta voz provenía de tu lado derecho.

- Aquí no es bienvenido... - en este caso se escuchaba del lado Izquierdo.

Si bien habían avanzado unos 5 metros antes de que las voces se escucharan el objeto aun parecía distante.

El ser de fuego simplemente se quedó quieto al escuchar las voces, no dijo nada ni observó para los lados, solo cerró los ojos para tratar de sentir las presencias de aquellos seres y, depaso, ver si alguien más se encontraba en la pirámide.


 Alec miró a ambos lados sin saber mucho que hacer y se rascó la nuca mientras sonreía y se reía levemente - Es esta una sala VIP? - Dijo y se rió un poco ante la posibilidad de que hubiese un bar de digimons en aquella zona o algo similar. Sacó su digivice-celular y se puso a mirar el mensaje en el que le informaba que tenía que ir ahí - Y... em... como que me enviaron un mensaje diciendo que viniera acá y luego quieren que me valla? Si alguno de ustedes ya tiene el poder solo díganme y nos iremos - comentó para luego mostrar el mensaje hacia la derecha como si la voz que se había originado de esa dirección pudiese verlo.

El muchacho parecía confundido, la idea de que lo enviaran a un lugar y que de ese lugar lo echaran le parecía algo rara. - Todos los Digimons "puros" son bienvenidos... - La palabra puro parecía que iba dirigido a Meramon. - Todos tenemos el poder, y ninguno lo tiene... - Las voces se intercambiaban para hablar, como si quisieran confundir al muchacho. - Hay algunos idiotas que quieren regresar el poder a donde corresponde... -

El muchacho de ojos azules simplemente escuchó a las voces y luego observó a su Meramon quien habló esta vez - Al parecer nosotros - - somos esos idiotas - parecía como si se burlasen de la forma en la que ambas voces hablaban - Sea lo que sea, robar está mal, así que por favor regresen el poder a donde lo sacaron - pidió amablemente el D-cyber mientras bajaba la mano con el celular-digivice

El muchacho y su Meramon hablaron imitando las voces. - Se burlan de nosotros... - La primera voz parecía algo molesta.

- ¿Porque deberíamos? nosotros veneramos el poder. - La voz parecía acercarse a donde estaba el chico. - Nadie es tan devoto como nosotros, ¿Porque no dejarnos el poder? - El digimon se aproximo lo suficiente como para poder verlo gracias al fuego de Meramon.


- No dejaremos que se lo lleven... - Una tercera Voz hablo, ahora provenía desde detrás del grupo.

Alec fue capaz de observar a uno de las criaturas, por la forma en la cual hablaban no parecían tener intenciones malvadas por lo cual iniciar una pelea no era algo que haría excepto que fuese atacado. Meramon estaba esperando la orden para volver en digitamas a todos esos seres pero esa orden no llegó. El muchacho se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y miró a la evolución de Veemon. Meramon observó al Raidramon y gracias a la habilidad de sentir poder que tenía era capaz de sentir a las otras 2 voces. - Por que dejándolo aquí evitan que más digimons puedan usar ese "poder". No lo veneran, simplemente lo quieren para ustedes, si realmente venerasen el "poder" entonces lo hubiesen respetado y dejado en el lugar en el cual estaba para que de ese modo más digimons puedan utilizar el "poder". Según mi punto de vista, ustedes no veneran al "poder" sino que son unos simples ladrones que buscan una escusa para justificar sus actos - dicho esto el muchacho observó al Meramon - Y? Ya parezco una especie de Héroe? Quiero ir a Narnia!! -

- Los Digimons puros que quieran utilizar el poder son bienvenidos... - Lighdramon miro a Meramon. - Lo trajimos aquí, porque donde estaba llegaban los codiciosos. - Esta vez miro al muchacho.

-¡Nos están ofendiendo! - Grito una cuarta voz, que provenía delante del grupo.

- Ya hemos tolerado bastante al guerrero del Valor.  - esta vez era la voz de la izquierda.

- No toleraré esta falta de respeto. - La voz que venia detrás del grupo emitido unos Rayos que no permitieron ver bien su silueta.

Alexander levantó ambas manos calmadamente, como demostrando que no tenía intención de pelear contra aquellos seres - No es faltarles al respeto - Parecía más serio, quizás por que era una situación desventajosa - Ustedes no son codiciosos pero hacen lo que los codiciosos harían... mírenlo desde un punto de vista diferente al suyo. Alguien roba algo para evitar que lo roben... pero hace con el objeto robado lo mismo que los otros querían hacer con el objeto... ¿En que se diferencian ellos de ustedes? - Meramon estaba listo para pelear, con aquellas palabras o los haría entrar en razón o iniciaría una batalla.

- Los codiciosos buscan todos los poderes. Nosotros solo amamos este. - Lighdramon lanzo unos rayos de advertencia.

- ¡No nos compares con esos seres! - El digimon de atrás emitió nuevamente rayos, pero esta vez permitieron ver su forma perfectamente.



- Si lucha quieren... Lucha tendrán... - La voz de la izquierda se acerco lo suficiente para poder verla.


- Tenemos la ventaja numérica... - El individuo entro rápidamente al circulo visible.

El muchacho de ojos azules seguía con las manos en alto para tratar de demostrar que no tenía intención de una pelea, ya que era probable que perdiese pensó en sus palabras esta vez - ¿Como definen amor? -

- ¿Amor? Te refieres a devoción ¿no? - Todos los digimons tenían cara de incredulidad, como si estuvieran buscando el significado dentro de su cabeza. Esto produjo que bajaran la guardia y que se juntaran en parejas para hablar.

- No, no lo es - Alexander soltó un suspiro, como si encontrase difícil el que hacer. Caminó hacia los monstruos eléctricos calmadamente - Primero que todo, luego habrá tiempo de arreglar eso... lo más importante es que el poder está en peligro, si me llegó un mensaje en el que pone la ubicación del poder, entonces alguien debe saber sobre la ubicación de dicho poder lo cual significa que está en peligro. Sugiero que, como se sabe la ubicación, que el esconderlo es algo innecesario ya que lo rastrean, ¿Por qué no volvemos el poder a la ubicación donde estaba normalmente y luego colocamos trampas para que nadie lo robe? - Pelear imposible, el hacerse amigo y parecer que tenía las mismas intenciones que ellos iba a servir, no parecían ser gente mala por lo cual podrían guardar el poder siempre y cuando no hiciesen nada malvado con aquel poder como robarlo.

- No parece mala idea... - Lighdramon se aproximo un poco más al chico. - Pero... ¿Porque no poner las trampas acá? si lo rastrean de todos modos seguro que nosotros podremos protegerlo mejor con esas trampas. -

- Bueno, si se localiza donde está el poder entonces... es una pirámide... enserio...¿Soy el único que piensa que se puede destruir la pirámide y asesinarnos a todos y luego agarrar el poder? - Dijo mientras miraba al techo sin confiar demasiado en el lugar el cual parecía poder derrumbarse en cualquier momento - A parte... consideren que si se sabe la ubicación del poder... es por que alguien puede no ser tan fiel al poder como dice. No incriminaré a nadie pero, en este momento, en el cual todavía no hay trampas y hace poco se transportó el poder, es el momento perfecto para robar el poder. Así que realizar otro transporte al lugar original confundiría a quien tratan de robarlo quien no sabría de esta transportación ya que no habría tiempo para la comunicación por todo el transporte del poder  -

Cuando el chico miro hacia el techo un leve temblor movió toda la estructura.- ¿Un traidor dices? - Los cuatro Digimon se miraron entre ellos buscando una muestra de traición. - Creo... Creo que tienes razón... - Lighdramon parecía resignado - ¿Alguna objeción? - Pregunto mirando al resto de individuos.

Ninguno de los Digimon restantes pareció tener algo en contra, ya que guardaron silencio. - Genial... en marcha... - Los cuatro digimon volvieron a sus respectivas posiciones, como si fueran algún tipo de escolta.

Mientras caminaban en dirección al poder los temblores se iban haciendo más frecuentes.

- Por fin - Meramon observó hacia el techo y se dio la vuelta, mientras los demás digimons se dirigían al poder, él tendría que proteger el templo que posiblemente sería destruido y por eso estaba temblando - Meramon y yo iremos a parar a quien esté tratando de destruir el templo, ustedes escapen con el poder - dicho esto comenzaron a caminar hacia la salida ambos para ver quien o que causaba tanto escándalo

- No se preocupen... - Lighdramon al ver como el muchacho pretendía irse lo detuvo. - La locación que escogimos para guardar el poder es sísmica por naturaleza. Desde que estamos acá hemos recibido oleadas de temblores a diario. Además, si alguien intenta atacarnos el poder nos protegerá. -

- Como quieran... pero cuando se caiga el techo háganme el favor de colocarse cerca mio y lanzar sus ataques más poderosos hacia arriba - dijo antes de volver a caminar junto a los digimons.

- De acuerdo, no te preocupes. - La escolta se movió en dirección al punto brillante, que cada vez estaba más cerca de ellos. - Eso es el poder... - Lighdramon hablaba como si presentara a algún rey.


Cuando faltaban un par de metros para llegar al Digiegg la escolta se detuvo y Lighdramon miró a Meramon. - Antes de que te aproximes más, tendrás que renunciar momentáneamente al poder del valor. No podemos permitir que te acerques a él en esa forma. ¿Estas dispuesto a hacerlo? -

- Claro, mientras nadie nos ataque entonces todo estará bien - dijo antes de sonreír un poco, el digimon volvió a su forma de Gabumon y Alec se quedó al lado de este, como para que si en algún momento debiese de cambiar su forma no tardasen en hacerlo.

- Bien hecho. - Dicho esto se aproximaron al Digimental tanto que podrían tocarlo. - Si bien no toleramos el poder de los otros Digieggs, la razón de que te pidiéramos que dejaras de ser un Meramon es más complicada. - Todos estaban reunidos alrededor del pedestal donde se encontraba el Poder. - Al entrar al templo el Digimental impide que hagas evoluciones que no sean Armor, pero al aproximarse tanto este impide que evoluciones a menos de que sea con el Armor de la Amistad. -

- Entiendo... bueno, eso hará que la defensa sea más fácil ya que quien se aproxime perderá su evolución - comentó calmadamente, luego de eso colocó ambas manos en los bolsillos y se dio la vuelta - Ahora, ¿A donde debemos llevar el poder? - los terremotos habían parado, posiblemente el ser que los producía al dar pasos había entrado al lugar por lo cual había perdido su evolución. La mayor parte del peligro posiblemente ya había pasado.

- Como dijiste sería mejor devolverlo a donde estaba... - Lighdramon miro al Chico. - Será mejor que lo tomes tú, así nosotros estaremos libres para servir de escolta. - Los temblores habían cesado repentinamente.

- Ok... vayamos - agarró el digimental con la mano izquierda, con la derecha aún tenía el digivice por si debía de evolucionar a su digimon. Luego comenzó a caminar hacia la salida - Por cierto, antes de llegar a la salida, posiblemente en cualquier momento, alguien tratará de atacarnos, así que preparen algún ataque por si las dudas - esto último lo dijo ya que los temblores habían cesado ya que el digimon había perdido su evolución.

- Claro, estaremos atentos. - los cuatro digimon avanzaron junto con el muchacho hacia la salida. Aproximadamente a la mitad del trayecto el grupo se detuvo de improvisto. - Presiento que... - Antes de que el Digimon pudiera terminar la frase un nuevo movimiento sísmico más fuerte azoto el edificio. - ¡Terremoto! - La estructura se sacudía bruscamente. - ¡Corran a la salida antes de que...! - El suelo bajo sus pies comenzó a agrietarse, abriendo un gran agujero y dejando a la vista ¿una maquina?


- ¡Denme eso! - Rugió el nuevo Digimon - ¡Será mio aunque tenga que destruirlos a todos! - Antes de que los demás Digimon reaccionaran a atacarlo, bajo su cabeza y con su nariz crea un nuevo surco dirigido al Joven y a su Digimon.

El movimiento telúrico producido por la destrucción del suelo impide que tanto Tamer como Compañero puedan escapar de la fisura, esto dio como resultado que Digimon y Digiental cayeran en el agujero a distancias bastante separadas agarrados muy precariamente de pequeños salientes que no resistirán mucho tiempo.


- ¡Nosotros lo distraeremos! - Ligdramon y los demás digimon fueron como un escuadrón bien organizado al ataque - ¡Salva el poder, tu Amigo es prescindible! - El muchacho solo tenia unos segundos para pensar a quien salvar. Si ayudaba a su amigo el Digimental caería y lo más probable es que GigaBreakdramon lo encontrara, si por el contrario optaba por el Digiegg su amigo caería y muy posiblemente regresara como huevo al Digimundo.

OFF ROL:

El muchacho de ojos negros observó como el digiegg y el digimon estaban en salientes distintas, alguno de los 4 que tenían el poder le gritó que salvase el poder y no a su compañero. Sin embargo lo que hizo Alec fue agarrar a su digimon dejando que el digiegg cayese hacia el GigaBreakdramon, luego podrían encargarse de eso.

El Digimental cayo al vació, mientras el muchacho ayudaba a su Digimon a salir del surco.

-¡Ahora es mio! - El nuevo Digimon se rió estrepitosamente. - No podrán hacer nada para... - De pronto se interrumpió, ya que del vació una luz de color azul comenzó a ascender en el orificio.

La luz salio de la fisura, quien la producía era el Digimental que en este minuto levitaba frente a sus ojos. - Amistad... - La voz provenía del Digiegg, era una voz profunda, autoritaria pero confiable. - El humano a entendido el verdadero significado de esta palabra. -

- ¡Noooo! -Los ataques de los cuatro Digimons impedían que GigaBreakdramon se aproximara demasiado.

-Ustedes volverán al Digimundo... -  El Digimental aumento la intensidad de su luz, llenando la sala y segando a los ahí presentes. Cuando por fin menguo tanto los 4 Digimons adoradores del Digiegg como el Ladrón no se encontraban. - A ti... - La voz se dirigía ahora al muchacho. - Como recompensa por la muestra de buena amistad te concederé parte de mi poder. - El digimental enfoco toda su luz en un solo rayo, el cual fue a parar al Digivice del muchacho. - Ahora volveré donde me corresponde... - El Digimental volvió a brillar intensamente y de pronto solo estaba el chico y su Digimon en la sala destruida.