La encrucijada y la investigadora

Me encontraba en el centro de la Ciudad de Yokohama preguntando a las personas sobre mi extraviado primo, aun me culpaba sobre su desaparecimiento, siempre llevaba el extraño huevo conmigo sin razón aparente y una foto de Nate.

-Disculpe vio a este chico, disculpe vio a este chico...-le preguntaba a cada persona del lugar pero nadie se detenía a contestarme, me rendí por este día y me fui directo a mi casa atravesando un callejón, de pronto el extraño huevo que llevaba en la mochila parecía moverse, cuando lo saque parecía brillar hasta el punto de desaparecer y que en su lugar estuviera una masita suave totalmente blanco, salte de la impresión para atrás dejando caer a la criatura, esta parecía esparcirse al caer al piso y volver a regenerarse como si fuera una gelatina-¿Qué eres?- empece a tocarla con el dedo viendo como ondulaba su pequeño cuerpo.

Una mujer caminaba tranquilamente por la ciudad de Yokohama, ocultando sus ojos rojos tras unas elegantes gafas de sol de cristales de brillo espejo. El motivo de su estancia allí, investigar a los Tail. La historia la había interesado mucho, y más que por seguir el trato que hizo con Nate, ella quería saberlo todo.

A su lado una especie de lobo azulado con guantes de boxeo la seguía con cara de malas pulgas la seguía.

- Anima esa cara, Inu-chan~ Me deprimes mucho en ese estado
- ¡Cállate! Estúpida pulga.

Ella sonrió de manera maliciosa. Podían ser compañeros, pero eso no indicaba que tuvieran que llevarse bien. Miró al D-cyber dejándose guiar por esas vibraciones que la indicaban que había algo cerca, posiblemente otra persona con ese dispositivo. Algo que debió el hijo secreto de los Tail para encontrarla.

El raro celular parecía reaccionar a la criatura, esa cosa solo me miraba con la boca abierta como un fantasmita, era muy lindo pero no sabia que hacer con él o ella-¿Me dices que eres?-seguía tocándolo con le dedo para ver sus reacciones pero no parecía cambiar nada en nada, decidí llevármela a mi casa a ver que ocurría, así que la cargue y me dirigí al otro extremo del callejón.

-Puuhhh...-la manchita blanca hacia soniditos como un bebé, y con su boca parecía hacer algunas burbujas aunque con dificultad.

-Si tan solo me pudieras hablar, las historias que me contarías-largue una gran sonrisa sin recordar la razón de mi tristeza y el echo de que era un ser desconocido para mi.

Izaya continuó caminando, tranquila. A un paso normal y relajado, aunque eso sin dejar de prestar atención a cualquier sonido a su espalda. Puesto que tras ella estaba Gaomon. Y en el trayecto para ir hasta la ciudad, había intentado golpearla dos veces. Aunque por suerte para la humana, poseía una sorprendente agilidad y buenos reflejos por lo que no había conseguido tocarla hasta el momento.

Por eso el digimon de tipo bestia iba murmurando entre dientes: "La mataré, la mataré, la mataré..." Una y otra vez como si de un mantra se tratase.

La mujer dirigió sus rojizos orbes hacia el dispositivo, cuando pitó de manera más desquiciante al irse acercando a una calle lateral.

- Parece que hemos encontrado lo que buscábamos ~- murmuró con una sonrisa que no emitía buenas vibraciones.

-Que bonita cosita-jugaba con el ser con forma de fantasma mientras caminaba, era tan lindo que no podía evitar el estar viéndolo cada dos por tres, él no parecía hacer nada mas que tirar burbujas cuando se le daba la gana lo cual lo hacia aun mas lindo.

Cuando iba por la calle veo que una criatura muy extraña con guantes de boxeo, que curioso y chistoso era, estaba cerca de una chica vestida de negro, decidí no darle caso y seguir caminando mientras siguió tocando al fantasmita.

La mujer observó al chico que acababa de salir del callejón con una especie de masa gelatinosa blanca en sus manos. Sin mirar el dispositivo ya sabía quien era la persona a la que estaba rastreando. No era a quién buscaba, pero al menos podía conocer a otra de esas personas que tenían un monstruo del mundo digital.

Gaomon miró al pequeño, dejando de murmurar durante un par de segundos. Curioso de encontrar a otro humano, aparte de la pelirroja que acompañaba a la pulga cuando descubrieron que eran compañero.

- Poyomon...- murmuró distraido.
- ¿Qué?
- Lo que lleva ese humano en las manos se llama Poyomon- sonrió de manera despectiva a la morena.-Mira que no saberlo...
- No me entusiasma aprenderme todos vuestros nombres, Inu-chan. E igualmente, acabado de saber de vuestra existencia. Y además yo no fui la que se golpeo contra la puerta de la terraza

El pelaje azulado de Gaomon se volvió rojizo, ante la vergüenza que ese hecho provocaba en él. Puesto que no sabía que la puerta era transparente y estaba tan limpia, que se había golpeado con ella cuando quiso salir al exterior de la casa.

Izaya sabiendo ganada esa batalla, caminó rápidamente ignorando la contestación de su compañero para acercarse al chico que había salido del callejón.

- Perdona~- trató de llamar su atención.

Pare de caminar y di media vuelta, esa chica con la extraña criatura me venia a hablar, tal vez por la extraña criatura que llevaba en brazos y tal vez ella sabia lo que era, no importaba mientras no tratase de quitármela.

-¿Qué ocurre señorita?-dije educadamente ya que no se me ocurrió nada mas que decirle a un extraño, en eso la cosa blanca se pone a mirarla fija, luego abre grande la boca y saca una burbuja en dirección de la chica.

Izaya aceleró sus pasos hasta quedar cerca del chico. Por suerte se había detenido, eso facilitaba mucho las cosas a la hora de hacer preguntas. Porque sino, la otra forma hubiera sido cortandole algún tendón de la pierna. Con la perdida de cuchillos que eso suponía...

- Soy nueva en la ciudad y buscaba a alguien... Aunque resulta que te he encontrado a tí. Casualidad o no, me gustaría hacerte algunas preguntas~ - contestó de manera un tanto enigmática.

Al ver la pompa se apartó a un lado, no estaba segura del todo. Pero si era un ataque eso seguramente doliera. No por nada tenía unas "bonitas" marcas de mordisco en una de sus piernas.

La chica pregunto si podía hacerme preguntas mientras esquivaba una delas burbujas de mi nuevo amiguito, ¿Que clase de preguntas me podía hacer? ¿Acaso también esta investigando sobre Nate? ¿Tal vez sabe que desapareció por mi culpa? Las preguntas se llenaban en mi cabeza si razón aparente, pero yo no podia hacer mas que afirmar y aparentar como si no sabia nada-Claro, pregunteme lo que quiera-o tal vez solo era una extraña chica que le hablaba a todo el mundo por la calle.

La criaturita parecía no rendirse ya que otra vez volvió a lanzar una burbuja hacia la chica, era muy lindo ver como lo hacia y que su pequeña boquita creara burbujas de su propio tamaño.

Sonrió de manera alegre ante la respuesta afirmativa del chico. Ahora solo tendría que ponerse a hilar información... Aunque por ahora lo mejor sería saber cuánto conocía sobre el mundo digital, quizás las otras preguntas fueran algo extrañas.

Volvió a esquivar la pompa, antes de hablar.

- ¿Hace cuanto tiempo que tienes a esa gelatina?- señaló a Poyomon- Y sobre todo, ¿cuánto sabes del tema? Mi dispositivo me ha guiado hacía ti. Y yo hace poco que me enteré de la existencia de estas criaturas. Así que, estoy buscando a alguien que pueda ayudarme.

Esperaba que el chico le pudiera dar algún dato que ella desconociera por ahora. La convenía saber más cosas sobre esos digimons, simplemente para poder jugar, solo que ahora en vez de con solo humanos, con otras criaturas.

Gaomon se cruzó de brazos, apoyándose contra la pared, vigilando a ambos humanos. Rogando por que una pompa de las del bebé golpearan a su compañera. Así al menos podría reírse un buen rato de ella, sobre todo si se quejaba.

-Yo no puedo comprender lo que me preguntas-esa chica hablaba de estos seres en plural, como si fueran mas de un par, ¿Me habré metido en otro lió? Solo podía responderla una cosa-Acabo de conocer a Ikku-apenas conocí al pequeño/a ya le había puesto nombre, yo soy así con las cosas que me parecen lindas-¿Por qué esta tan interesada sobre él?-.

''Ikuu'' lanzaba las burbujas cada vez mas rápido y de diferentes tamaños solo para su diversión, mire mal a la cosa que seguía a la chica, como si tuviera que esperar algo malo de esto.

Puso cara de aburrimiento en cuanto el chico dijo que no entendía, una lástima, pero ella no iba a dar más información de la que tenía en su poder. Así que ignoró completamente la pregunta del chico.

- Pues entonces nada.... Te haré preguntas que espero sean más contestables por tu parte. ¿Eres de esta ciudad?- no había perdido la sonrisa amable del rostro, pero su tono cada vez comenzaba a sonar más desdeñoso.

Gaomon miró con "mucho" interés sus guantes, puesto que la escena delante de él, le aburría demasiado. Esperaba a que su compañera acabara con el interrogatorio. No le interesaba para nada todo el asunto ese. Y lo único que podría entretenerle era el digimon, al combatir, pero al estar en estado bebé se negaba completamente a enfrentarse a él.

La mujer continuó esquivando las burbujas del bebé; hasta que recordó la posesión de un objeto en su bolsillo que podría evitar que le golpearan dichas pompas. Sacó un abanico y comenzó a abanicar en dirección a las burbujas, haciéndoles imposible llegar a alcanzarla por las ráfagas de aire.

La chica insistía en seguir haciéndome preguntas sin razón, casi estaba seguro que ella tenia algo que ver con Nate, últimamente todos me parecen que me hablan de Nate, así que le respondería y después le preguntaría-Si soy de esta ciudad... Dime ¿Acaso conoces a Nate Crossware?-pregunte con vergüenza puesto que no estaba seguro de nada.

Ikku salto de mis manos y se fue acercando al zapato de la chica donde empezó a aplanarse como el saco de goma que es (pregúntame si no entiendes esta parte porque no sabia como expresarme). Luego se estiraba, se levantaba y volvía a aplanarse, y así repetidas veces.

Sacudió la cabeza algo molesta por que el chico hubiera hecho una pregunta antes que ella... Y que seguramente ella hiciera, salvo porque cambiaría el apellido Crossware por Tail. Pero indudablemente, a menos que fuese mucha coincidencia, estaban hablando de la misma persona.

- Sí, conozco a alguien con parte de ese nombre. Pero me dijo que se apellidaba Tail~ ¿Te describo cómo era para saber si son la misma persona?- no esperó a que el otro contestara. Simplemente se lo dijo, puesto que era una forma de hacerle pensar que ella daba información "gratuitamente"- Cabello de color oscuro, heterocromía, más bajo que yo... Con unos 15 o 16 años, malhumorado, condescendiente y centrado en vengarse~ Por definirlo en pocas palabras.

Izaya dejó de prestarle atención al digimon de Nate, pero Gaomon continuó mirándolo. Esperando a ver que hacía tras tanto tiempo aplastándose y levantándose.

-Si ese es...-me quede pensativo unos segundo-Pero ¿Venganza? Y ademas ¿Por qué se hace llamar Tail?-me agarre la barbilla pensativo, algo no cuadraba, mi primo no era de hacer cosas raras así que le pregunte-¿De casualidad sabes donde está?-.

Poyomon seguía jugando con el pie de la chica, de repente una luz sale de él, junto con varios datos alrededor, la luz desapareció y una criatura con gran boca salio de tal-¡Ikku!-.

-Pe-pe-pero...-me encontraba exaltado, apuntaba a Ikku y repetía ''pero'' por el miedo que eso me causo, Ikku no parecía tener dientes pero hablaba a la perfección sin ellos.

Al parecer había algo de lo que había dicho que no le cuadraba al chico de cabellos morados. Probablemente, porque a pesar de estar relacionados, el que estaba delante de ella no debía conocer los planes de eliminar al hijo de los Tail.

- ¿No sabes qué es igual al hijo de los ricos Tail? Tienes varias imágenes en internet~ Cosas de ser hijo de personas ricas.- sacó una foto con un chico igual a Nate, pero en este caso con un parche en el ojo y ropas de apariencia muy cara- Parece ser que no confía mucho en tí para no decirte esas cosas~ Que lástima que tú te preocupes y él no lo haga. Y no, no sé donde está. La última y única vez que le he visto ha sido en Tokio acompañado de una lagartija con muy mala baba. Pero dudo de que siga ahí~ O ya lo sabría.

Segundos después de que terminara de hablar, aquello que estaba encima de su zapato brilló y cambio de forma, haciéndose más grande, pero blanco de todas formas. Se lo quedó mirando un segundo, antes de poner cara de aburrimiento. Lo de que cambiaran y evolucionaran era divertido hasta cierto punto. Después ya era muy aburrido, siempre era lo mismo: se hacían más grandes o cambiaban su aspecto.

- Tsk... Sigue siendo demasiado débil- habló por primera vez Gaomon en presencia de Daniel; molesto porque no encontraba nadie divertido con el que pelear.

Escuche detalladamente tratando de no mirar a mi amiguito de goma como un monstruito con una gran bocota, esa foto era tal y como me dijo la chica, era mi primo pero no se veía como él, tenia algunas diferencias y no solo físicas por lo que algo me indicaba-No es que no confié en mí... Él no confía en nadie-recordé como fue mi infancia con él, pero solo lo recordaba como un niño que no jugaba con nadie y siempre dibujaba bocetos de un conejo malvado.

-¡IKKU!-mi amiguito repetía su nombre a la chica mientras movía sus patas delanteras como si quisiera que lo/a cargaran en sus brazos.

-¿Qué le pasara a Ikku?-pregunte olvidando mi infancia y la Nate por unos instantes y enfocándome en Ikku, y sin escuchar lo que la criatura azul decía.

Ella se quedó mirando al joven, escuchando atentamente a lo que la dijera. Pero sin duda no fueron demasiadas cosas esta vez. Aunque al menos ya tenía otro nombre que usar para ponerse a buscar información: Nate Crossware. Quizás con ese nombre encontrara más cosas interesantes.

- Ni idea de lo que les pasa por la cabeza a estas criaturas~ Aunque tienen un comportamiento más humano de lo que se puede pensar a simple vista.- respondió ella mientras que volvía a guardar el trozo de papel con la imagen del hijo de los Tail.

Dicho eso miró a su alrededor, buscando algún punto que le indicara dónde pudiera estar la casa de los Tail. Puesto que el humano frente a ella, era poco interesante. No sabía apenas nada que a ella le sirviera. Puesto que exceptuando alguna cosa, solo le había dicho cosas bastante obvias.

- Tenemos que marcharnos ya~ ¿Sabes dónde está la casa de los Tail?- preguntó, segura de que el chico no lo sabría. Pero por probar no perdía nada.

Parpadee, ella sabia que yo solo conocía a mi primo pero no a los Tail así que seria una misión imposible pero se me ocurrió algo-Si ellos tienen tanto dinero como dices deben de vivir en el centro de la ciudad-después de decir eso levante a Ikku del pie de la chica y me despedí-Hasta luego-.

Al rato de caminar alguien dijo algo-Por fin nos alejamos de esos seres, se notaban que son despreciables-mire para todos lados pero no había nadie, entonces recordé que Ikku había empezado a hacer sonido, solo tal vez fue él, lo mire pero parecía estar dormido.

-¿Fuiste tu?- seguí caminando mientras lo miraba, di una vista al cielo y dije-Nah que va a decir algo-sin que mediera cuenta Ikku desplegó una sonrisa de satisfacción, ¿Por qué sera?

No tenían por qué vivir en el centro de la ciudad, puesto que muchas veces tener tanto dinero implicaba muchos medios de comunicación en medio de la vida. Y lo que solían preferir son casas alejadas de la ciudad y del bullicio. Por lo que estaría en las afueras; por no decir que es más fácil encontrar grandes terrenos en el exterior que en mitad de una ciudad para contruir una mansión.
Pero Izaya no dijo nada, puesto que no perdía nada en ir a mirar donde le decía el chico. Se inclinó levemente a modo de agradecimiento y despedida.

- Gracias por la información~ Bye-bye-be- canturreó antes de dar media vuelta y mirar a Gaomon.-Nos vamos Inu-chan~

El digimon la siguió, aunque echando chispas de rabia por los ojos. Y volviendo a murmurar uno de sus habituales mantras, prometiendo la muerte de la morena.