Huída repentina.

por **Zayyn** Miér Nov 13, 2013 1:42 pm

Un pitido en el móvil me despertó de madrugada. Y no es que fuera de sueño ligero, solo que en esos días, mi ánimo había descendido notoriamente, tras haber visto como Naois escapaba de mí, como si me tuviera miedo y no supiera qué hacer conmigo. La visión de cómo se esfumaba de mi vista me partía el corazón cada vez que lo recordaba.

- ¡Anímate, Z!-me decía BlackGatomon-. ¡Pronto Naois reconsiderará y volverá contigo^^!

Suspiré, sentada en la cama, nada más incorporarme, y miré a la persona que dormitaba a mi lado. Naty se encontraba abrazada al peluche que le había regalado con anterioridad, con una sonrisa de felicidad. En otro momento hubiera sonreído por verla así, pero solo exhalé otro suspiro, un triste suspiro, mientras le acariciaba con cuidado el pelo.

De repente, el móvil volvió a sonar, y con un gruñido lo cogí de la mesilla y le quité el sonido, para evitar así que despertara a Natasha y a BlackGatomon. Desbloqueé la pantalla táctil y miré el mensaje que me acababa de llegar.

<< Que todo ser evacúe del Mundo Digital. Una nueva amenaza se acerca. >>

Me quedé lívida, muy quieta. Casi solté una exclamación de alarma, pero conseguí taparme la boca antes de eso. Mierda. Mierda mierda mierda. Estábamos en el digimundo, y sin digivice que nos pudiera sacar al mundo humano.

Entonces, ante este pensamiento, un agujero empezó a girar frente a mí. Un agujero por el que se veía una ciudad llena de gente, con un cielo azul con un único Sol en el firmamento: La Tierra.

Me sorprendió aquello. Miré el móvil con extrañeza y lo toqueteé un poco, por si encontraba alguna respuesta que me dijese qué cojones era lo que ocurría. Pero en fin, nos ponían la huida en bandeja de plata, no nos podíamos quejar. Me acerqué a mis compañeras y las moví suavemente a las dos, despertándolas.

- Tenemos que irnos. Ya. No hagáis preguntas.

Gato maulló, quejica, pero empezó a desperezarse, estirándose cual minino que era. La que me costó más sacar de la cama, fue Naty, pero con unas cuantas cosquillas, pronto estuvo de pie y a mi lado. Recogí nuestras cosas, lo cogí de la mano, y ya iba a atravesar el portal cuando un pensamiento me detuvo.

<< ¿Dónde está Naois? >>

Cierto. No podía irme de allí, no sin mi pequeño. No podía dejarle en ese mundo, solo, con aquel nuevo peligro acechándolo. Me desesperé por unos segundos, en los que miré al portal y a la puerta de la habitación alternativamente, como en un partido de tenis. ¿Qué hacer? Oh, no…

El teléfono vibró de repente, mostrando otro mensaje. Lo leí casi con ansiedad.

<< No te preocupes. Él también será avisado. Sal de allí cuanto antes. >>

Fruncí el ceño. ¿Cómo había sabido esa persona lo que pensaba? ¿Lo habría intuido, o solo había sabido leer el futuro? En cualquier caso, no sabía si fiarme, pero no pude quedarme mucho tiempo a pensarlo, puesto que Natasha, sin percatarse de mis dudas y del nuevo mensaje de texto, tiró de mí, y las tres traspasamos el portal al mundo humano.

OFF: