Dando un paseo

Era una mañana tranquila. Iba con mi IPod y mis auriculares puestos para que nadie ni nada me molestase en mi trayectoria
Me siento en un banco, pues estaba cansada y encima el tobillo me dolía.

Pfff...que cansancio...

*Caminaba por un extenso parque donde el gran verde se podía apreciar a simple vista, Mientras el joven de cabellos blancos se movía paso a paso y con las manos en los bolsillos miraba aquel lago cristalino que estaba debajo del puente por el cual pasaba, Kio se detuvo un momento y se acerco a mirar el lago desde la orilla del puente, el joven peliblanco apoyo los brazos en el borde plano del puente, su cara se reflejo en el agua/-Agumon eres un hambriento- dijo Kio, Agumon lo queda mirando y lo ignora mientras termina de comer su carne-y tu no te peinas el pelo sino que te lo afilas ¡jajaja!-dijo el Dinosaurio anaranjado, el joven de cabellos blancos al escuchar el comentario su rostro se volvió serio y unos ojos de sorprendido, el joven peliblanco le dio un puñetazo levemente en la cabeza a Agumon-¡¿eh?!-dijo Agumon mientras menos de un minuto le salía un chichón, el joven peliblanco le puso una venda en el chichón pero al verlo con la venda le dio gracia y empezó a reírse de a poco para luego reírse a carcajadas, Agumon lo mira seriamente y cruzado de brazos-¡je no es gracioso!-dijo el dinosaurio anaranjado/una sonrisa se dibujo en el rostro de Kio-me pregunto como estará Agumon, debe estar viendo imágenes pervertidas con el viejo Gennai, ¡jajaja!- dijo el joven de cabellos blancos para luego terminar riéndose, siguió caminando hasta salir del puente, vio un banco donde estaba una joven y se sentó al lado de ella mientras la miraba de reojo-(que linda es)-pensó el peliblanco y luego empezó a mirar el parque.*

Me levanté. Pensé en mi familia, ¿dónde estarian ahora? Probablemente muertos...todos mis seres queridos muertos: mis padres....Dareux también... Era demasiado para mi, cuando mis padres me abandonaron, dareux era el único motivo que me obligaba a seguir hacia delante... Lo echo de menos...comencé a llorar como nunca lo había hecho. No, no sentí vergüenza porque era un llanto puro que a muchos les costaría comprender...

Por alguna extraña razón entré por un tunel al mundo humano. Salí por una computadora en Tokio asustando a un niño de 5 años que jugaba WoW. Al salir, el niño se asustó tanto que gritó y fue por su papá (su mamá murió al engendrarlo). El padre obviamente no creyó que un niño negro con bufanda y orejas puntiagudas saliera del monitor.

Yo, al salir, salté por un ventana. Era del 4to piso, así que cuando caí me dolieron un poco los tobillos. Corrí afanosamente por la acera, saltando obstáculos y asustando a humanos que pensaron que era un niño disfrazado, extrañamente ágil.

Entre salto y salto llegué a un lugar que no tenía edificios que escalar, sino árboles que trepar. Cansado me senté en el lugar estrecho que habían dejado los dos humanos. Todos los demás me veían al pasar, pensando en lo extraño que era que un niño andara solo con un disfraz tan extravagante, pero igualmente pasé mas desapercibido que un Garurumon.

Empecé a respirar con cansancio, sin importar las otras personas que estaban ahí.

*Kio estaba distraído viendo el parque pero aquel llanto de la joven tomo su atención, al joven de cabellos blancos no le gustaba ver a las personas asi, se levanto y se acerco inmediatamente hacia ella, se coloca en frente de ella y la mira a los ojos-disculpe ¿le pasa algo? me puede contar si es que se puede saber-pregunto el pelibanco con una mirada de preocupación, dirigió su mirada al Digimon que se había sentado-(¿que hace un Impmon aquí?)-pensó y se pregunto Kio, el joven de cabellos blancos abrió los ojos inmensamente-(¡si ella llega ver a Impmon se puede asustar!)-pensó, tomo a Impmon de las orejas y lo dejo detrás del banco-shh… por favor no hables, ella puede asustarse y no se siente bien-dijo el peliblanco tapando con su mano izquierda la boca de Impmon, se levanto y se acerco frente a la joven mirándola con preocupación mientras a la vez miraba de reojo a Impmon.*

Vi a un chico con el pelo blanco acercarse a mi con semblante preocupado...Su tono de voz era cálido y una sensacion de mariposas en el estómago me invadió... Nunca antes había sentido esto

(V-vaya...que lindo es...)Pensé para mis adentro y sin poder controlarlo me puse colorada y dejé de llorar

M-me llamo Miharu...Y tu eres....Desvié la mirada para que no me viese sonrojada y, de repente, vi a un niño vestido de una manera un tanto particular...pero, ¿y si no era un niño? ¿y si se trataba de un tamagochi raro de esos de los que me habló mi hermano?

Cuando vi a la humana dejar de llorar creí que el otro le había hecho algo extraño, pues es muy extraño que pase tan rápido. Al fin y al cabo no importaba demasiado. Es solo una humana, aunque en este escenario no sería muy favorable andar con travesuras ni maldades, así que saqué una sonrisa, falsa pero bastante real a la vista por los años de practica, y la saludé con una mano, intentando parecer lo más amigable posible.

Hola-digo con seguridad, pero con un tono de voz bajo para disimular ante el humano masculino-Espero que no llores más.

Luego de esforzarme tanto, no pude resistir la tentación de hacer algo un poco malito, de la calidad de un digimon niño como yo.
Mientras le sonrío cálida y amigablemente a la muchacha, apunto un dedo hacia arriba y lo enciendo, para luego apagarlo rápidamente, unos instantes después de que estube seguro de que lo vio la humana.

*-me llamo Kio, un gusto conocerte-dijo el joven de cabellos blancos mientras sonreía, el peliblajco empezó a parpadear al ver a Miharu ladear el rostro, cuando se asoma para verla mejor mira a Impmon y queda perplejo-(¡le dije que no saliera! ahora ¡¿que dira ella o como reaccionara?!)-pensaba Kio mientras colocaba unos grandes ojos, al ver aquella llama que hizo Impmon en frente de la joven su boca se abrio inmensamente mientras que su cabello se erizaba-(¡¿que hago?! Ese Impmon…¡ya se!)-el peliblanco se coloco en frente de Miharu-¡es un nuevo robot! ¿que avanzada esta la tecnología no?-decía el joven de cabellos blancos mientras se rascaba la cabeza, se acerco rápidamente a Impmon con un movimiento de cuerpo lánguido y se agacho al lado de él-se que eres un Digimon…si sigues haciendo esas cosas…te enviare al Digimundo…-susurro Kio mientras lo miraba con unos ojos flojos, se acerco rápidamente a la joven como si hubiera dado un salto en su movimiento-¿quieres comer un helado? yo invito-dijo el peliblanco sonriendo.*

Yo soy M-Miharu...No entiendo por qué me costaba tanto hablar... No lo entiendo.

Cuando el muchacho me dijo que aquello era un robot no me lo creí.
Sé perfectamente que es un digi...digi..¿Cómo se llaman? No me acordaba del nombre así que lo llamé a mi maneraYa sabes...unos de estos bichos raros llamados tamagochiMe reí un poco, le miré a los ojos... Me quedé hipnotizada durante un instante.

Hasta que no escuché las palabras "helado, yo invito" no reaccioné. c-claro! Me encantaría...Dije correspondiendo a su sonrisa ya un poco sonrojada. Y juntos fuimos a una heladería

Digimon-digo a la muchacha cuando se levanta de el banco-Soy un Impmon.

Al decirle mi raza abro mi mano y saco fuego de ella.

Mi nombre es Kor-digo sonriente mientras los sigo-Me caen bien ¿Son pareja?-digo imprudentemente mientras los veo alternadamente.

Luego de decir esto siento una rara energía que recorre todo mi cuerpo. La sentí cuando evolucioné a Impmon, pero por una extraña razón no pude hacerlo en este mundo, o quizás me costaba, aunque realmente no quería evolucionar, pues mi familia no era realmente muy "bonita"

¿Tienes algún compañero?-digo a la humana-¿Puedes ser mi entrenadora?

*Kio se sorprendió un poco ya que la joven al parecer sabia algo sobre los Digimon-bueno…lo que dice Impmon es cierto-dijo el joven de cabellos blancos mientras miraba a Miharu a los ojos y se empezó a colocar nervioso-¡v-vamos a comer helado!-dijo el peliblanco con cierta rigidez en su cuerpo, Kio abrió unos ojos inmensos al escuchar las palabras de Impmon-¡no somos pareja! si sigues tan imprudente, no habrá helado para ti-se cruzo de brazos mientras cerraba los ojos y sus mejillas tenían un tono rojo, camina hacia la heladeria-Impmon no hagas nada fuera de lo normal en este lugar, esta lleno de personas, quédate junto a Miharu-dijo mientras caminaba y entraba a la heladería(afuera de la heladería tiene mesas con asientos y una sombrilla en el centro de la mesa, dentro de la heladería tiene mesas con asientos), corre hacia Miharu y Impmon, los mira-¿de que sabor quieren el helado?-.*

N-no somos pareja!
Mis mejillas se tiñeron de un tono rojizo, no sabía si era de rabia o de qué era... Pero solo de pensarlo un sentimiento me invadía por dentro

Caminamos los tres hacia la heladería... ¿Qué sabor pediría? ¿Chocolate? ¿Menta? ¿Fresa? ¿Nata? ... La verdad es que no tenía ni idea...
Nos sentamos en un banco Impmon y yo. Tuve curiosidad así que pregunte un asunto que me tenía en vela desde mi estancia en el colegio
Verás... Hace poco, mi gato murió. ¿Podría él convertirse en un digimon y acompañarme en mi viaje?

Me siento al lado de la humana y la veo un momento para luego divagar mi vista entre los carteles en un idioma humano, muy distinto al que me imaginaba, pues pensaba que serían símbolos latinos.

Dijeron algo de helados. Una vez me dijeron que había un helado de melocotón, así que ese era el único sabor que sabía que existía, y por ende, el que iba a pedir: "Quiero uno de melocotón". Aunque, además de eso, no sabía mucho de las cosas humanas.

Cuando la humana y el humano rechazaron lo que dije, me sentí un poco mal, pero con la duda aún en mi mente.

Luego la humana preguntó si su "gato" iba a resucitar en un digimon. Imaginé que era una mascota, o algo parecido.

Bueno, nunca he escuchado que haya pasado eso-digo mirando a la humana-Pero quizás a los que les haya pasado no tengan en su memoria su vida pasada, como los que resucitan en huevos al morir.

Me quedé un rato embobada ante su tono cálido de voz. Me preguntó que sabor de helado quería...
Querría un helado de nata... Por favor
Sonrojada, vi como Kio puso su mano sobre la mia, lo que hizo que me ruborizara aún más.
Luego el se escondió debajo de una mesa... No le iba a  hacer daño por un error semejante... No era tan mala... Simplemente sonreí y fui hasta donde él estaba, me agaché y le tranquilizé
T-tranquilo... No te voy a hacer nada

Con una sonrisa de oreja a oreja le saqué de aquel pequeño escondite y le agarré del brazo para que no pensara que le iba a hacer daño. Luego me separé y esperé en el banco con Impmon preguntándole quien era esa persona que Kio había mencionado

Realmente no se muy bien como llegué a este lugar-digo un poco apenado por mi ignorancia-Solo andaba caminando por una pradera en el digimundo y se abrió un portal. Caminé hacia el portal y llegué hasta acá. Ese tunel era de color azul oscuro, un poco tenebroso, aunque no mucho... Luego salí por una computadora y caminé hasta ustedes.


Miro el acto extraño que hicieron los humanos. No entendía porqué, siendo de una misma especie, se asustaban al tocarse. Realmente no me importó mucho lo que hicieron, así que los ignoré. Cuando hablaron de Gennai me sorprendí un poco. No muchos humanos lo han conocido. Solo sabía de los humanos legendarios. Yo apenas había oído hablar de el.


Gennai quizás sepa-digo redundantemente ante lo que dijo el humano masculino-El sabe muchas cosas. Quizás esté esa información en la biblioteca del digimundo*. Hay muchas opciones ¿Cierto, humano?

OFF:
*Hablo de la biblioteca que aparece en Tamers