Re: Crónicas de hermanas [Episodio II]

por **Zayyn** Vie Abr 18, 2014 1:34 pm

Beelzemon vio en los ojos de la chica un atisbo de duda, ante el cual, él solo sonrió para darle ánimos y confianza. Sin embargo, la joven ángel acabo desvaneciendose, cayendo incsonciente. El Beelzemon no dejo que su cabeza tocara el suelo, sino que la sujetó antes de eso. Le miró el rostro unos segundos, y la aupó para sostenerla en brazos.

- No temas, pequeña. Te llevaré a un lugar seguro.

El demonio suspiró, miró a su alrededor y comenzó a caminar a través del bosque, en dirección a la torre en la que habitaba él desde hacía ya bastante tiempo...

************************

El bosque quedó a oscuras y en completo silencio en cuanto el demonio dejó el área. Na había animales, y las altas y densas copas de los árboles impedían la filtración de luz. Por ello, quizás en la contienda angelical no se habían esperado la emboscada de los demonios, y la chica que había sobrevivido, no se habría caído de no ser por eso.

Pero había estado todo meticulosamente planeado.

De repente, en esa oscuridad, tras uno de los troncos, unos brillantes y rosados ojos se abrieron, lentamente; y una amplia sonrisa perversa se perfiló en el joven y bello rostro de una mujer vestida de negro.

- El tiempo se termina...

************************

Tras unos minutos caminando, el demonio llegó al fin a su hogar, en el cual entró. Subió las escaleras y recorrió varios pasillos, hasta entrar en una de las elaboradas y ricamente decoradas habitaciones, en donde depositó a la dama de sus brazos sobre una blanda y mullida cama. Después, él salió de la habitación hacia las cocinas. Si el ángel despertaba, probablemente lo haría con un hambre voraz, y cuando lo hiciera, ahí estaría él para ella.

por **Julchen** Sáb Abr 19, 2014 4:38 am

La ángel continuó desvanecida durante bastantes horas, de hecho, el Sol dejó de alumbrar en el cielo, dejando paso a la luna con sus rayos plateados. Angewomon parpadeó confusa al principio, sin saber dónde se encontraba. Su cerebro estaba tan dormido que no diferenciaba entre su casa, una tienda de campaña o cualquier otro lugar del mundo.
Con el paso de los segundos, sin embargo, la dama se levantó alarmada de la cama hasta quedar sentada. Pero a cambio de esa brusquedad, su cuerpo aún maltrecho la hizo sentir la horrible sensación de ser atravesada por afilados punzones al rojo vivo, lo que le sacó un quejido de dolor.

Tras el ataque de dolor, se dedicó a mirar a su alrededor, buscando algo que pudiera indicarla dónde se encontraba, pero solo era una habitación bellamente decorada y con una cama muy blanda y cómoda. Pero nada que la pudiese decir donde estaba. Mirar por la ventana tampoco la ayudaba demasiado, dado que el ángulo no era demasiado bueno y solo veía la punta de las copas de los árboles, y más allá el cielo.

- ¿Dónde estoy?- se preguntó aún confundida, lo que la hacía estar asustada.

por **Zayyn** Sáb Abr 19, 2014 5:25 am

La puerta de la habitación se abrió, y por ella entró Beelzemon, el digimon demonio que la había salvado. La criatura cargaba con una bandeja llena de lo que podría denominarse un generoso desayuno: Zumo, dos tostadas con mantequilla y mermelada, un chocolate y algunos bollos. Para que la chica comiera hasta hartarse, para recuperar fuerzas. El demonio, al verla despierta, sonrió ampliamente y dejó la bandeja sobre la mesilla de noche.

- Buenas noches-saludó-. Sé que no son horas de desayunar, pero te traje comida para que no pasaras más hambre.

Beelzemon se dio la vuelta y cogió una silla que se encontrada olvidada en un rincón. Luego la acercó a la cama y se sentó en ella, mirando al ángel digital con una amable expresión en el rostro.

- ¿Has descansado bien?

por **Julchen** Sáb Abr 19, 2014 6:09 am

Nayara se sobresaltó cuando la puerta se abrió dejando a la vista al demonio que la había salvado. No lo había tenido en cuenta hasta ese momento, puesto que pensó que se trataba de un sueño. Pero no, ahí estaba su caballero negro, con una bandeja de algo que emitía un olor delicioso. Pero no iba a demostrarlo, las buenas damas comen en su justa medida y con mucha educación, para mostrar su delicadeza y elegancia.

Se colocó el cabello a un lado del cuello con algo de coquetería, aunque enseguida se reprendió. A fin de cuentas ella estaba prometida desde hacía varios años con el hijo de un "amigo" de su padre.

- Buenas noches. Y no te preocupes por el hambre que pueda tener. Pero es todo un detalle por tu parte, por lo que no voy a denegar tu invitación a comer.- dijo con una leve sonrisa, no desconfiaba de ese demonio, dado que había tenido bastantes oportunidades de hacerla daño.- He dormido bien, gracias por preocuparte. Aunque ¿durante cuánto tiempo lo he hecho? No debería estar mucho por aquí, mis padres se preocuparán si no aparezco...

Le dio un pequeño mordisco a uno de los bollos. Saboreándolo lentamente, para que no empezara a comer sin control. No quería asustar al demonio con su voracidad, porque eso no era elegante, y por tanto, una verdadera dama no tenía que hacerlo.

por **Zayyn** Sáb Abr 19, 2014 7:26 am

El demonio sonrió de manera agradable, viendo como el ángel probaba el desayuno. No apartó su mirada rojiza de los ojos azules de ella, y sonrió levemente cuando la joven se apartó un mechón de la cara para colocarlo tras el cuello.

- Es cierto lo que dicen... -murmuró, casualmente, mirándola a los ojos.

Sonrió, como si hubiera algo que no se creyera del todo. Sacudió la cabeza, se rascó la nuca y se acercó a la ventana para mirar por ella.

- No te preocupes, has estado durmiendo un par de horas, aunque me hubiera gustado que fueran más para observaros más tiempo.

Dio un profundo suspiro resignado, mirando la Luna a través del cristal. Los rayos lunares iluminaban su rostro -el cual no llevaba casco- y sus cabellos, pintándolos de un plateado que resaltaba todos sus rasgos.

por **Julchen** Sáb Abr 19, 2014 8:40 am

Terminó de mordisquear el bollo, sin apartar la mirada del demonio, ahora que se percataba no llevaba el casco puesto, sin duda para poder descansar con más comodidad. Lo que la hizo sentirse vulnerable a la vista del demonio, lo que provocó que apareciera un leve sonrojo en sus pálidas mejillas. Aunque cambio su expresión azorada a una de extrañeza cuando el demonio murmuro algo que no venía mucho a cuento en la conversación.

- ¿Qué es lo que se dice?- sentía curiosidad por el comportamiento del otro digimon, sobre todo porque sospechaba algunas cosas, que la verdad, no le importaba confirmar.

Se ruborizó completamente cuando el otro le confesó que le hubiese gustado verla dormir más tiempo. Su mente soltó un poderoso "acosador", pero en su corazón, aún infantil e iluso, saltó de emoción.

- No es necesario que esté dormida para que puedas verme... A mí no me importa, siempre que sea un intercambio equivalente...

Con algo de esfuerzo se levantó de la cama para acercarse al demonio, se sentía atraída por esa apariencia a la luz de la luna. Era como un mosquito atraído al cazamoscas luminoso. Una trampa letal y bella a sus ojos.

por **Zayyn** Sáb Abr 19, 2014 9:19 am

Beelzemon sonrió, sin apartar la mirada de la ventana, cuando el ángel comenzó a acercarse a él. La sintió a su lado pronto. Entornó los ojos, aún mirando al astro nocturno, hasta que, en un momento dado, giró la cabeza en dirección a la mujer. Sus ojos rojos se clavaron en los azules y brillaron con emoción.

- Se dice... que las mujeres ángeles son tan bellas que brillan en la más oscura de la noches. Pero vos hacéis que a vuestro lado la Luna quede opaca e insulsa.

Beelzemon, sin apartar la mirada de ella, alargó una mano y acarició el rostro del ángel con sumo cuidado, como si estuviera hecho de porcelana.

- ¿Ahora entendéis por qué no quería dejar pasar un minuto sin veros? Si os despertáis, significaría que ya os encontráis bien, y que pronto marcharéis...

Suspiró, aparentemente abatido, con un brillo triste en los ojos, y retiró la mano del rostro de Angewomon.

por **Julchen** Sáb Abr 19, 2014 9:53 am

De nuevo se sonrojó con las palabras de su compañero de habitación, porque aunque en el fondo sospechaba que era un alago cualquiera, que poco tenía de real, le gustaba que la dijesen que era capaz de eclipsar un astro con su belleza. Porque las cosas como eran, no era para nada fea.

- Bueno yo no diría que tanto... Pero no te voy a quitar la razón, me gusta lo que dices.- respondió con una sonrisa, al igual que muchos de sus congéneres caía en la arrogancia.- Pero el que brilla aquí de los dos eres tú. No podría competir contra ti ni en cien años.

Porque ella lo veía así, a pesar de ser iluminada por la misma luz que él, ella se veía gris y apagada en comparación con su compañero, que parecía hacer que la luna le sacara brillos a su piel (Vampiro de corpúsculo detected! xD)

Se ruborizó cuando la mano-garra de él la acarició con mucha suavidad. El contacto le producía una sensación semejante a chispas eléctricas que la recorrían por todos lados, al igual que sentía mariposas aleteando con saña en su estómago.
Se entristeció al saber que todo lo que él decía era verdad, se tendría que ir en breve, pero en el fondo aún no quería marcharse, y bueno, sus padres podrían esperar un poco más de tiempo. Aunque le dolía dejar a su madre en el estado que estaba. Había perdido la ilusión por seguir viva, sólo ella era capaz de hacerla sonreír de vez en cuando.

- Bueno, no soy necesaria de momento. Mi padre se encargará de que todos estén seguros dentro de la ciudad. Así que, puedo tener unas vacaciones aquí, contigo.- dijo sujetando la mano del Beelzemon para que no la apartase de su rostro

por **Zayyn** Sáb Abr 19, 2014 11:27 am

Beelzemon sonrió cuando el ángel retuvo su garra en su rostro. Se acercó más aún a ella, dejando el rostro a escasos centímetros del de la joven. Entornó los ojos y ladeó la cabeza, intrigado, pero después depositó sus labios sobre los de ella, con suavidad, para no asustarla ni molestarla.

- Además, modesta...-susurró, sonriendo de lado. Luego se separó y se agachó un poco para que ambos pares de ojos estuvieran a la misma altura-. Lo siento por eso, pero no podía resistirme. He quedado prendado de vos.

Entrelazó los dedos de su garra en los de ella y retrocedió, tirando de ella con suavidad.

- Podéis quedaros el tiempo que queráis.

Dicho eso, volvió a acercarse a ella y la abrazó, de nuevo besándola en los labios, aunque ahora con un poco más de fuerza y pasión.

************************

El tiempo pasó inexorable, y con él, la relación entre el ángel y el demonio. Beelzemon sonrió mientras miraba por la ventana, todo marchaba sobre ruedas, y pronto podría dar fin a esos ángeles que se escondían en la ciudad. Había sido taaaaaaaaaaaaaaaaaan fácil engañar a Nayara, la pobre había caído en sus brazos con tan solo un par de palabras bonitas. Soltó una breve risa, le encantaba que las ángeles jóvenes fueran tan apasionadas e inocentes, porque así conseguía manipularlas a su antojo.

De repente, llamaron a la puerta de la habitación, y el demonio, extrañado e intrigado fue a abrir. Se topó con una mujer rubia, pero no se trataba del ángel, sino de su hermana que se había corrompido hacía tantos años, y que ahora tenía una apariencia muy similar a la del demonio motero. La recibió con una fiera y perversa sonrisa y la rodeó con los brazos, mientras ella se reía y de un saltó saltaba sobre él, rodeando su cintura con las largas piernas. Él la sujetó, y la llevó a la cama en la que había dormido la noche anterior con el ángel. La motera le besó con fuerza, mientras reía.

- ¿Cómo te fue con mi hermana?-susurró, mirándole a los ojos con un brillo perverso. Luego se puso a besarle por el resto del rostro.

El Beelzemon le acarició los cabellos y contrajo su rostro en una mueca malvada.

- Es una chiquilla bastante manipulable, la tengo comiendo de mi mano... Tal y como habíamos planeado.

- Excelente-susurró Beelkomon mientras le mordisqueaba la oreja-. Pronto la victoria será nuestra, y esos emplumados morirán.

por **Julchen** Sáb Abr 19, 2014 11:42 am

Nayara había perdido la cuenta del tiempo que había pasado en la torre, y a pesar de saber que estaba siendo mala por no volver a su hogar, no tenía ganas de ello. Se sentía feliz de estar en esa torre con su caballero oscuro, porque todo era sencillo y bonito. Incluso, había dejado de buscar a su hermana. No porque la odiase o le pareciese complicado, sino que estaba completamente distraída con su amorío. Aún era joven, y desde que no era más que un Salamon había amado las historias de amor. Así que, ser la protagonista de una, la extasiaba.

Salió de la bañera, aun con el cuerpo dolorido. Y no precisamente por las actividades que había mantenido por la noche, sino por el hecho de que sus datos habían tratado de evolucionar de nuevo. Llevaba años reprimiéndolo, tenía miedo a que no evolucionara en un ser sagrado, y que su padre decidiera atacarla también a ella. Tras salir, decidió ir a buscar a su querido amor, el cual aún debía seguir en la cama de su habitación, porque solía ser algo vago. Y las sábanas se le solían pegar bastante.

Pero antes de que abriera la puerta escuchó la risa de una mujer. Frunció el ceño pensando que se lo había imaginado, pero para asegurarse decidió abrir mínimamente la puerta para ver quién estaba dentro. Sus ojos se abrieron asombrados al ver a "su" caballero con otra mujer de cabellos rubios entre las sábanas. Las mismas en las que hacía unas horas ella también había estado retozando. El color le abandonó el rostro, y la ira llameó en su corazón.
Pero hubo algo que la dejó helada. La mujer habló de ella diciendo que era su hermana. ¿Era eso posible? ¿Esa zorra era Kali? Quedó horrorizada y se desplazó hacia atrás, hasta chocar contra la pared, mientras que los ojos acuosos derramaban lágrimas.

La habían usado, y ella como una tonta había dicho todo lo que sabía sobre la ciudad. Les había vendido a todos, pero en ese momento eso no era en lo que estaba pensando sino en que su hermana no la había querido nunca. Y aquél que creía que era su amor, le había mentido desde el principio.

Se quedó helada, congelada. Pero eso no fue más que unos segundos, porque luego corrió hasta el exterior, donde extendió sus alas y se alejó volando. No para avisar a los ángeles, como a lo mejor pensaban los que se encontraban en la cama si es que miraban por la ventana, sino a llorar en mitad de cualquier lugar donde no la molestasen.

El destino de ambas hermanas estaba cerca de sellarse...

por **Zayyn** Sáb Abr 19, 2014 12:25 pm

Beelzemon se posicionó sobre Beelkomon y la besó, antes de comenzar a quitarse la chaqueta de cuero casi con prisas. Sin embargo, la motera dio un grito ahogado y se levantó rápidamente. Había visto al ángel huir de allí por la ventana y eso solo significaba una cosa: les había pillado infraganti. Empujó al digimon, y señaló con una garra la entrada.

- Rane. Rane, para. Nayara nos ha descubierto-murmuró con un gruñido mientras se incorporaba y se asomaba a la ventana.

Beelkomon entornó los ojos, viendo como la figura del Angewomon se perdía en la lejanía. Frunció después el ceño, cuando se sintió rodeada por los brazos de su acompañante y besada en la mejilla. Intentó resistirse, pero lo cierto era que sus besos siempre la volvían loca... Pero aquel era un asunto serio, y debían arreglarlo.

- No pasa nada, Kali. Todo va bien, ella no irá directa a la ciudad, sino que se esconderá en algún lugar a sentirse desgraciada. Su "novio" la ha engañado, y ahora sabe que su hermana, que la odia, también.

por **Julchen** Sáb Abr 19, 2014 4:27 pm

Nayara simplemente se dejó llevar por las corrientes de aire, hasta alcanzar unas elevadas y extensas cumbres nevadas. En uno de los riscos se dejó caer, dando rienda a las lágrimas, que quedaban congeladas en su trayectoria por las mejillas, pero no la importaba. Lo único que ocupaba ahora su mente era el dolor de la traición. Porque sí, había sido una idiota en confiar en el demonio, pero al menos se lo podría esperar. Pero lo de su hermana... Eso sí que la dolía, la destrozaba el alma. Ella siempre había confiado en que su hermana aún sintiera algo de cariño por ella, que esos años de la infancia no se hubiesen borrado nunca de su memoria. Pero no era así. Su hermana la odiaba desde lo más profundo de su ser, y parecía haberse propuesto el dañarla...

Pues si quería causar daño y sufrimiento, eso es lo que tendría. Adiós a la hermana pequeña que adoraba a su hermana mayor. Ahora solo quedaba la fría cólera que le proporcionaba la traición. Y como buena hija de su padre que era, ahogaría cualquier sentimiento bajo el frío peso del deber.

por **Zayyn** Dom Abr 20, 2014 4:23 am

Unos días después, Beelkomon, también conocida como Kali, observaba desde su posición en la verde pradera la gran ciudad que antaño había sido su hogar. Sin embargo, les habían faltado segundos a sus habitantes para echarla de ella en cuanto supieron cual era realmente su naturaleza; y eso, era algo que iban a pagar. Durante todos esos años, se había sentido repudiada, fuera de lugar, se había sentido sola. No obstante, había habido alguien que la había aceptado tal y como era: Rane.

Los ojos rosas del antiguo ángel llamearon de rabia. Desplegó las alas, dispuesta a entrar allí y apagar la vida del hombre que la había echado de su vida. Inspiró hondo, y soltó un grito mientras que alzaba el vuelo. Una horda de poderosos demonios la siguió de cerca, ansiosos por destruir la ciudad y segar las vidas de sus enemigos naturales.

Todos volaron rumbo a la ciudad.

por **Julchen** Dom Abr 20, 2014 5:21 am

Dentro de la ciudad, nadie se esperaba el ataque, pero por suerte, Seraphimon como uno de los dirigentes de ella, siempre había obligado a que los guardias tuvieran un entrenamiento óptimo, y que la población supiese que hacer, o al menos poder ayudar en cuanto pudiera a los guardias.

Por ello, a pesar de que el ataque de los demonios les tomó de sorpresa, gran parte de la población pudo marcharse por las alcantarillas hasta lugares seguros, dejando en la ciudad a los que no podían moverse, o que no querían dejar sus casas. Y obviamente, a los militares, que intentaron con todas sus fuerzas resistir al inmenso ataque de los demonios. Pero el factor sorpresa les había causado mucho daño, así como que los demonios parecían conocer dónde estaban los puntos débiles.

Seraphimon, al igual que los ángeles de mayor rango, se habían quedado en el centro de la ciudad, defendiendo sus hogares así como el ayuntamiento. La única zona de la ciudad donde el poder sagrado parecía llevar la victoria.

por **Zayyn** Dom Abr 20, 2014 5:44 am

Una vez allí, los demonios atacaron a sus enemigos con uñas, dientes y garras, así como con sus ataques especiales. Los diezmaron fácilmente, todo gracias a la información que Beelzemon le había sonsacado a Angewomon. Kali había sido un ángel, sí, pero de eso hacía mucho tiempo, y era posible que a los ángeles les hubiera dado tiempo a cambiar algunas cosas. Por eso, mejor era obtener la información de uno de ellos.

Los habitantes escaparon, pero eso no sería un problema, morirían pronto sin un hogar en el que redugiarse. Y los que se habían quedado en sus hogares... bueno, digamos que esos dejaron de existir. Beelkomon daba órdenes a diestro y siniestro, y mataba a todo aquel que se interponía en su camino. Pronto, los ángeles que quedaban, se arrejuntaron en el centro de la ciudad, en donde pensaban que estarían seguros.

Era obvio que se equivocaban.

Kali avanzó lentamente a través de una calle, sonriéndo y apartando de su camino a los despojos angelicales que le salían al paso. Habían sido muchos años de entrenamiento y control de sus poderes, y ello no iba a hacerla perder. Además, ahí estaba también esa voluntad por encontrar al ángel que le había arruinado la vida. NADIE iba a impedir que lo encontrara y le diera su merecido.

- Well, well, well...-empezó a decir el demonio, al llegar al centro de la ciudad y ver a todos los ángeles defendiéndolo con uñas y dientes-. Al parecer, no hay huida posible...

por **Julchen** Dom Abr 20, 2014 8:52 am

Cherubimon al ver a todos los demonios reunidos, sonrió e invocó una tormenta eléctrica en el área, con cuidado de no tocar a los ángeles que se encontraban a su alrededor. Si bien, todos aquellos que no se encontrasen cerca de él o de Seraphimon, serían usados como sacrificios en pos de su victoria. Era algo que se tenía que asumir. Cayeron muchos demonios en comparación con los ángeles en dicho ataque.

Por su parte Seraphimon observó impasible a la que parecía comandarlos. Pero no había muestra alguna de reconocimiento. Para él, su hija había muerto hacía ya mucho, y los demás demonios no merecían ser recordados, dado que todos morían en las mismas condiciones: A sus pies.

- ¿Huir? ¿Para qué? Es una estupidez pensar que estamos tratando de irnos. Vosotros sois los que deberíais iros.

Él también invocó sus relámpagos, disparándolos hacia la motera y todos los demonios que había a su alrededor.

Off:
Heaven's Judgement: Calls multiple lightning bolts from the Heavens to rain down upon the enemy. These lightning bolts are white and are somberly summoned unlike Cherubimon (Vice) who calls them violently.

Ascension Hallow:Calls down powerful bolts of lightning.

por **Zayyn** Dom Abr 20, 2014 10:29 am

Beelkomon se apartó rápidamente en cuanto sintió que uno de los rayos caería sobre ella. Observó después con molestia como parte de su ejército se desvanecía ante sus ojos, todo obra del conejo de pascua ese. Sacó las escopetas de sus fundas y alzó el vuelo, disparando contra Cherubimon y los ángeles cercanos. Los demonios que habían sobrevivido la imitaron, esquivando así además el rayo de Seraphimon

- No hay salida, por que estáis rodeados-anunció la motera, sonriendo, desde el cielo. Efectivamente, más demonios entraron en la zona central desde el resto de las calles-. ¿Qué ocurre, padre? ¿Tanto tiempo ha pasado que ya no me reconoces?

Soltó una risotada y guardó una de sus escopetas para convertir su brazo derecho en un cañón de energía potencialmente mortífera. Apuntó directamente al que había sido su padre, pero que en esos momentos, no era muy diferente del resto de ángeles. A fin de cuentas, nunca había hecho el papel de padre como para que Kali le hubiese cogido cariño.

por **Julchen** Dom Abr 20, 2014 12:49 pm

Cherubimon invocó unos rayos en sus manos, gracias a los cuales bloqueó la mayor parte de las balas de la motera, para evitar salir dañado. Al igual que Seraphimon era veterano en las batallas, así que, no iba a ser tan fácil hacerle caer, y al igual que antes, en cuanto se libró de las balas hizo caer más rayos para reducir el número de demonios.

Por su parte Seraphimon miró de forma impasible a Beelkomon. No entendía a qué se refería, y aunque lo hubiese hecho, tampoco le hubiese prestado demasiada atención, porque para él, ella tenía la misma importancia que un digimon bebé que intentara derribarle, ninguna. Era molesta, pero nada más.

- No sé a que te refieres, pero yo solo tengo una hija. Y aunque es rubia, no se ve como tú. Ella es una dama, y tiene clase.- sí, lo decía sinceramente.

Al ver que la motera cargaba energía, el convocó su ataque más conocido: Siete cielos para contrarrestar el ataque que le lanzaban.

por **Zayyn** Lun Abr 21, 2014 7:22 am

Los demonios esquivaron los rayos de Cherubimon. Ya habían visto lo que este era capaz de hacer, y estaban prevenidos. Por eso, cuando el ángel rosado terminó su ataque, todas las criaturas oscuras lanzaron sus ataques contra él. Devimons, SkullSatamons, Lilithmons, Myotismons, Malomyotismons...

Kali, en cambio, se hallaba en una lucha de ataques contra Seraphimon. Su blaster fue anulado con el ataque de los siete cielos del serafín. Gruñó, frustrada, y cuando el contacto de ambos ataques terminó, se movió otra vez en el aire, sin dejar de tener a su enemigo en su punto de mira. Se quedó unos instantes mirándolo, con una sonrisa, pero después lanzó un grito de júbilo y, con su blaster, dibujó una extraña figura en el aire, una luminosa estrella de cinco puntas. por la que pasó el consiguiente rayo del blaster de Beelkomon, ahora con un aumento de poder debido al círculo mágico.

por **Julchen** Lun Abr 21, 2014 7:51 am

Los relámpagos por la velocidad que llevaban, fueron imposibles de esquivar por aquellos que tuvieran niveles inferior, exceptuando que fuesen anormalmente veloces, o que tuvieran mucha suerte. Por ello, el ejército demoníaco quedó bastante mermado, dado que como era normal, cuanto más bajo el poder mayor cantidad. Pero eso no le evito a Cherubi ser atacado por el resto de las fuerzas demoníacas. Sin embargo, muchos ángeles que había, se colocaron a su alrededor, haciéndole de escudo. Sabían que esa habilidad era útil, y por tanto, no les importaba acabar convertidos en huevos con tal de que pudieran vencer.

Seraphimon observó impune como los dos ataques colisionaban uno contra otro, eso ya era lo que se esperaba. Sin embargo, la beelkomon volvió a la carga. Solo que en el momento que fue a realizar dicho ataque, él alzó el vuelo, esquivando el rayo del blaster con elegancia, y a su vez, lanzó un siete cielos contra el costado de la motera.

por **Zayyn** Lun Abr 21, 2014 8:08 am

Beelkomon chasqueó la lengua al ver como su blaster era evitado de nuevo. Miró con furia desde su posición a Seraphimon, pero su atención se vio atraída por los demonios que caían. Además, Cherubimon no había recibido el ataque... al menos los ángeles que le había protegido habían muerto.

- Tsk...

Debía pensar rápido, su ejército estaba cayendo, cuando había sido en un principio el de los ángeles el que había quedado diezmado. Sin embargo, no debía de pensar en ello en esos momentos, sino en su enemigo, que la había vuelto a atacar. Kali gritó, alarmada, y trató de esquivar pero, en vez de eso, sucedió algo muy distinto. La motera no se movió, pero tampoco recibió el ataque, puesto que un escudo redondo y transparente la había envuelto y había bloqueado los siete cielos de Seraphimon. Kali parpadeó, sorprendida, pues no tenía ni idea de cómo lo había hecho, pero parecía que había descubierto otro poder... y no iba a desperdiciarlo.

Por eso, Beelkomon se lanzó contra el ángel, con una garra por delante envuelta en energía espiritual. Dispuesta a acabar con su padre.

Los demonios, mientras tanto, volvieron a lanzar sus ataques contra Cherubimon, ahora que este no contaba con ningún escudo de ningún tipo.

por **Julchen** Lun Abr 21, 2014 3:14 pm

Cherubimon como buen veterano que era, no retrocedió cuando vio que una nueva lluvia de ataques iba hacia él. De hecho, estaba bastante satisfecho que hubiesen tenido que atacarle tantos a la vez. Pero antes de morir, iba a dar su última voluntad en forma de dos relámpagos entre sus manos, que eran lanzas, que disparó hacia dos de los demonios más poderosos que había.

Seraphimon seguía sin mostrar nada en su rostro. Ni satisfacción por ver como le golpeaba, ni sorpresa al ver que había aparecido un escudo. Simplemente se quedó indiferente a todo lo que pasaba, no le importaba ni le interesaba lo más mínimo esa chica.

En cuanto ella se dirigió hacia él, simplemente le lanzó un Ascension Hallow, dado que tardaría unos segundos en llegar, al haber estado antes peleando a distancia. El ataque cegaría a la Beelkomon, dado que se "escurriría" por el escudo al impactar contra él. Y aprovechando esos segundos, se elevó en el aire, para lanzar otro siete cielos. La técnica era sencilla, rompería el escudo. Mantener uno durante mucho tiempo era agotador, y suponía que ella no podría volver a lanzarlo, no al menos, hasta que hubiese pasado más tiempo.

Off: Ascension Hallow:Calls down powerful bolts of lightning.

por **Zayyn** Lun Abr 21, 2014 4:27 pm

Dos demonios de menor nivel se colocaron frente a los que iban a recibir los rayos-espada para protegerlos al ver las direcciones a las que Cherubimon apuntaba. De esa forma, los digimons que más poder tenían quedaban intactos. Era la misma estrategia que habían utilizado los ángeles anteriormente, pero los demonios tenían escusa, a ellos no les importaba usar a peones para sus planes malévolos, porque tenían sus corazones ennegrecidos.

Kali, mientras tanto, se estaba hartando del ángel. Sabía que era veterano, pero nunca se había imaginado que le costara tanto.¿Se había entrenado durante tantos años para qué? ¿Para nada? De eso nada, ahora no se iba a rendir, no cuando su victoria estaba cerca. Gruñó cuando su escudo le impidió ver a través por culpa del ataque de Seraphimon, pero esperó a tener de nuevo una vista clara del ángel. Sin embargo, cuando la "luz" del ataque se desvaneció, el serafín ya no estaba allí, y Beelko se dio cuenta de su error cuando algo golpeó en su escudo, rompiendolo en pedazos.

- ¡¿Qué?!

Miró a su alrededor, entre furiosa y confundida, pero al ver al Seraphimon a unos metros de ella, soltó un fuerte grito de rabia.

- ¡¡Tú!!-¿Cómo había roto su escudo? ¡Si todavía le quedaban tres golpes! ¡Se suponia que debía de aguantar hasta entonces!

Kali entendió, frustrada, que aún no controlaba bien los efectos de ese escudo, y que por eso, por su mal uso, se había roto antes. Miró a Seraphimon con infinita cólera, hasta el punto de que casi no era capaz de vislumbrar otra cosa, y que solo se quedaría a gusto cuando este, muriera.

- Esto se va a acabar-agarró su pistola y apuntó con ella y con el blaster a su "padre". Luego, desencadenó una lluvia de balas y rayos de energía sobre él.

por **Julchen** Mar Abr 22, 2014 1:37 pm

Cherubimon cayó finalmente, pero eso no significaba que era el final de los ángeles. Puesto que los refuerzos de otras ciudades comenzaban a llegar, avisados por algunos de los habitantes de la ciudad más veloces. El tiempo de los demonios allí se acababa.

Seraphimon, continuaba el combate contra su hija. Sus ojos brillaron con una sangrienta felicidad en el momento que el escudo se reventó, ahora el combate ya sería más fácil y sencillo. Aunque... No contó con que la chica se enfadaría, así que, simplemente comenzó a volar a toda velocidad por la zona, tratando de esquivar las balas y los blasters. Parecía que ya iba a evitar todos sus ataques, cuando algo hizo que el gran guerrero, se distrajese lo suficiente como para recibir el último disparo del blaster. Que le lanzó contra una pared, en tan mal ángulo que se quebró varias alas. Por suerte, la armadura le había protegido en parte del ataque. Pero ahora con la movilidad reducida, y aturdido el combate le iba cuesta arriba.

Pero por primera vez, ganar no le importaba.

El por qué, tan sencillo como un Beelzemon que acababa de salir por la ventana de la habitación de su esposa, enferma desde hacía seis años, agarrando a esta de los pelos. La Ophanimon, en los recuerdos de Kali, debía ser un reflejo de belleza, poder y seguridad. Sin embargo, ahora estaba consumida. Su piel estaba pálida y pegada a los huesos, profundas ojeras enmarcaban sus ojos y su cabello estaba completamente revuelto.
La dama sagrada ponía expresión de dolor al ser arrastrada de los pelos, pero no emitía sonido alguno por su garganta.

- Vaya, mi querida Kali, veo que eres un poco lenta, esperaba darte tu regalo cuando ya hubieses matado a ese Seraphimon... Al parecer me equivoqué y resultas ser tan compasiva como estos- dio un tirón a la madre.- Estúpidos empludos. Acaba con él, y podrás acabar también con ella.

Solo había maldad en los ojos de Rane (la rana). Si mataba a ambos es que ella ya estaba tan corrompida que nunca volvería a demostrar nada bueno. Si no, bueno, le habría sido útil. No era más que un peón en sus planes, y no tenía ni la más mínima pena por deshacerse de ella.
Sin embargo, no contó con que llegara la cuarta, o quinta en discordia.

- ¡Mamá! ¡Suéltala ahora mismo, maldito!

por **Zayyn** Mar Abr 22, 2014 2:59 pm

Kali relamió el sabor de la victoria en sus labios cuando vio que su blaster golpeaba al ángel. Y para más suerte, este salió despedido hasta estrellarse en una esquina de un edificio, produciendo un doloroso "crack" al quebrar sus alas como consecuencia. Con una sonrisa, Beelkomon comenzó a avanzar hacia él para rematar la tarea con sumo gusto, mientras su mano se llenaba de sombras mortíferas. Sin embargo, un rápido movimiento la hizo detenerse para observar qué ocurría.

Beelzemon acababa de dar acto de presencia, saliendo de una ventana riendo y hablando, pero no iba solo, pues en una de sus garras, amarraba los cabellos de un ángel femenina, rubia, con rostro pálido y demacrado, y con una expresión de dolor en este, a pesar de que no emitía sonido alguno. Kali la miró fijamente,con un brillo de duda en sus ojos rosados. Aquella, era su madre. La que le había dado la vida, la que la había cuidado y protegido... Pero también ella le había abofeteado y que tampoco había intentado entenderla cuando se corrompió.

- Tsk...-apartó la mirada de Ophanimon, mordiéndose el labio inferior, pero rápidamente, agarró con una de las garras el cuello de Seraphimon, sin dejar que se separara de la pared-. Ya te lo dije, no hay salida-Sin la menor expresión en su rostro, la motera atravesó de manera rápida y certera el corazón del ángel-. Hasta nunca, padre.

Extrajo la garra del pecho del ángel, llevándose consigo algunos datos de este. Seguidamente, no permitió que los datos restantes se reunieran en un digihuevo; inspiró hondo, y ella misma los absorbió.

por **Julchen** Mar Abr 22, 2014 3:30 pm

Seraphimon miró a Beelkomon, sin miedo en su mirada, sabía cual era su final. Pero no le importaba para nada, de hecho eso era lo que estaba esperando. En cuanto la garra atravesó la armadura limpiamente, sonrió por primera vez. Pero no era una sonrisa de liberación, sino una que mostraba una maldad única, puesto que era un ser sagrado.

- La victoria es mía... - musito.

Pero, ¿a qué se refería? Nada más y nada menos a la menor de sus hijas. Siempre había tenido un caracter suave, no llegaba a odiar a los demonios, y a pesar de ser habil en el combate, siempre se reprimía porque no le gustaba hacer daño. Ella siempre había pensado que en los demonios abundaba la bondad. Pero ahora, tras ver como su madre era maltratada, y su padre había sido asesinado por su propia hermana, su corazón clamaba venganza. El perdón ser había vuelto castigo...

Los datos de Seraphimon, revolotearon alrededor de Kali, pero no, no fueron absorbidos por ella, dado que otra persona también tiró de ellos. Además de la voluntad del propio muerto. La que recibió dichos datos fue Angewomon. Su cuerpo brilló. Ahora le daba igual si también se corrompía como su hermana, quería que hubiese justicia contra esa... Esa que no merecía ni ser tratada como un ser racional.
Nayara se transformó en Ophanimon, solo que con una única diferencia, no llevaba la lanza, sino a Excalibur, un "regalo" de su padre al final.

Sin embargo, antes tenía que hacer algo. Salvar a su madre de las garras del otro demonio. Así que, se dirigió hacia Rane, con la intención de cortarle en dos. Pero él, como poderoso demonio que era, podía haberla detenido sin problemas. Pero prefirió aumentar su diversión, así que, se dejó caer al suelo, como si le hubiese herido para mirar hacia Kali.

- Kali, ¡detenla!... Está loca.

Si todo iba como debería ir, amabas hermanas acabarían en una pelea. Absurda y estúpida, pero de la que él se iba a divertir mucho.

por **Zayyn** Mar Abr 22, 2014 4:00 pm

Beelkomon sonrió, pero fue aún más perturbadora la sonrisa que su padre le dedicó; nadie diría que esta pertenecería a un ángel, sino a un malévolo demonio. Por ello, al sentir que parte de los datos no se introducían en su cuerpo, se dio media vuelta y buscó aquello que atraía tanto a su recompensa.

La imagen de su hermana Nayara, mirandola fijamente, con los ojos abiertos y enrabietados, la asustó, pero no por lo que pudiera hacerle, sino porque conocía a Nayara, y jamás la había visto así, tan tenebrosa y con tanta ansia de sangre.

Kali agitó las alas, al ver como también intentaba atacar a Rane, porque eso fue lo que la despertó de su fantasía. No, no eran hermanas ya. Ella era un demonio, y su hermana un ángel. No iba a perdonarles tan fácilmente el que todos la hubieran abandonado.

- ¡Aléjate de él!-gritó la motera, placando a ahora Ophanimon. Se armó con el blaster, y la apuntó, dispuesta a disparar si era necesario.

por **Julchen** Mar Abr 22, 2014 4:34 pm

Nayara gruñó cabreada al sentir como la placaban ahora que iba a cortarle la cabeza a esa mierda que la había engañado y jugado con sus sentimientos. Suerte que ahora ya no quedase nada bueno dentro de ella. No era más que un reflejo de su propio padre. Toda la bondad, la compasión, el amor y la confianza habían desaparecido para dejar paso a la ira, a la frialdad y a la justicia.

- Aléjate, asquerosa zorra.- gruñó enfadada. A pesar de llevar el casco, se podía notar la mirada de odio que trasmitía a través de este. Ahora era como una especie de reflejo de su padre, aunque su apariencia fuese distinta.

Sin embargo, fue lenta para esquivar el ataque... Aunque por "suerte" no le dio. A fin de cuentas, su madre se había interpuesto entre las dos, recibiendo el disparo, que la atravesó de lado a lado, al no llevar su armadura. Por suerte su interrupción hizo que el rayo desapareciera.
La madre, avanzó lentamente hacía Kali, a pesar de los datos saliendo de ella, hasta llegar a abrazarla.

- L-lo... Si-siento... Tan-tanto... Debería... Haberte ayudado... Pero... N-no sa-sabía... Lo que te... Pasaba... Perdoname... - murmuró con dificultad. Con su antigua voz suave y delicada ahora ronca por todos los años en los que había dejado de hablar y también por el dolor que sentía.

Antes de desaparecer del todo le dio un beso en la frente a su hija mayor, y después sus datos se unieron a los de Kali. Por la mente de la demonio, pasaron las imagenes que había almacenado su madre en los datos, desde el amorío con su padre, pasando por la felicidad que había sentido cuando ella nació, o la alegría que era jugar con ella. Además del aumento de su felicidad al tener otra pequeña hija. También le llegaron el miedo que pasó su madre en aquél día, al igual que el temor y el arrepentimiento de los posteriores a eso.
Su madre siempre la había querido, y se había preocupado por ella, a pesar de que fuese un demonio.

Nayara por su parte, se quedó congelada. Clavada al suelo, sin moverse ni un ápice desde que había visto a su madre interponerse. Sin embargo, cuando esta estalló en datos, el odio que sentía hacia su hermana se incrementó de manera exponencial.

- Ojala supieras lo que es perder a alguien que amas, pero con tu corazón putrefacto dudo que puedas hacerlo alguna vez.- la escupió las palabras con un desprecio que casi parecía tener solidez.- Jamás te perdonaré, ni aunque mueras entre los más horribles sufrimientos.

Alzó el vuelo, yéndose del lugar. No tenía nada que la atara a ese lugar, y aún no estaba acostumbrada a esa forma. Pero lo haría, y en ese momento, ningún demonio se libraría de su cruzada contra ellos.

- Volveremos a vernos pronto, asesina...

Esas fueron sus últimas palabras antes de desaparecer.

por **Zayyn** Miér Abr 23, 2014 7:52 am

Kali parpadeó repetidamente. Le acababa de parecer ver de nuevo a Seraphimon frente a ella, más allí sólo estaba Nayara, evolucionada y armada con la antigua arma de su padre, más poderosa que nunca. Le dedico una mirada desafiante, tratando de provocarla para que fuera a por ella y poder al fin empezar la verdadera pelea. Hermana contra hermana, amiga contra amiga. Demonio contra ángel. Sin embargo, el rayo de su blaster que había esperado que ella esquivara, no fue evitado, ni tampoco dio en el blanco. No, alguien se había interpuesto para proteger al ángel digimon y recibir por ella el ataque. Kali entornó sus ojos, al ver a otra Ophanimon, a su propia madre, que se había arriesgado para proteger a su hija pequeña.

Lo que quedaba del rayo se desvaneció en el aire, desapareciendo entre pequeños destellos en el aire. Kali dejó caer su brazo derecho, el cual portaba la mortífera arma que había alcanzado a su madre. Qué irónico, ella le había dado la vida, pero a cambio, había recibido la muerte por parte de su hija primeriza. La motera abrió los ojos de par en par, sorprendida, y retrocedió unos pasos cuando la madre caminó hacia ella hasta abrazarla. No trató de desasirse, su cuerpo estaba tan sorprendido, que se había quedado en shock, y le era imposible mover un músculo. Tampoco prestó atención a su hermana, la cual ahora estaba en su mismo estado, pero porque no era importante en ese instante.

- L-lo... Si-siento... Tan-tanto...-Beelkomon tampoco se movió cuando ella la rodeó con sus brazos, sin ninguna intención de hacerla daño-. Debería... Haberte ayudado... Pero…-contuvo la respiración, expectante-. N-no sa-sabía... Lo que te... Pasaba... Perdoname...

Los ojos incrédulos de Kali se abrieron al máximo, con horror, sin poder concebir lo que estaba sucediendo. Su madre, esa mujer tan fuerte y dura que la había criado, y que había parecido darle la espalda… En realidad, nunca había tenido ni idea de cuál había sido el mal de Kali. Esta la miró, con los ojos desorbitados, y trato de abrazarla otra vez cuando el ángel se separó de ella. Sus ojos estaban anegados en lágrimas, pero ni siquiera se daba cuenta de ello, a pesar de que cada vez que las lágrimas se derramaban lo veía todo medio borroso.

- Ma… Ma-Madre…-su voz se cortó, incapaz de continuar hilando una sola letra más. No tenía nada que pudiera decir, no tenía voz, ni valor para decir lo que sentía. Porque en realidad quería disculparse, lo deseaba con toda su alma, pero sabía que lo que había hecho era imperdonable y no se merecía redención alguna. Se había dado cuenta demasiado tarde de su error.

El cuerpo de Ophanimon se disolvió entonces, y sus datos volaron para unirse a la esencia de quien los había separado: Beelkomon. De repente, la demonio sintió un brusco torrente de recuerdos pasar por su mente, pero no recuerdos suyos. Vio a su madre casándose, siendo feliz cuando su primera hija nació, cuando jugaba con ella. Sintió un nuevo torrente de felicidad, tampoco suyo, sino de su madre, al revivir desde los ojos de ella el momento en el que su hermanita, su razón de ser, nacía. Y finalmente, después de la felicidad, llegó el dolor, como algo bueno que siempre termina.

Kali cayó al suelo de rodillas, en el mismo momento en el que sus alas y el cañón del blaster desaparecían. Se llevó una mano a la boca, la cual pronto se llenó de las lágrimas que discurrían sin temor y sin poder ser detenidas por todo su rostro. Sintió que su corazón, el que había ocultado tras una alta muralla congelada, hervía antes de agrietarse y romperse en mil pedazos. Su cuerpo se quedó vacío, sin nada en su interior, sin ningún motivo por el que seguir moviéndose.

Ni tan siquiera, cuando sintió el aura de desprecio y aborrecimiento que emitía su hermana.

- Volveremos a vernos pronto, asesina…

por **Julchen** Miér Abr 23, 2014 12:56 pm

Con la marcha de Nayara, Beelzemon se levantó del suelo, chasqueando la lengua, disgustado por el hecho de que una de las hermanas siguiese viva. Al parecer, su "querida" aprendiza no había conseguido corromperse del todo. Porque ahora lloraba a lágrima viva desde que se cargó a esa emplumada que le había dado la vida.

- ¿Se puede saber qué pasa? Era solo una emplumada más, no entiendo por qué estás llorando. A menos... Que seas tan débil que estés de su lado. aunque no me extraña, naciste siendo un adorable cachorrillo de luz. Una "pena" que te arrancara todo lo que te hacía ser pura.

Ya no era importante que siguiese sin saber quién la había arrancado su anillo sagrado. A fin de cuentas, no era más que un peón para acabar con Seraphimon, dado que al ser su hija, debería causarle más problemas al digimon sagrado matarla. En eso se había equivocado, pero al menos ya no estaba ese molesto ángel, y de aquí a poco podría conquistar el resto del mundo digital, para llenarlo de oscuridad.

por **Zayyn** Jue Abr 24, 2014 4:49 am

Kali se quedó en un estado de shock, en el que no era capaz de percibir nada externo a ella. Gimoteó en varias ocasiones, intentando, en vano, de controlar sus tembleques, y de dejar de sentir ese frío que se había colado entre sus huesos. Una fuerte brisa la azotó sin piedad, como castigo por lo que había hecho, aunque en el fondo, eso era cosquillas comparado con lo que en verdad se merecía.

- Madre...-dijo, en un susurro roto, aun con las lágrimas recorriendo su rostro. Una violenta brisa le azotó el rostro, como si ese fuera su castigo, aunque era obvio que aquello, era una minucia comparado con lo que en verdad se merecía.

Se llevó una mano al corazón, desanimada, sintiéndose profundamente desgraciada. Ahora lo veía todo claro, pero era demasiado tarde. Efectivamente, era una asesina. No solo había matado a inocentes y a su propio padre, sino que se había llevado también la vida de su madre, la única que la había querido a pesar de ser quien era, a pesar de saber lo que había hecho.

Sintió a su espalda a Beelzemon, pero no trató de ir con él, no tenía fuerzas, pero confiaba en que este se agacharía a su lado y la abrazaría para consolarla. Sin embargo, lo único que obtuvo de él, fueron duras y frías palabras... Y una insinuación. Beelkomon se dio la vuelta, sintiendo aún los estremecimientos y tembleques de su cuerpo, pero mirando a su amado sin comprender.

- ¿Qué...?-Musitó con voz ronca, mientras negaba con la cabeza. ¿Que le arrancó todo lo que le había hecho ser pura? ¿Qué quería decir con...?- No... puede... ser...

Le miró con los ojos muy abiertos, pero también muy rojos debido a la irritación de las lágrimas. En esos momentos, mirándole, Kali percibió en los ojos de Beelzemon el mismo color rojizo de aquellos ojos que la habían acosado hasta en las pesadillas, los ojos del que le había arruinado la vida. Entonces, ¿todo había sido un montaje? ¿Una pantomima? ¿Devimon en realidad la había dejado escapar con su hermana? Comprendió, demasiado tarde, que su encuentro con Beelzemon, cuando había huido de la ciudad, no había sido fortuíto.

Su vida había sido una mentira.

Fue entonces cuando sus piernas le temblaron, tuvo que apoyar las manos en el suelo para no caer desvanecida, pero aún así, sintió fuertes náuseas, y nada pudo evitar que echara afuera todo lo que había comido con anterioridad, debido al mareo. Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas, y su rostro se contrajo en una mueca de desesperación.

- Eres un... Eres un...-Kali alzó la mirada para clavarla en él. Sus ojos brillaban con rabia, impotencia y desesperación. Se levantó como pudo, aún tambaleándose-. ¡Canalla! ¡Monstruo! ¡Me has engañado!

Beelkomon avanzó hacia él, disminuyendo apenas el metro que los separaba, y con rabia, descargó sobre él una de sus garras, imbuida en sombras.

por **Julchen** Jue Abr 24, 2014 2:25 pm

Él se rió ante la expresión que puso la rubia, le importaba poco o nada lo que pudiese pensar o decir de él. A fin de cuentas, no la veía nada más que como a una herramienta que ya había cumplido su función, y que era inútil al haberse roto su filo.

Bloqueó su garra sin dificultad alguna, y le propinó un rodillazo en el estómago.

- Nunca has sido muy lista... Ya deberías saber que eres demasiado débil para mí. O para cualquiera de mis verdaderos guerreros. De los cuales, es obvio que no formabas parte, eras demasiado débil, crédula y estúpida para ser alguien en el que "confiara". Pero estuvo bien hacértelo creer.- sonrió de manera taimada.

Lilithmon se acercó a ellos dos, abrazándose a Beelzemon en el proceso, a pesar de que solo estaba allí para avisar de que se acercaban los ángeles y que tenían poco tiempo allí. La demonio miró de manera burlona a Kali, demostrando su desprecio hacia ella.

- Lamento decir, "preciosa", que me voy ya. No me apetece pelear contra un ejército entero de emplumados, sobre todo ahora que mi primer objetivo está cumplido. Esperemos que te hagan sufrir mucho cuando te encuentren.

Dicho eso alzó el vuelo, convencido de que Kali no tendría suficientes energías para huir. Y en caso de que pudiera hacerlo, le daba igual. Ya no tenía por qué preocuparse en mantenerla viva.

por **Zayyn** Jue Abr 24, 2014 3:07 pm

Kali dobló su cuerpo en cuanto la rodilla de Beelzemon dio con su estómago. La motera se quedó sin aliento, con los ojos muy abiertos, y de nuevo cayó de rodillas. Las lágrimas regresaron a sus ojos al esuchar tales palabras del demonio que la había cuidado y acogido durante tantos años. Él había sido su maestro, a la vez que su compañero. Aquel con el que Kali había pensado vivir durante toda su vida.

- Ni siquiera me amaste un poco...-no era una pregunta, sino una afirmación de la que ella misma se había dado cuenta.

Dos lágrimas resbalaron de sus ojos cuando el rostro de Kali quedó frente al suelo, con los cabellos rubios colgando a los lados de la cara. No quiso mirarle, ni a él, ni a la digimon que acababa de aparecer y que parecía ser la que realmente ocupaba un espacio en su corazón... O quizás no, y Rane la tenía tan engañada como a ella todo ese tiempo.

Cuando ambos se fueron, Kali se quedó sola, en el centro de la ciudad, justo cuando comenzaba a llover de unas nubes tan negras como su suerte... o como su destino. Escuchó entonces gritos, y pasos, y se obligó a levantarse y a salir de allí. Acabó consiguiéndolo, aunque a pasos torpes, y pronto acabó dedigievolucionando en Salamon, al no tener fuerzas físicas ni mentales como para mantener la etapa mega. Con pesadumbre, salió de ese lugar, arrastrándose por las calles y viendo apenas por dónde iba...

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