Virus marítimo Parte 2, El castillo de los temores.

Luego de haber sido succionado por ese portal, me había despertado en un suelo pavimentado, el cielo era oscuro y estaba justo en frente de la entrada de un gran castillo, era un inmenso lugar, lo que me impresiona es la energía que esta emitía, por algún motivo me sentía con miedo, y después me levanto intentando buscar a los demás.

Eh... ¿Qué es este lugar?... ¿Dónde están los demás?... -Dije, ya que no veía a ninguno de mis amigos, ni siquiera veía a Dorumon- Esto es peligroso... ¡Ese maldito Virus nos esta gastando una broma!-Dije enojado, de inmediato las puertas grandes del castillo se abren, como si me estuvieran dejando entrar, luego recordé algo que me dijo el virus que seguíamos... "Bienvenido al Castillo de los Temores"... ¿Sera este el lugar?, ¿es este el castillo de los temores?.. No tenia tiempo para hacerme preguntas, por lo que entro con un poco de miedo, y manteniendo la valentía. Luego de caminar bastante dentro del castillo, me doy cuenta de que mientras mas avanzo mas miedo agarro además el castillo no parece tener fin, mientras mas caminaba mas se hacia largo la sala, ¿Por qué sera? - Donde están todos... ¡Dorumoooon! -grite su nombre para ver si me escuchaba, pero nada, Dorumon no estaba cerca- ...- De la nada, una gigantesca puerta se forma delante de mi, yo me quede con los ojos bien abiertos tras ver como se formaba en frente mio, y esta se abre, Yo tras ver como la puerta se habría, decidí entrar, ya que de seguro me conduce a una pista, pero también puedo pensar que se trata de una trampa, de todas formas no tengo otro lugar al que ir, el castillo es inmenso y veía que no tenia ninguna otra puerta, por lo que entro a esta, y, después de unos minutos, esta se cierra violentamente-

Un meteorito cae sobre la corteza terrestre eliminando todo de la faz de la Tierra, un ángel cae y vuelve a comenzar la historia de la humanidad nuevamente, mil años de luz seguidos por mil años de oscuridad eran imparables cuando… -¡¡ACHII!- pego un pequeño bostezo y enseguida me doy cuenta que estuve dormido todo ese tiempo, sin mi D-Cyber, sin amigos ni compañeros, solo en un balcón frente una gran puerta de madera antigua que se encontraba con telarañas, me encontraba en la parte más alta de una especie de torre sin ánimo de hacer algo.

Mire al horizonte para ver si conocía el lugar, me parecía conocido pero al mismo tiempo no, era el Digimundo pero no el ‘’mismo’’ Digimundo -¡Lopmon!- nadie me contestó, la guadaña yacía a un lado mío sola ¿Y el bastón? De seguro lo tendría Lopmon y lo utilizaría para encontrarme.

Mire directo a la puerta y jadee un poco, no tenía muchas opciones en cuanto que hacer en este tipo de situaciones, así que primero pensé en que había pasado de lo cual solo tenía dos opciones: 1_Me fui de fiesta y quien sabe que paso ayer o 2_Convatimos a un Digimon virus que perseguía a un amigo y terminamos aquí… Decidí tomar la elección número 1 y entrar nuevamente a la fiesta junto con la guadaña para ver si alguien había visto un conejo con tres cuernos.

el humo comenzó a disiparse y dejo a la vista el cuerpo de un Joven muerto. El tiempo pasaba en las almenas de un castillo, pero nada cambiaba. - ...ugh... - el cuerpo se movió como si lo hubieran reanimado de entre los muertos. - Caña... como la detesto. - El chico se levanto con dificultad y contempló el lugar. - bien... creo que me e equivocado... - Sacó algo de uno de sus bolsillos. Un aparato de seguro electrónico que parecía un celular. - Al parecer mi Digivice sigue intacto. - a la vez que dice esto se palpa sacando de entre sus ropas un colgante. - Al igual que el Emblema. Que suerte hemos tenido ¿no Agumon? - hablaba con alguien como si estuviera acompañado, pero la verdad es que no había ni un alma a su alrededor. - ¿Agumon? ¿Astaroth? si es esto una broma no es divertido... - el muchacho comenzó a dar vueltas por el lugar, buscando a alguien tal vez escondido. - de seguro esta escondido dentro, esperando a que lo busque para asustarme... - descendió por las escaleras, gritando de vez en cuando un nombre. - ¡Astaroth!

Luego de pasar por la puerta me di cuenta de que lo que había del otro lado era pura oscuridad, de repente la puerta se cierra fuertemente, sin dejarme nada de luz, y como era de esperarse, nada bueno termino pasándome- ¿Eh?... ¡Carlos, Agumon... Fary, Lopmon!..... Espero que estén bien.. -Luego de decir esto, una luz grande pero no muy fuerte ilumina todo el lugar, yo solo me quede paralizado de ver como todo a mi alrededor era... Una especie de baba roja que pasaba por las paredes como si fuera sangre, esto me alarmo, y lo primero que hice fue dar un grito de miedo, ¿Donde estoy?, la puerta por la que pase no estaba, y de repente me encuentro en esta habitación tan horrible- De seguro.. ¡De seguro esto es un truco!... Ese maldito virus debe de estar jugando conmigo.. -Dije alarmado, mientras demostraba un poco de miedo.

Luego de unos minutos, la baba roja que estaba por las paredes empezó a bajar a el piso, y esta se dirigía a mí, lentamente.. y yo me preguntaba como salir de esta situación. Luego de unos segundos, la baba roja toca mis pies, luego sube por mis piernas hasta que queda en la parte de mi estomago, esta cosa, sea lo que sea me esta intentando succionar ¿Hasta cuando seguiremos con eso? - ¡¡Alejate de mi cosa rara!! -Grite alarmado, mientras pedía ayuda, luego, veo como esta baba ya llega a mi cuello, y mientras me agitaba para salir, la luz se iba apagando poco a poco-

Entre al interior del gran castillo, tras el fuerte golpe de la puerta detrás de mi no logre ver nada de nada… Me encontraba en una completa oscuridad y vacío, si tuviera aun el radar sabría para donde ir y si tuviera el D-Cyber crearía una esfera de energía para ver el camino pero me encontraba solo, en la oscuridad, sin un lugar a donde ir, sin mis amigos, otra vez tan solo…

-¿Qué haces en un lugar tan vacío como este…?- una gran luz sale del techo y apunta al centro de la habitación donde se muestra la silueta de un pequeño niño con heterocromía, él parecía tener como unos 5 años -¿Qué haces en un lugar tan vacío como este?- insistió, cuando me di cuenta de quien era supe que no estaba en una fiesta y me habían dejado a mi suerte.

Di unos cuentos pasos al frente sin acercármele mucho -Te puedo preguntar lo mismo…- nos miramos a los ojos, en sus manos tenía una pequeña libreta de dibujos y un crayón rojo -¿Qué haces aquí? ¿Joven Paraqiel?-.

Nos mantuvimos en silencio, ninguno quería responder a la pregunta del otro, ninguno quería saber la respuesta de uno mismo, ninguno quería afrontar la verdad, pues la mentira era lo único que nos quedaba en estos momentos, una mentira tan vieja como era nuestra existencia entre los distintos mundos de este multiverso.

Al bajar por las escaleras di con una gran puerta de madera que estaba abierta, cruce su umbral algo enojado. - ¡Ya sal de donde quiera que estés! - La puerta se cerro detrás de mi con un estruendo que me hizo saltar. - ¡Basta! - Ordené al viento esperando a que alguien me escuchara.

Caminé por el cuarto, antiguamente podría haber sido donde la guardia del castillo guardaba sus armas. - Que peligroso sería tropezarse con una de esas... - Al decir eso estaba mirando unas viejas hachas que si bien estaban muy oxidadas aun tenían un filo mortal.

En el centro de la habitación habían tres siluetas, al parecer estaban encadenadas y amordazadas. - ¿Están bien? - Me estaba acercando para ver de que se trataba - ¿Necesitan ayuda? - las siluetas cada vez eran más visibles. - Si están en problemas podría ir por... - Me detuve en seco, ahora podía identificar a dos de las tres siluetas. - ¡¿Mamá?! ¡¿Papá?! - Corrí en su dirección, nada en ese instante me importaba más que ayudar a mis padres... si tan solo hubiera visto por donde pisaba... - ¡¿Porque están aquí y quien les hizo esto?! - Mientras decía estas palabras tropecé con un cable trampa que estaba en mi camino, ya estaba resignado a que algo cayera del cielo y me aplastara. Vería a mis padres y a una chica rubia sufrir mientras moría desangrado. - ...Adiós... - Una lagrima cayo por mi mejilla, pero para mi sorpresa seguía vivo.

Unas trampillas se abrieron debajo de los pies de los tres prisioneros y quedaron colgando como si fueran extrañas campanas de un monasterio.

Mi expresión fue una mezcla de terror, pena e ira. Mis padres habían muerto y todo había sido culpa mía.

La baba ya había llegado hasta mi frente, y no podía respirar más, el miedo que tenia era inmenso, me estaban torturando de una manera muy fuerte - ¡MmMmm! -Lo único que se escuchaba de mi eran gemidos, de repente la baba llega a taparme por completo. Luego de unos minutos, la baba deja su forma espesa para convertirse en agua, despues esta me baña y quedo mojado, caigo de rodillas y respiro hondo, de inmediato me doy cuenta de que el lugar en el que estaba no era el mismo, ahora estaba dentro de mi habitación, cuando de repente las paredes caen de una manera estruendosa y el exterior solo era más oscuridad.. Después veo a Dorumon corriendo de unas terribles sombras, tenían un aspecto espantoso y hasta parecían demonios - ¡Dorumon ven para acá! - Le pido que venga conmigo para protegerle pero este solo grita una sola palabra-

¡SALVAME, SALVAME, SALVAME... ¡SALVAME WALTER! -De repente su cuerpo empieza a chispar datos, mientras va desapareciendo poco a poco, yo tras ver esto me quede impactado y asustado, Dorumon estaba siendo destruido, y me di cuenta que eran aquellos dos Monstruos los que estaban matando a Dorumon-

¡DEJENLO! -Grito con desesperación por salvar a mi compañero, luego corro hasta el pero con cada paso que daba me retrocedía hacia atrás- ¿QUE ESTA PASANDO? -Grito asustado , después llegue al punto de no poder ver más a Dorumon, y ya estaba rodeado una vez más de oscuridad, luego algo me decía que volteara, lo hago, y lo que veo es a Carlos y a Fary parados enfrente de mi, estos me veían con una cara triste - ¡A-AMIGOS! -Me dirijo hasta ellos, pero no demuestran tener ninguna emoción, por lo que me parece raro- ¡Oigan tienen que ayudarme a rescatar a Dorumon! -Les suplico, pero estos seguían viéndome con una cara triste- ¿Q-que les pasa?... Dorumon me necesita... ¿No me ayudaran?... -Estos dos estaban que casi lloran, después me alarmo y me pregunto que les estaba pasando- ¿¡Están bien!?, ¡¿Que les pasa!? -Lo único que sentía era miedo, Carlos de la nada empieza a lamentarse, al igual que fary, y luego de unos minutos, estos explotan en miles de datos- ¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH! -Grite como si hubiera visto un asesinato-

La habitación hizo un cambio repentino, dejo de ser un cuarto oscuro y cerrado para convertirse en un lujoso cuarto donde se hallaban la puerta de entrada, unas ventanas cerradas, una cama perfectamente echa, muchos pero muchos juguetes y nosotros dos… Sin nadie más… Seguíamos solos…

-¿Por qué…?- me pregunta el joven Paraqiel -¿Por qué abanaste una vida donde podías tener todo lo que quisieras?- el niño deja caer la libreta de dibujos y mira al suelo con una mirada de enojo mientras cierras los puños con ira.

-… Porque en realidad nunca tuve lo que quería- las manos del niño se aflojaron y con su joven cara me miro mientras lloraba -Siempre me encontré solo en ese lugar, no tenia a nadie para jugar ni hablar- el niño hace un sonido como de querer hablar pero no lo hizo -Mi padre solo me hablaba como si fuera una aberración, mi madre no me trataba como un hijo, mis demás familiares solo buscaban dinero y los sirvientes solo eran eso… ¡Sirvientes! A los que se les paga no son amigos-.

-Pero… Después de irte no hubieron juguetes nuevos…- me dijo con una voz infantil y nerviosa.

-Al diablo con toda esa porquería- me le acerque y colocándome sobre la rodilla izquierda agarre el cuaderno de dibujos -Yo en realidad no quería nada de eso…- le entregue la libreta mientras que de mi ojo y del parche salían lagrimas.

Me acerque a los, claramente a la chica no la reconocía, y por la conmoción de ver a mis padres muertos me olvide inmediatamente de ella. ¿Que mas se podía esperar cuando eres el culpable de Parricidio?

Descolgué los cuerpos mientras lloraba, por mero respeto de la tercera persona también lo hice con ella. Estaba tan concentrado en esta tarea que no me di cuenta que la habitación iba desapareciendo en una bruma negra.  - ... Mi culpa... - Dije entre sollozos.

Un pitido me despertó del trance, Pantallas encendiéndose por todo mi alrededor. Donde mirara veía estática reflejada en esas pantallas, Ninguna puerta. Ninguna salida. Solo yo y los cuerpos para toda la eternidad... - ...Mi culpa... - Las pantallas cambiaron la imagen de improvisto, donde antes solo había lluvia eléctrica  ahora se mostraba un vídeo en el cual tropiezo con un cable y los cuerpos son ahorcados. - ... Mi culpa... - Emitían las pantallas mientras repetían la escena en un bucle infinito.

Luego de ver la escena en donde mis amigos estallan, me quede paralizado, mientras que se empezaban a escuchar unas voces extrañas, estas voces son las de los Digimons Virus que Carlos Fary y Yo destruimos, cada vez se escuchaba más fuerte e insoportable. El pensar que estoy en un lugar oscuro, y que mis enemigos están cerca me aterra, además estoy sin Dorumon, por lo que ando desprotegido- Esas voces... ¡! - Una gigantesca Bola que parecía echa de fuego sale entre la Oscuridad y me da en el rostro, luego soy impulsado hasta atrás, y con un dolor caigo al suelo, veo a todas partes para ver quien me la lanzo, pero no veía a nadie, solo escuchaba las voces de los Virus y veía Oscuridad.

Maldición... Debo averiguar que esta sucediendo... -Dije con un tono bajo, mientras sentía rabia de ver como el Virus jugaba conmigo, pues recordé que nos había dado la bienvenida a este castillo, y de seguro lo que estoy viendo no es real, al parecer materializaba mis temores para retenerme en ellos por siempre, o al menos eso pienso- Si ese es el caso... ¡Debo superar esos miedos! -Esto ultimo lo dije gritando- ¿¡Estas ahí MarineDevimon!? -Le grito entre la Oscuridad, si es que llega a escucharme- ¡No caeré en tus trampas! ¿¡¡oíste!!? -Vuelvo a gritar, las voces empezaban a escucharse más fuerte, como si estuvieran siendo torturadas por alguien, y ya hasta parecían gritos de demonios- No.. ¡No me asustan esos gritos! -De repente, después de decir esto sale de entre la Oscuridad unos tentáculos iguales a los de MarineDevimon, y me traspasan el estomago. Por unos segundos todo el tiempo se puso lento, como en cámara lenta, mientras veía como el tentáculo pasaba lentamente, esto, me hizo pensar que moriré, lo cual me aterraba, quería hablar, hacer gemidos pero como el tiempo era lento solo podía ver como me pasaban el cuerpo.

-¿Y cual fue el resultado de tu esfuerzo…?- sus palabras me llegaban como dagas, como dagas en esmero de penetrar en mi alma y destruirla -Terminaste en una casa desolada, lejos de toda tu familia y de todos esos juguetes- luego de haberme levantado trate de mirarlo a los ojos pero él ya no se encontraba ahí -En ese momento tan solo perdiste otra parte de ti- su voz se escuchaba en mi oído pero con un tono extraño.

La habitación desapareció y me encontré nuevamente en la oscuridad, al darme cuenta lo que ocurría me doy media vuelta pero no hay nada, la luz me seguía apuntando y me sirvió para darme cuenta que esa oscuridad se estaba acercando… La oscuridad me rodeo hasta corromperme, parpadee un segundo para darme cuenta que el ambiente cambio nuevamente, me encontraba en una especie de salón de clases un tonto distorsionado por lo cual no parecía nada del Mundo Humano -Luego pasamos a tus ‘’AMIGOS’’- el chico apareció nuevamente frente a mis ojos apuntando a una pared donde se notaban varias sombras…

-¿Eres un idiota, no?- se oía la voz de un conocido -Te vez ridículo con ese parche- cualquiera diría que esas voces salían de las paredes pero yo sabia que estaban en mi cabeza, por lo cual no trate de escapar -¿¡Yo!? ¿Salir con alguien como tú?- sin dudas eran las dagas en mi alma ya marchitándose -Miren a alguien de una familia tan rica venir a una escuela como esta, Ja- sin más poder me tire de rodillas en mi lugar, sus palabras me mataban pero no de forma figurativa ya que podía sentir como me dañaban internamente, coloque mis manos sobre mis rodillas con las palmas hacia arriba mientras mantenía la mirada baja forzando a mi mente a mirar para otro lado.

El bucle no paraba, inmediatamente después que los cuerpos fueran colgados mi voz sonaba en toda la habitación y volvía a empezar. - ... Mi culpa... - Repetían una y otra vez mientras lloraba en posición fetal cerca de mis progenitores.

No se cuanto tiempo había transcurrido, tal vez 10 minutos o tal vez 100 años, pero ya estaba harto de escuchar mi voz. - ¡Cállate! - Grite con los ojos rojos y secos de tanto llorar. - ¡Dije que te callaras! - En el arrebato de ira saque mi Digivice y se lo lance a la pantalla más cercana.

Mi Digivice se iluminó, antes de tocar la pantalla su brillo era tal que inundo todo el cuarto. Cuando por fin el brillo disminuyo, estaba nuevamente en la Armería y sin los cadáveres de mis padres. - ¿Que a sido eso? -

Luego de haber pasado esa horrible escena, empezaba a ver todo de color negro, y una voz silenciosa me intentaba convencer de que todo lo que estaba viviendo era real, yo no me creía esto, ¿de verdad los virus son tan malignos y sádicos?, de ser así no puedo esperar mas para destruirlos a cada uno de ellos- .. Mi estomago, ya no tiene la herida... -Me había revisado mi estomago para ver si aun tenia aquella herida que se formo por los tentáculos, había desaparecido y esto me empezaba a parecer raro, entonces, eso quiere decir, que todo lo que eh visto, a aquella baba roja, la muerte de Dorumon y la de mis amigos no era real, como era de esperarse de mi, supe de inmediato que todo era solo una ilusión, y de repente recuerdo el nombre de el lugar en el que me encuentro, "El Castillo de los Temores"... Temores porque hace realidad nuestros miedos, y al parecer los míos se habían acabado- Mmm... ¡¡Parece que ya no tienes otra forma de torturarme!! -Grite a la nada, todo a mi alrededor era oscuridad, pero sentía que alguien me estaba vigilando, y supongo que es el virus con el que había peleado antes- ¡Ya no tengo mas temores!, por lo que este castillo ya no te sirve...

Entre la oscuridad se escucha una voz que me sonaba, era la voz del virus- ¡AHH!, ¿conque crees que porque no tienes miedos escaparas de aqui, no?, Pues dejame habisarte, ¡¡TE QUEDARAS AQUI PARA SIEMPRE!!, Una ves que entres a el castillo, ¡¡Jamas vuelves a salir!!, por lo que, parece que ya me e librado de ti y de Carlos.. Pobre niño, parece que jamas lograras salvar a tu Digimon.... -La voz deja de sonar de inmediato, y ya no se escuchaba nada-

Ahora.. ¿¡Ahora que hago!?, Dorumon esta aquí, y de seguro Carlos y Fary tambien.... Carlos... Fary... Ellos tienen que superar pronto sus miedos... ¡Se que lo aran!, pero...¿Como salgo de aquí?... -Me quede esperando en el lugar donde estaba, enmedio de la nada y donde solo había oscuridad, suplicando que Carlos y Fary superen sus temores, porque sino hacemos algo ahora, podríamos fallar en nuestra misión.-

-Yooooo… Estareeeee… Aquiiiiii… Paraaaaaa… ¡TORTURARTEEEEEE…!- la imagen de Paraqiel se desvanecía lentamente, la escenografía ahora era la de mi actual casa pero el chico se desvanecía en las sombras -Siempre estaré atormentándote, sea donde estés- Paraqiel dejo caer su libreta una vez más pero no me moleste en devolvérsela, ya había tenido suficiente de él.

-Tu eres el único que se mortifica recordando todas esas cosas- me levanto y lo abrazo gentilmente -Yo ya no soy tu, tan solo eres un recuerdo de lo que fui… Así que te acepto al lado mío por el resto de la eternidad- mi cuerpo se inclina ligeramente hacia al frente al no tener nada donde apoyarse, Paraqiel ya no se encontraba en el lugar ni tampoco la escenografía, logre salir de la caja de Pandora -¿Se supone que soy la esperanza?- miro al suelo donde la libreta de dibujos aun yace allí, la vuelvo a tomar para ver mis viejos dibujos pero solo había uno que era de un chico pequeño con ojos de diferentes colores jugando con un viejo tamagotchi.

Mi travesía en este castillo aun no terminaba, mi compañero se encontraba a la merced del virus y mis amigos deben de estar en la misma situación, si no los ayudaba pronto… Puedo llegar demasiado tarde, pero no lo haría ya que tengo el presentimiento de que aun hay tiempo.

Me levante con dificultad, toda la energía que tenia se había esfumado con la visión anterior. - ... - Lentamente me aproxime a mi Digivice y lo levanto sin ánimos. Al mirar su pantalla un punto rojo estaba parpadeando en él. - ¡¿Astaroth?! - De pronto llego a mi memoria todo lo sucedido anteriormente en mi hogar, sobre todo las palabras del virus. - Esto... a sido solo una pesadilla. - Con fuerza renovada cierro mi mano en un puño. - Me... Me las pagará... - Sin mayor meditación salgo corriendo en la dirección que indica el aparato electrónico.

Ya había pasado un gran rato entre las oscuras sombras de la habitación en la que me encontraba (como unos 5 o 7 minutos después de hablar con el virus), y para mi sorpresa una luz se iba acercando desde muy lejos de donde estaba, una luz que a pesar de que parecía buena solo serviría para molestarme mas de lo que estaba.

-¿¡Q-Que!?- Dije a la nada mientras aquella luz que parecía un destello se dirigía hasta mí, luego esta choca conmigo y termine volviendo a desmayarme, para que luego de unos minutos volviera a aparecer en otro lugar. Abrí mis ojos nuevamente solo para darme cuenta de que estaba en el techo del castillo, no había paredes ni nada, solo era el techo, un techo que se sentía frió y que resulta ser muy resbaloso. Al mirar hacia arriba me di cuenta de que había una luna muy bonita pero que al mismo tiempo (por el ambiente que se sentía) daba una impresión de temor muy grande. -Esto de andar desmayandome ya es un cliché... Carlos y Fary aun no aparece... ¿Habrán terminado con su temor?...- Me levante del suelo, me puse a revisar todo el lugar y al parecer no hay manera alguna de salir de aquí, así que me asomo por el borde del lugar, ¡Y la altura en la que me encuentro es increíble!, parecía no tener fin - R-Rayos.. Ojala que esos dos se den prisa.... ¡!

Regrese al punto donde estaba, y me puse a pensar en Dorumon... No paraba de preguntarme cosas como ¿Estará bien?, ¿Le habrán echo algo malo? entre otras mas preguntas -Debo cuidar a mi Digimon, no el a mi...- Me senté en el resbaloso y frió suelo, pensando en todo el daño que han creado los Virus, y mientras mas lo hacia, mas me daban ganas de destruirlos a todos. Ya con todo el estrés, me e vuelto un ser un poco malvado, y eso lo noto muy bien por el odio que demuestro hacia los Virus y otros enemigos. -Saldré de esto y recuperare a mis amigos...-

-Solo hay un dibujos en el cuaderno, ¿Qué significara?- miro a mi alrededor pero la habitación sigue siendo muy oscura, apenas se podía ver un poco para ver el dibujo << ¿Lopmon estará bien? >> camine recto pero solo encontré una pared, fui rodeando la habitación pero seguía sin haber una salida, inclusive la entrada había desaparecido -¿Esto sigue siendo trabajo del virus?- así como termino mi frase, una trampilla se abre debajo de mis pies haciéndome caer a un oscuro abismo, cerré mis ojos un momentos mientras daba un gran alarido pero al abrir mis ojos nuevamente me encontraba en el cielo cayendo hacia el mismo castillo donde me encontraba encerrado. Desde mi punto de vista podía ver una silueta posada en la parte superior del castillo pero no le pude gritar para pedir ayuda pues me había quedado rápidamente sin voz luego de gritar en la caída, lentamente me acercaba al castillo y con eso al suelo y a mi final, me inclino a un costado para no caer sobre el techo del mismo castillo, mi plan funcionaba pero mi nuevo inconveniente era no caer en la corteza del planeta así que estire mi mano con la que estaba sujetando la guadaña y hago que la hoja se clave a un costado del castillo cerca del borde del tejado, pero al hacerlo me doy un fuerte golpe contra la pared sin mencionar que casi me rompo el brazo al hacer fuerza para clavar la guadaña. Inesperadamente mi voz vuelve por lo que comienzo a pedir socorro a la figura que vi desde el cielo -¿Hay alguien allí? ¡HELP!-.

El Digivice llevaba al muchacho por escaleras y pasillos. - Cada vez estoy más cerca de mi amigo. - Carlos corría con todas su fuerzas, deseoso de ver nuevamente al virus y devolverle el "favor". - ¿Que es esto? - De pronto el Digivice mostró dos marcas rojas en lugar de una. - ¿Quien será la otra? - Cada vez ascendía más y más en los niveles de la edificación, hasta que finalmente salio a lo que sería la azotea del Castillo. - ¿Quien mantendría a sus cautivos aquí afuera? - La interrogante duró poco, ya que un segundo después vio pasar al D-Cyber en caída libre.

- ¡¿Fary?! - El muchacho acudió a la ayuda de su nuevo amigo. - Dame tu mano. - Dijo mientras intentaba elevar la Guadaña con una mano y le ofrecía la otra.

Inmediatamente sentí y Oí como una persona se acercaba al lugar, tal parece que son 2, una la sentía caer de.. ¿Arriba?, y la otra venia por otro lado del Techo - ¿Eh?... Sera mejor que me ponga a revisar este lugar... A lo mejor me encuentro con Carlos y con Fary... -Me fui a recorrer el gran techo, ¡¡Y si!!, me encontré con las dos personas que mas quería ver (Ademas de Dorumon) estos no estaban con sus compañeros, lo que quiere decir que ellos también los han perdido- ¡¡Oigaaaaaaaaan!! -Grite a lo lejos mientras me dirigía hasta ellos con una gran sonrisa. Ahora que los encontré, puedo decir que superaron sus miedos sin problemas. Ya estaba al frente de estos, y vi como Carlos intentaba sostener a Fary del vació que estaba a punto de caer- ¿¡Q-Que!? - Ayude a Carlos a sostener a Fary, alargue el brazo para sostener a Fary por la mano - ¿¡Como es que terminaste cayendo del cielo!? -Pude deducir que fue Fary quien iba cayendo por arriba, ya que no creo que esté por caerse solo por mirar hacia abajo. Con la Ayuda de Carlos, logramos subir a Fary de tal abismo, y yo en ese momento solo pensaba en como se encontraba su brazo- ¿Estas... Bien? -Pregunte, esperando una respuesta de el-

-Agh, Uff por poco- a muchas penas logre ponerme a salvo en el techo junto a los demás, los cuales al igual que yo se encontraban solos sin sus Digimon -Como llegue a la pared no importa, lo importante ahora es encontrar a Lop y los otros- mire a nuestro alrededor pero no encontraba una salida del lugar, estábamos en el tajado lo que si era seguro pero ni yo mismo sabia como volver atrás.

Deseando tener el radar en mis manos no pude hacer nada, me senté a un lado y mire el panorama del Digimundo, había pasado mucho tiempo de haber estado lejos y ahora nos encontrábamos nuevamente aquí, aunque con algunas diferencias notables. Mire los datos de Terminal de Batalla, en ella miraba fijamente el símbolo del valor dándome alientos en silencio, casi podía escuchar su voz seca pero incomprensible.

-¿Alguno tiene alguna idea de adonde tenemos que ir?- mire a Walter y Carlos, no creo que alguno sepa realmente donde estábamos pero eran los únicos en los que podía confiar en estos momentos de amargura.